ANTONIO MARIA DELGADO 09 de mayo de 2018
La
decisión de ConocoPhillips de embargar los activos de Petróleos de Venezuela
(PDVSA) en el Caribe establece un peligrosísimo precedente legal que podría
sepultar a la quebrada compañía estatal bajo una marejada de reclamos similares
y mermar severamente su capacidad de vender crudo, dijeron expertos.
La
decisión, que se produce en el marco del acelerado deterioro de la capacidad de
producción de crudo, podría llevar a acreedores a salir masivamente a buscar
activos venezolanos en el extranjero para embargar, incluyendo los despachos de
petróleo, para tratar de recuperar algo de los más de $40,000 millones que
PDVSA tiene en obligaciones y en reclamos.
“Ahora
los acreedores se están diciendo, mira, ya tenemos confirmación de que sí se
puede salir a embargar a PDVSA, y muchos de ellos van a apresurarse a acudir a
las cortes para introducir sus propias órdenes de embargo”, comentó desde
Washington Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma Inter American
Trends.
“Estamos
ante el comienzo de una bola de nieve”, agregó desde Miami Russ Dallen, socio
gerente del banco de inversión Caracas Capital. “Ahora que la gente ha
comenzado a demandar vamos a ver una corrida, porque nadie quiere ser el último
tipo en la fila”.
La
petrolera estadounidense procedió a embargar los activos de PDVSA en el Caribe para
hacer cumplir un laudo arbitral de $2,000 millones relacionado con la
nacionalización de los proyectos de Conoco en Venezuela en 2007.
Hasta
hace unos días, muchos acreedores se estaban haciendo de la vista gorda con la
situación del default técnico en que se encontraba Venezuela, dado que el
régimen de Nicolás Maduro estaba dando señales de estar dispuesto a pagar,
aunque tarde, las deudas que no podía pagar a tiempo.
Pero
el juego cambió con ConocoPhillips.
“En
vista de lo difícil que va a ser para toda esta gente cobrar lo que se les
debe, especialmente porque hay muchos acreedores, una gran deuda y muy pocos
activos que pueden ser obtenidos, me temo que esta situación va a propiciar un
efecto dominó, un gran nerviosismo en los mercados, y que de la noche a la
mañana veamos un incremento significativo en este tipo de acciones judiciales”,
explicó desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista para las Américas de IHS
Markit.
Las
señales ya han comenzado a verse.
La
minera canadiense Rusoro introdujo una demanda esta semana en una corte de
Houston para que se le permita embargar los activos de Citgo, filial
estadounidense de PDVSA, lo que de concretarse podría propinar un devastador
golpe al futuro petrolero de Venezuela, comentó Dalle.
El
factor determinante en el caso es un esperado pronunciamiento sobre si actuar
judicialmente contra Citgo y PDVSA es lo mismo que actuar judicialmente contra
el Estado venezolano, declaración de “Alter Ego” que le abriría las puertas a
los tenedores de los vencidos bonos de la República de Venezuela a introducir
sus propias mociones de embargo contra la industria petrolera venezolana.
“Creo
que Rusoro probablemente decidió actuar al ver como ConocoPhillips se saltaba
la fila de los demás acreedores y comenzaba a embargar activos en el Caribe,
tomando control de terminales y de unidades de almacenamiento”, dijo Dallen.
Rusoro
reclama el pago de $1,300 millones tras la expropiación de sus operaciones de
minería de oro en Venezuela.
Y en
una nueva señal de lo que está por venir, el ex proveedor de PDVSA White Beech
SNC, LLC. introdujo en la tarde del lunes una demanda por incumplimiento de
pagos de una emisión de bonos de $25 millones que la estatal petrolera dejó de
servir.
Según
los documentos de la corte, la estatal petrolera entró en default con la
emisión del bono denominado PDVSA 6.5 por ciento del 2019 , que fue emitido el
4 de enero del 2018 cuando incumplió con el pago de $3.5 millones en intereses
y amortización de capital.
La
posibilidad de que PDVSA pueda ver en un futuro cercano a decenas de
inversionistas introduciendo solicitudes de embargo sobre sus activos alrededor
del mundo podría paralizar severamente su capacidad de vender crudo.
Venezuela,
cuya producción ha caído desde los niveles previos al chavismo de 3.4 millones
a los actuales 1.4 millones, podría ver sus ventas de crudo afectadas en hasta
700,000 barriles diarios con este fenómeno, propinando un duro golpe a los
ingresos petroleros del régimen de Maduro, dijeron los expertos consultados.
“La
situación se está complicando aceleradamente, se está tornando cada vez más
difícil”, comentó desde Miami el experto petrolero Horacio Medina, al explicar
los riesgos que podría enfrentar la empresa estatal si, por ejemplo, sus
despachos de crudo a países como Estados Unidos comienzan a enfrentar órdenes
de embargo.
Esa
situación podría poner en riesgo una porción importante de los despachos hacia
países como Estados Unidos, ya que estos podrían estar en riesgo de ser
confiscados. También podría poner en riesgo la posibilidad de que la empresa
use sus propios tanqueros, obligando a contratar los servicios de armeros que
desde hace algún tiempo han estado evitando trabajar con Venezuela ante la
comprometida capacidad de pagos de la nación sudamericana.
El
embargo de ConocoPhillip genera un gran problema para las operaciones de las
empresas, ya que pone en riesgo el crudo extra pesado que solía almacenar en el
Caribe para mezclarlo con crudo liviano importado de otros países, operación
que se había vuelto fundamental para mejorar la calidad del petróleo venezolano
lo suficiente como para que pueda ser aceptado por sus clientes.
El
embargo significa que PDVSA ya no puede contar con esas instalaciones para
realizar la crucial operación de mezclar el crudo, y el que previamente hayan
tomado la decisión de hacerlo en Venezuela da a entender que la estatal
petrolera simplemente no cuenta con las instalaciones apropiadas para hacerlo.
Según
datos de la agencia de noticias Reuters, PDVSA exportó el año pasado más de
400,000 barriles por día de crudo y productos refinados de las cinco
instalaciones propias y arrendadas en Aruba, Bonaire, Curazao y San Eustaquio.
Esos terminales manejaron alrededor del 24 por ciento de los envíos totales de
la estatal venezolana.
Pero
el gran golpe podría ser propinado si los acreedores logran embargar los
activos de Citgo, advirtió Medina.
“Una
eventual pérdida de Citgo sería devastador para el futuro petrolero de la
nación, incluso después de salir de Maduro”, comentó Medina. “En Citgo reside
la esperanza más grande de la industria, porque la empresa garantiza el acceso
al mercado estadounidense, y ese mercado es fundamental para una eventual
reactivación económica de Venezuela”.
Tomado
de: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article210771114.html
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