Por Luisa Pernalete
Primera
estación: vinieron pocos niños a la escuela. ¡Da dolor ver salones que
antes estaban llenos, verlos ahora por la mitad! A veces menos. La maestra
Jasmín mira los pupitres vacíos y sabe lo que significa un día menos de clases
para los pequeños. Faltan por muchas razones: alimentos, uniformes, transporte,
efectivo, lápices, falta de agua… todas pudieran resolverse con voluntad
política y conocimiento.
Te pedimos Señor los
pupitres vuelvan a llenarse. Te pedimos por los que hoy no han venido
Segunda estación: No
vino la maestra de tercer grado. Seguro que no encontró transporte. Le gusta su
trabajo, le gustan los niños, pero venir desde su casa a pie no es posible, y
cada vez hay menos unidades. Algunas maestras llegan sudadas al colegio de
tanto caminar.
Te pedimos Señor que le des
fuerza a los educadores, para que puedan seguir enseñando porque sin maestros
no hay escuela.
Tercera estación: Vanesa
tiene malaria. Ya son varios casos. En la selva nunca se erradicó la malaria,
pero en el resto del país si, fuimos de los primeros países en lograrlo en
América Latina. Ahora Venezuela exporta paludismo a los vecinos. Y no es solo
es malaria. Tenemos casos de hepatitis, sarampión… Antes se vacunaba en las
escuelas, ahora no. Estas enfermedades se pueden prevenir… Si los niños están
mal alimentados, esas enfermedades serán más graves. En una escuela indígena de
Fe y Alegría en Bolívar, el año pasado murieron un alumno y un maestro por
malaria.
Te pedimos que los que toman
decisiones entiendan que una vacuna puede salvar una vida y los niños nacieron
para vivir.
Cuarta estación: la
señora Ana, la portera de toda la vida, no pudo venir. También a ella le dio
hepatitis. Es que en la comunidad no se recoge la basura y el agua también
falta, ¿Cómo lavarse las manos antes de cocinar o comer? Toda la comunidad
necesita de buenos servicios. Y en la escuela el personal que cuida el
ambiente, los jardineros, los que limpian los pasillos, los porteros, son muy
importantes. La señora Ana es quien recibe a los niños cada día.
Te pedimos por toda esa
gente buena que calladamente contribuye a que los niños puedan aprender. Que su
silencio sea un grito de dignidad en este vía crucis.
Quinta estación:
“Suspendidas las clases. Tenemos 4 días sin agua”. Un día sin agua, el tanque
aguanta, pero 5 es imposible, ¿Cómo se asean los sanitarios? La Lopnna en su
artículo 30 dice que los niños tienen derecho a un nivel de vida adecuado, y el
literal c habla de servicios públicos. Sin agua tampoco pueden las madres lavar
los uniformes para sus hijos, y ninguna madre quiere que los niños y niñas
vayan sucios a la escuela.
Te pedimos que el agua se
vea como lo que es: algo imprescindible para la vida. Te pedimos que los
responsables de hacerla llegar, sepan hacer su trabajo y los beneficiarios sepamos
utilizarla adecuadamente.
Sexta
estación: Victoria no vino, no volverá, su madre tuvo que cambiarla de
escuela. Le gustaba su salón, le gustaba su maestra, muy cariñosa ella, pero
eran más los días que se ausentaba por no tener transporte. Se fue llorando. La
pusieran en una que queda a dos cuadras de su casa. “Pero yo voy a volver a
esta”, le dijo a su mamá. Los cambios a mitad de año afectan a los niños. Los
amiguitos también son importantes.
Te pedimos por todos los
escolares venezolanos, que puedan recuperar su rutina que incluye afectos.
Séptima
estación: renunció el profesor de electricidad. También la maestra de
quinto grado. Imposible continuar trabajando con esos salarios. No puede
mantener a su familia. Ni él ni a ningún docente le alcanza. Una hora de clases
no da para comprar un lápiz. Han renunciado muchos este año en el colegio.
Nunca se sabe cuántos han renunciado en el sector oficial, pero uno puede
imaginar. Mucho se van sin ni siquiera avisar. Las escuelas de educación se
están quedando sin alumnos. Está cruz es muy pesada: sin maestros no hay
escuela.
Te pedimos por todos los que
trabajan a favor de los NNA. Sin ellos tampoco hay patria.
Octava
estación: Rosmary está llorando otra vez. Desde que su mamá se fue a
Colombia a trabajar, la pequeña llora todos los días. Se quedó con su abuela,
que está viejita, es buena persona pero no es su mamá. En el colegio pasan de
cien los casos de niños dejados atrás. En Fe y Alegría, para febrero, había
8.904 casos. Algunos se han quedado con sus hermanas mayores, que a veces
también estudian todavía en el colegio.
Te pedimos porque en el país
hayan los cambios necesarios para que los padres no tengan que irse lejos de
sus hijos a buscar el sustento. Los niños tienen derecho a crecer en familia,
como Jesús creció con José y María.
Novena
estación: robaron en la escuela. Además de las pocas computadoras que
quedaban en el taller, se llevaron todo los alimentos que estaban en el
comedor. ¡Con lo que ha costado conseguir esos recursos! Las computadoras no se
podrán reponer, y el comedor sin comida supone que los 150 niños, los de
situación más crítica, no podrán comer por una semana. El PAE hace rato que no
viene. Cuando hay comida, sube la asistencia. Es que “la letra con hambre no
entra”.
Te pedimos que nos des el
pan de cada día, el que sirve para nuestro cuerpo y también el pan de tu
palabra, para que podamos ser siempre solidarios con los que menos tienen.
Décima estación: no
hubo clases ni de matemática, ni de lenguaje, ni de educación física, ni de química.
“Nos pusieron una nota que no sé de dónde salió”, dice José que estudia en un
liceo público del norte de Barquisimeto. “Y así fue el año pasado con unas
materias. Así no aprendemos nada”, dice con tono de preocupación el
adolescente. ¿Cuántos casos habrá así? Sin educación no hay ni presente ni
futuro para los jóvenes.
Decimaprimera
estación: renunció la subdirectora. Vive muy lejos, tenía muchos años en
la escuela, siempre usó su carrito, viejo pero noble, pero ya no es posible.
“Más gastas yendo a trabajar que quedándote en la casa”, le decía su marido.
Además, la responsabilidad del cargo es muy grande y prácticamente gana lo
mismo que los maestros sin cargo directivo. No pudo más. A los 3 días de
cobrar, ya no tenía para nada. Se fue llorando.
Te pedimos porque las
lágrimas derramadas por niños y educadores sirvan para abonar el terreno de la
escuela que necesitamos, para que los sufrimientos no se pierdan en el valle de
lágrimas.
Decimasegunda
estación: suspendida las clases por orden del ministerio. Nadie entiende
por qué se adelantan los días de receso por carnaval, aquí nadie está para
disfraces. En la escuela quisieron trabajar y llegó una comisión de la Zona
Educativa y multaron al plantel. En marzo solo hubo 7 días de clases, así lo
dispusieron las autoridades nacionales. Se suspenden carnaval, por elecciones,
por no saber resolver los problemas. Parece que un día de clases no importa.
Te pedimos porque en este
país se entienda qué quiere decir que los derechos de NNA son prioridad
absoluta y se puedan garantizar.
Decimatercera
estación: detuvieron a Gregorio y a Roberto, de tercer año, estaban
protestando por la falta de luz, agua y gas en la comunidad. Son jóvenes, pero
tienen derecho a protestar, lo dice la Lopnna y parece lógico: sin esos servicios
tampoco se puede tener “vida en abundancia” como dice el evangelio. La semana
pasada también detuvieron al profesor Rafael, estaba protestando por el salario
digno que los educadores se merecen. Protestar pacíficamente no es un delito.
No debiera ser una cruz.
Te pedimos por los que
luchan por la justicia en este país, por los que defienden los derechos, los
suyos y los de otros.
Decimocuarta
estación: la resurrección. Jesús murió, lo mataron, pero resucitó, y hoy
la escuela venezolana resucita en esas madres que luchan para que sus hijos
sigan yendo a clases, las que madrugan para agarrar agua y poder cocinar;
resucita a los niños, niñas y adolescentes que dejan de ir un día pero al otro
se animan y salen con sus morrales llenos de esperanza; resucita en los
educadores, secretarias, porteros, directivos, que a pesar de las malas
condiciones, insisten en trabajar, sabiendo que tienen derecho a un salario
digno; resucita en los grupos juveniles, en las madres voluntarias, en las
alianzas que cooperan con la escuela para poder seguir sembrando futuro hoy.
06-04-19
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