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miércoles, 10 de junio de 2020

Alimentos, gasolina, petróleo y bachaqueo, por @fernandocaminop




Fernando Camino Peñalver 09 de junio de 2020

La restricción al consumo y los nuevos precios de la gasolina aumentarán el costo de los alimentos. Aún con el precio subsidiado no se pueden mantener los precios actuales, mucho menos con el cupo de 120 litros por mes. Esta cantidad de litros por mes es insuficiente, tomando en consideración la distancia que tienen que recorrer los productores para movilizarse hacia sus unidades de producción, trasladar el personal obrero y el acarreo de insumos. De mantenerse este esta opción de venta que plantea el régimen, tendría que recurrirse a la compra de gasolina aprecio de $0.50. Se requieren entre 50 y 40 dólares para llenar de combustible un camión liviano o una camioneta, esto multiplicado por el número de vehículos de trabajo en las unidades de producción arroja una cifra considerable, que tendrá que ser cargada al costo de producción de los alimentos.

No está claro ni las condiciones de suministro ni el precio del gasoil para el sector agroalimentario, esto es sumamente grave, ya que este combustible es imprescindible para la actividad de la producción agroalimentaria. Del suministro de gasoil dependen las labores de preparación de tierras, de siembra, de fertilización, de control de malezas, de control fitosanitario, de riego, de cosecha, mantenimiento de pastizales y de generación de energía eléctrica.

La destrucción de la industria petrolera nacional, nos ha costado a los venezolanos un aumento de la gasolina estimado en cincuenta mil millones por ciento (50.000.000.000%). Para la inmensa mayoría de la población de nuestro país, este aumento no tiene ninguna relación con el salario mínimo que devenga, que convertido a dólar americano es  aproximadamente un poco más de 2 dólares por mes. Aún con la aplicación del subsidio, se necesita más del 50% del salario mínimo mensual para comprar 50 litros de gasolina. Si comparamos, la relación porcentual del salario mínimo mensual con el costo de 50 litros de gasolina en Hong Kong, que tiene la gasolina más cara del mundo y con Uruguay la más cara de Suramérica, la relación sería: 15.11% y 19.76% del salario mínimo mensual, respectivamente. Es evidente que el costo de la gasolina subsidiada que representa más del 50% del salario mínimo mensual, es la gasolina más cara del mundo tomando en consideración el ingreso del venezolano.

La diferencia de costo entre la gasolina vendida a precio subsidiado ($ 0.025/litro) y la gasolina vendida a precio internacional ($ 0.50/litro), será un incentivo para que los corruptos activen sus mafias, se apropien de la gasolina barata y luego la revendan más cara en el mercado interno o la sigan sacando de contrabando. Además cada día serán menos las gasolineras con precios subsidiados y mayor la existencia de las dolarizadas, esto generará más “bachaqueo”.

El sector de la producción agroalimentaria, no puede seguir dependiendo de las regulaciones del gobierno de turno. Regulaciones en el suministro de energía y otros servicios, a la propiedad, al financiamiento, para la adquisición de insumos. Las regulaciones abarcan también, los precios, la movilidad de la cosecha, el almacenamiento, la comercialización y la importación de insumos, repuestos, maquinarias, aparejos, embarcaciones y materia prima.

El Plan País Agroalimentario propone, garantizar seguridad jurídica, respeto a la propiedad y políticas públicas, para que exista confianza y propensión a invertir. Además  la creación de instituciones para promover la propiedad de la tierra, el desarrollo tecnológico, el financiamiento, y la construcción de la infraestructura necesaria para la producción y para el bienestar de la población rural. La seguridad jurídica, además del respeto a la propiedad, creará el marco legal para liberar la actividad de todo el circuito agroalimentario y que sea la abundancia de producción que regule el mercado de la oferta y de la demanda y de los precios de los alimentos.

El Plan País Petrolero propone rescatar todas las actividades productivas de la industria petrolera nacional, en una primera fase elevar la producción a 2.4 millones de barriles diarios y luego ir aumentando hasta llegar a un punto de equilibrio de 5 millones de barriles diarios para seguir creciendo progresivamente de acuerdo con la demanda del mercado internacional. Para abastecer plenamente la demanda interna de gasolina y gasoil, se propone desde el día uno la importación suficiente de combustibles desde nuestras refinerías de Citgo, para abastecer plenamente las necesidades de consumo. Al mismo tiempo se iniciará la reconstrucción y el rescate de nuestras refinerías.

Fernando Camino Peñalver


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