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viernes, 19 de agosto de 2016

¡Como me dueles, Venezuela!


Por David Esteller Ortega


¡Patria mía, madre mía, te han saqueado, te han robado, te han destruido, te han llenado de delincuentes, te han atemorizado, te han sembrado de odio, te han hambreado, te han engañado con el señuelo de la libertad y la igualdad en un engendro llamado socialismo siglo xxi! Profanaron la tumba de Bolívar y lo han levantado como adalid de su revolución al lado de un parangón bufo y con arrebatos musolinianos, creyéndose un Bolívar redivivo. Las proclamas y escritos de El Libertador los han puesto, tergiversándolos, como base teórica y doctrinaria de su malhadado sistema de corrupción. Así también han tomado los escritos del gran maestro Simón Rodríguez para fundamentar los proyectos mesiánicos, sin ataduras reales, violentándolos en su pureza original.

En cuanto a la educación en todos sus niveles, entrañable objetivo del maestro Robinson (S.R.), y que para El Libertador era las luces imprescindibles para el progreso del país y la formación de una sociedad culta y de bienestar. Pero miren lo que han hecho y cómo tienen a los maestros y profesores, hambrientos y sedientos, hartos de preocupaciones; miren como están las escuelas, los liceos y aún peor, las que deberían ser la flor y nata de la educación, las universidades, las muy queridas de Bolívar, abandonadas, deterioradas, destruyéndose laboratorios, aulas, institutos y demás edificaciones; docentes y trabajadores en general, con sueldos que devinieron miserables, por culpa de la mala política económica de este gobierno socialista veintiún chasco. Y para seguir con el engaño, crearon las universidades y que bolivarianas, que no son sino un remedo de casas de estudio superior.


Cuando veo en Portuguesa, en pueblos campesinos, jóvenes y adultos mayores, desempleados, pidiendo una ayuda económica para comer, me da tristeza, porque antes derrochaban alegría, ya que trabajaban en las fincas antes productivas y hoy, en todo el país, muchas expropiadas y otras paralizadas a consecuencia de la mala política agrícola. Fui a San Joaquín, por la carretera vieja de Valencia, y vi un cementerio de galpones industriales vacíos y en ruinas.

¿Democracia participativa y protagónica?, pero el pueblo solamente participa en las colas para adquirir alimentos, en las morgues buscando a sus muertos, esperando las citas para operarse en los hospitales (que por cierto carecen de todo), muriéndose sin medicinas. Protagonistas del hambre, del desempleo, de sueldos miserables ante la hiperinflación. Cúpulas de dirigentes, altos militares y allegados son las que protagonizan el festín de petro y narcodólares y….¿oro?

Me pregunto: Si vivieran Bolívar o Páez, ¿qué harían con el Presidente Comandante General y con esos generales que se hacen los ciegos y mudos ante el desmembramiento de nuestra Guayana Esequiba?

¡Referendo Revocatorio este año!


19-08-16




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