Por Gioconda San Blas
Una vez más, la 13ª en lo
que va de año, el Instituto de Medicina Tropical (IMT) de la Universidad
Central de Venezuela (UCV) ha sido asaltado por malandros dispuestos no sólo a
robar lo que de algún valor pecuniario pudieran encontrar sino también a
destruir lo que queda en pie, lo cual incluye algo más valioso e irreemplazable
que el dinero: historias médicas, seguimiento de epidemias recurrentes en el
país, muestras biológicas y datos de investigaciones científicas en el campo de
la salud.
Escenas como ésta se repiten
en todo el campus de la UCV y en otras instituciones universitarias y
científicas del país, cuya permanente postura en defensa de la autonomía
universitaria, como rasgo fundamental de su razón de ser, se ha convertido en
un incordio para un Gobierno que quiere verlas postradas ante el tosco hegemón
de turno.
Quebrarles el espinazo se ha
convertido en una obsesión para el régimen. Y como no han podido, quieren
socavar el espíritu universitario por otros métodos. Se comenta que el
vandalaje tiene su base en la penetración de colectivos dentro de los cuerpos
de vigilancia, amparados por el régimen en plan de ilegales brazos armados, que
con total impunidad provocarían los destrozos ya señalados.
El repertorio de métodos
disuasivos es amplio: presupuestos ridículos, bajos sueldos, deserción
profesoral, infraestructura decadente, falta de reactivos en las facultades
experimentales, equipos obsoletos, languidecientes bibliotecas, usted sume y
siga…, son tácticas diseñadas para quebrantarles su autonomía. A este menú se
agrega la anticonstitucional cláusula 34 de la Ley Orgánica de Educación (2009)
que cambia arbitrariamente las condiciones en que deben proceder las elecciones
de autoridades rectorales, no a través del claustro universitario sino por
concurso de todo el personal en cualquier rango.
Confunden igualitarismo con
equidad cuando les conviene, porque todavía no sabemos de ninguna elección en
las “revolucionarias” universidades bolivarianas, donde la autonomía es
concepto ajeno a autoridades (impuestas por el régimen), docentes y estudiantes
por igual. Ni mucho menos tenemos noticia de elecciones generales en
instituciones igualmente jerárquicas como el ejército o los centros de salud.
En cambio, en las
universidades autónomas, jerárquicas como las que más, quieren pasar por encima
de los principios establecidos en el artículo 109 de la Constitución (1999),
que concede de manera diáfana, como nunca antes, la autonomía universitaria
para que profesores, estudiantes y egresados, solo ellos, se dediquen a la
búsqueda del conocimiento mientras se dan sus normas de gobierno y
funcionamiento para planificar, organizar, elaborar y actualizar los programas
de investigación, docencia y extensión, en un recinto inviolable.
Todo esto nos lleva a pensar
que el malandraje no está solo en los personajes de mal vivir que han saqueado
al IMT y otros edificios universitarios, sino también en los agentes del
régimen, en ministros y personajillos de servil ralea egresados de sus aulas,
que terminan medrando en los espacios institucionales, convertidos
lastimosamente en el enemigo interno con que duerme la comunidad universitaria
y ocupados en horadar el andamiaje universitario en su esencia y desde adentro.
Menos mal que ya contamos con el respaldo de la Asamblea Nacional en
la defensa de la Universidad.
Cuando Bolívar en 1827
transformó la Real y Pontificia Universidad colonial de 1721 en Universidad de
Caracas, le mantuvo el principio autonómico y la dotó de autonomía de gestión.
No será ahora, a casi 300 años de su fundación, que un grupo de seres mal
dispuestos contra el conocimiento y la libertad puedan lograr lo que ya otros
tiranos intentaron sin éxito. Ya lo decía el Libertador en esa oportunidad: “El
más preciado instrumento para la conservación y defensa de la libertad es una
universidad capaz de formar hombres libres para dirigir la vida colectiva en
búsqueda del beneficio común". Nada más, nada menos.
TUITEANDO:
Referendo revocatorio, una
carrera de obstáculos que superaremos. El próximo paso, validar nuestras firmas
la semana que viene… quienes nos salvamos de la degollina arbitraria del CNE.
Allí estaremos.
“A todos los
venezolanos”: Comunicado de las Academias Nacionales ante
las circunstancias actuales de la Nación.
Comunicado de la Red ARA en
el cual se rechaza el Decreto de Implementación del Arco Minero del Orinoco
16-06-16
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