Por Marcos Hernández López
Para la gestión pública del
presidente Maduro, el futuro no existe, se revela en su conducta, en sus
decisiones, más cuando agota todos sus esfuerzos en imponer su voluntad muchas veces
irracional por encima del sentido común, es decir, imponerla a toda costa, sin
importar la descalificación inmediata en diversos temas que tienen mucha
significación para el bienestar del país. Para el primer mandatario nacional, y
sus colaboradores inmediatos construyen todo un entramado socio histórico
apunta después de su gestión vendría la nada. Pero, la verdad Maduro, está
atrapado en su propia historia; un desperdicio para todos los venezolanos, que,
bajo su conducción del país, perdimos la posibilidad de convertir una Venezuela
apuntalada con todos sus recursos en una potencia y no de slogan, esta realidad
convoca a una verdadera reflexión sobre nuestro pasado, nuestro presente y
nuestro futuro.
Existen diversas premisas
del desastre económico de Socialismo, además hay toda la acumulación de
contradicciones innecesarias y arrogancias ha creado una situación insostenible
para el heredero de Chávez. Sus niveles de popularidad se mueven en menos 20
por ciento, según la mayoría de los estudios de opinión nacional. Cuatro de
cada cinco venezolanos no lo toleran o se burlan de su incapacidad. Un
significativo capital político Chavista, sabe Maduro ha hundido al país. Varios
dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela y movimientos revolucionarios
lo consideran incapaz de salvar del casi seguro desplome del impopular proyecto
Socialista. Sin duda, los intereses económicos exógenos también han hecho que
Presidente de la República no tenga futuro y que Venezuela se acerque a
pasos agigantados a un futuro sin Nicolás Maduro, si enfocamos el análisis en
RR.
Pareciera que el gobierno
Nicolás está resuelto a que el país se entierre junto con su proyecto
Socialista. Estamos viviendo uno de los momentos históricos más difícil para la
democracia Venezolana. Es casi axiomático, el gobierno no está dispuesto a
negociar nada de nada. Sus manifestaciones son tangibles, está convencido a no
ceder a las presiones internacionales y menos nacionales para que se abra los
espacios y permita una consulta democrática para salir de la aguda crisis, como
lo es el revocatorio, los máximos dirigentes revolucionarios repiten en sus
discursos que la revolución no esta tan mal como dicen los enemigos políticos
de la oposición, por ejemplo la guerra económica y la inflación, se tratan de
problemas inducidos, es parte de una estrategia para salir del gobierno de
Nicolás Maduro. Es evidente, que las diferentes narrativas de los máximos
voceros del gobierno se apoyan en la psicología inversa, que sólo modela una
mixtura de cinismo irritante, aproximado a lo patológico del discurso. Son
muchos los chistes de mal gusto sobre el tema alimentario, económico, social….
que hacen los funcionarios y líderes políticos del gobierno, solamente
consiguen el repudio casi unánime del pueblo venezolano.
En el año 1999, la mayoría
de los venezolanos se atrevieron a soñar con una Venezuela muy distinta a lo
que se está viviendo. No obstante, con el devenir de los años el pueblo
interpela de manera negativa un proyecto que solo ilusionó. Emerge un camino
democrático, ese camino necesario no es otro que propiciar la consulta
Referendo Revocatorio Presidencial, que permitirá medir de qué tamaño son la
desconfianza y el rechazo de los venezolanos con gran proporción a los
responsables de la crisis que transita el país. La alternativa de la
realización del referéndum revocatorio es el desafío de la oposición, es
terminarlo de activar o convocarlo formalmente y ganarlo; la del gobierno es
posponerlo para que no aplique. Los revolucionarios saben que lo pierden, y lo
más vergonzoso para ellos es que conscientes están que no pueden hacer más
trampa para ganarlo. Ni siquiera se lo proponen como reto. Saben que ellos no
pueden resolver los problemas del país.
La sala situacional del
gobierno, seguramente trabaja las 24 horas buscando estrategias para llegar al
10 de Enero de 2017, vitorear que seguirán en el poder, desafiando a la
mayoría. Es miserable saberse ineficaces; reconocerse inviables; “apostar, como
los equipos malos, porque se termine el tiempo para sacarle un pírrico empate a
quien sin duda merece el triunfo”… En síntesis, Este gobierno devela; “un
gobierno sin futuro detesta que sus ciudadanos tengan futuro”…
10-08-16
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