Freddy Paz 15 de agosto de 2016
@freddyspaz
El
gobierno venezolano pareciera estar empeñado es robarle la felicidad, las
oportunidades y las posibilidades de progresar a los venezolanos, lo que está
ocasionando que muchos ciudadanos están emigrando del País en busca de nuevas
oportunidades en otras naciones. Porque a pesar de la inmensa bonanza petrolera
manejada en estos dieciocho años de la era chavista, la crisis se ha
profundizado, empobreciendo aceleradamente la vida de los venezolanos.
Un
País petrolero como el nuestro, donde no hay leche para alimentar a nuestros
niños, un país sometido por la delincuencia, donde sufrimos para conseguir
nuestros alimentos y medicinas, un país con una alta inflación. Un país que
lucha aún por la libertad de sus presos políticos, por la democracia, por
nuestros valores y por el deseo esperanzador de poder superar la crisis por la
vía constitucional, pacífica y democrática, a pesar de observar los obstáculos
de un gobierno electo por el voto popular, que hoy le tiene terror a consultar
al pueblo en elecciones libres y transparentes.
El
gobierno venezolano ya no cuenta con el respaldo popular, ni con la chequera
para seguir comprando solidaridad de tantos países, hoy la comunidad
internacional ha despertado, la Organización de Estados Americanos (OEA) ha
calificado al gobierno de Maduro, como antidemocrático y donde quince países
recientemente solicitaron no haya más demora en convocar el referendo
revocatorio, que es una demanda legitima y legal que exige la inmensa mayoría
del pueblo venezolano, como mecanismo para encontrarle salida a la gravedad de
la crisis.
Pero
por un momento, tratamos de olvidar esta penosa realidad con la solidaridad
espontanea de los venezolanos al esfuerzo que hacen en condiciones desiguales
nuestros atletas venezolanos en los juegos olímpicos, tal es el caso de la
gimnasta Jessica López, quien logro el pasado jueves 11 de agosto ubicarse como
la séptima mejor gimnasta en Río 2016 y ganar así su segundo diploma en los
Juegos Olímpicos. Pero al final tenemos dos realidades, la de alimentar
nuestros sentimientos de esperanza signado por una salida que nos permita soñar
con el país de progreso y oportunidades que todos queremos y que estamos
comprometidos a construir, o la de resignarnos y tratar de adaptarnos a las
calamidades lamentables que vivimos.
@freddyspaz
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