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lunes, 17 de septiembre de 2018

No aprender ni en cabeza propia, por @CarlosRaulHer




CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ 16 de septiembre de 2018
@CarlosRaulHer

Hay síntomas de que los activistas de los partidos comienzan de nuevo a pensar en política real e inician las terapias, como cualquier convaleciente de polifracturas, sin temer a lo que digan o dejen de decir algunas víboras que medran en las redes. Superar las derrotas de 2016 y 2017 obliga tanto los que salieron al exilio como los que se quedaron, a articular una estrategia inteligible. Hay dos puertas para el reingreso a la política y deben usarse las dos: el debate económico y las elecciones municipales.

Los “dignos” e ideólogos abstencionistas con talento político de ameba, se jactan de su obra de destrucción masiva. Hay que convencer sobre la necesidad de participar en las elecciones municipales, única razón para llamar a la unidad, y trabajar para legalizar los partidos, lesionados precisamente por abstenerse en los últimos procesos electorales. Todo lo que hemos conquistado, comenzando por la esperanza, ha sido obra del voto y todo lo que hemos perdido, comenzando por la esperanza, ha sido obra de la necia tragedia del abstencionismo calle-calle, el insurreccionismo, el putchismo y el invasionismo.

Lo único que impidió que la oposición desapareciera son los cuatro gobernadores, encabezados por Leidy Gómez, y la Asamblea Nacional, productos del sufragio. Hay que salir de nuevo a buscar votos y a debatir con la sociedad, aunque algunos partidos tendrán que participar detrás de mascarones de proa, pero por lo menos una parte del activismo no se perdió en el océano. Como el madurismo va a votar, si la oposición no participa el gobierno tendría todos los concejos municipales con apenas 5 millones y medio de votos. El primer régimen absolutista por vía electoral.

Señalar el camino económico

La otra puerta de reingreso es la crítica de la política económica. El gobierno entró en una dinámica de errores e insuficiencias en la búsqueda de salida a su desastre. Pero la crítica no es el rugido elemental, la vocinglera denuncia de paquetazo, sino demostrar cuáles son las debilidades del plan Maduro I y presionar por el plan Maduro II. Otros países después de fracasar, llegaron donde era. El gobierno debe olvidar el desquiciado esquema que se quiso imponer: asfixiar la sociedad con controles de precios, cambios, persecuciones y restricciones, la tasa Dicom y cualquier maniobra para esquilmar las remesas.

Mientras haya un cambio oficial y uno paralelo ventajoso, todo el mundo irá a éste. Si se normalizara la situación cambiaria y los colmillos represivos se repliegan a las fauces, como pareciera que tiende, y avanzaran la apertura y la seguridad jurídica, las divisas irían al Banco Central. Las importaciones mejorarían la oferta de alimentos y medicinas. Cesar la persecución a las empresas privadas y devolver las expropiadas a sus dueños, provocaría una conmoción económica y política positiva. A lo largo de estos 20 años leí varias veces, atribuido a diversos autores, que el momento más oscuro de la noche es el previo al amanecer.

No sé si eso será astronómicamente cierto, pero la oscuridad es espesa y no llega la luz del sol. Este ambiente de desamparo y confusión se profundiza porque ante las alternativas racionales regresa en forma de manifiesto emborronado de nimiedades y sofismas, la lenguarada de fuego sin contenido, la vocinglería insensata, el vaudeville radical en vez de política. Después de ocasionar trágicas derrotas vuelve la noria del error: “No hay intervención extranjera porque no hay unidad”. La unidad sería para seguir con la insurrección boba y pedirle al gobierno que amablemente se vaya.

La sucia política

Aparte de la vaciedad propia tenemos que cargar con la ajena. El grupo de Lima presionó salvajemente, junto con el S.G Almagro para promover la abstención, un lenguaje flamígero que hizo creer que vendría una acción internacional contra el gobierno. Hoy declaran con maneras versallescas sobre Maduro a propósito de la tragedia migratoria. Y aunque la oposición sacrificó su autonomía para actuar en concordancia con ellos, la humillan al excluirla de una reunión internacional a la que invitan a la “sociedad civil”. Como si fuera poco, se mantienen los tejemanejes para nombrar la ridícula figura de un presidente itinerante de Venezuela.

Dijo una vez Vaclav Havel que los que denigran de los políticos con aquello de que la política es sucia, seguramente es porque la están ensuciando. Del llamado tribunal en el exilio acaba de surgir una monstruosidad moral, jurídica y política que lo cuestiona desde los tuétanos con falsificación de un documento ¿público? y de la firma de uno de los magistrados, en operación dirigida contra la A.N. y con el fin alevoso y premeditado de dañar a un político opositor. La invocación a la moral y la dignidad se usan generalmente como sustituto del cerebro en la política.

Los que lo hacen suelen ser históricamente los más cínicos y se burlan con mayor descaro de los principios. Quien instaló esa enfermedad en el país fue precisamente la revolución, todas las revoluciones lo hacen y todas terminan carcomidas por la misma termita. Los radicales de la oposición son herederos de Chávez, también revolucionarios desde su perspectiva. Creo que fue Alexander Kojeve quien escribió que vista ideológicamente, la invasión a la URSS por los nazis, era herencia de la confrontación entre hegelianos de izquierda y de derecha.

Carlos Raúl Hernández
@CarlosRaulHer

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