Freddy Paz 13 de abril de 2018
@freddyspaz
Los
acontecimientos devenidos de la acelerada dinámica política que vive el país
producto de la crisis a todos los niveles que nos envuelve demanda de grandes
decisiones, pero con los pies bien puestos sobre la tierra, sin pasiones, con
razones, sin pasiones.
Los
partidos políticos son agentes de acción ciudadana e ideológica para que todos
los ciudadanos, ante la imposibilidad manifiesta de participar directamente en
las grandes decisiones políticas de la nación lo hagan a través de una
militancia consciente y participativa, mediante estas organizaciones nacidas en
democracia y para la democracia.
Obedecen
al sentir y al padecer del pueblo llano, ese pueblo que acude a las urnas
electorales de forma periódica para decidir mediante el voto por quienes y como
quieren ser gobernados, debemos ser receptores de las necesidades de la gente y
altavoces que multipliquen el grito social de queja y de denuncia ante los
atropellos de quienes abusan del poder desde el gobierno, así como herramientas
fundamentales para generar soluciones que Venezuela reclama.
Nuestras
organizaciones políticas son asociaciones conformadas por seres humanos nacidos
de la expresión de un pueblo seres humanos que en su mayoría no escapamos a la
realidad que la dinámica nos exige adecuarnos al clamor del pueblo que reclama
soluciones concretas a los grandes problemas del país.
Hoy
cuando vemos una Venezuela desbastada por la desidia y la indolencia impuesta
por quienes, desde hace veinte años ostentan el poder, el papel fundamental de
los partidos debe centrarse en luchar por hacerse más fuertes y mantenerse
unidos frente a cualquier atisbo de peligro al cual estamos todos sometidos,
como sistema democrático, concientizados de la verdadera crisis que atraviesa
el poder en Venezuela, y convertirnos en vehículos de información y trabajo
para encontrar soluciones a la desgraciada coyuntura política, económica y
social que nos ha tocado vivir a todos los ciudadanos de esta patria.
El
debate tanto a lo interno como a lo externo debe ser constante y la
participación de cada uno de sus integrantes no debe ser medida por un cargo o
una posición específica, porque así como en las colonias de hormigas, cada
quien debe ser garante de que el trabajo encomendado desde la posición que toca
en un momento determinado, es fundamental para que el engranaje de la
maquinaria siga trabajando en total sincronía y en pro de la consecución de los
objetivos comunes de la nación, muy por encima de los proyectos de grupos ó
personas.
Soy un
defensor a ultranza de la democracia no solo como sistema político sino como
forma de vida y como tal, un convencido de que las organizaciones políticas
aparte de hacer vida dentro de un sistema electoral sano, cumplen un rol social
esencial en la vida de los pueblos. De su fortaleza depende la del sistema y de
su vida, la vida de la democracia.
Todos
los que hacemos vida dentro de organizaciones políticas, tenemos un inmenso
compromiso y una gran responsabilidad de cara al país. Así como nuestra lucha
se debe a la gente, a ese venezolano que hoy sufre las inclemencias de una
crisis sin precedentes que lo agobia y lo mantiene acorralado y casi sin
salidas, nuestro trabajo por fortalecer y hacer crecer los partidos políticos
debe ser constante más allá de intereses unipersonales con el fin de poder
llegar al tan ansiado acuerdo nacional que el país espera para poder concretar
esa luz que se debe ir haciendo cada vez más grande al final del túnel.
Freddy
Paz
@freddyspaz
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