Octubre del 2006, un superpoderoso Rafael Ramírez se lanza una cháchara memorable que debe estar en el epitafio de una Pdvsa saqueada, y que hoy ciertos fariseos hipócritas quieren decirle al país que él precisamente es el culpable de la ruina de esa empresa que se creía imposible de destruir.
Octubre del 2006, recuerden estas palabras mis lectores:
«…A ningún gerente, a ningún funcionario del Ministerio de Energía y Petróleo, a nadie de ninguna nómina, a nadie de nuestros componentes militares, a nadie de las reservas, a nadie de nadie, que esté aquí en la nueva Pdvsa le quede una pizca de dudas, que la nueva Pdvsa está con el presidente Chávez (aplausos). Nosotros tenemos que decir claramente, como ustedes me han venido escuchando en las áreas que estoy diciendo y que estamos repitiendo que ayer incluso lo dijimos en la prensa, que la nueva Pdvsa es roja, rojita, de arriba abajo (muchos aplausos)».
Pero yo, que soy más curioso, me voy después al 2012 cuando Hugo Chávez, en un acto de su campaña presidencial, llegó a decir esto: «Rafael Ramírez es la cabeza visible, digámoslo así, junto a Chávez, de una estrategia, de un proyecto, que nos ha costado hasta el alma, pero que nos ha permitido recuperar la plena soberanía petrolera».
Claro que había una estrategia; claro que había un proyecto.
Y no voy a poner aquí los variados discursos de Maduro y de Diosdado en defensa de Rafael Ramírez en todos esos años e incluso alertaron que sobre ese señor iba a caer una campaña de desprestigio orquestada internacionalmente.
Y resulta que ahora, según Tarek William Saab y Tareck El Aissami, este es el carajo más corrupto de la historia republicana de Venezuela.
El Aissami lo denuncia por un daño patrimonial de cinco mil millones de dólares en un compendio delincuencial que lo tiene como eje articulador. Por su parte, Tarek William Saab señala que Ramírez y Nervis Villalobos, uno que fue viceministro de Chávez, fueron los capos de una tal «Operación Atlantic» que consistió en una gigantesca lavandería de dinero.
Lo cierto es que Rafael Ramírez fue un protagonista fundamental de la gestión de Hugo Chávez y ahora se encuentra en un dorado exilio en Europa desde donde contraargumenta enfatizando que todo es una campaña del madurismo en su contra y que se ha desatado con mayor agudeza en estos días porque anunció que va a aspirar a la Presidencia de la República. Cosas veredes, Sancho.
Rafael Ramírez representa esa época de altos precios petroleros y de una producción promedio de dos millones de barriles diarios que duró hasta el 2013. Y sobre ese período, dicen algunos analistas que a este país le entraron más de un billón de dólares, y buena parte se lo robaron o lo dilapidaron los que todavía gobiernan.
Desde 2011 en los tribunales del extranjero se abrieron sendas investigaciones sobre la corrupción en Pdvsa, porque ya la «lavandería de dinero» era allá evidente para ese año; pero aquí no se veía o no se quería ver, hasta que se decretó antier que Rafael Ramírez es enemigo de la revolución. Allá afuera hay 92 investigaciones sobre la corrupción en Pdvsa y que comprende unos 42 mil 321 millones de dólares.
Lo que también entiendo es que la percepción que tiene la comunidad internacional y los potenciales inversionistas de cualquier país sobre Pdvsa no debe ser positiva obviamente por los escándalos de corrupción allí, y el régimen intenta transmitir el mensaje de «limpieza» y persecución.
https://talcualdigital.com/ironias-de-la-vida-con-aquel-que-dijo-pdvsa-es-roja-rojita-por-beltran-vallejo/
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