domingo, 30 de diciembre de 2012

15 píldoras sobre elecciones


Por Thaelman Urgelles, 18/12/2012

1. La arrolladora victoria del chavismo en las elecciones regionales del domingo ratificó el irremediable efecto inercial de las elecciones mayores sobre las menores. Por ello las democracias sólidas y tradicionales separan suficientemente tales procesos, dos o más años, para evitar que los triunfadores de elecciones presidenciales se hagan inmediatamente de todo el poder en subsiguientes comicios menores.
2. Ya lo sufrimos los opositores a Chávez en 2004, cuando las regionales se celebraron 3 meses y medio después del Referendo Revocatorio ganado por Chávez en agosto de ese año. Fue una derrota tan severa como esta, con el agravante de que perdimos Miranda, lo que no ocurrió hoy. Y esta vez la separación entre una y otra fue criminal: apenas seis semanas.
3. Los candidatos de la MUD se enfrentaron, pues, a una tendencia histórica no solo venezolana sino mundial. Así lo dijimos cuando, sin embargo, animábamos a participar con el argumento de que había serias oportunidades en un importante número de estados. No voy a desconocer hoy aquellas afirmaciones, escritas con la mayor esperanza y sin duda dirigidas a estimular el voto del electorado opositor.
4. La oposición perdió importantes espacios de servicio público. El Zulia y Táchira son golpes demoledores y duros de interpretar, dadas las estupendas gestiones de ambos gobernadores y la fortaleza antichavista que teníamos en el Táchira. Puntualizo lo de “de servicio público”, porque esa derrota no saca de la lucha política a un Pablo Pérez, quien tiene un enorme futuro por delante.
5. Las derrota en Carabobo y Nueva Esparta son más comprensibles; se veían venir, dado el desgaste sufrido por ambos gobernadores tras varios lustros de ejercicio del cargo. Ojalá que esta lección la aprendan quienes no son capaces de predicar con el ejemplo. Lo mismo le ocurrió a varios exgobernadores de larga data –Colmenares. Galíndez, Lippa- quienes se hacen candidatos a base de maquinarias locales pero no logran convencer a un electorado ávido de nuevos rostros.
6. El perfil de los 3 gobernadores que lograron sobrevivir al arrrase contiene un mensaje muy claro para la comunidad opositora y para el país: se trata de políticos surgidos en estos 14 años de lucha democrática contra el proyecto totalitario, dos de ellos nacidos “en las entrañas del monstruo” y escapados de allí por sus indiscutibles convicciones democráticas. Y el tercero –Capriles Radonski- un fenómeno del crecimiento político, quien se reconstruyó como hombre de centroizquierda a partir de un comienzo político en la centroderecha.
7. Los llamados partidos tradicionales recibieron un neto mensaje de los electores, una auténtica tarjeta amarilla que virará a roja si no ejecutan los cambios de actitud y modos de operar que la gente no aceptará más. La retrechera arrogancia del Secretario General de AD, negado a revisar su liderazgo también vitalicio en ese partido y tan locuaz para arrojar sombras y sarcasmos sobre los nuevos líderes, terminó por arropar la imagen de todo el partido.
8. Y lo de Copei no tiene nombre. Un partido que no termina de salir de un bochornoso espectáculo de lucha interna y sale con una estúpida cuña que ironiza a la “nueva política” en nombre de una fulana “buena política”, y para ello trató de enfundarse los enormes pantalones de los fundadores de la democracia. El infeliz episodio terminó por fulminar las oportunidades de César Pérez Vivas en el Táchira.
9. Sin negar la amplitud e importancia de su victoria, el chavismo también recibió lo suyo de los electores. La pérdida, de una elección a otra, de 4 millones de votos, no es para estar demasiado optimistas. Con todo el impulso inercial que traía del 7-0, con toda la oportuna manipulación emocional de la gravedad de Chávez –con sus misas, llanteríos públicos y mensajes ventriloquiales desde La Habana- los seguidores del presidente sólo convocaron a poco más del 50% de su electorado.
10. Aunque la peor noticia para el PSUV fue sin duda la imposibilidad de vencer a Henrique Capriles en Miranda. Miranda fue Stalingrado, como certeramente lo calificó Fausto Masó apenas comenzaba la campaña. Y nuestro Stalingrado resistió, pese a que el mayor esfuerzo miliitante, amenazador, ventajista y financiero del gobierno estuvo concentrado allí. Sólo con el propósito de liquidar a Capriles: el único hombre que puede encabezar a la oposición con chance de victoria, en la batalla presidencial que se avecina.
11. Cuando participé en una consulta sobre si Capriles debía lanzarse en Miranda, opiné que era un error que lo hiciera. Muchos pensaron igual, sobre todo en los días finales de la campaña. Hoy reconozco que Capriles tuvo razón en hacerlo. Con todo respeto por Carlos Ocariz, él no hubiese podido resistir el festival de ventajismo y chequera que el chavismo montó en Miranda. Y además el triunfo de Henrique lo sitúa, sin ninguna reserva, como el candidato democrático en las elecciones que se avecinan. Quedó liquidado cualquier debate mezquino al respecto.
12. En mi perfil de Facebook escribí el domingo en la noche: “El chavismo lamentará toda su vida que en esta corrida el toro Capriles se le haya ido vivo a los corrales. Verán que en pocos meses les clava una cornada irremediable”. El optimismo instrumental del final de la oración no disminuye la gran verdad de esta idea: con Capriles en el ruedo, tenemos real oportunidad de competir con éxito en lo que viene; no digo que tendrá la primera opción, pero es sin duda el único de nuestras filas que puede escalar la monumental cuesta que tenemos enfrente.
13. El lúcido Fernando Mires -ya uno de nosotros, tanta su generosidad con Venezuela- lo expresó de una manera que yo nunca hubiese logrado: “Si yo estuviera en una imaginaria disyuntiva, pienso que sería mil veces preferible ganar Miranda y perder todas las demás gobernaciones a ganar todas las gobernaciones y perder Miranda”.
@Turgelles

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Las medias verdades de Giordani y Merentes sobre la economía venezolana…


Por Armando J. Urdaneta Montiel, 30/12/2012

En estos días los venezolanos hemos sido testigos de reiteradas ruedas de prensa realizadas por el Ingeniero electricista Jorge Giordani, ministro de Planificación del régimen, y el Licenciado en matemáticas José Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), en las que hicieron gala del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5,5% y calificaron el escenario como de plena expansión de la economía venezolana; siendo esto, a mi manera de ver, totalmente falso, porque ello sólo significa una modesta recuperación de nuestro aparato productivo puesto que si tomamos al pie de la letra las cifras del PIB real, a precios constantes, ofrecidas por el BCV, estaríamos en unos niveles de crecimiento muy similares a los del 2008, que fue el año que creció más la economía en este período de 14 años de Revolución, y todo ello producto de los altos precios del petróleo, al igual que lo ha sido este año 2012, donde el precio promedio del barril de crudo supera los 100 dólares, y no como consecuencia de la diversificación económica.

¿Porqué no se le dice al país la realidad?… que no se ha podido reducir la brecha existente entre la demanda agregada interna y el PIB real, como elementos de contrapartida económica, de demanda y oferta, esenciales para generar una estabilidad de precios en el mercado. Si tomamos en cuenta los tres primeros trimestres del año 2011 y los comparamos con los tres primeros trimestres del 2012, la diferencia de la demanda supera a la oferta de 21,4% a 25,5%, es decir, ahora producimos menos con respecto a la demanda existente el año pasado lo cual explica porqué tenemos una inflación de dos dígitos, la más alta de América latina y el Caribe. Así es, la demanda supera  a la oferta, situación ésta que si nos retrotraemos a las cifras del BCV de los años 1997 y 1998, el PIB real era 6% superior a la demanda agregada interna, mientras que hoy el PIB real es 25,5% inferior a la demanda agregada interna, razón por la cual no existe un verdadero equilibrio en los precios, como tampoco existe una expansión significativa de la economía venezolana.

Ahora bien, todo el escenario antes descrito hace que cada día seamos más y más dependientes de las importaciones, las que medidas a precios constantes, según cifras aportadas por el mismo BCV desde 1999 hasta el año 2011, han crecido un 265%… y la causa principal es la falta de producción interna que se refleja en el PIB real, medido a precios constantes, que sólo ha crecido 47% en dicho periodo mientras las exportaciones (medidas también a precios contantes) han decrecido 38% con respecto a ese año marcador 1999.

Esto hace que nuestra economía hoy presente un escenario de estanflación, es decir, bajos niveles de crecimiento con altos niveles de inflación, donde la principal causa es la falta de expansión del sector productivo privado como consecuencia de las políticas de Estado llevadas a cabo por el ejecutivo nacional de apropiación de los medios de producción mediante expropiaciones y confiscaciones, tasa de cambio irreal de la moneda nacional respecto a las divisas, crecimiento exacerbado de la liquidez monetaria sin el debido respaldo del crecimiento de la actividad económica y de las reservas internacionales, para financiar el exponencial gasto fiscal donde el gasto corriente supera el 75% del total, mientras el gasto en inversión apenas alcanza el 20%, con un déficit fiscal medido a precios constantes equivalente al 10% del PIB real… siendo el gasto fiscal superior 53% a los ingresos fiscales.

Esta situación ha hecho que el país, a pesar de los 773 mil millones de dólares que le han ingresado por conceptos de exportaciones petroleras y no petroleras desde 1999 a la fecha, según cifras del BCV, se halla visto obligado a endeudarse tanto interna como externamente para financiar dicho déficit fiscal, llevando la deuda externa, que al cierre del primer trimestre de 1999 a valor nominal, por plazos, sectores e instrumentos alcanzaba los 40.097 millones de dólares, hasta 115.888 millones de dólares al cierre del tercer trimestre de 2012.

Quisimos emular el comportamiento socio económico derivado de la aplicación de un Estado socialista, omnipotente y omnipresente, al mejor estilo de los países circunscritos en la cortina de hierro… pero nos quedamos a las puertas del intento pues sólo hemos logrado equipararnos con la tragedia griega (http://wp.me/p29J0n-fu)

* Armando J. Urdaneta M. es Ingeniero en computación, con Maestría en gerencia empresarial y telemática; Diplomado en gerencia de proyectos de ingeniería y Doctorado en ciencias gerenciales. Profesor invitado de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de La Universidad del Zulia.

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sábado, 29 de diciembre de 2012

16D, resultados previsibles

Por Elinor Montes, 29/12/2012

¿Hasta cuándo culpan a la gente del fracaso de la dirigencia “opositora”? Mientras no se asuma la raíz del problema los resultados serán los mismos.

El 16 D no hubo sorpresa, el régimen hizo caída y mesa limpia. Como dijo un camarada, “hubiesen preferido ganar las 23” gobernaciones “pero es difícil explicarlo”.

Se acabó el reparto, los partidos tradicionales están fuera del juego: a AD le quitaron la Gobernación de Nueva Esparta, a COPEI la de Táchira, a Proyecto Venezuela la de Carabobo y a Un Nuevo Tiempo la de Zulia. Decidieron dejar a Primero Justicia en Miranda y a 2 ex oficialistas en Falcón y Amazonas. A Causa R, le negaron el triunfo para acceder a la gobernación de Bolívar.

Como de costumbre la dirigencia “democrática” que legitima al CNE culpa del fracaso a los que no votaron, cuando en verdad a mayor votación opositora mayor es el fraude, éste es proporcional a lo que necesitan para ganar, lo cual se evidencia en la toma de 22 de los 23 consejos legislativos, incluyendo Miranda.

¿Qué esperaban en unas elecciones antidemocráticas desarrolladas en un clima de radicalización del socialismo? ¿Cuándo se entenderá que el problema no es el electorado sino la desnaturalización de las elecciones y el discurso y acciones de una dirigencia democrática que no posiciona en la gente la urgencia de vivir en libertad cuando la ubica sistemáticamente en un escenario democrático?

Desde que el CNE, de y para el régimen, pervirtió el sistema electoral para asegurar su triunfo en el Referéndum-plebiscito-presidencial en el 2004, la oposición no ha ganado una elección en la que esté en discusión el poder y para colmo la historia del 2006, en la cual, ante la derrota, dijo Petkoff: que “nunca se hizo pajaritos preñados” y Rosales que: “Chávez había ganado limpiamente”, no se diferencia mucho a la del 7 octubre, cuando el candidato, hoy gobernador, también en plenos escrutinios, reconoció su derrota sin cuestionamiento, aunque al día siguiente dijo que había habido “triquiñuela pero no fraude” y eso se quedó así.

La dirigencia democrática aspirante al poder no se ha resteado con la gente en su necesidad de liberarse y como el régimen, a quien hace un cuestionamiento, especialmente si expone su preocupación legítima sobre la perversión electoral y propone además otras formas de lucha democráticas, lo tildan de radical despectivamente y lo mandan a hacer “tienda aparte”, porque hay que calarse el fraude y punto.

Ningún candidato tomó como bandera la defensa del derecho de los niños a una educación libre y de calidad amenazado por la Resolución 058, ni la de la libertad negada en todos sus ámbitos por las comunas, ni la de la propiedad privada, en fin, como siempre, hicieron una campaña como si hubiese democracia, prometieron ser eficientes en políticas públicas, sin recursos para cumplir, y así pretendían que la gente renunciara a su derecho a viajar, hecho previsto por el CNE para cambiar la fecha tradicional de los primeros días de diciembre al 16.

Quien tiene que revisarse es la dirigencia democrática.

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http://www.analitica.com/va/politica/opinion/1823338.asp

El Metrocable de Mariche


Por Ing. Eduardo Paez Pumar,
Boletín 119 AIPOP, 17/12/2012

El pasado lunes 10 de diciembre fue inaugurado el Tramo Expreso del Metrocable de Mariche, para dar servicio a  93.000 habitantes  procedentes  de Caucagüita, Fila de Mariche, Guaicoco y La Dolorita. El recorrido del Tramo Expreso, cuyo costo alcanzó los 380 millones de dólares, es de 4,8  Km. y permite unir dos estaciones: Palo Verde y Mariche en un tiempo de 17 minutos. La Estación Palo Verde, conecta a los usuarios con la Línea 1 del Metro de Caracas.

El Metrocable de Mariche contará a futuro con un segundo tramo, denominado Tramo Local, de 4.84 km. que unirá la Estación Palo Verde, con las Estaciones Guaicoco, La Dolorita y La Dolorita Bloque.

A diferencia con el Metrocable de San Agustín,  que como indicamos en nuestro Boletín Nº 50, tiene 5 estaciones en un recorrido de 1,8 Km., para dar servicio a un población de apenas 18.000 habitantes, y que pudo haber sido sustituido por funiculares con vagones sobre rieles a un costo mucho menor; este nuevo sistema si cubre una gran distancia, y vence grandes desniveles entre estación y estación, representando con ello una solución válida para los habitantes de la Fila de Mariche.

Llama la atención es el costo de 380 millones de dólares, ya que si comparamos dicho costo con otros teleféricos construidos recientemente en el mundo, vemos que  el Metrocable de Mariche  está costando mucho más de lo que cuesta un sistema similar, como se ve a continuación:

1. La Línea K, Medellín en Colombia, con 4 estaciones y 2,072 Km. de recorrido:  36 millones de dólares.

2. La Línea J, Medellín en Colombia, con 4 estaciones y 2,789 Km.de recorrido:  48 millones de dólares (beneficia a 316.000 habitantes)

3. La Línea L, Medellín en Colombia con 2 estaciones y 4,595 Km. de recorrido:  21 millones de dólares.

4. El teleférico más largo del mundo ubicado en Vietnam, que conecta la ciudad de Danang, en la base de la montaña Ba Na con la cima de su vecina Vong Nguyet, vence un desnivel de 1.292 metros y transporta 1.500 pasajeros por hora: 17 millones de dólares.

5. El teleférico de Río de Janeiro, Brasil, con capacidad para 30.000 pasajeros al día, 3,5 Km de recorrido y que beneficia a 60 mil personas que residen en las  favelas de Bonsucesso, Adeus, Baiana, Alemão, Itararé y Palmeira: 135 millones de dólares.

Creemos que este sistema soluciona la gran dificultad de transporte que tenían los habitantes de la Fila de Mariche. Pero ahora el problema se traslada a la Línea 1 del Metro de Caracas, ya que la misma se saturará aún  más. Para solucionarlo es imprescindible la construcción de la Línea 6, paralela a ella y no contemplada actualmente en los planes de ampliación del Metro de Caracas.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org

Para leer completo el Boletín 119, clic aquí:

viernes, 28 de diciembre de 2012

Peor el remedio


Por Luis Ugalde, 27/12/2012

La comuna es la base de la democracia, nos dicen el sentido común y Tocqueville (en la Democracia en América): "Las instituciones comunales son a la libertad lo que las escuelas primarias vienen a ser a la ciencia; la ponen al alcance del pueblo; le hacen paladear su uso pacífico y lo habitúan a servirse de ella" (Tocqueville).

Otra cosa muy distinta es cargar sobre la comuna el control y responsabilidad de toda actividad política y productiva de la sociedad, condenándola al fracaso (los soviets) y así legitimar la dictadura centralista.

Marx no participó en la Comuna de París (1871), pero luego la cantó y contribuyó a mitificarla.

En la París descabezada de la guerra franco-prusiana los trabajadores y vecinos se autogobernaron con la Comuna durante un par de meses, hasta que fueron aplastados militarmente... Experiencia emocionante de gobierno de izquierda, que en el 1917 Lenin lo presenta mitificado con los "remedios infalibles" contra el estado burgués, como son la sustitución del ejército por el pueblo armado, elección y destitución directa de los comisionados y dirigentes, trabajo voluntario no profesionalizado y sin división de poderes ejecutivo, legislativo y judicial... Pero una vez tomado el poder, el asambleísmo comunal de los soviets no tenía capacidad de gobernar el país, ni ganar la guerra civil, ni hacer funcionar la economía en ruinas. Para eso estaban la "vanguardia lúcida" del proletariado el disciplinado partido bolchevique, su Comité Central y en definitiva la dictadura del Jefe del partido. Ahora Lenin dice que la revolución es el poder de los soviets y la "electrificación" de la nación; por electrificación se entiende la industrialización, la producción de las empresas, la modernización, con gobierno eficaz y ejército invencible: todo ello requiere capacidades especializadas que no están dadas por el mero hecho de ser proletario o proclamarse revolucionario. El poder, además de dominio, significa capacidad especializada. Un gobierno incapaz y asambleísta irremediablemente va al fracaso. Es la historia de 70 años con todo concentrado en el partido único y su Estado, sin pluralismo ni crítica posible, con todas las empresas y servicios en manos de una inmensa burocracia corrupta e ineficaz, sometida al jefe único.

Burocratismo ineficaz y corrupto agravado en Venezuela por la ilusión de que aquí no hace falta productividad - ni ciudadana ni económica-, porque ya somos ricos. Basta repartir. Si no hace falta productividad, tampoco educación productiva, sino que nos pongan "donde haiga", a cambio de voto y complicidad con quien nos mantiene.

En eso andamos. Pero hay revolucionarios molestos con el desastre y el país también. A Francisco Rivero Álvarez, a quien no tengo el gusto de conocer, le alarma ver (Correo del Orinoco 1º12-12) que los vicios del "estado burgués", se cuelan incluso en las "misiones revolucionarias" y cómo se fue "transformando progresivamente lo que inicialmente era colaboración revolucionaria con las misiones con una módica remuneración, en un nuevo cuerpo burocrático, casi que similar al de los ministerios tradicionales. La comuna de París, que fue el embrión de la praxis marxista, nos legó que en el nuevo Estado comunal no pueden ni deben existir sueldos ni bonos. Todo el trabajo debe ser voluntario y la revocatoria inmediata de cualquier comisionado debe ser regla de oro.

Igualmente debe ir sustituyendo a ritmo rápido a contratistas y funcionarios inspectores de alcaldías y gobernaciones, que son la sífilis corruptora de cualquier Revolución socialista" (....) Suena bonito pero ese remedio es peor que la enfermedad: Una comuna puede tomar empresas, escuelas, cuarteles y tribunales, pero no puede producir "electricidad", ni ciencia, ni organización exitosa, pues requieren especialización, grandes esfuerzos, estímulos a la creatividad plural. La emocionante ingenuidad comunitarista y comunista, luego de los primeros meses, lleva al fracaso estrepitoso y a la pobreza, como lo vemos ya en no pocas comunas y "fundos zamoranos".

El gobierno está enredado y el país también. Sólo hay salida con acuerdos básicos para sumar y multiplicar todas las capacidades profesionales de diversos colores, desatar los estímulos creativos y avivar las motivaciones morales y las exigencias institucionales y leyes hacia metas productivas con ética solidaria de alta producción ciudadana y económica.

Aterricemos.

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Mercantilismo

Por Carlos Vilchez Navamuel, 27/12/2012

El diccionario digital del DRAE define mercantilismo de la siguiente manera: 1. m. Espíritu mercantil aplicado a cosas que no deben ser objeto de comercio.

Wikipedia  por su parte nos dice que “Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa. Se caracterizó por una fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente con el desarrollo del Absolutismo monárquico.” Y agrega que “Consistió en una serie de medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder político y la actividad económica; la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda.”


La gran Enciclopedia de Economía define mercantilismo como una “Corriente de pensamiento económico que cubre prácticamente toda la Edad Moderna, según la cual, la prosperidad económica se alcanzaba fomentando la agricultura y la industria, a fin de aumentar las exportaciones y restringir las importaciones, para acumular de este modo oro y demás metales preciosos, el mayor exponente de la riqueza de las naciones por aquella época. Como una nación no se puede enriquecer si no es a costa de que otra se empobrezca, según la máxima de esta corriente de pensamiento, para instrumentar esta política el mercantilismo recurrió a todo tipo de prácticas de intervención del Estado en la economía y la protección del comercio exterior” y agrega que “La regulación estatal y la promoción de industrias manufactureras alcanzó su máximo esplendor en Francia con Jean Baptiste Colbert (1619-1683), ministro de Finanzas de Luis XIV.”   http://www.economia48.com/spa/d/mercantilismo/mercantilismo.htm

Un sitio denominado Eco Finanzas  reseña que  “El término Mercantilismo fue acuñado por Victor de Riqueti, marqués de Mirabeau en 1763, y popularizado por Adam Smith en 1776.  En efecto, Adán Smith fue la primera persona en organizar formalmente la mayoría de las contribuciones del Mercantilismo en su libro La riqueza de las Naciones, nos dice además que “Es una doctrina o Política Económica que surge en un periodo intervencionista en la época de nacimiento del Capitalismo, previo a la Revolución Industrial y que se enfoca principalmente en el Comercio Exterior como fuente de Desarrollo Económico.”    http://www.eco-finanzas.com/economia/corrientes/mercantilismo.htm

Enrique Ghersi, profesor de Derecho y Economía en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, Académico Asociado del Cato Institute y miembro de la Mont Pélerin Society, de la Royal Economic Society y de la American Law and Econ nos dice que: “La historia económica del capitalismo es en realidad la historia de pasar de la economía mercantilista, del capitalismo antidemocrático, a la economía de mercado, al capitalismo democrático. El elemento central que marca la diferencia institucional entre los dos sistemas, es la existencia de un estado de derecho.”

Hoy día se empieza a interpretar y a usar la palabra mercantilismo de forma diferente, nos parece que lo hacen basado en la palabra mercantil que significa según el DRAE: adj. Perteneciente o relativo al mercader, a la mercancía o al comercio, de allí que muchos confundan su verdadero significado.

Aclarado esto, pareciera entonces que los comunistas y los socialistas adaptaron más que cualquier otro sistema las ideas del mercantilismo, siguieron ese camino y como se sabe  -después de largo tiempo-  muchas de esas prácticas resultaron un fracaso total, reniegan sin embargo del neoliberalismo ya explicado en un artículo anterior que lo que pretende es reducir el Estado y hacerlo más eficiente, y le culpan por todos los males habidos y por haber de estas y otras crisis. http://www.carlosvilcheznavamuel.com/el-verdadero-significado-de-la-palabra-neoliberalismo/

Sin embargo, estamos claros que fueron principalmente los socialistas los que endeudaron a los Estados de forma irresponsable cuando formaron las grandes empresas estatales y contrataron a millones para trabajar en la burocracia y, son ellos -los socialistas- los que quieren manejar el dinero que produce la empresa privada y los emprendedores a base de imponer más y más impuestos sin importar los gastos que generen. 

Son los socialistas los que andan reclamando y cuestionando que la mayoría de los gobiernos hayan ayudado a la banca y a los banqueros  causantes de esta crisis económica y financiera con la burbuja inmobiliaria  que se produjo en los EEUU y otros países a principios del 2008,  y no quieren aceptar o no se dan cuenta que precisamente son los conceptos mercantilistas los que han prevalecido y que se han aplicado en esta crisis protegiendo y ayudando a esta élite que domina al mundo en lugar de encerrarlos en la cárcel e insisten en echarle la culpa al neoliberalismo de esta situación.

Solamente en Islandia hemos visto que hayan hecho lo correcto, en abril del 2011el periódico español El País publicó un artículo con el siguiente titular: “Islandia enjaula a sus banqueros”  Entre cosas nos decía que: “Islandia ha hecho un valiente intento de pedir responsabilidades. Dejar quebrar los bancos y decirles a los acreedores que no van a cobrar todo lo que se les debe ha ayudado a mitigar algunas de las consecuencias de las locuras de sus banqueros", asegura por teléfono desde Tejas el economista James K. Galbraith.

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jueves, 27 de diciembre de 2012

El 10 de Enero


Por Gerardo Fernández, 21/12/2012

El presidente de la AN opinó que la toma de posesión del Presidente de la República para un nuevo período constitucional podría postergarse. Parece que hay una alta probabilidad que el Presidente este convaleciente e inhabilitado para tomar posesión el 10 de enero.

La Constitución señala en su art. 231 que la toma de posesión será el 10 de enero ante la AN y excepcionalmente ante el TSJ. De ello se desprende que: i) el mandato constitucional no tiene prorroga y hay fecha fija de culminación e inicio del mandato presidencial y; ii) que la toma de posesión es en Caracas ante la AN.

Si el Presidente de la República está convaleciente e inhabilitado para presentarse ante la AN en esa fecha, conforme al artículo 233 de la Constitución, se podrían dar varios supuestos: i) que el Presidente renuncie a su nuevo mandato por no estar capacitado para ejercerlo; ii) que al no presentarse se produzca una suerte de abandono del cargo, declarado por la propia AN y; iii) que el TSJ, de oficio o instancia de parte nombre una justa medida que certifique la incapacidad física o mental del presidente para ejercer el cargo y tal incapacidad sea aprobada por la AN. En esto supuestos de falta absoluta se encarga el presidente de la AN y en treinta días hay nuevas elecciones presidenciales.

El presidente de la AN sugiere que no se declare esa vacante absoluta y se le prorrogue el mandato al jefe del Estado, visto que su convalecencia puede ser parcial y su recuperación inminente.

La prórroga del mandato no está prevista y es inconstitucional. En tal supuesto se debería conocer la real situación médica del presidente certificando su incapacidad parcial y temporal por una junta médica calificada; la prorroga debe ser limitada, con un lapso perentorio de 90 días máximo para la toma de posesión y; como el mandato iniciado en el año 2006 se vence el 10/01/2013, se debe iniciar un nuevo mandato y el vicepresidente actual cesa en sus funciones junto con el gobierno saliente y quedaría encargado el presidente de la AN, electo como diputado


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Políticas de inmortalidad y lenguaje nacional


Por Juan Cristobal Castro, 22/12/2012

Paul Valéry hablaba de dos tipos de obras. Estaban, por un lado, las que seguían a su público y, por otro lado, las que lo creaban. Las primeras eran sumisas, condescendientes, demagógicas, pero muy populares: las que produce Paulo Coelho sería un ejemplo. Las segundas, en cambio, eran atrevidas, arriesgadas, poco complacientes, pero a la vez eran las que actualizan la literatura misma, las que revivían el pasado y la tradición literaria con nuevas formas y propuestas: las que ha hecho en este caso el gran y querido Borges.

Lo mismo puede decirse del lenguaje político. Por un lado, están los políticos que hablan de lo mismo y ven al ciudadano como alguien pasivo, acrítico, marginal; y, por otro lado, están los que proponen ideales, arman imaginarios, crean nuevas posibilidades de pensarse y relacionarse, y con ello restituyen el valor de la política, que es el arte de vivir en común.
La MUD ha logrado muchísimas cosas. Hay un camino, hay una unidad, una voluntad democrática y pacífica, y sobre todo un “político” que tiene una visión de país: Ramón Guillermo Aveledo. Pero pareciera que los estragos de la anti-política que es una herencia neoliberal y populista, aunque haya muchos lectores de Mirtha Rivero al acecho que dirán lo contrario, tienen todavía presencia en el discurso político de varios dignos representantes.
No me refiero obviamente a los abstencionistas, que siguen haciendo de las suyas,  ni los histéricos opinadores de oficio. Me refiero, por el contrario, a una concepción de la “política” como algo meramente “técnico”, administrativo, o también “electoral”, sin entender que detrás de eso tiene que haber un lenguaje, una pedagogía, una identidad, que la soporte, la articule y la explique, más allá de las fórmulas de marketing o los intereses de partido.
Ya lo han dicho varios antes. Pensar en política es pensar en una “comunidad imaginada”. Es volver a armar un pacto nacional que rescate el pasado con lecturas más provechosas y creativas, para tener un marco referencial compartido que nos motive a salir a votar contra neveras gratis, o contra el miedo o la presión. Para eso se requiere conocer no sólo las aspiraciones de nuestros electores, sino nuestros imaginarios, tradiciones, formas culturales, y sobre todo nuestros referentes del ayer que bien puedan orientarnos hacia una alternativa viable.
El mundo ha cambiado, el país ha cambiado, pero hablamos con un lenguaje político estéril, seco, demagógico y acartonado, que para adquirir vivacidad imita al del gobierno.
El problema es serio y seguimos arrastrándolo desde hace años. ¿Es que no nos damos cuenta que en el margen de unos años, antes de la llegada de Chávez, cambiamos de ser presidencialistas a ser regionalistas, de imponer reformas económicas, e incluir fórmulas de democracia directa, sin tener imaginarios comunes, vocabularios culturales de pertenencia que vayan más del consabido folklore, o de las referencias al beisbol y otros elementos anecdóticos?
Los seguidores de Negri tienen razón: con la globalización y las políticas neoliberales hubo una crisis de las soberanías; Pierre Rosanvallon, por su parte, habla más bien de una “desnacionalización de la democracia”. Sólo países que tenían vínculos fuertes con su pasado y tradición, pudieron sobrevivir y lograr alzar nuevas formas de legitimidad: Inglaterra y la monarquía, Francia y su legado republicano, o Estados Unidos y su vínculo religioso con la constitución.
Otro países con menos ataduras fracasaron. Por eso Kirchner llegó al poder en Argentina valiéndose del discurso victimario de los desaparecidos; Morales llegó a Bolivia con la reivindicación de los indígenas; y Chávez, usando a Bolívar y a los pobres. El poder soberano para legitimarse en esas condiciones decidió buscar una simbología impoluta, y así pudieron instaurar una nueva autoridad de origen.
¿Piensan las nuevas generaciones instaurar su legitimidad diciendo que van a arreglar mejor una casa, con un gobierno que maneja la caja chica de PDVSA? ¿Piensan los representantes de los viejos partidos que van a llegar a ganar representatividad, creyendo que tienen el monopolio de Betancourt, y en una realidad muy distinta? Yo creo que no, porque ni se lo plantean como tema.
La política se distanció de las ideas, de sus intelectuales, de su cultura. Acción Democrática se sostuvo antes que nada en un imaginario nacional armado por Andrés Eloy Blanco, o Rómulo Gallegos, entre tantos otros, que no nos dicen mucho en un mundo global si no sabemos como actualizarlos. En una carta a Betancourt, Picón Salas le decía que se olvidara del marxismo que es sectario, que lo importante es un relato nacional que uniera a obreros y burgueses por igual. ¿No valdría eso para soliviantar el sectarismo de catorce años?
Recorrer toda Venezuela para ganarse el respeto de muchos fue algo muy bueno. Eso lo hicieron Caldera, Betancourt, Leoni, Luis Herrera, pero además muchos de ellos escribieron, y pensaron la nación en los tiempos que les tocó vivir. ¿Quién piensa en un nuevo contrato imaginario que dignifique la alternabilidad del poder, la autonomía de los poderes, la libertad sin clientelismo, considerando también las nuevas luchas sociales: derechos a la diversidad sexual, a las comunidades marginadas como las indígenas, a formas de participación más justas?
Nuestros “liberales” piensan en la buena fe del pueblo para que despierten solos, hablan de que el mundo está cambiando y es cuestión de esperar para que todos voten por la oposición. Mientras que los socialdemócratas y los demócratas cristianos se callan, sin sabe qué decir, sin discurso novedoso, porque el monopolio de la izquierda es del gobierno, y porque al parecer la libertad está sólo en el mercado.
El célebre Ernest Renan hablaba de una nación como un “plebiscito cotidiano”, constituido por “los sacrificios que se han hecho”, donde el pasado cumple un rol importante. Pues bien, ese contrato o plebiscito cambió en los noventa y nadie fue capaz de rearmarlo, actualizarlo, hacerlo vigente; igual pasó con la democracia. “La democracia es frágil y no es algo ganado -nos advierte Pierre Rosanvallon-, hay que adquirirla, reinventarla siempre, dedicarse a fabricar una historia común que pueda hacer convivir en la igualdad a gente distinta entre sí”. En eso también fallamos. Chávez apareció por eso proponiendo una vía, y secuestró nuestros impulsos de reinvención, pero lo curioso es que todavía no tenemos alternativa. Hablamos su lenguaje.
Obama y Clinton en la convención democrática hablaban de sus padres: Franklin, Washington, Lincoln. Son varios y distintos ideológicamente, algunos de los cuales cometieron errores garrafales incluso en sus gestiones, pero tuvieron el fin común de actualizar el destino nacional. ¿Alguien ha escuchado a nuestros candidatos hablar de Gallegos, de Caldera, o Pinto Salinas, o Rafael Vegas, por mencionar algunos? Qué va: todavía Caldera es el culpable de la venida de Chávez, Gallegos es fastidioso, Pinto Salinas nadie lo conoce, y Vegas insignificante.
Así no llegaremos a ningún lado. No hay alternativa sin un horizonte común, y sin un lenguaje que logre valorar la democracia representativa. El trabajo electoral es sólo uno de los espacios que hay que trabajar. Es verdad: aprendimos finalmente a jugar en ese endeble terreno que nos dejó el gobierno, pero ahora estamos ante una nueva realidad que nos obliga a retomar las calle y el discurso de los valores, ya no desde una mirada superficial, reactiva o maniquea, sino desde un lenguaje concreto y preciso que muestre ganas de luchar.
El pasado se construye y nos da las bases para un verdadero camino. A menudo Obama incluye de manera estratégica a Martin Luther King entre sus “padres”, mostrando que una tradición se arma retrospectivamente. La técnica del Jiu Jitsu con que Boris Muñoz definió el arte del ex candidato Henrique no llegó a tanto: acaso al final se atrevió a criticar el uso del bolivarianismo, pero eso no es nada todavía. Seguimos preso en lo electoral, y la política no es cuestión de elecciones solamente, o de conservar los espacios, sino de pensar una sociedad. Nada fácil.
Una comunidad imaginada espera silenciosa en debates y congresos de ideas que no se hacen, en revistas que no se leen y en programas que no se miran porque no tienen rating. Por eso a los profesores, que a diario pelean en contra de este régimen (los únicos que siguen en pie por cierto), nadie los defiende, ni los protege. Horror en un país de Karlas Osunas.
Entre tanto, seguirán descansando en las sombras del averno Juan Germán Roscio, Lorenzo Fernández, Rómulo Gallegos, quienes dieron sus vidas por tener lo que ya no tenemos: una democracia representativa, marco a partir del cual se deben dar las mejorías de las democracias directas o participativas.

¡Y creer que así íbamos a salir de Chávez! Claro, puede que por suerte ganemos una elección, o dos. No lo dudo. Pero su ideario quedará impoluto, como ha sucedido con Perón en Argentina, a menos que veamos que ser alternativa pasa también por proponer un contrato simbólico, imaginario, que eleve nuestro lenguaje a una visión incluyente, que logre unir valores con necesidades, principios con demandas de ciudadanía y deseos de mejoramiento.
También los muertos hacen política. Lo sabe el gobierno que cita a Cristo, a Bolívar, a Castro. Nosotros, que tenemos muchos más venezolanos en el más allá, no los invocamos, ¡y eso que no son abstencionistas y tienen muchas ganas de participar! Empezarlos a convocar es una manera de ir creando nuestros futuros electores, ciudadanos dignos y críticos, amantes de la justicia y la libertad, y no simples rastacueros, dependientes del clientelismo estatal.
Es cuestión de atreverse. Nada más. Lo decía Valery de la obra literaria: hay unas que buscan complacer al lector, pero hay otras que buscan crearlo. ¿Quién se atreve a hacer lo segundo en la política?

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miércoles, 26 de diciembre de 2012

Doce mas uno


Por Yoani Sanchez, 24/12/2012

La cábala, el número que no se menciona, la superstición con las cifras, la calamidad que podría llegar de tan sólo pronunciar cinco letras. Recuerdo que cuando cumplí trece años muchos chistes en la escuela giraban en torno a lo mismo. ¿Qué edad tienes? preguntaban los estudiantes de grados superiores para burlarse de mi turbación al contestar. Tenía que responder con un “doce más uno” o con un “quince menos dos”, porque si decía aquellos dígitos malditos me caía encima una oleada de risotadas. Podía venir también un cocotazo y el grito de ¡Tócate! que todavía hoy no sé muy bien qué significaba en aquel contexto. De manera que crecí suponiendo que el trece no sólo traía mala suerte, sino también escarnio, chanza, injuria.
Cuando me mudé a vivir con Reinaldo, pensé; “¡Qué alivio! al menos vive en el piso catorce y no en el de abajo”. Se imaginan que cada vez que dijera mi dirección me gritaran aquel sarcástico ¡tócate! de mi adolescencia. No me alcanzarían los sonrojos. Años después, el pronóstico médico apuntaba a que mi hijo nacería el 13 de agosto de 1995, pero -por suerte- la naturaleza anticipó el momento y nos libró de aquella “fecha sombría”. Y así, vadeando y evitando, dejando de pronunciar algunas veces y usando la sumas y las restas en otras, me escabullí de la sombra supersticiosa del “diez más tres”. Como yo, otros muchos han hecho lo mismo, a veces más por precaución que por real creencia en su mala estrella. Pero ahora viene una prueba dura para todos: el año 2013 que está a punto de comenzar.
Tengo la impresión de que para los cubanos los próximos doce meses no serán para nada de fatalidad. Desde ahora puedo prever que estarán llenos de instantes de cambios y de grandes momentos. Mucho del país que conocemos se transformará, para bien y un poco para mal; nuevos nombres llegarán al escenario nacional y otros serán inscritos finalmente sobre el mármol de una lápida. Una era terminará, dándole por esta vez la razón a los mayas. Pero todo eso depende, casi en primer lugar, de cómo los ciudadanos manejemos los retos que se nos van a presentar, de cuán conscientes estemos de que vivimos un punto nodal de nuestra historia. Desde ya me estoy preparando y repito como un mantra: trece, trece, trece, trece, trece…
Tomado de:
http://www.desdecuba.com/generaciony/?p=7071

Cuento de navidad



Por Eddie Ramírez, 25/12/2012

Si Charles Dickens fuese un venezolano contemporáneo quizá no escribiría su famoso Cuento de Navidad con un solo personaje principal, el avaro y solitario señor Scrooge a quien, gracias a una pesadilla, los espíritus del pasado, del presente y del futuro trasformaron en un ser generoso y social. Probablemente Dickens recrearía la escena con varios actores principales, más difíciles de corregir que el señor Scrooge, pero como en Navidad todo es posible quien quita un final feliz.

El Espíritu del Pasado nos recordaría que hubo muchas cosas buenas tales como los logros en educación, salud, vialidad, generación de electricidad, extracción y refinación eficiente de petróleo, producción de acero y aluminio, aumento de la producción agrícola, mayor seguridad personal y jurídica, no discriminación por raza, credo o por razones políticas. Posibilidad de cambiar el gobierno por la vía electoral sin mayor injerencia del Ejecutivo. Existencia de adversarios políticos, pero no de enemigos. Desde luego que ese Espíritu también nos recordaría que a partir de mediados de la década de los 70 empezamos a declinar, la pobreza aumentó a niveles intolerables, los jóvenes tuvieron menos oportunidades, disminuyó el ascenso social, aumentó la inflación y los partidos políticos y en general los venezolanos que tuvimos más recursos nos volvimos egoístas olvidándonos del otro país.

El Espíritu del Presente destacará lo evidente. Una nación dividida, destrucción de la infraestructura, prisioneros políticos y exiliados, apartheid laboral, medios de comunicación cerrados, deterioro del sistema de salud, masificación de la educación universitaria a costa de su calidad, quiebra de las empresas del Estado, desaparición de la institucionalidad, dificultades para acudir a unas elecciones libres, aumento de las importaciones, escasez de productos. En la parte positiva el Espíritu destacará que hoy los venezolanos más humildes se sienten tomados en cuenta, aunque la realidad sea otra, y la creación de Misiones que aunque no resuelven el problema de la pobreza, sí contribuyen a aliviarla.

El Espíritu del Futuro nos permitirá visualizar que de seguir por esta vía y no tomar el camino del progreso, estaremos condenados a fracasar como sociedad. Al despertar de la pesadilla, tal como el señor Scrooge, los venezolanos nos dispondremos a cambiar. Este cambio incluye a los fanáticos de ambos bandos, a quienes buscan culpables ante los recientes fracasos y a nuestra dirigencia, la cual deberá modificar algunas estrategias, acercarse más al pueblo y defender derechos con mayor ahínco.

Como somos optimistas por diseño, estamos convencidos que tendremos un mejor futuro, para lo cual debemos aceptar que habrá un pueblo chavista sin Chávez que es necesario respetar y con el cual se puede y debe convivir. Con toda seguridad, los dirigentes de ese chavismo se alejarán de esa quimera del Socialismo Siglo XXI que fue solo un engaño de unos pocos para controlar el poder y aplastar a los adversarios políticos. Ojalá que cuando publiquen este artículo se haya producido una amnistía. ¡Feliz Navidad! ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!


Eddie Ramírez es miembro de Gente del Petróleo


martes, 25 de diciembre de 2012

Nicolás I


Por Embajador Nelsón Revanales,
Boletín 119, AIPOP, 17/12/2012

Al escribir esta columna me viene el recuerdo de la frase repetitiva de un general GN durante el Curso Superior de Seguridad y Defensa Nacional Número 8 en el IADEN quien decía: “verdugo no pide perdón”.

La noche del sábado pasado el presidente pareciera haber pretendido sorprender al país con algo que a voces se decía y conocía. Aferrado a un crucifijo, me recordó la noche del 13 de abril; hablaba con el mismo  nudo en la garganta, pero la lección nunca la  aprendió. Tan a la prueba está, que en su proclama, a diferencia de la del Libertador (fallecido en estas fechas), que pidió el cese de la lucha de los partidos para bajar tranquilo al sepulcro; el líder único de la revolución pidió unidad dentro de las FF.AA y el PSUV para apoyar al elegido de los castros, ignorando a más de 6 MM que se oponen a su proyecto. En su angustia olvidó que gobernó para dividir el país. Pero como dijo el propio presidente a raíz de la tragedia de Amuay “La función debe continuar”.

La voluntad del presidente  -no sabemos si será la última- abre grandes dudas, contradicciones y expectativas dentro de los lideres reprimidos del chavismo, como lo son Diosdado, Elías y Adam a quienes, “Imposibilitado el Rey” les costara gritar “Viva Nicolás I”.

Pasar el testigo a Nicolás con  esta designación divina, abre una nueva dinastía tropical como la de Baby Doc en Haití. Recordemos que ese mismo dedo le conculcó todas las competencias a un líder como lo es Antonio Ledezma, elegido democráticamente por el pueblo a la Alcaldía Metropolitana La designación a dedo es común en dictaduras mesiánicas como la dinastía de los Castro, de los Kim Il Sum en Korea del Norte o de los Al Assat en Siria, puesto que en estos existe el linaje de sangre; aunque en la historia existen casos más sórdidos como el de Calígula en la antigua Roma, quien sin parentesco de  afinidad o consanguinidad nombró a su caballo Incitatus, Cónsul de la  Provincia de Bitinia por agradecimiento por haberlo cargado y llevado. En un país donde la meritocracia desapareció, eso resulta un gran merito.

El presidente en su despedida repitió unidad, unidad, unidad para Maduro siete veces, pero  ¿cómo puede pedir unidad alrededor de una persona que hace apenas unos días llamó “Miserias Humanas” a quienes preguntaban lo que nos dijo el presidente? Maduro no es producto de la decisión de un cogollo, ni de un conciliábulo, ni de unas primarias; representa y es el testaferro de los Castro.

La designación de Nicolás I, rompe con toda la teoría constitucional y política del Socialismo del Siglo XXI; con ella Chávez se  vuela la democracia participativa.  No obstante así como la historia tiene casos como el de  Calígula, también tiene el de transiciones como la de Franco con Adolfo Suarez y de Gómez con López Contreras para no ir tan lejos; ambos venidos de las entrañas del régimen. Ahora queda de Maduro, pasar a la historia como el alabardero de los Castro, o si tiene la suficiente inteligencia como lo ha demostrado, de ser el hombre de la transición.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org

lunes, 24 de diciembre de 2012

PARA UNA FILOSOFÍA DE LA NATALIDAD



Fernando Mires 24 de diciembre 2012

Un prólogo es siempre un epílogo. Eso lo sabemos quienes hemos escrito uno que otro libro. Porque recién cuando hemos terminado de escribirlo, nos damos a la tarea de redactar su prólogo. Así nos explicamos las razones por las cuales Benedicto XVl publicó el prólogo a su obra magna “Jesús de Nazareth” dos años después de la publicación del segundo tomo, es decir, él hizo de modo explícito lo que otros hacemos de modo implícito. Un prólogo, en efecto, es recién posible cuando hemos logrado una visión de conjunto que sólo alcanzamos en la fase final. Así sucede también, a veces, con nuestras vidas.

Cuando ya estamos más cerca del fin que del comienzo podemos comprender mejor acontecimientos cuyo sentido nunca pudimos percibir en el momento en que sucedieron. Parece luego ser evidente que sólo en el futuro lograremos conocer el sentido de lo que una vez ocurrió, incluso el de hechos que en su momento nos parecieron absurdos. Desde esa perspectiva, las normas que permiten el relato de una historia individual no son demasiado diferentes a las que nos permiten relatar la historia universal. Ambas al menos son construidas a partir de acontecimientos que sólo mirados desde la lejanía de lo ya pasado revelan su verdadero sentido.

En cierto modo, en el futuro yace la energía que da sentido al pasado, de la misma manera que recién cuando algo ha ocurrido podremos conocer sus “causas” y nunca al revés. Constatación que llevó a decir a Hannah Arendt, “las causas no existen”. O a Max Weber afirmar que la “causalización” no es más que un proceso de reconstrucción subjetiva del pasado. O a Freud a pensar que la evidencia de la muerte, esto es, nuestra inevitable transitoriedad (Vergänglichkeit) es lo que da sentido a la vida o, lo que es similar: frente a la cercanía de la mortalidad  la natalidad adquiere su pleno sentido. 

No pocas han sido las ocasiones en que determinados seres descubren el valor de lo que amaban cuando ya lo han perdido o cuando están a punto de perderlo. También es frecuente que después de cuando alguien muere es descubierta la exacta dimensión de su vida. No son pocos los genios que han muerto sin haber sido reconocidos hasta que el tiempo –sólo en algunos casos- restaura su significado. Hannah Arendt, para poner un ejemplo, antes de morir sólo era conocida por sus publicaciones periodísticas y por sus escritos sobre el “totalitarismo”. Recién después del derrumbe del Muro de Berlín comenzó a ser revalorada la obra completa de la genial mujer. De tal modo que -para expresarlo como diría Arendt- cuando ocurre un milagro comenzamos a entender el verdadero sentido de lo que ya ocurrió, sus inicios, sus señas, sus “anunciaciones”.

A Hannah Arendt debemos el haber acentuado en la filosofía existencial la dimensión de la natalidad. Antes de ella la noción de la muerte y no la del nacimiento era la predominante en el existencialismo filosófico. El “ser arrojado a la vida” (Sartre) llevó a muchos a concebir la existencia como una suma de sin-sentidos, existencia en la cual siempre seremos “extranjeros” y en donde la única frase lógica debería ser, según Camus: “¿por qué no nos suicidamos?”  En parte, la noción  de “arrojamiento” también la encontramos en la filosofía heideggeriana. Pero hay una diferencia, y esa fue la que detectó Arendt.

“El ser en el mundo” de Heidegger adquiere sentido cuando entra en comunicación con el espíritu, es decir no sólo con ese “ser siendo” del “estar” sino con el Ser que “es” antes y después de nosotros, en la vida que nos precede y en la que seguirá, en ese ser que siempre vive entre dos infinitos según Arendt, o “entre las dos muertes”, según Lacan. “Vivir en el espíritu” es por tanto una opción –punto en el que Hannah Arendt está de acuerdo con la teología judeo-cristiana-.

Esa opción que separa a Heidegger del existencialismo francés de los años cincuenta lleva a percibir como a través de la desconexión entre el ser y el estar (Sein und Dasein) podemos elegir no dar a la existencia ningún sentido. O a la inversa, comunicados con el Ser Total podemos elegir alcanzar la “unidad del ser y el estar” y así la vida adquiere una coherencia que es la del mundo, la de todo el mundo, la de todos los mundos. Luego, la vida, desde la perspectiva de un Ser Total -que para los teólogos sólo puede ser Dios- tiene un sentido, uno que no sólo es el nuestro. Por lo mismo, nacer, desde la perspectiva del Ser Total es entrar a “este” mundo portando el sello de un más allá cuyo sentido no conocemos pero pre-sentimos a partir de la gran limitación –valga la paradoja- de nuestros sentidos. O siguiendo a Arendt, viviendo con el espíritu seremos en un  ser que no sólo es nuestro ser. Un ser no singular sino plural: Un Ser que es también, y sobre todo, un “Somos” y que asoma a este mundo gracias al milagro de la natalidad.

En fin, sólo desde la perspectiva de un ser que trasciende al “estar” lograremos entender  por qué para Heidegger el fin no se encuentra al final sino, oculto, en el comienzo. Así también entendió Benedicto XVl a “su” Jesús. Porque para Benedicto, la muerte y resurrección de Jesús son los “acontecimientos” que permiten entender el milagro de la natalidad y no a la inversa. El prólogo para él, he de reiterarlo, es un epílogo.

Puedo, no obstante, entender perfectamente por qué para muchos filósofos y teólogos, quizás para el mismo Benedicto, vincular el nombre del Papa con Heidegger es un procedimiento inadmisible. ¿Cómo relacionar una exégesis teológica con los tratados de un filósofo que nunca o casi nunca mencionó a Dios? ¿Cómo contravenir a Benedicto quien a su vez casi nunca mencionó a Heidegger en sus textos y cuando lo hizo sólo fue para rechazar su idea del “arrojamiento”? Sin embargo, y a pesar de todo eso, creo que ha llegado el momento de establecer ese vínculo a mi entender ineludible para todos quienes nos hemos sumido en la  teología de Ratzinger y en la filosofía de Heidegger.

No. Ese vínculo no sólo tiene que ver con el hecho de que ambos, Heidegger y Ratzinger, son alemanes y por lo tanto tributarios de una misma tradición intelectual. Ni siquiera tiene que ver con la casi certeza de que ambos bebieron muchas veces en las mismas fuentes literarias y filosóficas. Tampoco con la evidencia, tan bien demostrada por Marlene Zarader (The Unthought Debt), relativa a que la filosofía de Heidegger se encuentra sobredeterminada por la Biblia judía. E incluso, nada tiene que ver con la permisible analogía entre el Ser de Heidegger y el Dios de Abraham.

No, la verdadera unión entre Heidegger y Ratzinger se encuentra más allá de ellos: en una tercera persona de la cual ambos descienden: me refiero a San Agustín, teólogo y filósofo a la vez. O para decirlo de una vez por todas: tanto la filosofía heideggeriana como la teología ratzingeriana son profundamente agustinas, y lo son hasta el punto de que ninguna de las dos habría sido posible sin la mediación del obispo de Hipona.

Por de pronto, tanto para el filósofo Heidegger como para el teólogo Ratzinger, el ser del humano es un momento de un tiempo que precede y trasciende a toda vida. En términos agustinos, a su vez, la ciudad humana está inmersa en la gran ciudad de Dios al mismo tiempo que toda finitud es parte de la infinitud total. A esa ciudad de Dios o tiempo infinito del Ser no podemos acceder desde la finitud de nuestras vidas. Sin embargo, eso no impide pensar en la infinitud.

Pensar en la infinitud es conectar al ser humano con el espíritu, del mismo modo como no pensar en la infinitud es desconectar al ser humano de su Ser Total, transformándolo en una criatura que sólo vive para satisfacer su sensorialidad, o que idolatra objetos sustitutivos de la divinidad, o que muere en vida, sin espíritu ni conciencia de su propio ser. En fin, para ambos autores agustinos, el “para qué” y el “cómo”, que son las pre-posiciones de la vida sin espíritu, nunca podrán sustituir a ese “por qué” que lleva a preguntar-nos por el origen y el final de todo.

Ahora, si tenemos en cuenta que para Agustín hay una relación de identidad entre “pensar” y “recordar”, cuando pensamos en alguien o en algo, lo recordamos, es decir, lo traemos a la memoria. La "memoria” es, por eso, uno de los conceptos centrales de la filosofía agustina.

Pero, ¿cómo recordar a Alguien si nunca lo hemos visto? La respuesta agustina es: pensando más allá de nuestros sentidos, don que nos ha sido dado por Él para que pensemos en ÉL. Eso significa, pensar a través y con el espíritu lleva a recordar el origen de todas las cosas aunque nunca hubiéramos visto ese origen, del mismo modo –agrego yo- que un físico piensa en la milésima partícula de un neutrón sin haberla visto jamás.

Pensar con el espíritu significa en consecuencias, transgredir, traspasar y trascender la materia más allá de nuestros sentidos, recordando lo que nunca hemos visto. No es casualidad, por tanto, que Heidegger como Ratzinger se refieran a la ausencia del espíritu en el ser con el mismo término de Agustín. Ese término es: el  “olvido”.

Heidegger nos habla, cuando se refiere al ser que es absorbido por la técnica, viviendo en el puro mundo del “estar” y del “hacer”, de un “olvido del Ser”, olvido de ser lo que cada uno es: un ser en el Ser. Ratzinger, a su vez, al contemplar ese mundo intrascendente y cruel de humanos entregados a su propia idolatría nos habla del “olvido de Dios”. Para ambos autores, en fin, el “olvido” de pensar en lo que no vemos, lleva a un deterioro del ser, a su insignificancia total, al mismo infierno: a la muerte en el alma.

Recordar lo que nunca hemos visto es, en consecuencias, un imperativo agustino que recorre el pensamiento de ambos pensadores de nuestra modernidad.

Hannah Arendt -es su mérito- llevó ese imperativo algo más allá de Agustín. Pues para ella, lo que no hemos visto, sí lo vemos. Lo vemos en cada ser que llega a este mundo no sabiendo nada, trayendo quizás consigo sólo el recuerdo borroso del mundo desde donde nos fue enviado, naciendo y creciendo, preguntando por cada cosa que aparece por primera vez frente a sus ojos. Cada nacimiento es, en el exacto sentido arendtiano, un milagro.

Para Benedicto también lo es. Es el milagro de la vida: el milagro de ser. Como el niño Jesús que vino al mundo no en representación de Dios sino como Dios. No mitad Dios ni mitad humano –insiste Benedicto- sino plenamente Dios y plenamente humano. Como todos los niños son, cuando nacen. Esta última frase es, por supuesto, mi agregado personal.

Fueron esas las razones por las cuales en estos días que anuncian la Natividad de 2012, decidí leer ese epílogo que es un prólogo dedicado por Benedicto al nacimiento e infancia de Jesús, intentando recordar lo que nunca hemos visto y de todas maneras vemos en la vida de cada ser que viene al mundo. Es decir, he intentado leer el prólogo de Benedicto con la mirada del teólogo que nunca he sido y con la del filósofo que me habría gustado ser.

No me arrepiento. Ha sido una buena experiencia.