Eddie A. Ramírez 06 de diciembre de 2022
La
lucha en contra de Hugo Chávez se inició por sus medidas para imponer
gradualmente un régimen controlador de todos los sectores de la vida nacional.
En el
2001, la Asamblea de Educación convocó protestas ante la indebida injerencia
del gobierno en la educación de nuestros hijos. Ese mismo año, la
Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) denunció el intento de
apoderarse de esa central obrera y Fedecámaras rechazó la aprobación por
decreto de 49 leyes, varias de ellas violatorias de la Constitución.
En febrero del 2002 los petroleros iniciamos protestas en defensa de la meritocracia en Pdvsa, y el 4 de abril comenzamos un paro al cual se sumaron el día 9 la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) , Fedecámaras y la sociedad civil. La gran marcha del 11 de abril y la masacre propiciada por Chávez culminó con su renuncia, a petición de la Fuerza Armada. Después de su restitución por los militares, pidió perdón y prometió enmendarse. Al poco tiempo volvió a las andadas. La lucha por la democracia tenía que continuar.
La
semana pasada, hace 20 años, la CTV, Fedecámaras, los partidos políticos y
organizaciones de la sociedad civil integrantes de la Coordinadora Democrática
decidieron convocar un paro cívico. Gente del Petróleo y Unapetrol, creadas
unos meses antes, no convocaron, pero por decisión individual miles de
trabajadores petroleros se sumaron al mismo.
El
gobierno tuvo que ceder. Firmó un Acuerdo aceptando la realización de un
referendo para decidir sobre la permanencia del presidente, efectuar elecciones
libres, con árbitro nombrado de acuerdo a la Constitución, independencia
de los poderes, respeto a los derechos humanos, libertad de expresión y
que la policía no sería utilizada para represión arbitraria o desproporcionada,
ni para ejecutar acciones que impliquen intolerancia política.
Es
decir, el paro cívico obtuvo resultados. El gobierno se burló del Acuerdo y los
garantes internacionales guardaron silencio. Casi 23.000 petroleros, también
otros trabajadores del sector público, fueron despedidos ilegalmente y muchos
empresarios perdieron sus bienes. Pueden decir, como Francisco I después de la
batalla de Pavia: hemos perdido todo, menos el honor. Algunos políticos y
opinadores criticaron el paro porque no logró sacar a Chávez. Incluso
predicaron que “los petroleros han debido permanecer en sus cargos para no
entregarle Pdvsa al gobierno”. Eso hubiese sido no solo complicidad, sino una
idiotez ya que, como reconoció Chávez, esa “colina que era Pdvsa había que
tomarla”. La democracia hay que predicarla, practicarla y defenderla.
La
lucha cívica continuó, con lamentable saldo de cientos de ciudadanos asesinados
durante las protestas pacíficas, encarcelamientos, torturas y exilio. Hoy, más
de siete millones de compatriotas deambulan por zonas inhóspitas en busca de
refugio en otros países.
En
cada elección presidencial el régimen realizó su trabajo sucio con la
complicidad del Consejo Nacional Electoral, del sistema judicial,
del Alto Mando militar, de sus paramilitares rojos y con el apoyo de la
Cuba castrista. Nuestros partidos políticos hicieron un gran esfuerzo y
lograron presentar un candidato único en las elecciones presidenciales, no
así en las regionales. Sin embargo, fallaron al dejar entre en 20 y un 30 por
ciento de la Mesas electorales sin testigos. Allí fue donde el régimen hizo las
trampas más relevantes.
Estos
años de lucha en contra del régimen de Chávez-Maduro son testimonio de que no
nos hemos rendido. Lamentablemente, también hemos emprendido una lucha suicida
entre los demócratas. Las más de las veces descalificamos sin base a nuestra
dirigencia. Cierto que ha cometido errores y que, por alguna razón, no ha
logrado conectarse con el resto de los ciudadanos. Sin embargo, agredirlos por
ignorancia o mala fe, por no haber logrado el objetivo de salir del
régimen usurpador es injusto. Estas agresiones se producen tanto de parte del
sector político, como del resto de la sociedad civil. Desde luego que sí son
colaboracionistas los miembros de partidos de maletín impuestos por los
tribunales.
Nadie
tiene una llave mágica para abrir la puerta de la democracia. Se entiende que
existan voces que se opongan a la negociación en México, que no simpaticen con
nuestros delegados o que critiquen las primeras medidas acordadas. Lo que es
insensato es lanzar epítetos desconsiderados, sin hacer propuestas alternativas
viables. Pareciera que algunos no se percatan de que están colaborando con el
régimen al sembrar dudas. Dirigentes y militantes de algunos partidos y de
organizaciones de la sociedad civil deberían reflexionar al respecto. Ojalá se
pregunten en cuánto están contribuyendo a que las encuestas reflejen poca
aceptación de los dirigentes demócratas, a pesar del gran rechazo a Maduro.
Cabe recordar que, después del golpe de Estado de 1948, Betancourt escribió
que, durante el trienio 1945-1948 existió una guerra civil incruenta entre los
partidos y una manera casi bestial de embestirnos mutuamente.
Seguimos
con esperanza. Las primarias avanzan bajo la dirección de un equipo
inobjetable. También hay un grupo de ciudadanos promoviendo la vía del
consenso. Lo de México es impredecible, pero confiamos que la presión
internacional obligue a Maduro a realizar una elección en condiciones
aceptables. Aunque no se logre, debemos votar como instrumento de lucha y los
partidos garantizar testigos bien formados en todas las Mesas. Si hay otra
opción viable, bienvenida. Procuremos sumar y multiplicar, no restar y, mucho
menos, dividir. En la segunda Guerra Púnica, el cartaginés Aníbal no
perdió la decisiva batalla de Zama por los placeres disfrutados en Capua, sino
porque el romano Escipión organizó a su ejército y pactó con antiguos enemigos
Como
(había) en botica: El chantajista Maduro declaró que solo habrá
elecciones libres si eliminan todas las sanciones. Las que más les preocupan a
los rojos son las sanciones personales, unas por narcotráfico y otras por
violaciones a los derechos humanos. Lamentamos el fallecimiento de Antonio Mata
Flores, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol ¡ No más
prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie
A. Ramírez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico