14 de noviembre de 2022, Sharm-El-Seikh, Egipto. Con el tema central “¿Cómo adaptarse y asegurar la continuidad de los servicios de agua con flexibilidad frente a un mundo en movimiento?” el sector de Agua Urbana de EUROCLIMA+ lideró una serie de paneles para dialogar sobre la importancia de garantizar la seguridad hídrica y cómo incorporarla dentro de la planificación territorial para enfrentar los riesgos y emergencias ocasionados por el cambio climático.
Estos eventos, organizados por la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), entidades implementadoras de los proyectos enfocados en el recurso hídrico en Latinoamérica, permitieron reunir a representantes de autoridades de distintos países, de la academia y de la sociedad civil, entre otras, en torno al agua, un recurso vital cuya protección y buena gestión es fundamental para contrarrestar los efectos del cambio climático. El evento se llevó a cabo en dos bloques; el primero conformado por tres sesiones con invitados de varios países de América Latina que narraron su visión desde la experiencia en sus territorios; y el segundo, en el que, en un interesante debate, se trataron temas de interés frente a los riesgos que conlleva el cambio climático cuando de agua se trata.
Agua en el centro de la conversación
En el primer panel, llamado “Estrategias de conservación del agua y mitigación del cambio climático: experiencias desde la planificación territorial y gestión comunitaria” participaron Karina Salinas, Coordinadora se la Unidad de Gestión de la Adaptación al Cambio Climático Ministerio del ambiente, agua y transición ecológica del Ecuador; Nidia Clemencia Riaño, Secretaria de ambiente de la Gobernación de Cundinamarca y Augusto Pinto, experto en planeación territorial de ONU-Hábitat, Hub países andinos.
Precisamente, según este último, las agendas de cada país deben articular lo rural con lo urbano, y cobran una vital importancia los marcos regulatorios en cada territorio, incorporando la perspectiva local para su implementación. Salinas, por su parte, al narrar experiencias adelantadas en Ecuador, insistió sobre realizar proyectos con vínculo comunitario, entendiendo que los procesos de articulación con otros actores, como por ejemplo los bancos, logran establecer un lazo que permite poner en marcha y escalar diferentes iniciativas ambientales. Finalmente, desde la perspectiva de Riaño, cuya labor se desarrolla en la zona de la capital de Colombia, se presentaron varias experiencias y resultados exitosos, entre ellas una en la que desde el sector público se entregan recursos a las comunidades locales, para que sean ellas mismas, desde sus necesidades, quienes den solución a las problemáticas que enfrentan, en un proceso “de abajo hacia arriba”, que potencia el capital social a través de los denominados “incentivos para la conservación”.
En el segundo encuentro, denominado “La gestión integral de recursos hídricos desde la planificación territorial”, Ligia Castro, Asesora en Cambio Climático del Ministerio de Ambiente de Panamá y Xavier Cobeña, Experto en desarrollo urbano de ONU-Hábitat hablaron sobre el rol de las administraciones locales en la gestión planificada y coordinada del recurso hídrico para garantizar el bienestar social y económico hacia la construcción de ciudades resilientes. En el marco de la charla, y como ejemplo de la temática tratada, Castró aseguró que “En Panamá se acaban de actualizar los escenarios de cambio climático y cabe destacar que es importante explicarlos a los diferentes sectores, tanto públicos como privados, para que se puedan tomar las decisiones basadas en la información científica, y lograr así una adecuada planificación”. Y es que, si desde la planeación territorial no se tiene en cuenta el cambio climático, es evidente que podrían generarse afectaciones sociales, y también económicas. Por su parte Cobeña concluyó haciendo un aporte fundamental sobre las infraestructuras verde y azul, recalcando que debemos mejorar las condiciones de agua y vegetación si realmente queremos aspirar a un desarrollo planteado en términos de sostenibilidad.
Finalmente, como parte de la hoja de ruta hacia la seguridad hídrica y la resiliencia climática en la región, se señaló que las alianzas deben allanar el camino para transformar el conocimiento en acción, y fue precisamente esta la temática del último panel, organizado por el PNUMA, que contó con el aporte nuevamente de Ligia Castro; de Rubén Alemán, presidente de la administración nacional de acueductos y alcantarillados de El Salvador y de Julio Cárcamo, jefe de oficina de monitoreo social y ambiental del Banco Centroamericano de Integración Económica. Durante la charla, Alemán enfatizó en los criterios básicos que se trabajan en El Salvador, específicamente en seguridad hídrica y calidad del agua, vinculados con otros procesos, como por ejemplo la eficiencia energética, y menciona que es fundamental trabajar en el blindaje climático, basado en la infraestructura verde como soluciones basadas en la naturaleza. Para concluir, Cárcamo se basó en la necesidad del fortalecimiento de la seguridad hídrica en vínculo con lo social; así mismo, enfatizó en que, para próximos años, Centroamérica debería triplicar la inversión en conservación del agua, y que, en este sentido, serán de vital importancia las alianzas estratégicas.
Perspectivas para la gestión del agua en un mundo cambiante
El debate ‘Agua, a prueba de riesgos climáticos’ contó con la participación de Maribel Pinto, del Ministerio de Ambiente de Panamá; Nidia Riaño de la Gobernación de Cundinamarca en Colombia; Karina Salinas del Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica de Ecuador; Antonio de Lisio del Comité Articulador de la Alianza Acción Climática Venezuela y Rubén Alemán, de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados de El Salvador. En este espacio, moderado por Marjorie Michel de la AFD, se compartieron experiencias y puntos de vista desde los distintos territorios, sobre los riesgos climáticos que se enfrentan hoy en día.
Actualmente, muchos países de la región se han enfrentado a emergencias por exceso de lluvias, que han generado inundaciones y que reflejan la importancia fundamental de una planificación desarrollada para responder a este tipo de situaciones de forma urgente. Todas estas decisiones, coinciden los expertos, deben tener una base científica que las apoye, y estar adaptadas a las necesidades de cada zona del continente.
Asimismo, el trabajo mancomunado de múltiples actores es fundamental para luchar contra el cambio climático, según afirmó Maribel Pinto, quien destacó la importancia de poder dialogar para encontrar soluciones comunes desde las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos y los bancos de desarrollo. Esta visión fue compartida por Karina Salinas, que habló sobre casos de éxito de lucha contra el cambio climático en Ecuador, y que han tenido como base la articulación interinstitucional, y la comunicación con los gobiernos locales.
En estos procesos, coinciden, es fundamental vincular e involucrar activamente a las comunidades. Así lo afirmó Rubén Alemán: “Se deben crear espacios de corresponsabilidad. Hay que involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones y propuestas, porque ellas están muy dispuestas a contribuir y aportar para resolver sus problemas”. Ellas son, finalmente, quienes conocen el contexto y las problemáticas urgentes, y las principales afectadas por las crisis climáticas.
Por último, se destacó la importancia de la cooperación regional entre países, como destacó Rubén Alemán: “Centroamérica es pequeña y no tenemos que vernos como islas separadas, es buena esa articulación y hay que fortalecerla. Podemos aprender de ellos y ellos de nosotros. Compartimos desafíos, retos y amenazas”. Asimismo, habló sobre la importancia de implementar soluciones “que puedan estar basadas en la naturaleza: acciones de mitigación y adaptación, pero sobre, todo blindar climáticamente nuestra infraestructura, acompañada de apuesta a la infraestructura verde”, resumió.
Por su parte, Antonio de Lisio presentó buenos ejemplos de gobernanza del agua desde los comités barriales y la sociedad civil, promoviendo iniciativas que gobiernos locales o nacionales puedan replicar en otros territorios, haciendo énfasis en la importancia de generar conexiones entre distintas entidades, y que se tome como base los casos exitosos y lecciones aprendidas.
Karina Salas compartió la experiencia de Ecuador sobre la importancia de la articulación conjunta con las distintas entidades: "Uno de los factores de éxito para implementar cualquier medida de adaptación al cambio climático es la colaboración interinstitucional entre los actores vinculados", mientras que Nidia Riaño destacó la importancia de que exista una articulación del Gobierno nacional con autoridades locales, permitiendo adaptar las políticas generales a las realidades de cada territorio.
Por ejemplo, mencionó que en Colombia existe una Política Nacional de Cambio Climático y que hoy en día se está "regionalizando" para tener una por departamento, que permita tomar en cuenta las realidades de cada región, en este sentido los mismos municipios se empoderan del asunto y lo hacen parte de los planes de desarrollo y ordenamiento; en este punto es fundamental la articulación multisectorial y la intergubernamental.
La conclusión: la gestión integrada de recursos hídricos tiene que ver con la articulación de sectores, autoridades, comunidades e incluso países, para garantizar un acceso al agua resiliente, a prueba de emergencias climáticas.
Ligia Castro, Directora de Cambio Climático, Ministerio de Ambiente de Panamá
Nidia Riaño, Secretaria de Ambiente, Gobernación de Cundinamarca (Colombia)
Marjorie Michel - Agencia Francesa de Desarrollo
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