Jordan F. 11 de abril de 2023
Las
primarias de la Plataforma Unitaria Democrática todavía parecen lejanas, a
pesar de ya
tener fijada su fecha para el 22 de octubre de 2023. Pero antes de que
empiece formalmente la campaña para elegir al candidato opositor para las
elecciones presidenciales de 2024, todavía quedan pendientes varios detalles
técnicos y organizativos por parte de la Comisión Nacional de Primaria.
En
entrevista para El Diario, el presidente de la comisión, Jesús
María Casal, declaró que han avanzado de acuerdo a lo establecido en el
cronograma electoral publicado en febrero de 2023. Señala que el próximo paso
está en la publicación de los reglamentos que regirán todo el proceso, una vez
se tenga claridad sobre los mecanismos para el voto exterior o las
contribuciones de los precandidatos para su postulación.
Sin embargo, el mayor reto para el organismo está fuera de los itinerarios. Reconoce que actualmente la ciudadanía se encuentra desmovilizada y desilusionada con su clase política, en especial con el liderazgo opositor. Pero lejos de ser obstáculo para la votación, Casal ve en las primarias la oportunidad para despertar a la ciudadanía antes de embarcarse a la gran jornada electoral de 2024.
“Pensamos
que, paso a paso, se está logrando despertar a la ciudadanía gracias a un
proceso de participación amplio, inclusivo, que va a conducir a que los
electores seleccionen al candidato unitario para la presidencia. En su conjunto
es un proceso que puede robustecer la participación y recuperar a la ciudadanía
para el voto, en el proceso de primaria y luego también para ulteriores
procesos electorales”, asegura.
Para
Casal, quien también es decano de la Facultad de Derecho de la Universidad
Católica Andrés Bello (UCAB), la forma de incentivar la participación ciudadana
ha sido involucrarla desde el principio en cada uno de los procesos de la
organización de las primarias. Por eso, además de los cinco miembros que
conforman la comisión y sus suplentes, acordaron crear toda una estructura
nacional que les ayude a llegar a las comunidades de todos los estados de
Venezuela.
En
este sentido, el 20 de marzo se designaron a los miembros de las 24
juntas regionales que los apoyarán en sus tareas. Aunque todavía no se
han juramentado, desde el 31 de marzo se difundió la lista con los 240 nombres
(10 por cada entidad) que estarán en interacción permanente con la comisión
central.
Las
juntas regionales tienen que convertirse en factores apuntalen la tarea de la
Comisión Nacional de Primarias, haciendo presentes en cada estado esos
principios fundamentales que nos rigen y tratando de despertar a esa ciudadanía
que últimamente ha estado tan desencantada y no ve forma de canalizar su
descontento”, señala.
Entre
las tareas fundamentales de las juntas regionales está fungir como articulador
entre los habitantes de cada estado y la comisión, recogiendo sus propuestas, a
la vez que promoviendo un movimiento desde las regiones para la defensa del
voto. Igualmente, tendrán un rol importante en la organización de procesos, con
labores como identificar centros de votación, transporte y movilización de
electores, capacitación de observadores, entre otras. Casal acotó que se
reunirán periódicamente para discutir las realidades sociales y geográficas de
cada estado y trabajar en sintonía en la implementación del cronograma.
Acuerdo
común
Desde
la instalación de la Comisión Nacional de Primaria en noviembre de 2022, se
abrió un amplio proceso de consulta sobre cómo realizar los comicios internos
que incluyó no solo a precandidatos y partidos políticos, sino también a
diferentes organizaciones sociales, gremios y sindicatos. Por ejemplo, a
finales de marzo Casal sostuvo un encuentro con representantes estudiantiles de
la Universidad Central de Venezuela (UCV). Allí acordaron la creación de un
movimiento para incentivar el voto dentro del campus y promover la inscripción
de los jóvenes cuando empiece la actualización del Registro Electoral.
Tal ha
sido la necesidad de lograr el consenso de la mayor cantidad de actores
políticos y sociales posibles, que muchas decisiones claves del proceso se han
demorado precisamente en la espera de escuchar todas propuestas posibles y
alcanzar un resultado que cuente con el beneplácito de la mayoría. Sin embargo,
Casal aclara que ya hay varios puntos en los que se ha conseguido un apoyo
unánime.
Dos de
ellos precisamente son incorporar en la primaria a los venezolanos en el
exterior y solicitar al Consejo Nacional Electoral (CNE) el uso de sus centros
de votación. Aunque hay acuerdos en ambos puntos, es en los detalles referentes
a los mecanismos y alternativas a emplear que todavía siguen las consultas.
Otro consenso logrado es la realización de debates y conversatorios entre los
aspirantes, que la comisión organizará en el transcurso de la campaña.
Un
aspecto importante que menciona es la necesidad de tener líneas programáticas
comunes, indistintamente del ganador. Para ello la comisión trabaja en un
programa mínimo de gobierno, elaborado a partir de consultas con diferentes
sectores que plantean las necesidades más urgentes del país que deberán ser
atendidas por un eventual gobierno democrático, más allá de su agenda
particular. Todos los aspirantes que deseen participar deberán firmar un
documento de compromiso con ese programa común de gobierno, aunque aún no
tienen claras cuáles serían las sanciones en caso de no respetar dicho acuerdo.
Son
muy importantes esas discusiones sobre el futuro del país y esos lineamientos
sobre cómo mejorar las condiciones de vida de los venezolanos, cómo establecer
verdaderas condiciones de Estado de derecho, la liberación de los presos
políticos y muchos temas que salieron a relucir”, agrega Casal.
Votos
de afuera
El
voto exterior fue uno de las mayores exigencias de varios sectores políticos
desde que se convocó la primaria. Y si bien su apoyo es unánime, su aplicación
supone un gran reto logístico para la comisión. Por eso el 15 de marzo
sostuvieron una reunión con representantes del Movimiento Venezolanos por el
Mundo para evaluar diferentes propuestas. Hasta ahora lo único claro que tiene
Casal es que desean que el proceso en el exterior se realice de forma
presencial.
“Estamos
en un trabajo muy intenso para poder definir las características y el alcance
de un registro de venezolanos que ya estén en el Registro Electoral, pero que
se encuentren en el exterior. En todo caso, este voto en el exterior no se
trabajaría con los consulados, sino que se haría de una manera autogestionada,
o sea, que nosotros mismos la organizaremos en contacto con las organizaciones
venezolanas de esos países”, afirma.
Otro
factor menos vinculado a lo organizativo, pero que tiene que ver con el voto
exterior, es la influencia que puede tener sobre el resultado final. El CNE
estima que al menos 3 millones de venezolanos en el extranjero están
habilitados para votar, y aunque no se espera que todos participen en la
primaria, resultan un sector clave para determinar la victoria de algún
aspirante. No obstante, al abogado constitucionalista no le preocupa que esto
pueda afectar la voluntad de los venezolanos que aún siguen en el país y pueden
tener una percepción política diferente a la de sus compatriotas en la
diáspora.
“Nosotros
estamos trabajando en función de lo que establece el reglamento de buscar
fórmulas viables para el voto en el exterior. Estamos considerando sobre todo
los criterios de carácter organizativo, logístico, financiero y de garantías
electorales. Evidentemente el 22 de octubre tendremos que hacer la totalización
y tomaremos en cuenta efectivamente el voto emitido en territorio nacional y
también el voto exterior”, aclara.
Precedente
En la
historia política reciente de Venezuela, solo hay un antecedente de unas
elecciones primarias opositoras: las organizadas en 2012 por la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD). Aunque en procesos como el de 2006 se había definido
un candidato único por consenso, esto presentó el primer intento real de
consolidar un liderazgo con apoyo popular y cimentar la unidad que hoy intenta
replicar la Comisión Nacional de Primarias.
Casal
indica que de este proceso han tomado varios elementos desde la propia
disposición de la comisión, con cinco miembros principales y cinco suplentes,
además de estos últimos participen activamente en las reuniones, siendo más que
una reserva. “Durante diciembre (de 2022) estuvimos sosteniendo varias
reuniones con personas ligadas a la primaria 2012 para enterarnos de los
mecanismos de recolección de fondos que ellos emplearon y nosotros también los estamos
tomando como una referencia”, asevera.
Otros
elementos que estudian del proceso anterior fue la coordinación con el sector
privado para la logística y centros, así como la articulación con los votantes
en el exterior, en ese entonces considerablemente menos que ahora. Pero no solo
las cifras de la diáspora han cambiado desde 2012. Desde ese entonces también
ha mermado el ecosistema de medios de comunicación en Venezuela, y con ello la
exposición de la oposición a la población.
***
—Una
diferencia con respecto a las primarias de 2012 es que la oposición tenía
antes mayor visibilidad en el espacio público. Incluso se emitieron los debates
entre los precandidatos por televisión. ¿Han tomado en cuenta la situación
actual de los medios de comunicación y las campañas para incentivar a la gente
a votar?
—Claro,
es más difícil porque hay menos ventanas, menos oportunidades, la situación de
los medios de comunicación tiene mayores limitaciones. Pero aun así estamos
aprovechando todos los espacios donde podamos difundir el mensaje. Habrá que
hacer mucho más trabajo directamente con la gente. Nosotros pensamos hacer
giras, por lo menos visitar una vez a cada junta regional con actividades
conjuntamente con la sociedad civil de cada estado. A su vez los miembros de la
junta tendrán que tener bastante interacción con la gente de las comunidades,
con los sectores de la sociedad civil de cada entidad. Es decir, que nosotros
mismos debemos tener un rol protagónico como promotores de la primaria más allá
de lo que se hizo en 2012.
Centros
de votación
El 8
de marzo se
instaló una mesa técnica entre la Comisión Nacional de Primarias y el
CNE. Esta tiene como propósito evaluar la viabilidad de dos solicitudes
concretas que la oposición tiene para las primarias: la realización de jornadas
especiales de inscripción y actualización del Registro Electoral, así como la
utilización de sus centros de votación.
Ambos
puntos también parten de la experiencia de las primarias pasadas. En 2012, el
CNE autorizó el uso de 3.707 centros de votación en todo el país y 7.691 mesas
de sufragio. Incluso apoyó con el voto en más de 30 países. Aunque la comisión
aún debate hasta qué punto aceptarán la ayuda del ente electoral en las
primarias, uno de los puntos con consenso es la necesidad de habilitar 5.000
puntos de votación.
Esto
facilitaría a la comisión el poder acceder a más partes del país, especialmente
en zonas rurales o populares. Sin embargo, Casal ha manifestado que en caso de
no haber un acuerdo con el CNE para el 22 de octubre, deberán organizarse de
forma autogestionada. “Sería necesario ver hasta dónde llegan las capacidades
organizativas y de identificación de los puntos, que ya no serían los centros
de votación tradicionales. Allí la comisión tendría que manejar otros
escenarios”, explica.
Salvando
las diferencias operacionales, acepta que la comisión tiene en cuenta otros
eventos masivos que la oposición como la consulta popular del 16 de julio de
2017, pero solo en el tema de locaciones para los comicios. En este sentido,
quizás un referente reciente también pudiera ser la consulta convocada por el
entonces gobierno interino de Juan Guaidó en diciembre de 2020, aunque la
comisión no tiene contemplado ningún mecanismo de voto remoto con en aquella
ocasión.
Casal
es discreto en torno al avance de las conversaciones con el CNE. Prefiere no
adelantar nada, pues se trata de negociaciones en pleno desarrollo. Aunque de
cumplirse, quedaría pendiente de consultar otros aspectos logísticos, como el
uso del Plan República para la seguridad de esos centros y las estrategias para
proteger la integridad de votantes y voluntarios.
Un
proceso largo
El
presidente de la Comisión Nacional de Primaria espera que los comicios puedan
servir para sacar a Venezuela del estancamiento político en el que está
sumergido desde hace un par de años. Por eso uno de los consensos a los que,
asegura, llegaron con los sectores consultados fue hacer de la primaria no un
proceso que tenga como protagonistas no a los precandidatos, sino a la sociedad
civil.
“La
primaria es en sí misma un gran proceso de participación, un momento en que la
ciudadanía puede definir su futuro. Nosotros queremos que la sociedad civil se
apropie de la primaria y que los candidatos sean instrumentos en su rol protagónico.
Que el candidato o candidata que resulte de la primaria electa por el pueblo
deberá interpretar esa voluntad colectiva y deberá favorecer todos esos
consensos que se están creando”, afirma.
Señala
que entre los próximos pasos, luego de la aprobación del reglamento, está el
registro preliminar de los aspirantes. En este proceso se espera ya tener el
programa mínimo de gobierno que todos deben comprometerse a firmar, además de
evaluar que cumplan con los valores democráticos que ya están recogidos en sus
estatutos.
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