El debate general del septuagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General comenzó el pasado 24 de septiembre, continuó hasta el sábado 28 y concluyó el lunes 30 de septiembre de 2024. De los temas tratados hay madera que cortar y en general verificar en torno a la respuesta a la pregunta nodal:“¿El mundo va hacia peor?”.
En realidad, estando en la antesala de un año para el próximo octubre 2025 cuando esta instancia mundial cumplirá 80 años, es oportuna la ocasión para mirar a través del retrovisor el cumplimiento de sus objetivos centrales, focalizados principalmente en mantener la paz y la seguridad internacional, centralizar y armonizar los esfuerzos de las naciones para alcanzar sus intereses comunes y fomentar las relaciones pacíficas entre los Estados.
En todo este tiempo es observable un ritornelo en torno a que la ONU es ineficaz y debiera ser sustituida, situándonos en una condición permanente de impotencia en la capacidad de ordenar un planeta habitado por una población mayor a los 8.000 millones de seres humanos. Situación que nos colocaría en una hipotética visión de ser observados por civilizaciones de otras galaxias, de como los habitantes de ese pequeño planeta llamado Tierra se empeñan en destruirse y aniquilarse indefinidamente hasta su extinción.
A decir verdad, el surgimiento de la ONU en 1945 fue para evitar que se repitiera la carnicería de dos guerras mundiales, las cuales registraron más de 100 millones de muertos y decenas de millones de desplazados y desaparecidos en todo el planeta, lo que resume a lo largo de casi 8 décadas que no sería fácil la tarea.
En resumen, lo fundamental es la existencia de este espacio que reúne en la actualidad a gobiernos de 193 países en contraposición de no tener ningún punto de encuentro, por tanto, la cantinela exigiendo su extinción es una profunda incomprensión de sus fines, ya que el organismo como afirmara muy sabiamente el difunto secretario general Dag Hammarskjöld: «Las Naciones Unidas no se crearon para llevarnos al cielo, sino para salvarnos del infierno».
Esta encomienda histórica ha conllevado al organismo a cumplir el gran objetivo de evitar otra contienda global entre las potencias internacionales, pero se ha mostrado a menudo incapaz de responder a conflictos internos, a injerencias extranjeras y a grandes matanzas que pesan sobre su conciencia.
Sin embargo, se debe destacar tal como apunta Lupel, el sistema de Naciones Unidas «está basado en los Estados y no se creó para responder a guerras civiles», lo que le ha hecho mucho más difícil reaccionar ante ese tipo de conflictos, que han seguido creciendo.
Esa tendencia la actualiza la Agenda de puntos debatidos en la 79 Asamblea de la ONU, entre los cuales resaltan:
Los conflictos bélicos regionales en Medio Oriente: Palestina, Líbano, Ucrania, Sudán, cuya dinámica amerita un análisis específico por la complejidad de los actores y la lucha contra el terrorismo internacional.
Como tema relativo a los derechos humanos y la democracia, el caso Venezuela ha resaltado en los debates, tal como planteara el presidente de Chile, Gabriel Boric, al manifestar que no es un tema sobre izquierdas y derechas, sino entre democracia y autocracia; así mismo, lo indicado por el presidente norteamericano Joe Biden: “Todo el mundo sabe que pasó en las recientes elecciones presidenciales”. Ha sobresalido la crisis política venezolana como el tema más importante en el continente en materia de violación de los derechos humanos y la democracia.
Adicionalmente se debatió sobre temas globales relativos a: el Pacto para el futuro y la inteligencia artificial, el calentamiento global, la violación y represión de género, como es el caso de Afganistán y el cumplimiento para 2030 de los ODS.
“¿El mundo va hacia peor?”. Hace 50 años el mundo era más deplorable en materia de pobreza y de prosperidad. Incluso, China informa haber sacado de la pobreza a 800 millones de personas; entre tanto, los 10 países con el mejor cápita del mundo se ubican en la UE y en América del Norte, quedando rezagada América Latina como el continente más desigual, aun cuando el presidente saliente de México, AMLO, anuncia haber sacado de la pobreza a 8 millones de mexicanos.
Finalmente, ¿qué se debe mejorar en la ONU?
Por ejemplo, en el Consejo de Derechos Humanos, no incluir a países violadores como parte del organismo, cuestión que se debe considerar y definir cuando más de la mitad del planeta está sometida a regímenes dictatoriales.
También reforzar la entrega de ayuda humanitaria en el mundo entero y a la vez visibilizar la violación de los derechos humanos, profundizar el conocimiento técnico como fuente de información y de cumplimiento de los objetivos ODS, como vía para salvar la humanidad en torno a la superación del hambre y el mejoramiento de los niveles educativos.
https://www.elnacional.com/opinion/quo-vadis-la-onu-en-su-79-aniversario/
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