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domingo, 24 de febrero de 2013

¡Abajo el pesimismo!


Por Eddie Ramírez, 23/02/2012 

Basta ya de pesimismo y de criticar todo lo que hace o deja de hacer la dirigencia opositora. Esto no quiere decir que no haya serios obstáculos para salir del régimen y tampoco que seamos eunucos y no hagamos críticas positivas a la actuación de nuestros políticos y de los partidos agrupados en la MUD. Recientemente hemos sufrido dos derrotas electorales y, lógicamente, ello amerita revisar y corregir estrategias. La propia MUD dio un primer paso al elaborar, con apoyo de personalidades independientes, un excelente informe sobre las fallas observadas. Ahora corresponde aplicar las recomendaciones.

Cuando conversamos con muchos de los nuestros las principales críticas se refieren a que nos falta contundencia para exigir las condiciones para unas elecciones transparentes. Hay que entender que estamos en esta lucha porque el régimen es totalitario y por ello secuestró los Poderes del Estado, por lo que sus integrantes son sumisos a Miraflores. Por más que exijamos transparencia electoral, no lograremos el cambio. Sin embargo, debemos seguir denunciando las trampas del CNE y su tolerancia ante el uso de los recursos del Estado para apoyar al candidato oficial, así como la coacción a los electores. A nuestros candidatos les ha faltado una declaración urbi et orbe, apoyada por millones de firmas, enfatizando que acudimos a las elecciones bajo condiciones totalmente desfavorables. ¿Cuántos somos nosotros y cuántos ellos? Nadie lo sabe. Quizá ellos son más de lo que nosotros pensamos, pero menos de lo que ellos piensan.

El país está dividido en dos grupos casi iguales. La tesis de los nini no tiene sustento. Esta situación establece impedimentos para que en la oposición decidamos acciones más contundentes como establecer barricadas o ir a una huelga general para salir del régimen. A pesar de las 173 violaciones a la Constitución, señaladas por Asdrúbal Aguiar, y lo contemplado en los artículos 333 y 350 de la misma, ante esta división del país no es viable una salida no electoral.

Próximamente enfrentaremos a Nicolás Maduro, un pésimo candidato que no le llega ni siquiera al chavismo y que en estos meses ha enfrentado un creciente malestar social, recientemente agravado por el “paquetazo rojo”. Consideramos que podemos derrotarlo a pesar de ser heredero designado y contar con el apoyo del Estado. Para ello debemos cerrar filas con una MUD ampliada; nuestro candidato debe integrar un comando representativo de las fuerzas políticas y de la sociedad civil y su discurso debe ser de inclusión, sin caer en ofertas demagógicas.

¿Quién debe ser nuestro candidato? Si el cambio se produce por razones sobrevenidas poco probables, tenemos excelentes candidatos como Ledezma, Aveledo, María Corina, Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez, por citar solo algunos. Si, como todo indica, se realizan elecciones muy pronto, obligatoriamente el candidato tiene que ser Capriles. Venció en las primarias por amplio margen, logró 6,5 millones contra Chávez y recorrió gran parte del país despertando entusiasmo. Su débil discurso de aceptación de la derrota sin mencionar el ventajismo oficial y su torpe clasificación de venezolanos de la vieja y de la nueva política y su crítica a quienes tilda de radicales no son razones para rechazarlo, pero sí para exigirle que cambie su discurso y que declare que no aspiraría a reelegirse. ¡Claro que podemos derrotar a Maduro! ¡Fuera el pesimismo! ¡No más prisioneros, ni exiliados políticos! Nuestra solidaridad con Simonovis y su familia. Pronto disfrutará de la libertad, no por razones humanitarias, sino porque es inocente.


Eddie Ramírez
Miembro de Gente del Petróleo

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