Trino Márquez 18 de noviembre de 2022
@trinomarquezc
La
Comisión Nacional de Primarias acaba de instalarse luego de un arduo proceso de
consultas que permitió conformar un grupo equilibrado, imparcial y con
notable peso específico, que le dará legitimidad a un proceso tan
complejo como ese. Al final, se constituyó un equipo presidido por el
respetado jurista Jesús María Casal e integrado por compatriotas que gozan del
aprecio de los distintos sectores de la oposición, que han manifestado interés
en participar en la consulta de la cual saldrá el candidato unitario para las
elecciones presidenciales que deberán efectuarse en 2024.
Las labores de ese equipo son en extremo exigentes y delicadas. Tendrán que determinar el cronograma electoral, que corona con la fecha de la convocatoria a las votaciones; lograr que los aspirantes sientan que el organismo actúa con firmeza y ecuanimidad ante cualquier abuso o exceso por parte de alguno de los participantes; depurar el Registro Electoral Permanente con el aval de los aspirantes y organizaciones que los respaldan; acreditar los representantes de los distintos aspirantes y comprometerlos con las tareas que deben cumplirse antes, durante y después de la cita; garantizar que el candidato surgido de la consulta no pueda ser impugnado por algún grado de parcialización del organismo conductor.
Las
labores que debe llevar a cabo la CNP, de las cuales solo he hecho una rápida e
incompleta lista, combinan aspectos técnicos, operativos, jurídicos y
políticos de alta complejidad. Lo más conveniente sería que los partidos y
candidatos la dejen trabajar sin presiones indebidas ni amenazas o chantajes.
La CNP deberá resolver si busca el apoyo técnico del Consejo Nacional Electoral
para llevar a cabo la consulta comicial. Si es factible que los venezolanos que
se encuentran en el exterior voten. Hasta dónde, con los recursos y las
condiciones existentes, resulta factible garantizar una votación confiable más
allá de nuestras fronteras, sin levantar suspicacias o evidenciar cierto
ventajismo de tal o cual aspirante u organización.
Estos
temas, y otros similares, por su complejidad, deberían ser materia exclusiva de
la CNP, sin la interferencia de los actores del proceso. Por supuesto que la
CNP deberá contar con canales de consulta con las organizaciones políticas y
los candidatos, para resolver asuntos tan espinosos como el del respaldo
técnico del CNE o el voto en el exterior. Sin embargo, lo que no me parece
conveniente es que los dirigentes sigan ocupándose públicamente de esas
cuestiones una vez que la CNP ya se ha constituido y está
comenzando a trabajar y a formar los equipos específicos que se colocarán
frente a cada uno de los nudos que debe desatar. Si una de las metas del proyecto
de recuperación democrática reside en rescatar la independencia del CNE, la
realización de las primarias constituye una excelente oportunidad para
demostrar, a través de la CNP, que la oposición sí sabe resguardar esa
autonomía.
A
partir de ahora, quien pretenda convertirse en candidato de la oposición debe
dar a conocer sus ideas, sus propuestas fundamentales de gobierno, las razones
por las cuales considera que es él, o ella, quien debe salir favorecido por el
voto de los electores. Debe señalar cuáles son los proyectos que ha
diseñado para reconstruir el Estado y la sociedad, y rescatarlos del nivel de
ruina en el que los ha hundido el régimen durante el cuarto de siglo que ha
controlado el poder.
La
oposición, mediante las primarias, tiene la extraordinaria oportunidad de
demostrar que puede preservarse compacta en medio de las diferencias y el
contraste de opiniones. Que puede mantenerse unida a pesar de la diversidad.
Que no le teme a ventilar en público sus diferentes concepciones porque la democracia
consiste en confrontar puntos de vista dentro de una atmósfera de respeto por
el contrincante.
En la
actualidad, el porcentaje de venezolanos opositores o, en todo caso,
desencantados del régimen, dispuestos a participar en las elecciones
primarias ronda el 40%. Esta significativa cifra podría elevarse de forma
sensible si la CNP realiza el trabajo transparente y eficaz que se espera de
ella; y los candidatos se dedican a animar a los electores recorriendo el país
con proposiciones sensatas y atractivas.
Cada
quien debe dedicarse a hacer lo que le corresponde, sin obstrucción ni
injerencia.
A la
CNP hay que apoyarla y fortalecerla. El entusiasmo que despierten las primarias
podría ser un anticipo de lo que ocurriría en 2024, si vamos con un líder
escogido por el pueblo que busca un cambio democrático.
Trino
Márquez
@trinomarquezc
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