Camilo Álvarez 11 de noviembre de 2022
El
48,3 % de los venezolanos consultados reportó en una encuesta del DANE, que en
su empleo ganó entre 140 y 204 dólares, mientras que el 17,7 % recibió entre 70
y 140 dólares. Además, el 92,1 % dijo que en el último mes no recibió ingresos
por concepto de horas extras.
A seis
años desde que empezaron a verse flujos masivos de migrantes de Venezuela hacia
Colombia, en la nación cafetera ya hay una población de casi 2,5 millones de
venezolanos. Sin embago, aún persisten las dificultades en materia de inclusión
laboral que impiden que los venezolanos puedan acceder a un empleo en igualdad
de condiciones que los colombianos.
Un estudio de la oenegé Dejusticia reveló que garantizar el derecho al trabajo para esta población constituye un reto para Colombia por las altas tasas de desempleo e informalidad, y los migrantes son expuestos con frecuencia a situaciones de abuso y explotación laboral.
“En
Colombia es muy común encontrar empleo de acuerdo con el sistema de referencias
que uno pueda demostrar, su experiencia", dijo a la Voz de
América Lucía Ramírez, investigadora de Dejusticia. "Muchas
personas cuando llegan a Colombia vienen de empresas que ya desaparecieron o
que no pueden certificar su experiencia, entonces no pueden demostrarle a sus
empleadores sus conocimientos y la experiencia que tienen”.
Cerca
de 7 millones de personas han salido de Venezuela, de las cuales el 36 %, unos
2,4 millones, se encuentra en Colombia, según la plataforma de Coordinación
Interagencial para Refugiados y Emigrantes de Venezuela (R4V).
Según
la oenegé, el proceso migratorio implica varios retos que dificultan la
integración laboral de los refugiados.
“Identificamos
tres barreras que enfrentan las personas migrantes venezolanas para acceder al
empleo: legal, de documentos y económicas", explicó Ramírez. "La
convalidación de títulos, las personas migrantes venezolanas tienen
dificultades para apostillar sus títulos de pregrado y postgrado en Venezuela,
y en el caso de los pocos que la logran, está el tema de los costos de la
convalidación aquí en Colombia. Entonces si bien se han hecho procesos para
agilizar estos trámites, no está claro cómo esto va a funcionar en el nuevo
Gobierno”.
En
muchos casos, según Dejusticia, la explotación laboral es recurrente. Una
persona venezolana trabaja en promedio más de 40 horas semanales y la brecha
salarial se acentúa.
“Las
personas venezolanas trabajan más horas, ganan un menor salario y no tienen
muchas veces las mismas condiciones que sus pares colombianos. Esto da lugar a
más discriminación y situaciones de explotación laboral”, indicó Ramírez.
Dejusticia
también destacó avances en el país, como la implementación del Estatuto
Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPMV), que ha mejorado el
acceso al empleo de la población migrante, pero agrega que aún persisten barreras
de desarrollos de emprendimientos que no solo limitan el acceso a un trabajo
decente, sino también su permanencia en el mismo.
“En el
caso de las personas que ante las dificultades de acceder ante un empleo formal
o porque tienen experiencia montando negocios independientes o quieren montar
un emprendimiento, tienen dificultades si no tienen un estatus migratorio
regular, porque no pueden inscribir formalmente su empresa ante las Cámaras de
Comercio o hacer los trámites legales necesarios", afirmó Ramírez. Tampoco
hay muchas fuentes de financiación para personas migrantes que deseen realizar
emprendimientos, dijo.
De los
migrantes venezolanos radicados en Colombia, aún faltan por acceder al Estatuto
Temporal de Protección ETPV alrededor de 800.000 personas, según cifras de
Migración Colombia.
Para
la representación de la Organización Internacional del Trabajo en Colombia,
OIT, la integración socioeconómica y la inclusión laboral de las personas
migrantes y refugiadas venezolanas es una de las tareas más importantes que
tendrá el país en los próximos años, dijo Martha Agudelo, representante OIT
Colombia.
“Colombia
ha sido tradicionalmente un estado expulsor de población migrante, no ha sido
un país receptor de migración, y que en este momento tenga flujos migratorios
tan altos lo ha llevado a tener un desafío en términos de reaccionar
rápidamente en desarrollos normativos, en la búsqueda de atención a esta
población migrante, en ofrecer garantías de derechos, en términos de esa
sensibilización que debería tener la ciudadanía”, comentó a VOA.
“Tener
migrantes o la llegada de migrantes a cualquier país le genera fortalezas,
crecimiento económico, desarrollo, por todo el aporte de sus capacidades y
competencias que ha adquirido y luego viene a desempeñar en el país que lo
acoge”, agregó.
De
acuerdo con la encuesta "Pulso de la Migración", elaborada por el
Departamento Administrativo Nacional de Estadística de Colombia, DANE, el 98%
de los migrantes encuestados manifestaron que trabajan en aplicaciones de
entrega de comida a domicilios, como Rappi y Ifood. Debido a la ausencia de
reglamentación de estas plataformas digitales en la legislación laboral
colombiana, los migrantes no cuentan con seguridad social.
“Se
necesitan garantías de seguridad social y ofrecer condiciones idénticas a la
población nacional en términos de poder acceder a rutas de empleabilidad, a
servicios de empleabilidad, a tener condiciones que les permitan estar afiliado
o vinculado a protección social, garantizar esa protección social, tener la
oportunidad de hacer transacciones financieras que son fundamentales, por
ejemplo en la vinculación formal, tener posibilidades de ahorro, tener la
garantía de vincularse con su núcleo familiar”, concluyó Agudelo.
Tomado
de: https://www.vozdeamerica.com/a/migrantes-venezolanos-colombia-mercado-laboral/6828979.html
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