La enseñanza de la historia es muy
semejante en todos los países: hechos de guerra, de conquista, de recuperación
después de las derrotas, de progreso material y económico… Cambian los nombres,
pero los hechos se parecen. Caudillos como Alejandro Magno, César Augusto,
Napoleón son admirados por sus conquistas. En definitiva, se ensalza la
violencia dominadora y se pone en sordina los actos humanitarios como los de la
madre Teresa de Calcuta o del futbolista senegalés Sadio Mané, que juega en el
Bayern de Múnich.
Los graves peligros para la raza humana
del futuro como la cultura consumista, la utilización de la energía fósil, la
contaminación de mares y ríos por el mercurio y los desechos tóxicos, no son
nombrados, no se los considera historia. Pero algo importante está ocurriendo
en la enseñanza de la historia en varios países como Australia y Estados
Unidos, donde hasta el año 2019 habían cambiado radicalmente la enseñanza de la
historia en 1.800 colegios y universidades. ¿En qué consiste el nuevo enfoque?
Nos lo presenta Agustín Udías sj., catedrático emérito de geofísica de la
Universidad Complutense de Madrid. Lo llama la Gran Historia (GH), de acuerdo
al iniciador de este enfoque, el historiador australiano David Christian en
1991.
La
GH es un enfoque unitario de la historia que integra la evolución cósmica del
universo desde el bigbang, la de la vida sobre la Tierra y la de la humanidad
hasta nuestros días, teniendo en cuenta todo lo que las diversas ciencias nos
dicen sobre ella. Se trata, por lo tanto, de una visión multidisciplinar para
comprender, desde los procesos que han tenido lugar desde el origen del
universo hasta lo que el hombre es hoy, en la presente época globalizante para
la que toma el término del Antropoceno, y su proyección al futuro. Es un
acierto este enfoque global de la historia desde el origen del universo para
superar los prejuicios nacionalistas a veces presentes en las historias
tradicionales. Este enfoque tiene muchos puntos de contacto con el pensamiento
de Teilhard de Chardin. Sobre la GH se ha establecido un proyecto educativo a
nivel universitario y de enseñanza secundaria, que se conoce como el Proyecto
Gran Ciencia (BHP), que actualmente se desarrolla en un gran número de
universidades y colegios por todo el mundo.1
Se trata de una visión multidisciplinar, porque la gigantesca evolución del universo –nada menos que 13.800 millones de años desde el bigbang– se explica mejor desde la interrelación entre la química, la física, la astronomía y la biología, que han dado origen a la vida unicelular y luego a la vida animal hasta llegar al homo sapiens actual. Esta evolución se puede explicar en términos más sencillos o más complejos, pero asombra a todo alumno inteligente.
Esa visión de la historia supera los
nacionalismos, todavía muy presentes en casi todos los países, aunque algo
atenuados por estructuras supranacionales como la Organización de Estados
Americanos (OEA), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión
Europea.
Creo que esa visión de la historia puede
contribuir mucho a que no surjan guerras como la actual de Rusia contra
Ucrania, a que no se vean obligados a emigrar tantos millones de seres humanos,
a que se reduzca el consumo de gas y gasolina, sustituido por energías no
fósiles, a que los gobiernos hagan lo posible por cumplir los acuerdos de las
COP (Conferencias de Cambio Climático).
Como dice Udías, este enfoque global
supranacional ya fue concebido por Pierre Teilhard de Chardin, el jesuita incomprendido
en su tiempo, que no vio publicar antes de su muerte en 1955 su obra más
visionaria: El fenómeno humano. Los que vivimos casi 80 años después debemos
rescatar este tipo de visiones globalizadoras, que son las únicas que pueden
salvar a la madre Tierra de su ocaso y destrucción.
Notas:
- Agustín Udías Vallina sj., La
“Gran Historia” (Big History) y el Antropoceno: Dos Nuevos Enfoques del
Pasado y el Presente”. Razón y Fe, 2019, t. 279, nº 1437, pp.71-80.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico