Por René Núñez, 06/11/2016
Cuando se publique esta columna de los miércoles, habremos ya bautizado
este libro de Eduardo Fernández en Ciudad Guayana. Me tocó presentarlo a la
comunidad guayacitana, una distinción que valoro mucho por el afecto,
admiración y reconocimiento intelectual, político, ciudadano y padre de
familia, que le profeso a su autor; uno de esos venezolanos valiosos,
incomprendido por las mayorías nacionales pero como pocos, en esto de la
política, uno de los de mayor coherencia en cuanto a pensamientos, acciones,
decencia pública y privada.
Un documento histórico, político-humano-social, que recoge la
autenticidad de una nación que “dejó de hacer” “dejó pasar”
decisiones fundamentales que pudieron haber anticipado las amenazas, los
riesgos y las secuelas de las que hoy sufren los venezolanos. No nos sorprende
para nada el secuestro de las instituciones, de la constitución y del ejercicio
democrático. Era predecible.
Igualmente, se desaprovecharon de manera irresponsable las
oportunidades económicas con un precio $100/barril de petróleo, cuyos ingresos
eran suficientes para haber adelantado con patriotismo e inteligencia la
transformación de los recursos materiales y humanos en progreso y desarrollo
humano. En calidad de vida integral.
Con “Aquí y ahora”, Eduardo nos vuelve a advertir del peligro presente
y futuro país, los cuales obligan a todos los sectores y actores
del sistema de libertades a ponerse de acuerdo.
“El Tigre”, como siempre, insiste en la Educación como prioridad
nacional. No hay otra, para resolver la crisis estructural. “Si ganamos la
batalla de la educación tendremos futuro, de lo contrario, seremos un
país tercermundista, irremediablemente”. “El futuro está en la materia gris no
en las materias primas”. Le agregaría, “ni en colores e ideologías”.
No cabe duda que la crisis moral se debe a que el estado y la
dirigencia no terminan de entender que la Educación es la prioridad
número uno en el plan de desarrollo de la nación, hoy desdibujado y desalineado
del espíritu constitucional y democrático.
Comparto con Eduardo, las razones de sobra que tenemos para protestar y
exigir cambio de gobierno y modelo político, económico social, pero, ello no
nos impide con la misma fuerza ética para reclamar una mejor oposición,
convertida en alternativa democrática sobra la base de una unidad y un consenso
nacional alrededor de los graves problemas básicos de la sociedad venezolana,
como lo son, entre otros: la inflación, el desabastecimiento, el alto costo de
la vida, la recesión económica, la inseguridad.
No se trata de un sueño sino de una agenda política realista que nos
una y no nos separe, orientada al fortalecimiento de la democracia, a la
separación de poderes, a la reactivación del aparato económico, a la atención
prioritaria de los grupos sociales más vulnerables; a la lucha integral contra
la inseguridad, al combate y derrota de la ignominia de la corrupción con
valores morales y éticos como cultura de vida.
Son, entre otros, temas que el libro nos plantea como reflexión
autocrítica país, donde los resultados hasta ahora alcanzados dejan mucho que
desear al compararlo con los de otros pueblos del mundo en materia de
prosperidad, seguridad y bienestar social.
La infortunada política de estos últimos 17 años de gobierno en
Venezuela, ha sido otro ejemplo demostrativo del fraude y engaño del socialismo
autoritario, el cual bajo la excusa de garantizar la distribución equitativa de
la riqueza y de las oportunidades, terminan controlando la economía y la
ciudadanía, negando sus libertades, irrespetando el derecho ajeno. Creando más
pobreza y desigualdades sociales.
“La política es diálogo. En donde no hay diálogo, no hay política. La
alternativa al diálogo y a la política es la violencia y la guerra. Cuando
fracasa la política, irrumpen la violencia y la guerra”. Eduardo Fernández.
Escuche a René los domingos, 8 a 9 am, en ONDA GLOBAL por www.onda973fm.com, Guayana
René Núñez
@renenunez51
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