Por Vanessa Davies
Los moderados de ambos
sectores deben buscar mecanismos de justicia transicional, garantizar que no
habrá persecución contra quienes dejan el poder y mantener un espacio político
para los que dejan el gobierno, propuso el director del Centro
¿Por qué un sector que tiene
el poder estaría dispuesto a perderlo, más aún si amenazan con perseguirlo y
cortarle la cabeza una vez que deje de gobernar? Apoyado en la teoría de
juegos, el profesor Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos
de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explicó que se necesitan
dirigentes moderados para que el diálogo entre el gobierno y la Mesa de la
Unidad Democrática (MUD) realmente aterrice y lleve a cambios.
El dilema del prisionero fue
el ejemplo que usó Alarcón para puntualizar que el país “necesita una
negociación que no es la que estamos viendo” entre los sectores políticos. En
esta encrucijada, se supone que dos personas pueden colaborar entre sí para su
mutuo beneficio, o tratar de sobrevivir mientras “hunden” al otro pero con un
resultado negativo para ambos. El mejor resultado lo obtendrían si ambos
cooperaran.
De acuerdo con el
investigador, el dilema del prisionero ejemplifica lo que sucede en Venezuela.
Para él, está claro que el gobierno nunca va a permitir que la oposición le
arrebate el poder, subrayó. Alarcón también recurrió al ejemplo del rey Salomón
–dos madres que se arrogan la maternidad de un bebé- para referirse a las
decisiones que toman los sectores políticos.
Asunto de costos
¿Qué incentivos tiene el
gobierno para negociar el poder?, se preguntó Alarcón este miércoles en la
noche durante la presentación del libro Transición democrática o
autocratización revolucionaria, editado por la UCAB. Según su análisis, para
que haya transición política en Venezuela el costo de salir de la presidencia
tiene que ser inferior al costo de mantenerse en el poder con represión. Y esas
condiciones, tal como lo analiza, no están dadas en Venezuela. El gobierno
montó el diálogo para bajar los costos de la represión.
Tanto en el gobierno como en
la MUD hay grupos radicales y grupos moderados, ilustró el investigador. Las
transiciones, apuntó, generalmente están en manos de los moderados, que pueden
resolver asuntos cruciales. A esos factores moderados les corresponde, enfatizó
Alarcón, buscar mecanismos de justicia transicional, garantizar que no habrá
persecución contra quienes dejen la primera magistratura y mantener un espacio
político para quienes se apartan del poder.
18-11-16
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