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sábado, 5 de noviembre de 2022

Venezuela : transición política… y petrolera, por Rafael Gallegos


Rafael Gallegos 04 de noviembre de 2022

Las vueltas que da la política. Luego de más de dos décadas colocándonos al comunismo, al Che, a Lenin, Mao y Fidel como los héroes del derrumbe del capitalismo, la mismísima “revolución” ha encendido velas por el descanso en paz del alma del socialismo del siglo XXI. Ya los exprópiese, las empresa parada empresa tomada, las estatizaciones, las invasiones a fincas pistola en cinto, y todas esas expresiones socialistas que hacían vibrar a los inocencios sin saber que los aplausos de hoy eran hambre para mañana, han sido sustituidos por el “oprobioso” capitalismo.

Los últimos acontecimientos, desde la bajada de los ojos de Chávez de algunos edificios, la sinceración del precio de la gasolina, la eliminación de los controles de precios, hasta la aceptación del “dólar criminal”, indican que ha comenzado una transición.

Nada nuevo bajo el sol. No se trata de que quieran acabar con este proyecto de poder. Más bien siguen la metamorfosis de todas las revoluciones autocráticas. Como en los comunismos soviético, chino y tantos otros, el capitalismo (autocrático) es la etapa superior de las revoluciones. Rusia y China hoy son capitalismos autocráticos. Descubrieron a tiempo que la salida para sus hambreadores sistemas socialistas es…  la transición hacia el capitalismo.

Venezuela

La “revolución” cumplió su primera etapa. Ya acabó con Pdvsa, Guayana, el agro, las industrias, las tarjetas de crédito, las hipotecas, el Metro, además disgregó a la familia venezolana por el mundo. La “revolución” logró, al revés que Midas (¿Sadim?) transformar en hiperinflación y en hambre todo el oro que tocaron. El producto interno bruto bajó… siete veces. Cumplieron  fielmente el desiderátum de destrucción que encierra este proyecto de poder made in La Habana.

Pero los agarró la vorágine de la destrucción. Están en la inopia. Su nuevo modelo capitalista requiere de inyecciones de dólares al sistema para evitar la recaída en la hiperinflación. Y  son tan pobres que ni siquiera pueden pagar las míseras utilidades en una parte, porque se devalúa drásticamente la moneda.

En Venezuela hay un intento de transición hacia el capitalismo autocrático. El problema para el gobierno es que no tiene dinero para efectuarla. ¿Y entonces?… la “revolución” – otrora dilapidadora y compradora de apoyos internacionales – está obligada a negociar… con el mismísimo imperio.

Habrase visto.

Ruta de la negociación

Se acabó el “socialismo”… hay pininos de un capitalismo autocrático… el gobierno requiere urgentemente dinero… la mejor forma de acceder a divisas es la reactivación de la industria petrolera… para reactivar la industria petrolera requiere capital transnacional serio (léase Shell, Exxon, BP, etc.)… miles de millones de dólares… la primera medida para atraer capitales, pasa por el levantamiento de las sanciones… Estados Unidos ha sido claro: no se levantan sanciones si no hay cambios democráticos (por ejemplo elecciones vinculantes, habilitación de candidatos presidenciales, libertad de prensa, liberación de presos políticos, justicia imparcial, etc.)…  a partir de la invasión rusa a Ucrania, Europa requiere diversificar sus fuentes de energía y una fuente importante a mediano plazo es Venezuela…

El mundo occidental necesita fuentes seguras de energía y Venezuela requiere dinero, mucho dinero.

La estrategia de Estados Unidos es cambiar sanciones por democracia…  y la del gobierno venezolano, simular que cambia para lograr divisas y mantener su poder.

Bajo este esquema, se asfalta la ruta a México.

¿Y la oposición venezolana?

La plataforma y algunos precandidatos están trabajando para sentarse a negociar en México y lograr medidas trascendentales.

Para llegar a Miraflores, es imperativo que los políticos opositores se unan (adelante por encima de las tumbas adelante), y logren un candidato unitario. Que coloquen a Venezuela por encima de sus intereses personales. Caso contrario, el gobierno ganará las presidenciales, aunque usted no lo crea, limpiamente.

Y sin echarle la culpa a nadie… que cada quien asuma su responsabilidad.

Para mantenerse en Miraflores es imprescindible un Acuerdo Nacional, y un Plan de Gobierno que obedezca a una Visión de País. Comencemos por elaborar la visión…

¿Y el petróleo?

Sin duda es el pivote del desarrollo de Venezuela en la transición, cuyo éxito pasa, sine qua non, por la implantación de una nueva industria petrolera.

La eliminación de las sanciones, por sí solas, apenas incrementaría la producción en unos pocos cientos de miles de barriles.

Para una verdadera reconstrucción de la industria petrolera debe haber un gobierno que genere confianza en los inversionistas, es decir, que ofrezca seguridad jurídica, separación de poderes, leyes adecuadas, bancos serios, respeto a los inversionistas. Los capitalistas buscan sitios donde se les garantice retorno de los miles de millones de dólares que podrían invertir. De lo contrario, se van con sus dólares para otros lares más seguros.

Por cierto, la “nueva industria petrolera” requiere que los venezolanos salvemos a Citgo. La irresponsabilidad de la “revolución” la colocó en manos de acreedores. Los petroleros democráticos- actual administración- han potenciado a la empresa (su valor se ha incrementado de 4500 MM$ a 14.000); pero sigue latente la posibilidad cierta de ser embargada.

¿Para qué sirve Citgo? Facilita la colocación de nuestros difíciles crudos en el mercado norteamericano,  y además nos da acceso importante a su sistema de mercadeo. Sería imperdonable perderla.

Como bien dice Horacio Medina, Citgo es indispensable para cualquier gobierno. Nosotros los ciudadanos debemos tomar conciencia y acción… forzar decisiones. ¡Salvemos a Citgo!

¿Venezuela potencia energética?

Llegó la hora de dejar de ver al petróleo como un ente aislado. Venezuela es una potencia energética. Petróleo, gas, refinerías, petroquímica, electricidad, hidroeléctricas, energía solar, energía eólica, captura y almacenamiento de carbono… hierro, aluminio…  todo debe ser conceptualizado en una cadena de valor.

Ningún país – ninguno- tiene todas estas facilidades.

Se debe conceptualizar un maravilloso Portafolio de Proyectos Energéticos. Es la única manera de aprovechar los cuantiosos recursos y catalizar un futuro próspero para Venezuela. Seguiremos insistiendo en Venezuela como potencia energética.

La transición política va paralela con la transición hacia una empresa petrolera próspera, y el petróleo debe ser visto como parte de una cadena de valor energética.

Hay que prepararse para la transición. Porque como dijo un político en los estertores de la república civil: la transición vendrá con nosotros, sin nosotros o contra nosotros.

Pilas y guáramo son nuestras primeras necesidades.

¡Ya está bueno!

PD: Tomaremos un descanso… hasta el 19 de noviembre.

Rafael Gallegos


 
 

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