Rafael Gallegos 04 de noviembre de 2022
Las
vueltas que da la política. Luego de más de dos décadas colocándonos al
comunismo, al Che, a Lenin, Mao y Fidel como los héroes del derrumbe del
capitalismo, la mismísima “revolución” ha encendido velas por el descanso en
paz del alma del socialismo del siglo XXI. Ya los exprópiese, las empresa
parada empresa tomada, las estatizaciones, las invasiones a fincas pistola en
cinto, y todas esas expresiones socialistas que hacían vibrar a los inocencios
sin saber que los aplausos de hoy eran hambre para mañana, han sido sustituidos
por el “oprobioso” capitalismo.
Los
últimos acontecimientos, desde la bajada de los ojos de Chávez de algunos
edificios, la sinceración del precio de la gasolina, la eliminación de los
controles de precios, hasta la aceptación del “dólar criminal”, indican que ha
comenzado una transición.
Nada
nuevo bajo el sol. No se trata de que quieran acabar con este proyecto de
poder. Más bien siguen la metamorfosis de todas las revoluciones autocráticas.
Como en los comunismos soviético, chino y tantos otros, el capitalismo
(autocrático) es la etapa superior de las revoluciones. Rusia y China hoy son
capitalismos autocráticos. Descubrieron a tiempo que la salida para sus
hambreadores sistemas socialistas es… la transición hacia el capitalismo.
Venezuela
La
“revolución” cumplió su primera etapa. Ya acabó con Pdvsa, Guayana, el agro,
las industrias, las tarjetas de crédito, las hipotecas, el Metro, además
disgregó a la familia venezolana por el mundo. La “revolución” logró, al revés
que Midas (¿Sadim?) transformar en hiperinflación y en hambre todo el
oro que tocaron. El producto interno bruto bajó… siete veces. Cumplieron
fielmente el desiderátum de destrucción que encierra este proyecto de poder
made in La Habana.
Pero
los agarró la vorágine de la destrucción. Están en la inopia. Su nuevo modelo
capitalista requiere de inyecciones de dólares al sistema para evitar la
recaída en la hiperinflación. Y son tan pobres que ni siquiera pueden
pagar las míseras utilidades en una parte, porque se devalúa drásticamente la
moneda.
En
Venezuela hay un intento de transición hacia el capitalismo autocrático. El
problema para el gobierno es que no tiene dinero para efectuarla. ¿Y entonces?…
la “revolución” – otrora dilapidadora y compradora de apoyos internacionales –
está obligada a negociar… con el mismísimo imperio.
Habrase
visto.
Ruta
de la negociación
Se
acabó el “socialismo”… hay pininos de un capitalismo autocrático… el gobierno
requiere urgentemente dinero… la mejor forma de acceder a divisas es la
reactivación de la industria petrolera… para reactivar la industria petrolera
requiere capital transnacional serio (léase Shell, Exxon, BP, etc.)… miles de
millones de dólares… la primera medida para atraer capitales, pasa por el
levantamiento de las sanciones… Estados Unidos ha sido claro: no se levantan
sanciones si no hay cambios democráticos (por ejemplo elecciones vinculantes,
habilitación de candidatos presidenciales, libertad de prensa, liberación de
presos políticos, justicia imparcial, etc.)… a partir de la invasión rusa
a Ucrania, Europa requiere diversificar sus fuentes de energía y una fuente
importante a mediano plazo es Venezuela…
El
mundo occidental necesita fuentes seguras de energía y Venezuela requiere
dinero, mucho dinero.
La
estrategia de Estados Unidos es cambiar sanciones por democracia… y la
del gobierno venezolano, simular que cambia para lograr divisas y mantener su
poder.
Bajo
este esquema, se asfalta la ruta a México.
¿Y la
oposición venezolana?
La
plataforma y algunos precandidatos están trabajando para sentarse a negociar en
México y lograr medidas trascendentales.
Para
llegar a Miraflores, es imperativo que los políticos opositores se unan
(adelante por encima de las tumbas adelante), y logren un candidato unitario.
Que coloquen a Venezuela por encima de sus intereses personales. Caso
contrario, el gobierno ganará las presidenciales, aunque usted no lo crea,
limpiamente.
Y sin
echarle la culpa a nadie… que cada quien asuma su responsabilidad.
Para
mantenerse en Miraflores es imprescindible un Acuerdo Nacional, y un Plan de
Gobierno que obedezca a una Visión de País. Comencemos por elaborar la visión…
¿Y el
petróleo?
Sin
duda es el pivote del desarrollo de Venezuela en la transición, cuyo éxito
pasa, sine qua non, por la implantación de una nueva industria petrolera.
La
eliminación de las sanciones, por sí solas, apenas incrementaría la producción
en unos pocos cientos de miles de barriles.
Para
una verdadera reconstrucción de la industria petrolera debe haber un gobierno
que genere confianza en los inversionistas, es decir, que ofrezca seguridad
jurídica, separación de poderes, leyes adecuadas, bancos serios, respeto a los
inversionistas. Los capitalistas buscan sitios donde se les garantice retorno
de los miles de millones de dólares que podrían invertir. De lo contrario, se
van con sus dólares para otros lares más seguros.
Por
cierto, la “nueva industria petrolera” requiere que los venezolanos salvemos a
Citgo. La irresponsabilidad de la “revolución” la colocó en manos de
acreedores. Los petroleros democráticos- actual administración- han potenciado
a la empresa (su valor se ha incrementado de 4500 MM$ a 14.000); pero sigue
latente la posibilidad cierta de ser embargada.
¿Para
qué sirve Citgo? Facilita la colocación de nuestros difíciles crudos en el
mercado norteamericano, y además nos da acceso importante a su sistema de
mercadeo. Sería imperdonable perderla.
Como
bien dice Horacio Medina, Citgo es indispensable para cualquier gobierno.
Nosotros los ciudadanos debemos tomar conciencia y acción… forzar decisiones.
¡Salvemos a Citgo!
¿Venezuela
potencia energética?
Llegó
la hora de dejar de ver al petróleo como un ente aislado. Venezuela es una
potencia energética. Petróleo, gas, refinerías, petroquímica, electricidad,
hidroeléctricas, energía solar, energía eólica, captura y almacenamiento de
carbono… hierro, aluminio… todo debe ser conceptualizado en una cadena de
valor.
Ningún
país – ninguno- tiene todas estas facilidades.
Se
debe conceptualizar un maravilloso Portafolio de Proyectos Energéticos. Es la única
manera de aprovechar los cuantiosos recursos y catalizar un futuro próspero
para Venezuela. Seguiremos insistiendo en Venezuela como potencia energética.
La
transición política va paralela con la transición hacia una empresa petrolera
próspera, y el petróleo debe ser visto como parte de una cadena de valor
energética.
Hay
que prepararse para la transición. Porque como dijo un político en los
estertores de la república civil: la transición vendrá con nosotros, sin
nosotros o contra nosotros.
Pilas
y guáramo son nuestras primeras necesidades.
¡Ya
está bueno!
PD:
Tomaremos un descanso… hasta el 19 de noviembre.
Rafael
Gallegos
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