Por Carlos Crespo
El pasado 30 de octubre se
instaló una “mesa de diálogo” entre el Gobierno y la oposición con la mediación
del Vaticano, la Unión
de Naciones Suramericanas (Unasur) y los expresidentes
Leonel Fernández (República Dominicana), José Luis Rodríguez Zapatero (España)
y Martín Torrijos (Panamá). El experto en resolución de conflictos, Marcos
Carrillos, y el politólogo Luis Salamanca explican cómo suelen funcionar este
tipo de mediaciones y los resultados que pueden salir del proceso de
negociación entre las partes.
¿Es un diálogo lo que ocurre
entre la oposición y el Gobierno?
El experto en resolución de
conflictos, Marcos Carrillo, sostiene que lo que se está dando es un
“proceso de mediación” entre las partes en el que un tercero con legitimidad
para ambos bandos, en este caso el estado del Vaticano, facilita la
comunicación. “Eventualmente podría conformarse un grupo de mediadores o de países
amigos”, indicó.
¿Cuáles son los requisitos
para un proceso de este tipo?
Carrillo indicó que existe
un proceso de “predialogo” en el que se deben establecer agendas: “En primer
lugar, debe haber unos gestos de buena fe de las partes. Esos gestos son para
vencer la desconfianza mutua. En los casos de las dictaduras debe haber gestos
del régimen liberando presos políticos. Asumiendo las condiciones que la
oposición ha solicitado”. Agregó que una vez que las partes consideran que se
construyó cierta confianza se establece una agenda de trabajo sobre diversos
puntos como lo pueden ser las elecciones, las instituciones y el ámbito
económico y social. “Debe haber un trato respetuoso y esas agendas deben ser
manejadas en diferentes mesas de trabajo”, agregó.
¿Se han cumplido los
requisitos del proceso de mediación hasta el momento?
No en su totalidad. El
proceso de negociación se inició con gestos de las partes. El Gobierno puso en
libertad a cinco presos políticos, mientras que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD)
difirió el juicio político que adelanta contra Nicolás Maduro en la Asamblea
Nacional (AN) y suspendió la marcha hacia el palacio de Miraflores que había
convocado para el 3 de noviembre. También se instalaron cuatro mesas de
diálogo, que son presididas por uno de los mediadores y tienen un representante
de cada bando. En ellas se abordan temas como las elecciones, el reconocimiento
mutuo de los poderes, la posibilidad de que se reciba ayuda humanitaria, entre
otros. Sin embargo, el Presidente Maduro violó el acuerdo del 30 de octubre de
“disminuir el tono de agresividad” de los discursos al calificar a los
integrantes de Voluntad Popular (VP) de “terroristas” y amenazar con cárcel a
su coordinador nacional, Freddy Guevara.
¿Cuánto duran los procesos
de diálogo?
El tiempo de estos procesos
es variable. Por ejemplo, en Colombia las conversaciones con las FARC duraron 4
años y los acuerdos ahora son revisados luego de que fueran rechazados en un
referendo. “En el caso venezolano una negociación de largo alcance no tendría sentido.
Se busca el retorno a la democracia en corto plazo”, explicó Carrillo. La MUD
puso un plazo a las conversaciones indicando que si no hay resultados concretos
para el 11 de noviembre se levantarán de la mesa. “Las partes son las que
deciden cuánto tiempo debe durar la negociación con base en sus expectativas”,
agregó Carrillo.
¿Qué papel tiene los
mediadores cuando una de las partes viola los acuerdos?
Carrillo señaló que el papel
de los mediadores en este sentido es limitado. Explicó que estos son, más que
nada, unos facilitadores en las conversaciones entre ambas partes. “Puede haber
un tipo de labor discreta y confidencial, para no exacerbar los ánimos,
llamando a la moderación”. Añadió que en ocasiones se conforman grupos que
velan por el cumplimiento de los acuerdos alcanzados.
¿Cómo están integradas las
“mesas temáticas” del diálogo?
El representante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV),
Elías Jaua informó que las mesas quedaron conformadas de la siguiente manera:
la mesa electoral, presidida por Omar Torrijos, está integrada por Carlos
Ocariz (MUD) y Jorge Rodríguez (PSUV), la mesa económica-social en la que están
Jaua y el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús “Chúo” Torrealba, está
presidida por el expresidente Leonel Fernández (República Dominicana). La
relacionada con Derechos Humanos, encabezada por la Santa Sede, la integran
Delcy Rodríguez y Timoteo Zambrano. Finalmente, en la instancia encargada del
“Respeto al Estado de Derecho y soberanía nacional”, dirigida por el
expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, están Luis Aquiles Moreno y
Roy Chaderton.
¿El diálogo significa el
abandono de la protesta de calle?
No. Tanto Carillo como el
politólogo Luis Salamanca señalaron que la oposición no debe descuidar su
estrategia fuera de la mesa de diálogo, tanto en el ámbito internacional, como
en el institucional a través del Parlamento, como en la movilización de calle.
“En la medida que tenga el poder en la AN y en la calle, en esa misma medida va
a ser más fuerte en el diálogo. Mientras la oposición muestre más fortaleza
fuera de la mesa de diálogo, más fuerte será dentro de ella”, apuntó Carrillo.
Salamanca agregó que la oposición debe tener una estrategia “multipropósito
para todo evento. No responder tema por tema porque te agotas. Se trata de una
estrategia de aquí a dos años”.
¿Qué busca la oposición?
La oposición ha evidenciado
que su propósito es que el Gobierno regrese al “hilo constitucional”. Esto se
traduce en la realización de elecciones a corto plazo: ya sea que se retome el
referendo revocatorio, o se realicen elecciones generales. Como gestos que
apuntan en esta dirección se pidió la repetición de las elecciones
parlamentarias en Amazonas y la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE)
para diciembre. También exigen el respeto a la AN como poder autónomo, la
liberación de los presos políticos y la apertura de un canal humanitario para
atender la escasez de medicina y alimentos.
Ambos analistas indicaron
que la oposición busca agotar todas las posibilidades pacíficas para lograr el
cambio político. “Para los dirigentes de la MUD, el diálogo es un ambiente
natural para actuar, no algo excepcional, que solo se hace mediante operativos
especiales, que es lo que ocurre con Maduro, en donde incluso hay que movilizar
a organizaciones, países y personalidades para conversar”, expresó Salamanca.
¿Qué busca el Gobierno con
el diálogo?
El Gobierno no ha dado
mayores detalles de sus intenciones en las conversaciones. El integrante del
PSUV, Héctor Rodríguez, ha sostenido que esperan que con el diálogo la
oposición abandone el “camino de la violencia” y se incorpore a la agenda
económica del Ejecutivo para ayudar a resolver las crisis del país.
Tanto Carrillo como
Salamanca dudan del compromiso del Gobierno en las conversaciones y creen que
este busca ganar tiempo. “El Gobierno no gana nada, lo que hace es alargar su
agonía, sabe que va a perder si se hace alguna elección”, señaló Salamanca. Por
ello insisten en que la oposición debe estar lista para retomar otras
estrategias en el caso de que no se lleguen a acuerdos. “No puedes abandonar
nada, deben insistir y estar muy activos en todos los mecanismos. Deben tener
cuidado de que la gente no se desilusione en exceso y crear un enfoque, una
hoja de ruta contundente que sea comprensible para la gente”, concluyó
Salamanca.
Foto: AVN
06-11-16
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