Eddie A. Ramírez 04 de octubre de 2022
El
pasado día 29, Maduro declaró, impúdicamente, que “Hemos preparado un plan
especial para dotar a maestras y maestros de un bolso de cuero y ofertarle
zapatos escolares subsidiados».
La respuesta no se hizo esperar. Desconocemos si esos zapatos son de cartón, como los del Manacho de la canción, pero Elsa Castillo le contestó a Maduro. La valiente docente y dirigente sindical, lo acusó de no pagarle a los educadores lo que les debe y de imponer totalitariamente los zapatos y bolsos que deben usar los docentes.
“A
cada docente le debes más de mil seiscientos días de salarios, con eso podemos
comprarnos los zapatos que nos dé la gana, no los que tu decidas, en la tienda
que nos dé la gana, no aceptamos regalos porque el erario público no es para
que tú hagas regalos en Venezuela, ni en el exterior”. Mientras
tanto, ¿qué puede hacer la dirigencia opositora para que se respeten los
derechos de los docentes, de los otros gremios y de los venezolanos en general?
Sería
injusto decir que nuestra dirigencia permanece pasiva y que no está consciente
de que la única salida a la crisis social, económica y política es la
sustitución del régimen por un gobierno democrático con una visión
diametralmente diferente a la actual. El punto a discutir es si lo que están
haciendo es acertado para poner fin a la usurpación. Pareciera que algunos
aplican aquello de que piano piano, va lontano, es decir sin prisa
para poder llegar lejos. Otros predican que es necesario ir a galope tendido, o
sea a toda prisa. Quizá el problema no es la velocidad, sino el camino a
tomar.
Algunas
preguntas deberían tener una respuesta sin ambigüedades por parte de la
dirigencia. ¿Tenemos un plan para cambiar el rumbo del país? ¿ Será posible
presentar un candidato aceptable para la mayoría? ¿Ese candidato debería ser
seleccionado en elecciones primarias? ¿Aceptaría medirse con el actual
Consejo Nacional Electoral (CNE)?
El
Plan País fue en trabajo intenso iniciado en el 2018, con participación de más
de 600 compatriotas de los partidos políticos, de la sociedad civil y expertos
en cada uno de los once temas estudiados. Fue presentado a inicios del 2019 por
el presidente interino Juan Guaidó y por la Asamblea Nacional electa en el
2015. Es un documento valioso, sin embargo, pareciera que la dirigencia política
no lo promueve, da la impresión de estar engavetado. Por otra parte, hace
falta resumir lo fundamental en unas cuantas líneas que lleguen a todos los
ciudadanos. A la mayoría le interesa poco cómo se recuperará la industria
eléctrica, ni cómo se aumentará la producción de los hidrocarburos y de la
agricultura, sino cuál será la dirección y el compromiso para
disminuir la pobreza, la desigualdad, mejorar los servicio públicos, controlar
la inflación y erradicar la corrupción. Es decir, hay que divulgarlo más entre
los formadores de opinión y simplificar su presentación para el gran público.
Sobre
la escogencia del candidato de la democracia, todo indica que, a falta de una
personalidad que aglutine a la mayoría, no queda otra opción que ir a
elecciones primarias; además, a estas alturas pareciera que los ciudadanos
desean tener participación en la elección del candidato. Si es así, para
realizar las primarias hay que cambiar el paso de morrocoy e ir a galope
tendido. Caso contrario nos llevará la corriente como al camarón.
Todos
los precandidatos que se asoman nos merecen respeto, aunque las encuestas
indican que no tienen gran aceptación e incluso algunos tienen elevado
rechazo. Desde luego, cualquiera de ellos es mejor que Maduro, y eso tienen
que entenderlo los electores. Ojalá que quienes tienen poca opción, abandonen
sus legítimas aspiraciones para facilitar el proceso. También sería deseable
que varias organizaciones políticas y de la sociedad civil postulen a un mismo
candidato, sea dirigente político o independiente.
Todavía
los partidos deshojan la margarita sobre si las primarias deben ser o no con la
infraestructura del Consejo Nacional Electoral. Hay argumentos a favor y en
contra. El punto a considerar es que la elección presidencial tendrá que ser
con el CNE, con sus pros y sus contras. Predicar que sería sin este organismo
es crear falsas expectativas. Por varias razones, quizá las primarias en el
exterior tendrían que ser sin la infraestructura del CNE. Es importante la participación
en las primarias de los venezolanos en el exterior, no solo porque es un
derecho, sino que debe ser una importante herramienta de presión al CNE para
que tome las acciones para organizar la elección presidencial en el
exterior. Este es un derecho que hay que luchar.
Respetamos
a quienes insisten en que no se debe votar porque Maduro no es presidente o
porque el CNE no fue electo legalmente. Ojalá analicen si hay otra opción
viable para salir del régimen. A los dirigentes, el mensaje de quienes somos
ciudadanos de a pie, simples opinadores de tribuna, es que tienen que entender
que la salida del régimen se dificulta con los dimes y diretes entre ustedes,
así como las indecisiones. El tiempo apremia. Millones de personas como Elsa se
los exigimos.
Como
(había) en botica: La decisión del intercambio de presos hay que
analizarla desde el punto de vista de Biden. Para él, los ciudadanos de su país
son como su familia, la cual le importa más que un par de malhechores. Desde
luego, el factor electoral pesó mucho. El ciudadano estadounidense apreciará
que su presidente se preocupa por sus ciudadanos. También hay que considerar
que es preferible que un criminal esté en libertad a que un inocente esté
preso. En el pasado, nuestros presidentes democráticos sobreseyeron o
indultaron a terroristas y asesinos. No debe interpretarse como una
claudicación ante Maduro. Desde luego, no nos gusta la decisión porque los dos
narcotraficantes sobrinos de Cilia se valieron del poder para sus fechorías.
No justificamos la decisión de Biden, sino que tratamos de explicar el
porqué de la misma. ¿Maduro ganó algo? ¡Nada!, cedió unos presos que quería
retener y le entregaron unos sobrinos de su esposa que todo el mundo sabe son
delincuentes. Lamentamos el fallecimiento de Rosendo Armando
Gutiérrez, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol ¡ No más prisioneros
políticos, ni exiliados!
Eddie
A. Ramírez
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