Páginas

lunes, 31 de julio de 2023

La trata de personas crece y preocupa en Venezuela, por @CorreodelCaroni


Las autoridades, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y agrupaciones de derechos humanos muestran preocupación ante el crecimiento de la trata de personas en Venezuela, un flagelo que se diversifica con el tiempo y afecta cada vez más a las víctimas, especialmente mujeres en zonas fronterizas.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno, que creó un consejo presidencial en julio de 2021 para combatir este delito, la ONU criticó el retraso en la publicación de un plan nacional para enfrentar la trata de personas y otros riesgos, como la rápida captación de niñas para la explotación sexual por esclavistas modernos.

El Día Mundial Contra la Trata de Personas, que se conmemora el 30 de julio, llega sin que Venezuela haya presentado los informes sobre el tema que debería haber entregado en los últimos dos años, lo que dificulta contar con cifras precisas sobre las víctimas.

Aunque no hay datos oficiales, existe el convencimiento de que este delito atrapa cada día a más venezolanos, especialmente aquellos que viven en condiciones de pobreza.

Muta y se expande

Diversas ONG locales, extranjeras y agencias de la ONU se unieron para enfrentar el tráfico de migrantes, las ofertas engañosas de empleo, la explotación sexual y otras prácticas de los tratantes.

Integrantes del grupo de oenegés reportaron a EFE casos de personas que abandonan el país en embarcaciones hacia países vecinos, como Trinidad y Tobago, Aruba, Bonaire y Curazao, donde son esclavizadas por proxenetas que captan víctimas de diversas regiones del país.

“Las mujeres jóvenes, adolescentes y niñas continúan siendo el grupo más vulnerable, con fines de explotación sexual”, sostienen las organizaciones de ayuda.

La ONG Cáritas recibió grupos de venezolanas deportadas de Trinidad y Tobago, muchas de ellas heridas o embarazadas tras ser explotadas sexualmente en ese país insular.

El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) alertó sobre el aumento de estos casos en zonas del sur del país dedicadas a la minería ilegal, fronterizas con Brasil y Colombia.

Actuación institucional

Por su parte, la ONU solicitó al Estado venezolano “combatir” esta situación e “investigar todas las denuncias de formas contemporáneas de esclavitud”, y exhortó a la creación de una ley específica y exhaustiva contra la trata de personas.

Gobiernos y organizaciones humanitarias estiman que aproximadamente 7 millones de venezolanos han emigrado desde 2015, lo que genera movimientos fronterizos constantes y crecientes, facilitando así la acción de traficantes de personas que se aprovechan de la vulnerabilidad de los migrantes.

El Ejecutivo busca frenar la emigración masiva, mientras que las instituciones estatales se aliaron con las Naciones Unidas para desarrollar manuales de prevención y acción contra la trata de personas.

La Fiscalía desmanteló algunas redes de trata, pero las ONG alertan sobre la necesidad de enfrentar más casos y brindar mayor protección a las víctimas.

En 2021, el Gobierno publicó un plan nacional contra la trata de personas que involucra a varios ministerios y al Tribunal Supremo de Justicia, pero los defensores de las víctimas destacan la necesidad de seguir fortaleciendo los esfuerzos en esta lucha.

Tomado de:

Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los mas leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.


Cómo cultivar toneladas de batatas con una simple raíz de supermercado, por @ecoinventos


La batata, también conocida como camote o boniato, es una especie vegetal increíblemente versátil y resistente. Puedes encontrarla en diferentes variedades, algunas más dulces, otras menos dulces, algunas de color morado y otras anaranjadas. Todas pertenecen al mismo género, Ipomoea, y su cultivo sigue las mismas pautas.

La Batata: Un Tesoro en Tu Jardín

Cultivar batatas en tu jardín es una de las mejores decisiones que puedes tomar: es un cultivo altamente productivo, fácil de cultivar y extremadamente nutritivo. A diferencia de la papa, otro tubérculo muy conocido, la batata supera en propiedades nutritivas, con un alto contenido de potasio, vitamina A y fibra. Además, tiene un bajo índice glucémico, lo que la convierte en un vegetal recomendado para personas con diabetes tipo 2.

El proceso de cultivo de la batata es bastante sencillo. Comienza a fines del invierno, ya que la batata no tolera bien el frío. Puedes comenzar con una batata comprada en el supermercado y sumergirla en agua hasta que comienzan a salir los primeros brotes, lo que puede llevar entre una y dos semanas. Para multiplicar la producción, se recomienda cortar el tubérculo a la mitad de forma longitudinal y mantener ambas mitades sumergidas en agua.

A la semana, las primeras hojas comenzarán a aparecer. Es vital que los recipientes en los que se cultivan las batatas reciban luz brillante, aunque no necesariamente directa. Deben renovar el agua con frecuencia y, después de tres semanas, cuando los tallos hayan crecido con vigor, pueden plantarse en tierra.

El tipo de tierra para cultivar batatas debe ser suelta y rica en nutrientes, por lo que se recomienda el uso de compost. Si piensas plantar en macetas, asegúrate de que estas tengan un buen drenaje. Después de la plantación, es esencial regar bien y mantener la tierra húmeda. La planta necesita al menos seis horas de sol al día para garantizar una cosecha abundante.

A medida que la planta crece, no se necesita mucho mantenimiento, ya que la batata es resistente a la mayoría de las enfermedades y plagas. Cuando comienza el frío del invierno, la planta comenzará a secarse, señal que indica que es hora de cosechar. Si vives en un clima tropical, puedes cosechar después de seis o siete meses.


Durante la cosecha, es importante manejar las plantas con cuidado para evitar dañar los tubérculos. Asegúrate de guardar algunos tubérculos para replantar y así mantener un ciclo de producción constante. Cultivar batatas es, sin duda, una tarea gratificante: con un poco de paciencia y cuidado, tu jardín puede convertirse en un verdadero tesoro de batatas.


El cultivo de batatas es una actividad fascinante que te permite disfrutar de una deliciosa y nutritiva hortaliza directamente de tu jardín. No sólo es una planta fácil de cultivar, sino que su cosecha es abundante y su valor nutricional inigualable. Te invitamos a experimentar y descubrir todo lo que este maravilloso cultivo puede aportar a tu huerto casero.

Tomado de:

Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los mas leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.


Con mentalidad de solución / Ramón Guillermo Aveledo @aveledounidad

 


Trabajo de la política es procesar tensiones, resolver conflictos y generar equilibrios. Los mejores políticos lo intentan, con mentalidad de buscar construir soluciones. Otros, se me dirá con razón, pareciera que hacen lo contrario, es decir que maniobran para complicar las cosas y alejar las soluciones, de modo de imponer un desenlace que han prefigurado en función de su interés personal, partidista o ideológico. Pero esos no serían buenos políticos, pueden ser malos políticos o incluso antipolíticos, porque la imposición unilateral es característica de las antipolíticas, así en plural, porque las hay de izquierda, de derecha, oscilantes y antipolíticas “puras” que no tienen otro propósito que el poder por el poder puro.

Ocho de cada diez venezolanos quiere un cambio político. Sus razones abundan y no son ocultas ni misteriosas. Están en la cotidianidad nacional. A ese dato hay que agregar que del resto, esos dos a quienes el cambio no les parece buena idea, es de donde salen quienes controlan el gobierno y el Poder Legislativo nacionales, así como el Tribunal Supremo y los órganos de los poderes Ciudadano (Contraloría, Fiscalía, Defensoría del Pueblo) y Electoral. Esa no es toda la realidad, pero es esencial a nuestra realidad.

Ese es el problema principal de los venezolanos hoy. Tarea de los líderes o aspirantes a serlo del ochenta por ciento de la población, es viabilizar ese cambio, mientras previsiblemente, la de los dirigentes del veinte por ciento es impedirlo. Es innegable que los primeros no han logrado su cometido y que los segundos, hasta la fecha, se han salido con la suya. Pero la situación de país empeora, la emigración no cesa, la vida de los venezolanos es mera supervivencia o apenas un poco más que eso, pues debe superar, diariamente, obstáculos diversos, algunos con la reaparición briosa de problemas que habíamos dejado atrás o en cuya solución habíamos avanzado, aunque de modo desigual de acuerdo a las regiones y a los sectores sociales. Así que el “empate catastrófico” y ni siquiera la pulverización de la oposición resuelven la cosa porque, no nos engañemos, esta manera de concebir la lucha por conservar el poder o por alcanzarlo, necesitará siempre de enemigos a los que culpar y para cuyo combate haya que convocar a “los buenos”, vale decir los míos.

En la política (y no en la antipolítica) es donde hay que buscar las soluciones. Soluciones para procesar las tensiones que existen y existirán, resolver los conflictos presentes y futuros y generar equilibrios que disminuyan los efectos de las diferencias y provean modos más seguros, por menos inciertos, de afrontar tensiones y conflictos.

Bien haría el grupo en el poder en plantearse esto seriamente. Se lo aconsejan sus amigos y aliados en la región como Lula o Petro y con juvenil ímpetu Boric. Y es lo que le dijeron en Bruselas, fuera de los flashes y los besitos en la mejilla, los líderes de Europa. Todas democracias constitucionales respetuosas de los derechos humanos, con independencia de la tendencia ideológica de quien gobierne ahorita o pueda gobernar la semana que viene que para eso hay elecciones.

Delirios lacustres / Gregorio Salazar @goyosalazar

 


De punta en blanco y envuelto en los efluvios fétidos que emanaban del Lago de Maracaibo, Nicolás Maduro hizo un gran anuncio: el gobierno, «luego de recibir diversas denuncias» (Correo del Orinoco dixit), pondrá en marcha un Plan Especial de Atención, Descontaminación y Recuperación del reservorio lacustre más grande de América del Sur y el vigésimo tercero más grande del mundo.

Fue necesario, sí, que se recibieran las denuncias para emprender este plan que seguramente, y de acuerdo al discurso siempre grandilocuente del régimen, será: eficiente, seguro y superior. No bastaban, por lo visto, los largos años de denuncias de los ambientalistas, las dramáticas fotografías de la agonizante fauna del lago, las tortugas y los pobres buchones embadurnados de petróleo, las quejas de los pescadores, arruinados por los derrames petroleros y enfermos por las consecuencias de la eutroficación y la salinización del lago, uno de los grandes símbolos de la zulianidad, hoy convertido en una espesa cuenca maloliente y verduzca de 13 mil kilómetros cuadrados.

Pues parece que efectivamente es así: el régimen ha descubierto que el lago está contaminado y a su rescate vienen en cambote el general Reverol, el ministro del petróleo, alguien dedicado al «ecosocialismo», otro de la acuicultura, el mismo ex ministro expropiador de fincas, y la presidenta de la Gran Misión Venezuela Bella, Jackeline Farías.

Hombre, pero para qué tanta gente, sin con la última del cambote, artífice de la proeza saneadora y purificadora del rio Guaire, donde la élite roja y Daniel Ortega saborearían un suculento sancocho, se bastarán y se sobrarán para llevar a cabo la sorprendente cruzada ambientalista que prometen.

En esa particular creencia de que la lengua de todo prócer de la «revolución bolivariana» tiene un poder taumatúrgico, Maduro se lanzó a recitar nombres de encumbrados personeros de su entorno, como si eso garantizara el milagro de la misión que dice proponerse y que muy difícilmente, ya lo sabemos, cumplirá.

¿Conocerá Maduro que el Lago de Maracaibo es uno de los ecosistemas más estudiados de la historia de Venezuela, sobre el cual se conocen desde hace más de medio siglo todas las fuentes de su contaminación y sobre lo cual se diseñaron los proyectos más técnicos y acabados?

En 1985 el Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam) calculó que recuperarlo costaría 832 millones de bolívares. Así, 232 millones debían invertirse en la ejecución de la primera parte y otros 600 millones las plantas de tratamiento.

Para ese entonces se conocía a cabalidad las fuentes contaminantes, que no era solamente la industria petrolera, como parece la limitada visión de Maduro. En aquel entonces 4 mil litros de aguas negras por segundo eran derramadas al lago, y otras tantas descargas aniquilantes venían de la industria petroquímica, los mataderos, la industria del plástico, las tenerías, la industria láctea, las bloqueras, la industria metalúrgica y hasta las termoeléctricas, entre otras.

Del naufragio a la esperanza, por SJ. Luis Ugalde


SJ. Luis Ugalde 29 de julio de 2023

Muy pocos dudan de que Venezuela necesita un cambio profundo y una muy exigente reconstrucción. En eso coinciden los que simpatizaron con el “socialismo del siglo XXI” y los que se opusieron a él. En su reciente reunión la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) recogía este consenso en apretada síntesis: “Nos preocupa la pobreza generalizada; las fracturas de las familias producto de la migración forzada de millones de venezolanos; el creciente número de niños, adolescentes y adultos mayores desnutridos, con sus irreversibles secuelas para su vida; la inequidad social y económica; el deterioro de los servicios públicos y de salud; el desmantelamiento de las industrias básicas; la falta de seguridad jurídica; la corrupción administrativa e impunidad generalizada; las limitaciones para la movilización por la falta de combustible y de transporte; el deterioro ecológico de extensas áreas, que afecta principalmente a los pueblos indígenas; el control que en algunas zonas ejercen diversos grupos irregulares armados. Así mismo, la violación de los derechos humanos y políticos que lleva consigo persecución, inhabilitación, represión, torturas y supresión de libertades. Igualmente, la gravísima crisis educativa que se manifiesta, entre otras cosas, en la deserción escolar y docente, los bajos salarios de los maestros y profesores, el deterioro de las infraestructuras escolares” (Nº 6 y 7).

El efecto Robin Hood, por @Paugamus


Paulina Gamus 30 de julio de 2023

@Paugamus

Yo no corrompí a nadie, ellos ya eran corruptos” 

Marcelo Odebrecht al ser liberado tras dos años y medio en prisión.

El escándalo por los multimillonarios sobornos que la empresa brasilera Odebrecht repartió casi urbi et orbi, provocaron destituciones, encarcelamientos, fugas, extradiciones y hasta suicidios. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, Venezuela es el país que más dinero recibió en sobornos por parte de Odebrecht; entre 2006 y 2015. Once obras públicas fueron contratadas por esta constructora y están paralizadas.

El Departamento de Justicia sostiene que el gobierno de Venezuela recibió al menos 98 millones de dólares en sobornos. Los 98 millones estarán depositados por sus anónimos beneficiarios en paraísos fiscales o en los bancos que se han prestado para blanquear operaciones delictivas. Los delincuentes son como se llama a los ladrones en Italia, Il soliti ignoti (los desconocidos de siempre).

El terrible pronóstico de HRW sobre la selva del Darién antes de que termine 2023, por @VersionFinal


Versión Final 29 de julio de 2023

@VersionFinal

El 20% de la población que cruza la espesa y peligrosa selva son niños que, en muchos casos, hacen la travesía sin la presencia de sus padres o son separados de ellos durante las caminatas.

¡Atención! El 2023 cerrará con una alarmante cifra de 400,000 personas dispuestas a cruzar la peligrosa selva del Darién en su intento de alcanzar Estados Unidos. Así lo pronosticó Martina Rapido Ragozzino, asistente de investigación de la ONG Human Rights Watch (HRW), quien advierte sobre esta dramática situación, respaldándose en estadísticas proporcionadas por el Gobierno de Panamá.

En el primer semestre de este año, cerca de 200,000 personas ya han atravesado esta inhóspita jungla, según reveló Rapido en una entrevista con Buenos Días por VPItv.

A la espera: migrantes recién llegados a Nueva York pasan la noche a la intemperie, por @DiarioTalCual


TalCual 30 de julio de 2023

@DiarioTalCual

Grupos de migrantes recién llegados a Nueva York, Estados Unidos, pasaron la noche del sábado 29 de julio a la intemperie y en autobuses aparcados frente a un hotel de Manhattan.  El hotel, que se emplea para darles alojamiento, se quedó sin espacio. Los medios locales informaron que pequeños autobuses con capacidad para unas 15 personas comenzaron a llegar este fin de semana al hotel Roosevelt

Grupos de migrantes recién llegados a Nueva York, Estados Unidos, pasaron la noche del sábado 29 de julio a la intemperie y en autobuses aparcados frente a un hotel de Manhattan

Según reportó EFE, el hotel, que se emplea para darles alojamiento, se quedó sin espacio. Los medios locales informaron que pequeños autobuses con capacidad para unas 15 personas comenzaron a llegar este fin de semana al hotel Roosevelt para ofrecer, principalmente hombres solteros, un espacio para poder refrescarse en plena ola de calor en la ciudad.

Thomas Piketty ataca de nuevo: Sobre «Capital e ideología», por @Febbro


Eduardo Febbro 29 de julio de 2023

@Febbro

Thomas Piketty vuelve sobre el capital y la desigualdad, ahora poniendo el acento en la ideología y las retóricas dominantes y proponiendo algunas alternativas al capitalismo contemporáneo.

«Todos los hombres nacen y permanecen libres e iguales», enuncia la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Ciudadano firmada de 1789 y ratificada por la Organización de las Naciones Unidas en 1948. El economista francés Thomas Piketty, autor del famosísimo El Capital en el Siglo XXI (dos millones y medio de ejemplares vendidos en todo el mundo) entrega una minuciosa y demoledora exploración sobre esa ilusión igualitaria en el último libro que acaba de publicar en Francia: Capital et idéologie [Capital e ideología].

Como la precedente, esta obra consta de 1.200 páginas, se apoya en la historia del mundo y en una forma renovada de emplear las estadísticas para ofrecer un vertiginoso recorrido desde el presente hasta los orígenes de las desigualdades. Allí donde se mire, sea cual fuere la época y el régimen político, la desigualdad es una constante a lo largo de la historia de la humanidad cuyo principio o justificación responde, según Thomas Piketty, a una «ideología». Ese es la esfera central en torno a la cual se mueve toda la reflexión del libro: «la desigualdad es ideológica y política». En ningún caso es una cuestión «económica o tecnológica», y, menos aún, como lo alega desde hace décadas la derecha liberal, sus causas son «naturales».

Abriendo Puertas con Jesús María Casal, Presidente de la Comisión Nacional de Primarias, por @venevision

 

Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los más leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.



LA LEVADURA EN LA MASA, por @hablarcondios




Francisco Fernández-Carvajal 30 de julio de 2023

@hablarcondios

— Los cristianos, como la levadura en la masa, están llamados a transformar el mundo desde dentro de él.

— Ejemplaridad.

— Unión con Cristo para ser apóstoles.

I. Nos enseña el Señor en el Evangelio de la Misa1 que el Reino de Dios es semejante a la levadura que tomó una mujer y mezcló con tres medidas de harina hasta que fermentó todo. Aquellas gentes que escuchaban las palabras del Señor conocían bien y estaban familiarizadas con este fenómeno, pues lo habían visto muchas veces en los hornos familiares. Un poco de aquella levadura guardada desde el día anterior podía transformar una buena masa de harina y convertirla en una gran hogaza de pan.

En esta semejanza que nos pone el Señor hemos de considerar en primer lugar lo poco que es la levadura en relación a la masa que debe transformar. Siendo tan poca cosa, su poder es muy grande. Esto nos permite ser audaces en el apostolado, porque la fuerza del fermento cristiano no es simplemente humana: es la misma fuerza del Espíritu Santo que actúa en la Iglesia. También el Señor cuenta con nuestras poquedades y flaquezas. «¿Acaso el fermento es naturalmente mejor que la masa? No. Pero la levadura es el medio para que la masa se elabore, convirtiéndose en alimento comestible y sano.

domingo, 30 de julio de 2023

Los orígenes del café y la leyenda del pastor y sus cabras, por @DirectoalPalad1


PINTXO

No, los orígenes del café no se encuentran en un señor con bigote y sombrero que va con su asno por el monte cogiendo frutos de café, tampoco ese señor se llama Juan Valdez. El señor que descubrió el café fue un pastor de cabras y se llamaba Kaldi. O por lo menos esto es lo que cuenta una de las leyendas.

Cuenta la leyenda que Kaldi sacaba sus cabras a pastar por las abruptas laderas de Kaffa, en Abisinia. Un día sus animales se extraviaron y, tras mucho buscar, los encontró. No tardó en percatarse de que las cabras se hallaban en un estado de agitación extraña. ¿Será por los frutos rojos de esos arbustos que están comiendo?, se preguntó. Intrigado, un día decidió probar él mismo aquellas bayas.

Pronto notó que él también estaba inquieto y esa noche le costó conciliar el sueño. El pastor lo contó en su pueblo y el immam de una mezquita próxima se interesó por aquellos frutos silvestres. Decidió probarlos en infusión y comprobó que podía mantenerse despierto toda la noche. De esta manera, decidió dar la bebida a sus discípulos para que se mantuviesen despiertos durante la oración nocturna. Después, el boca a boca propagó sus efectos hasta nuestros días.

Sea como fuere el verdadero origen del café, lo que se sabe a ciencia cierta es que su consumo empezó en Etiopía, de allí se extendió el consumo al resto del mundo musulmán y en 1583, Léonard Rauwolf, un médico alemán recién llegado de un viaje de diez años por Oriente Medio, fue el primer occidental en describir el brebaje:

Una bebida tan negra como la tinta, útil contra numerosos males, en particular los males de estómago. Sus consumidores lo toman por la mañana, con toda franqueza, en una copa de porcelana que pasa de uno a otro y de la que cada uno toma un vaso lleno. Está formada por agua y el fruto de un arbusto llamado bunnu.

Gracias a este alemán los mercaderes sirios y venecianos introdujeron al café en Europa Occidental. Hasta nuestros días.

Tomado de:

Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los mas leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.


El investigador que usa la ciencia para defender al Bosque de Agua en México, por @MongabayLatam


por Estefanía Cervantes

El biólogo sueco-mexicano Víctor Ávila Akerberg ha dedicado su carrera a estudiar sobre conservación y restauración ecológica. Todo ese conocimiento hoy lo aplica en su misión de proteger el Bosque de Agua, una de las zonas forestales más importantes para el centro de México.

El Bosque de Agua es un corredor biológico que provee de grandes servicios ambientales a más de 37 municipios de tres estados. Pese a su importancia, esa región boscosa es una de las más amenazadas por la tala ilegal y el avance de la mancha urbana.

Víctor Ávila Akerberg vivió su infancia y adolescencia entre la gran biodiversidad de los bosques de Suecia, donde nació su madre, y la selva tropical de la Huasteca en San Luos Potosí, una región que forma parte de la Sierra Madre Oriental mexicana, donde nació su padre. Gracias a ello, interactuó con muchas clases de animales —desde alces hasta tortugas y culebras— y se rodeó de mucha vegetación, lo que desarrolló su amor por la naturaleza.
Cuando se graduó de la preparatoria, tomó un año sabático y se inscribió a un curso intensivo sobre Medio Ambiente en Estocolmo. Esas clases lo llevaron a sus recuerdos y a su regreso a México, comenzó su carrera de Biología, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en 1996.

Desde su licenciatura y maestría (ambas de la UNAM), hasta su doctorado en la Universidad de Friburgo, en Alemania, y su estancia postdoctoral en Suecia, el trabajo de Ávila se ha centrado en el manejo y la conservación de los recursos naturales, la biodiversidad, el turismo rural sustentable y la educación ambiental.

Una de las riquezas más valiosas que posee este bosque es el agua, y de allí su nombre: Bosque de Agua. Su valor equivale a más de 65 mil millones de pesos mexicanos (3,880 millones de dólares) al año. Foto: cortesía Víctor Ávila Akerberg

Un lugar en el centro de México ha sido el protagonista de sus investigaciones y actividades: El Bosque de Agua, un corredor biológico que abarca más de 230 000 hectáreas de zona forestal y que se extiende por los límites de tres de los estados más urbanizados en la región central del país: Ciudad de México, Estado de México y Morelos.

Ávila ha estudiado la importancia de los servicios ecosistémicos de la cuenca del río Magdalena, una de las más importantes del Bosque de Agua. El investigador ha analizado la calidad forestal en la zona y ha realizado estimaciones del almacenamiento de carbono en el lugar.

Actualmente, trabaja en llevar la educación ambiental desde temprana edad. Ahí ha logrado difundir su trabajo con más de 30 000 niños, un gran capital para su idea de sumar más voces a las causas de defensa del medio ambiente y la conexión de las personas con la naturaleza y su cultura. En esa causa, el biólogo se ha convertido también en un activista que busca conservar y defender una región que abastece de agua a tres ciudades del país.

En entrevista para Mongabay Latam, el investigador cuenta sobre sus investigaciones dentro del Bosque de Agua, su activismo, la importancia del corredor biológico y los logros y retos que ha enfrentado en su camino para rescatar este espacio natural.

En las prácticas de campo, los estudiantes universitarios aportan desde su conocimiento y suelen unirse a proyectos de conservación. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

—¿Qué lo motivó a trabajar en temas de conservación?

—Durante la carrera hice varias prácticas de campo, pero cuando estaba por terminar, en el año 2000, fuimos a la Isla Tiburón, una reserva ecológica mexicana en el Golfo de California, de la mano del profesor Rodrigo Medellín, conocido como el “Batman” de México, gracias a su trabajo con los murciélagos. Lo que más me impresionó fue la relación del pueblo originario de la zona, los Seris, con la biodiversidad que habita la isla y la importancia del trabajo de conservación que desde ese entonces llevaban a cabo integrantes de la comunidad junto a los científicos.

Esta visita fue pesada, ya que estuvimos una semana en un lugar desértico, sin gente a nuestro alrededor y con temperaturas de más de 40 grados centígrados. Pero puedo decir que definió, en gran medida, el rumbo de mi carrera hasta ahora.

El Bosque de Agua contiene lagunas y ríos que dotan del líquido a las grandes ciudades. Paraje Laguna Seca en Isidro Fabela, en el Estado de México. Foto_ Cortesía de Víctor Ávila Akerberg

—Usted tiene 22 años trabajando en la región del Bosque de Agua, ¿cómo terminó allí y qué detonó que se dedicara a investigar su biodiversidad?

—Al salir de la carrera de Biología en la UNAM, durante varios años investigué la caracterización de la vegetación de la cuenca del río Magdalena, en la alcaldía de Magdalena Contreras de la Ciudad de México; esta zona es como el corazón del Bosque de Agua. Y empecé aquí por una razón en particular: mis padres han vivido gran parte de su vida en esa alcaldía, siguen ahí, entonces existe un vínculo importante con la zona y lo que la rodea. Ya después, con el resto de las investigaciones científicas que he hecho fui enfocándome en otras regiones del bosque como, por ejemplo, la del norte, en la presa de Guadalupe.

Gracias a una invitación para un proyecto, conocí a más personas y nos sumamos para trabajar de lleno en la región. Como el proyecto era transdisciplinario, nos dimos cuenta de la importancia de hacer la labor con un enfoque de continuidad y crear todo un corredor protegido y así, desde hace aproximadamente cuatro o cinco años, hemos trabajado en la idea de la región del Bosque de Agua, que son más de 230 000 hectáreas de bosque que recorren tres estados de la República en la región centro y que se conectan entre sí, formando entonces un gran corredor biológico.

—¿Cuáles han sido los principales hallazgos en el Bosque de Agua?

—Junto con colegas, hemos realizado trabajo científico desde distintos enfoques. He investigado cuáles son las zonas de autenticidad forestal, es decir, las que no son de prioridad para la restauración. En este caso, hice un mapeo sobre la zona del Bosque de Agua para dar prioridad a los espacios más perturbados.

Culebra listonada de montaña, especie Thamnophis sp. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

También, gracias a una beca para estudiar mi maestría sobre restauración forestal en Alemania, fui trabajando el concepto de “evaluación de la calidad de los bosques” que, en ese entonces, no era muy conocido. Esta evaluación integral me ayudó a tener en cuenta qué tan bien conservados o no están los bosques y así buscar estrategias de restauración, en particular en el suroeste del bosque, que es donde limita con la Ciudad de México. Lo bonito de este tipo de “valoración” es también integrar aspectos naturales con los sociales y espaciales y descubrir sus servicios ecosistémicos.

Actualmente, trabajo mucho en el tema de la educación ambiental de la mano de mi esposa, Tania González Martínez, quien también es bióloga y está interesada en la situación. Nos hemos acercado a escuelas rurales para aplicar encuestas y entrevistas con los estudiantes y así conocer qué saben del bosque y qué piensan de su conservación. Lo que aprendemos de estos resultados es que los conocimientos que las y los estudiantes han obtenido de las zonas naturales que les rodean, vienen desde sus abuelos, por ejemplo. Esas encuestas y entrevistas demuestran esa transmisión y la necesidad de proteger dicho aprendizaje. También, vamos midiendo esa curiosidad por conocer más y por buscar tener una incidencia en la defensa del bosque.

Uno de los ejes en el trabajo del científico Víctor Ávila ha sido la educación ambiental en los municipios que habitan el Bosque de Agua. Foto cortesía Víctor Ávila Akerberg

—¿Cómo han ayudado esas investigaciones para la defensa del bosque?

—Hemos generado información de calidad sobre muchos temas. Tratamos de tener un enfoque integral. No nos cerramos a que haya sólo trabajo de plantas, y con ello se ha generado mucha información básica en términos biológicos, pero también en términos culturales. Siempre tratamos que los estudiantes se enfoquen en conocer y rescatar las percepciones, los conocimientos, las inquietudes de la gente y todo esto representa el conocimiento tradicional. Por ejemplo, cuando hay investigaciones de tesistas, buscamos que haya un objetivo para tratar de transferir esta información y que le llegue a más gente y que se traduzca en una infografía, en un pequeño video, un documental, en algunas publicaciones de redes sociales.

Con esto, ahora ya contamos con muchos datos que nos pueden ayudar a hacerle frente a diferentes luchas o tener los argumentos para luchar por la conservación de algún espacio.

—Ya que la región Bosque de Agua está en gran medida rodeada de áreas urbanas de gran magnitud (Ciudad de México, Cuernavaca y Toluca) y que, incluso, hay zonas del bosque dentro de dichas ciudades, ¿cuáles son las principales amenazas que tiene este ecosistema?

La amenaza tiene que ver con que se quiere continuar la expansión urbana y tomar más espacios de ese territorio del Bosque de Agua. Me parece absurdo cómo no hay controles suficientes de gobernanza para evitar que esto siga creciendo porque no podemos llenar de cemento estos espacios; si eso pasa, ya no vamos a tener los diferentes beneficios de los ecosistemas.

Tiradero irregular en Isidro Fabela que provoca contaminación en arroyos. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

También es una amenaza el que lo vemos como separado, por un lado la ciudad, por otro lado el monte y la gente rural. En las ciudades no se dan cuenta de la gran dependencia que tienen hacia estos espacios y el gran impacto que tienen las formas de consumo en la ciudad.

—Para metrópolis tan grandes como la Ciudad de México, ¿cuál es el mayor beneficio que se genera con una buena salud del bosque?

—Principalmente el uso del agua. Y por eso el nombre, porque es real que en esta zona se capta la mayor parte del agua que se consume en las tres urbes que lo rodean: la Ciudad de México, Cuernavaca y Toluca.

Mucha agua (que se consume en la Ciudad de México) la traemos desde fuera, con el Sistema Lerma Cutzamala, hasta un 30 %, lo que requiere mucha energía y es agua de otros territorios. Si no hubiéramos deteriorado el Bosque de Agua y si tuviéramos una buena infraestructura en la Ciudad de México, no habría necesidad de traerla desde allá.

El agua es uno de los principales aportes, pero no nos damos cuenta de la importancia de la producción de oxígeno, la captación de CO2, el que sea un espacio enormemente rico en términos biológicos y que haya espacios recreativos.

El Bosque de Agua no sólo se llena de valores ambientales, de acuerdo con Víctor Ávila, sino también los sociales y culturales. Foto: cortesía Víctor Ávila Akerberg

También está la importancia de quienes históricamente han tenido presencia en estos territorios, que son cuatro grupos originarios: los otomíes, los mazahuas, los náhuatl y los tlahuicas. El trabajo con ellos ha permitido rescatar el conocimiento tradicional para conservar y defender el bosque. Es importante a nivel económico, pero también es algo no utilitario, intangible, que nos da identidad, nos da arraigo, nos genera vinculación y conexión con la naturaleza.

Conservar en comunidad

—En la zona del corredor biológico del Bosque de Agua hay 21 áreas naturales protegidas y 37 municipios que tienen sus propias problemáticas y que cuentan con personas que manejan esas zonas. ¿Cómo es impulsar trabajos de conservación en una zona tan amplia y diversa?

—Siempre se ha tratado de colaborar e incluirlos. Obviamente, no siempre se tiene buena respuesta. Hicimos un seminario y un libro que se llamó Científicos y sociedad en Acción por la biodiversidad y la sustentabilidad del Bosque de Agua ​​ de la Megalópolis de México y ahí invitamos a autoridades locales y, en este caso, hubo respuesta de algunos y de otros no, entonces falta más integración.

No siempre ha sido fácil a nivel local, nos acercamos y les decimos: “Aquí estamos, aquí está la información para que les sirva” y les damos una plática. Y de repente, lo toman en cuenta y les interesa, pero luego hay otros factores, como el tiempo, y nos cuesta mucho trabajo tratar de sumar. Pero yo digo: “Estoy aquí para sumar” junto con toda esta información y que sirva para la mejor toma de decisiones a nivel local.

El biólogo realiza prácticas de campo con sus estudiantes universitarios en el Bosque de Agua, para difundir entre ellos su valor natural. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

—En su artículo “Participación social y educación ambiental para la conservación. Un estudio de caso con niños y jóvenes de una zona rural periurbana”, explica la relevancia del papel de las niñas y niños para salvaguardar zonas tan necesarias como la región Bosque de Agua. ¿Cómo ha sido el trabajo con las infancias?

—Todo esto lo hago en conjunto con mi esposa y mucha más gente que nos apoya, no es un trabajo solitario. En algún momento sentimos la necesidad de compartir la información que estábamos generando para la academia y se nos ocurrió que las escuelas podrían ser una buena trinchera. Por eso empezamos este proyecto en 2013 y ahora trabajamos en ocho municipios del norte del Bosque de Agua y hemos logrado acercarnos a más de 30 000 niñas, niños y jóvenes. Es pesado, pero muy enriquecedor. Hacíamos las pláticas, investigábamos el impacto a través de cuestionarios y realizamos concursos de carteles. Esto también permitía que las familias se involucraran, que era lo que al final queríamos. Les pedimos a los tomadores de decisiones de las zonas que fueran los jueces para también generar un diálogo con ellos. Ha sido difícil medir el impacto, pero es una dinámica que funciona y que ayuda a entender lo que estos chicos, este sector de la población está pensando, está percibiendo.

Tecolote colimense, de la especie Glaucidium palmarum. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

—¿Cuál ha sido hasta ahora la participación infantil en el proyecto?

—Aunque creo que hace falta todavía más participación de niños y jóvenes, sí hay ejemplos del involucramiento que ya tiene este sector de la población, como en San Francisco Magú, en la región norte del Bosque de Agua, donde hubo un festival ahí por la primavera y salieron las y los niños a marchar con pancartas para manifestarse por la protección del bosque. Fue muy lindo, porque pudimos ver el impacto que ha tenido. Decían: “Casas no, bosque sí”. Fue increíble.

También, por ejemplo, en junio reunimos a 15 jóvenes, entre 20 y 30 años, de los diferentes territorios del Bosque de Agua e invitamos a especialistas. La idea fue desarrollar sus capacidades, darles herramientas y todo para que tengan más elementos de cómo enfrentar estos temas de biodiversidad, el cambio climático y sustentabilidad. Con todo esto, vamos a armar un nuevo libro, un documental para narrar y visibilizar las historias de vida y que nos cuenten, desde su enfoque, lo que está pasando en sus espacios. Y así, ellos nos ayuden a ser replicadores y trabajar en conjunto.

Ajolote de arroyo de montaña, de la especie Ambystoma altamirani. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

Ciencia y activismo

—Uno de los temas que ha denunciado desde la academia, pero también desde su activismo en los últimos años ha sido el del proyecto inmobiliario Bosque Diamante, que pretendía derribar 200 000 árboles de encino en el municipio de Jilotzingo, en el Estado de México —zona que se ubica dentro del Bosque de Agua—, y construir 20 000 casas. ¿Cómo ha sido la participación de la ciudadanía de Jilotzingo y zonas cercanas para proteger y conservar el bosque?

—Este tema ha sido preocupante, con altibajos y con muchos retos, sobre todo para lograr que la comunidad se sume. Al inicio, veían el tema como una oportunidad económica y fue difícil romper con ese esquema. Fuimos hasta las asambleas ejidales a platicarle a la gente sobre el tema y aunque sí ha sido complicado hacer partícipe a la comunidad de todas estas problemáticas, han ayudado las publicaciones en redes sociales que se viralizaron, lo que nos permitió a acercarnos a otra gente y a otros lugares. Hicimos una petición en Change.org para hacer más visible este problema y se ha unido gente admirable con amor por su territorio, su postura es auténtica y están a favor del bien común y de la naturaleza.

Ha sido voluntario y también riesgoso, muchas veces decidimos no dar la cara o que no apareciera nuestro nombre. Lo hacemos por mantener el espacio natural sano y obviamente, con el enojo y con la indignación de que sabemos desde un principio que esto se hizo mal, de forma irregular y con permisos ilegales. Ese malestar también nos mueve.

Una de las especies de ranas que habitan el Bosque de Agua es la Dryophytes plicatus, conocida como rana arborícola. Foto_ Cortesía Víctor Ávila Akerberg

—En este caso del proyecto inmobiliario Bosque de Diamante, ¿qué se ha logrado gracias al trabajo comunitario y académico para defender esa parte del Bosque de Agua?

—En primera instancia, frenar el proceso de construcción a través de amparos y juicios. Y ello, en cierta medida, ha sido porque tenemos datos que nos pueden ayudar a hacerle frente y tener argumentos sociales y científicos ante esas personas con intereses económicos.

En este caso, gracias a que teníamos ya cierto conocimiento avanzado sobre toda la biodiversidad que caracteriza estos espacios, sobre los llamados servicios ecosistémicos (que mejor deberíamos llamarles beneficios ecosistémicos o contribuciones de la naturaleza de las personas y ser menos egoístas menos antropocéntricos) y a la vinculación con las comunidades, pudimos ayudar a generar una demanda y responder las preguntas periciales dentro del juicio. Por ejemplo, cuestionamos cuál era el valor rentable de esos 19 000 condominios ante la relevancia del bosque y sus beneficios ecosistémicos y, ante ello, realizamos un cálculo monetario del costo del agua que llueve y se filtra en el bosque y demostramos que anualmente, el valor del servicio ambiental de la zona se traduce a más de 65 mil millones de pesos mexicanos (es decir, más de 3,880 millones de dólares), lo que también manifiesta la relevancia del bosque para ciudades como la capital del país, que cada vez más se van quedando sin agua.

Bosque de Pinus hartwegii, municipio de Isidro Fabela, Estado de México. Foto: cortesía Víctor Ávila Akerberg

—¿Cuál ha sido el principal reto en su trabajo como biólogo y activista para defender el bosque?

—Entre algunos que existen, es terminar de entender mucho de la dinámica social y ambiental del lugar y, muy importante, también es comprender cómo romper con la indiferencia de mucha gente que no se da cuenta de la gran importancia de esta región. Pero sobre todo combatir la indiferencia de las autoridades. Hemos logrado tocar puerta en Palacio Nacional, en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y con quienes estén por involucrarse en las próximas elecciones gubernamentales.

—¿Cuál es la principal meta a lograr en el Bosque de Agua?

—Una de las metas es generar nuevos instrumentos de política pública que favorezcan las actividades del buen trabajo en el campo, de agroecología, de un aprovechamiento sustentable del bosque y al final, todo esto tiene que estar bien fortalecido para que la gente retome esta conexión con el campo, con la naturaleza.

Laguna en Llano de la Orca, municipio de Jilotzingo, Estado de México. Foto: Cortesía Víctor Ávila Akerberg

Tomado de:

Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los mas leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.


Revisar el rumbo / Simón García @garciasim

 


El crecimiento del apoyo a María Corina comunica a la oposición sensación de victoria, lo cual es bueno. Pero hay que eludir el espejismo que oculta que hasta ahora se trata de un avance que se soporta fundamentalmente en las franjas opositoras duras.

Además de la coherencia con una posición de enfrentamiento radical al régimen, hay otros elementos que suman en los progresos de la candidata. Se podrían distinguir cuatro.

Uno, es que expresa un reagrupamiento de la oposición que considera a la vía electoral como un recurso para plantearse la liquidación del régimen

Dos, un discurso de enfrentamiento al régimen que se corresponde con el profundo rechazo de la población al gobierno.

Tres, un manejo eficiente de su campaña en las redes. Cuatro, la percepción de María Corina como la cara contraria de la oposición convencional.

La euforia por el ascenso de la candidata aconseja revisar el rumbo para evitar la repetición de decisiones que evaporaron anteriores intentos de cambio. Un riesgo que permanece porque los dirigentes se negaron a examinar la causa de los fracasos y comenzaron una nueva política sin un debate que permitiera comprender por qué se dejó atrás la estrategia abstencionista, la Salida, el mantra, el poder paralelo, el golpe y la rebelión popular.

Quedan remanentes de esas políticas responsables de la pérdida de oportunidades de cambio y del divorcio de los partidos con el país real. Sus condicionamientos se mantienen vivos en una oposición que considera más importante ordenar su fila por el tamaño de sus integrantes que concertar fuerzas diversas para asegurar un resultado electoral exitoso.

Esa implícita renuncia a ganar la presidencia del país explica la sustitución del objetivo de la primaria: ya no es el mecanismo para escoger al candidato presidencial sino para la consagración de un líder único de la oposición con un formato caudillista que debería disparar las alarmas.

La apuesta de fondo es ganar con votos. Hay que asegurarse que ninguna figura política tenga el privilegio de bloquear la vía electoral y abonar terreno para llamar de nuevo a la abstención el 2024 y tener en la cartera un choque frontal por el poder.

El chavismo está en su peor momento histórico. En sus propias bases sube el descontento y la exigencia de cambio está tomando en el país el lugar del rechazo retórico.

A esa debilidad del gobierno no se le debe responder con un esquema ustedes o nosotros, que lo unifica y volvería a situar la confrontación en el terreno de las armas.

Álvaro Sotillo: “Las imágenes vienen desde el poder hacia abajo” / Hugo Prieto @prodavinci

 


En una casa del barrio El Guarataro, en el sector Nuevo Mundo, nació y vivió hasta el año 2000 Álvaro Sotillo*. Esa casa fue donada a la Compañía de Jesús. Actualmente, sirve de albergue para los alumnos de la red escolar Fe y Alegría, que vienen del interior a Caracas a proseguir sus estudios universitarios. El apego al barrio fue removido de raíz por la delincuencia. “Me tuve que ir, porque yo vivía solo y cuando llegaba en las noches encontraba las gavetas abiertas, sabía que los ladrones se habían metido en la casa”. 

Sotillo creció en una familia de músicos y docentes. Nunca se sintió marginado y su contacto con las artes fue progresivo y natural. La precariedad económica tampoco fue un obstáculo para que encontrara, primero en la Escuela de Artes Plásticas y luego en el Museo de Bellas Artes, lo que ha sido una carrera excepcional en el diseño gráfico.  

Coincidieron, entonces, una serie de hechos y circunstancias que encontraron a Sotillo en el lugar y el momento preciso para que la chispa de la creatividad y el talento provocaran el estallido de una transformación que cambió para siempre el diseño en todas sus variantes —arquitectónico, industrial, gráfico—. Sotillo, como otros artistas de su generación, encarna una tradición y las bondades de una inversión enorme que, a partir de 1936, sirvió para crear la institucionalidad republicana que alguna vez despertó envidia en toda América Latina. Sotillo hizo estudios en Artes Plásticas Aplicadas, en la Escuela Cristóbal Rojas, y prosiguió su formación en el Instituto de Diseño Neumann, una iniciativa de Hans y Lotar Neumann, así como en el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE). 

El siglo XX fue para Europa una desgracia, pero para América Latina fue una bendición. Muchos intelectuales y artistas, de todas las disciplinas, emigraron a este continente y transformaron la cultura latinoamericana. Uno de ellos fue Gerd Leufert, su maestro. ¿Podría decirme qué fue lo que más le impactó de su personalidad, de su obra, de su capacidad de trabajo? 

Tal como veo las cosas hoy, mi generación fue afortunada, en el país se produjo una alineación de muchas cosas. A partir de una serie de políticas, Venezuela empezó a modernizarse; el país se abrió a la inmigración europea y uno de esos intelectuales que llegó acá fue Leufert, después de una experiencia traumática. Él era de origen lituano, pero se formó en la Academia de Bellas Artes de Munich. Hizo sus estudios con Fritz Helmut Emcke, una eminencia que revolucionó la pedagogía del diseño. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, Leufert se quedó sin identidad, era un apátrida. Alemania lo reconocía como lituano, pero los rusos ya habían desaparecido a su país. Él consiguió un pasaporte de la Unesco para un solo viaje, y el viaje lo hizo a Venezuela. Pero antes, Leufert había alcanzado el cargo de director del estudio de Emcke, ya le habían dedicado un artículo en la revista Gebrauchsgraphik. Él venía con un currículo muy sólido.  

¿A qué edad llegó Leufert a Venezuela?

A los 37 años. A él lo entrevistaron (en idioma inglés) en McCann Erickson, la agencia de publicidad que llevaba la cuenta de la Standard Oil en todo el mundo (y de la Creole, en Venezuela). En el acto lo nombraron director de Arte. Pero la publicidad no era lo suyo, duró un año y conoció a Gego, su compañera de toda la vida. Ellos se retiraron a Talma, en el litoral central, a rehacer sus vidas como artistas. Gego y Hans Neumann crearon un grupo de trabajo. Hans tenía una conciencia y una visión del país tremenda. Fue uno de los fundadores, junto con su hermano, del INCE y era muy sensible a todo lo que era la especialización técnica. Obviamente, necesitaba personal especializado para el desarrollo de sus ideas industriales. Un oficio de la visualidad que está asociado a los sistemas de producción. Hans y John Lange crearon la revista M. A mí me pareció un visionario extraordinario. Cuando yo conocí a Leufert, él ya había hecho una exposición impactante en el Museo de Bellas Artes. Ahí nos hizo tomar, a varios de mi generación, la decisión de ser diseñadores. El libro Visibilia que él hizo era todo un trabajo especulativo de formar sintéticas, como una estética de la emblemática. Yo era proclive a esa personalidad, a esa influencia. Yo me retiré de la Neumann y él me pidió que fuera su asistente en el Museo de Bellas Artes. 

¿Qué diría de su carácter?

Fuerte y extraordinariamente ético, con el oficio, con el trabajo. Cuando Miguel Arroyo lo captó para ser el diseñador del Museo de Bellas Artes, Leufert tenía propuestas mucho más lucrativas en el campo de la publicidad. El rechazó todo eso, a pesar de que los sueldos en la administración pública eran extraordinariamente precarios. Sin embargo, durante diez años, él fue el diseñador y el curador (del gabinete de Estampas) del museo. Era muy disciplinado, había que estar en la oficina a las 7:30 am. Nunca llegué tarde, es un récord que tengo en mi vida. 

¿Le inspiraba miedo?

No. Yo también tenía una estructura disciplinada. 

Álvaro Sotillo por Alfredo Lasry | RMTF.

¿Cómo era la relación entre ustedes? Hubo fricción y choque de ideas.

Yo creo que esa es la relación entre un maestro y un discípulo. Todas esas complejidades. Yo trabajé muchísimo tiempo con él. Diez años. Él era muy estratégico en general. Sabía inscribir su oficio y sus tareas en las instituciones públicas, muchas de ellas se estaban formando. Así que había un ambiente proclive. Lo acompañé a varias presentaciones, sobre todo en instituciones, pero también en empresas privadas, siempre me llamó la forma en que organizaba su discurso. 

¿En qué momento le entregó un proyecto para que se defendiera usted solo? ¿Qué expectativas le generó ese hecho?

Leufert se retiró en 1973 del Museo de Bellas Artes y yo ocupé su cargo como diseñador hasta 1976, año en que me convertí en agente libre. Ya mi relación con él y con Gego era como familiar. Había un afecto muy profundo. Yo seguía visitándolo y ayudándolo con ciertas tareas. Un día me reuní con Hanni Ossott a instancias de Gego, porque ella tenía una exposición pendiente en el Museo de Bellas Artes. Yo quiero que tú y Hanni me hagan el catálogo de esa exposición. Aquí tienen todo mi archivo a su disposición. Tienen toda la libertad, hagan lo que quieran con eso. En ese momento, pensé, me están graduando. Nosotros estructuramos todos los contenidos, pero estábamos aterrados. 

¿Le costó mucho? ¿Fue su tesis de grado?

Sí, yo todavía estoy contento con ese librito. Ellos —Leufert y Gego— estaban fascinados, entre otras cosas, porque crearon muchas pautas para la comprensión del trabajo de Gego, a partir de ese catálogo. Fue más allá del diseño y de cómo comprender el trabajo creativo de una persona tan compleja. 

¿La procedencia de un barrio como El Guarataro le aportó algo a su trabajo? 

El Guarataro es un barrio muy complejo, de una violencia extraordinaria, tanto política como delictiva. Pero siento que la precariedad económica no afectaba la posibilidad de acceder a la cultura. La familia Albuja, nuestros vecinos, eran todos docentes. La hermana mayor llegó a ser viceministra de Educación. Allí vivía la mamá de Rodolfo Izaguirre. Mis tías me llevaban todos los domingos a los conciertos del Teatro Municipal. Mis dos tías eran melómanas y tenían una biblioteca increíble. Una de ellas estudió medicina y la otra era profesora de inglés. Más allá, tenías a una familia violenta, cuyos hijos habían sido asesinados por la policía en persecuciones. En esa realidad mixta vivías un drama y la verdad es que no sé cómo explicar eso. Cuando entré a la Escuela de Artes Plásticas, me encontré con gente que compartía mi vocación. No me sentí marginado o como alguien que invadía un ambiente. Fue una incorporación progresiva y natural. Pero el barrio me producía una seducción, además de un apego afectivo, emocional. Quizás lo mejor que me quedó fue la humildad. 

Muy necesaria en estos tiempos, en los que predomina una combinación de prepotencia e ignorancia. 

Es la que más vemos, ¿no?