ÁNGEL ALVARADO 28 de julio de 2023
@AngelAlvaradoR
“El hecho de que se vendieran los cargos
creaba incentivos para los oficiales de poder recuperar su inversión a
cualquier modo posible (…) lugares como México, Perú o Bolivia donde existía un
gran entramado colonial institucional son aquellos que, también hoy, la gente
percibe con más corrupción” (…) “Mazatlán, Huatulco, Bahía de Banderas, todos
esos fueron puertos que eran usados para el contrabando y que después
florecieron cuando el comercio se legaliza”, palabras de Jenny Guardado,
Profesora Asistente de la Universidad de Georgetown - Centro de Estudios
Latinoamericanos, en conversación con el economista venezolano, Ángel Alvarado.
La
historia colonial latinoamericana nuevamente toma espacio en Ceteris
Paribus a través del trabajo de Jenny Guardado quien es
profesora de la Universidad de Georgetown. Entre sus investigaciones resalta la
venta de cargos públicos en Perú y el comercio ilegal en México durante el
período colonial.
Con
la bienvenida, el economista y anfitrión Ángel Alvarado inició
contextualizando, “la corrupción y los mercados ilegales tienen raíces
profundas en América Latina. La venta de cargos públicos y el contrabando
tiene un origen colonial y las consecuencias de estas prácticas persisten
en el tiempo, tanto en el tipo de instituciones que evolucionaron, como en la
cultura. Incluso en fenómenos recientes como el caso del movimiento guerrillero
Sendero Luminoso en Perú”.
“En
el momento en que se pone una regulación existe una forma de darle la vuelta y
el contrabando era precisamente eso, una forma de poder solventar la demanda
que existía en las colonias porque tenían plata”
Jenny Guardado
-¿En el período colonial los
corregidores o alcaldes mayores de las colonias hispanoamericanas, cómo se
nombraban y qué pasó a partir de la Guerra de los Nueve Años en el siglo XVIII?
-Sí,
es una pregunta que suena fácil, pero es difícil de responder porque el imperio
español en ese tiempo, alrededor del siglo XVIII y finales del siglo XVII era
bastante complejo, no eran solamente los corregidores, existían varios niveles
de administración, empezando por el rey, su representante el virrey que a su
vez tenía un contrapeso en la audiencia y que a su vez supervisaban a estos
oficiales llamados corregidores y alcaldes mayores. Dentro de este entramado
institucional tenemos la figura del corregidor y alcalde mayor que era bastante
importante en el tiempo y esto era porque tenían funciones particulares; o sea,
los corregidores y alcaldes mayores gobernaban un territorio parecido al de una
provincia, digamos no era tan extenso como lo que fuera hoy un país si no como
una provincia interna y sus funciones eran dos: la primera, fiscal, eran los
encargados de recaudar los impuestos reales, especialmente de la población
indígena, y además tenían funciones judiciales, eran los que servían de jueces
en pleitos civiles, incluso en casos criminales, eran básicamente los jueces de
primera instancia en esas provincias. Si te fijas, ese es un cargo muy
específico porque eres tanto recolector de impuestos como juez; es decir, si no
pagabas tus impuestos era fácil también saberlo, hacer algún cargo, poder
castigar o mandar a la cárcel a cualquiera que no cumplía esas funciones.
-Entonces, este cargo lo nombraba el rey
de España.
-Sí,
este cargo era nombrado por el rey generalmente. Lo podía nombrar el virrey
también porque conocía directamente las provincias y sabía cuál estaba
desocupada, así los virreyes tenían una función importante de nombrar a los
corregidores, pero el rey también adjudicaba a sí mismo la función de nombrar a
corregidores y alcaldes mayores. Esto fue antes, alrededor digamos de 1670,
después de esa fecha va a cambiar el modo en el que estos oficiales van a hacer
nombrados.
-Ese modo que cambia abre la posibilidad
a que los criollos pudieran acceder a más cargos, pero al mismo tiempo era una
práctica que podría o que incentivó la corrupción. Entonces, ¿por qué esto es
así?, ¿qué fue lo que ocurrió y qué fue lo que hizo que esa práctica cambiara?
-Claro.
Antes de 1770 los corregidores y alcaldes mayores eran nombrados por el virrey
y el rey, pero a partir de esa fecha la corona española se encontraba en una
situación fiscal muy apretada debido a diversas guerras en las que se
encontraba en Europa. Tenían la Guerra de los Nueve Años, luego la Guerra de
Sucesión y para entonces la situación fiscal real en España era difícil. La
solución para poder encontrar más recursos fue vender los cargos en lugar de
nombrarlos. En vez de que el virrey los nombrara, ahora sería el rey quien va a
nombrar a todos los alcaldes mayores y así poder recolectar algo de recursos
fiscales. Si bien no servía para pagar la guerra per se, servía
para financiar gastos de la casa real, por ejemplo, existen anécdotas de que la
situación fiscal era tan apretada que el rey de España no podía ir a su viaje
de verano que hacía cada año al Escorial hasta que vendió uno o dos puestos
para poder pagar su viaje. También, cuando el rey Carlos II falleció no había
dinero para el funeral, se tuvo que vender unos puestos y eso es lo que
comentan los historiadores. Realmente, estaba ajustada la situación fiscal en
el momento y la venta de cargos fue una forma de recolectar ese dinero y poder
solventar uno de estos gastos que existían en ese tiempo.
“La
situación fiscal real en España era difícil. La solución para poder encontrar
más recursos fue vender los cargos en lugar de nombrarlos. Ahora sería el rey
quien va a nombrar a todos los alcaldes mayores y así poder recolectar algo de
recursos fiscales”
Jenny
Guardado
-Digamos, como el rey necesitaba dinero,
esto es una práctica corrupta porque al final estás dando dinero por un cargo
y, supuestamente, habría algunos retornos de esa inversión en el caso de la
venta de la oficina. ¿Cuáles eran las oportunidades de lucro que brindaba esa
oficina y por qué esto abre las puertas a la corrupción?
-Claro,
sí, para empezar hay que decir por qué el criollo quería esta posición y la
razón era porque normalmente los criollos no eran nombrados para estos puestos.
Existía una preferencia de la Corona y del rey por nombrar a españoles, porque
había preocupación de que no fueran leales o que crearan redes de interés, pero
en el momento en que se abren estos cargos a la venta, los criollos vieron una
oportunidad para acceder a puestos que normalmente no podían alcanzar. Eso fue
una oportunidad, pero en sí, lo que los criollos preferían eran las de las
audiencias; estas audiencias eran puestos con más rango, con más poder, con más
habilidad de crear política en los espacios en los que estaban gobernando;
entonces, esas posiciones fueron particularmente atractivas para los criollos
corregidores y alcaldes. Algunos criollos tomaron la oportunidad, pero como
eran de corto plazo, era un puesto que sólo iban a ocupar por cinco años, era
visto más bien como una oportunidad de enriquecerse «voy, tomo esta inversión,
hago dinero, regreso a España o regreso a lo que estoy haciendo» no era una
forma de hacer política pública en donde vivía eso era más en los otros.
-¿Cuántas audiencias habían en Perú y
cuántas habían en general?
-En
el 1700 habían 11 audiencias en todo el Imperio español, después se crearon
tres más: la Audiencia de Cusco, la Audiencia de Caracas y la Audiencia
de Buenos Aires, y en Perú era la Audiencia de Lima. En esa audiencia existían
alrededor de 50 provincias que eran gobernadas por corregidores y alcaldes
mayores. Entonces, tenemos estas dos instituciones, la audiencia que regía lo
que sería hoy Perú, y dentro de Perú las 50 provincias que eran gobernadas por
los corregidores y los alcaldes mayores.
-¿Cuánto costaba una audiencia y cuánto
costaba un corregimiento?
-Pues
el precio reflejaba claramente el tiempo que iba a estar en el cargo y también
las posibilidades de enriquecerse. El corregimiento, como era generalmente de
cinco años, no había posibilidades de poder hacerlo de nuevo, su precio era
alrededor de 4.000 a 5.000 pesos al tiempo, comparado con la audiencia que era
un cargo de por vida o hasta que te morías o eras promovido a otra posición, el
promedio era alrededor de 11.000 pesos, o sea, el doble que el del corregidor
y, además, era mucho más prestigioso, más importante, tenía mucha mayor
incidencia económica y social que el puesto de corregidor.
-¿Qué hacía que una audiencia y un
corregimiento fueran más costosos que otros?, ¿de qué dependía ese precio?
-Por
ejemplo, en términos de las audiencias, dependía mucho del prestigio y del
poder que tenían. Las audiencias más poderosas eran la Audiencia de Lima y la
Audiencia de México por ser las capitales del imperio español y se formulaba
política con mucha más incidencia que, por ejemplo, la Audiencia de Chile;
claro, las otras eran prestigiosas, pero nada como ser un ministro de la
Audiencia de Lima. De ahí lo único más prestigioso era estar en el Consejo de
Indias de Madrid, pero fuera, en el Imperio per se, era de las
posiciones más altas a que se podía aspirar.
-¿Existía algún control para el que
dirigía la audiencia? Cuéntanos, ¿cómo era esa relación con los indígenas y con
las rentas que había allí en esa oficina?
-Claro.
Las audiencias tenían un rol más judicial y más como de política pública, los
oficiales coloniales que estaban en relación directa con los indígenas eran los
corregidores, y para ellos esos eran los que se encargaban de recolectar los
impuestos de la población indígena y ahí se ve claramente que va a haber un
choque, o sea, un choque de intereses entre “quiero más impuestos, no tengo más
impuestos”; la relación más conflictiva en relación con la población indígena.
“Siempre
va a haber como espacios en los que el Estado no llega; la población no va a
tener servicios públicos, a veces son explotados con fines políticos, es
difícil integrar, entonces, económicamente la segregación indígena creada en
tiempos coloniales va a seguir pesando”
Jenny
Guardado
-Creo que aquí estamos llegando a un
punto importante porque siempre hay toda la literatura de las instituciones,
básicamente, dice que parte del problema de América Latina es que el tipo de
instituciones que se generaron eran extractivas, que se capturaba renta y no se
promovía la innovación, la educación; es esta venta de oficinas públicas parte
de lo que promovió el tipo de instituciones que existen en América Latina y ese
impacto institucional se mantiene en el tiempo; o sea, podemos encontrar aquí
una de las raíces profundas del tipo de instituciones que hay en la región.
-Creo
que sí. O sea, si nada más vemos a primera vista cuáles eran los lugares en el
Imperio español que tenían mayor grado de institucionalización, mayor grado de
corregidores o más burocracia y vemos dónde la gente hoy percibe mayores
niveles de corrupción pública, la correlación es muy alta, incluso los lugares
como México, Perú o Bolivia que existía un gran entramado colonial
institucional son aquellos que, también hoy, la gente percibe con más
corrupción. Incluso comparado con lugares como Argentina o Chile donde el
entramado colonial institucional era más ligero. Entonces, mi argumento es que
eso no es una coincidencia y que una de las formas en que la administración
colonial se relaciona con estos problemas de corrupción que vemos hoy, es por
los legados que dejaron oficiales en el tiempo; por ejemplo, el hecho de que se
vendieran los cargos creaba incentivos para los oficiales de poder recuperar su
inversión a cualquier modo posible, o sea, y ‘cualquier modo posible’ era a
veces tortura, obviamente explotación, apropiarse de cualquier excedente
económico que tuviera la población porque su periodo se agotaba en cinco años
para poder recuperar la inversión, se preocupaban en extraer lo más posible, y
lo que pasa después no es mi problema porque yo ya me voy, entonces esa es mi
función. Esos incentivos hacían que la población tuviera pocos estímulos para
producir, para rebelarse como para resistir cualquier tipo de demanda que se
hiciera a las autoridades. Esto se decía, ya sea resistir violentamente, por
ejemplo, era muy común que en el periodo colonial los pueblos se levantaran o
que simplemente se pusieran de acuerdo y fueran a la casa del corregidor y a
veces lo apedreaban, lo correteaban o a veces lo quemaban, porque era mucho
enojo que existía, como que se había roto algo de la economía moral, del pacto
que existía entre la comunidad indígena y la Corona, lo que estos oficiales
vinieron a hacer es romper parte de ese acuerdo o de ese modus vivendi que
existía.
-¿Esto lo hacían más los criollos o el
peninsular?, ¿hay diferencias en tus estudios?
-Creo
que quienes más lo hacían eran los corregidores, porque ellos eran los que
estaban en directo y más lo hacían aquellos que no estaban tan ligados a la
Corona; es decir, que no veían un futuro más allá de este puesto, como esta era
su oportunidad de enriquecerse, entonces, estos tipos de oficiales eran los más
extractores y podían ser criollos porque en general sabían que no había más oportunidad
que esta, pero también podían ser españoles, o sea, que decían «este es mi
chance de venir a hacer una fortuna e irme» entonces, lo que realmente
importaba era si estaban conectado o no a la Corona, porque si estaban
conectados era más difícil o tenían más escrúpulos porque creían que podían ser
nombrados otra vez o su reputación y su lealtad importaban, pero si no tenías
esa conexión era tu oportunidad de enriquecerte.
-Ahora, esto podría alimentar la
narrativa de que el problema está en la Colonia pero estas élites, luego la
Independencia, siguieron capturando rentas. Entonces, ¿qué impacto has
encontrado tú que ha tenido esta venta de cargos en las guerras civiles del
siglo XIX, en los movimientos guerrilleros del siglo XX como Sendero Luminoso?,
¿qué persistencia encuentras en esta venta de cargos públicos en el siglo XIX y
el siglo XX?
-Una
pregunta importantísima porque generalmente vemos la Independencia como un
rompimiento, un momento en el que finalmente liberamos el yugo español ya no
vamos a tener esas políticas fiscales o mercantiles, pero cuando vemos a nivel
local algunas cosas cambiaron, pero otras no cambiaron. Para empezar vamos a
ver muchos de los patrones que se establecieron en la Colonia como, por
ejemplo, el hecho de que estos corregidores promovieron la segregación
indígena, mandando o desplazando a la comunidad afuera de las ciudades y eso va
a seguir en el siglo XIX; y se va a volver a exacerbar con los terratenientes y
la demanda por la tierra. Segundo, las guerras de la Independencia fueron de
dos bandos, un conservador que quería tratar de revivir ciertos aspectos del
legado colonial y los liberales que querían cambiar el régimen, una nueva
república. Lo curioso es que, habiendo ganado los liberales o hubo una tregua,
al final alcanzaron la mayoría de las repúblicas, se volvieron liberales, pero
incluso en las liberales muchas de las instituciones coloniales fueron abolidas
inicialmente y después las tuvieron que volver a instaurar, especialmente en
políticas fiscales como el tributo, un impuesto colonial; sin embargo, en Perú
seguía hasta 1854, en Bolivia hasta principios del siglo XX. En Guatemala se
abolieron formas de trabajo coercitivo, pero luego con el boom del café a
finales del siglo XIX se volvieron a revivir y esas son las mismas políticas
que existían en el siglo XVIII en el siglo XVII, o sea, son políticas
coloniales que se hicieron bajo un gobierno supuestamente liberal, porque
respondían a necesidades más profundas de la economía como la debilidad
estatal, la imposibilidad de recaudar impuestos y lo que existía era lo que
funcionaba, volver a pedirle a los indígenas que fueran mano de obra forzada,
vamos a volver a pedir impuestos coloniales porque no podemos construir un
nuevo país, es decir, un nuevo Estado.
-De hecho, parte de la promesa de la
Independencia era acabar con el tributo, el impuesto a la población indígena.
-Sí
y luego vuelve, o acabar con trabajos forzados, pero luego vuelven, entonces
hacia finales del siglo XIX muchos regímenes se dan cuenta que tienen que usar
unas de estas políticas que habían prometido acabar. En muchos lados, y en
algún sentido, la Colonia no acabó sino que siguió en ese tipo de políticas que
vemos.
-Los peores corregimientos ¿qué relación
tienen con Sendero Luminoso en Perú en el siglo XX, por ejemplo?
-Sendero
Luminoso es un movimiento guerrillero que tenía una ideología maoísta, lo que
ellos hicieron fue capitalizar en las condiciones existentes y hubo dos que
realmente se podría decir tienen antecedentes coloniales. La primera, es que
existían conflictos internos, este pleito entre comunidades, lo que hizo
Sendero Luminoso fue aprovechar el ambiente de conflicto para poder prometer,
reclutar o trabajar sobre venganzas entre comunidades. La segunda, es que al
tener esta historia de explotación, la pobreza, la falta de bienes públicos y
estar alejado de cualquier beneficio del Estado hacía más atractiva o fácil
reclutar. Aun cuando los apoyaban o no, porque si no participaban directamente
al menos no los denunciaban, y eso era una oportunidad para que Sendero
Luminoso se pudiera implantar en esos lugares.
“Si
nada más vemos a primera vista cuáles eran los lugares en el Imperio español
que tenían mayor grado de institucionalización, mayor grado de corregidores o
más burocracia y vemos dónde la gente hoy percibe mayores niveles de corrupción
pública”
Jenny
Guardado
-Es decir, en los lugares donde hubo
mayor extracción en la Colonia fueron lugares donde Sendero Luminoso pudo
aprovecharse y desarrollarse mejor en el principio.
-Sí,
es lo que muestra el paper, que en las etapas iniciales fueron en
estos lugares, después Sendero Luminoso se expande y empieza a crear caos en
muchos lados y eso ya no tiene un patrón tanto colonial, pero en la primera
etapa de formación y establecimiento sí es donde vemos que Sendero Luminoso
tiene un precedente colonial.
-O sea, un poco el efecto, como llamamos
los economistas, de la venta de cargos públicos es una persistencia en la
violencia, pero también en programas culturales como la confianza, la asimilación
a la nación, el caso de la población indígena, el resentimiento. Cuéntanos un
poco, ¿qué efectos ha tenido esta política de venta de cargos públicos y
corrupción en el largo plazo y en la cultura?
-Para
empezar el hecho de que en el siglo XVIII se hayan creado estos incentivos hizo
cambios en las normas y expectativas que los futuros ocupantes del cargo iban a
tener. Si yo veo que el anterior sacó tantos pesos, se crean expectativas de
que esto debe seguir. Incluso explícitamente en el tiempo, institucionalizaron
políticas para que los beneficios o las prácticas que se hacían en el cargo
siguieran, a pesar de que la Corona dejó de vender cargos,… ahora esto tiene un
componente cultural que es muy común en Latinoamérica el hecho de que se
percibe a los políticos como gente que va a enriquecerse y hay muchos dichos
sobre esto; pero también existe un lado institucional que se facilitó incluso
después de la venta de cargos que fue la expectativa de vamos a estar en el
puesto de gobierno, una forma de enriquecerse en el tiempo. Ahora, creo que la
forma en la que la penalidad contribuyó en el largo plazo son tres: La primera,
es la población indígena que ves, pero su segregación. El hecho de que se
encontraran y que estos corregidores y alcaldes mayores facilitarán la
segregación indígena es un problema enorme para el desarrollo de estos países
porque siempre va a haber como espacios en los que el Estado no llega; la
población no va a tener servicios públicos, a veces son explotados con fines
políticos, es difícil integrar, entonces, económicamente la segregación
indígena creada en tiempos coloniales va a seguir pesando. La segunda, es que
en muchos de estos lados como las provincias que eran más penales, lo que vemos
es que la formación de nueva representación política en la forma de municipios
fue más lenta, incluso controlando por niveles de población,… lo que pasaba era
que tienes estas provincias, que existe una élite que se benefició en el tiempo
colonial y vas a ver mucho menos nuevos municipios a pesar de que la población
crece la representación política va a ser menor o va a existir concentración en
estas élites regionales, esto lo vamos a ver especialmente en esos lugares. La
tercera, si vemos que en Latinoamérica existe una persistencia geográfica de
conflicto, siempre a través del siglo XIX y XX ha sido recurrente las
provincias o sea los lugares en los que se ha visto conflicto de tierras,
recabar impuestos, oposición al centro demandas por autonomía o demandas por
distribución de tierras, tiene un componente geográfico muy fuerte y eso sí lo
vemos relacionado con lo que estaba pasando en el siglo XVIII.
-Siempre existen demandas y a veces
están acá, en este tipo de instituciones que se crearon que cometieron excesos
y que en definitiva no se ha entendido o no se ha estudiado y creo que tu
aporte es fundamental para entender mejor la región y tratar de integrar a
todas las poblaciones a hacer una sola nación o tratar de tener un tipo de
instituciones que sea iguales, y que sea de oportunidades para todos. Quisiera
moverme y no sé si querías decir algo antes de pasar al siguiente punto que es
el contrabando.
-Estos
son unos de los efectos que he estudiado, hay más y creo que es una agenda
abierta para latinoamericanistas de seguir explorando las formas en las que
esto importa y tal vez ver los problemas de hoy como dices, con un enfoque de
largo plazo, esto está pasando desde hace mucho tiempo.
-Maravilloso. La siguiente parte que
también es importante es el contrabando, y esto nuevamente nos coloca en las
instituciones que tienen además un carácter de mercados ilegales que sigue
siendo también un tema vigente en América Latina, la presencia de mercados
ilegales y el desarrollo de estos. ¿Cómo es el comercio entre la metrópoli, es
decir, Madrid, Sevilla y la Colonia en este caso el Nuevo Mundo México, Perú?,
¿qué se entendía como la piratería o los piratas en América Latina?
-Esa
pregunta es importante también, después de los cargos ¿cuál era el sistema mercantil
que existía en el tiempo? Si vamos hacia el siglo XVIII la Corona intentaba sus
provincias o su imperio en ultramar y era visto como un mercado cautivo
entonces, parte de hacer este mercado cautivo era regular extensamente qué
entraba, qué salía, cuánto entraba, cuántas mercancías podían entrar o cuánto
podía salir y tenían muchas reglas hacía dónde podían salir mercancías de
España; era desde Sevilla después se expandió a Cádiz, pero había un solo
puerto, generalmente que es del que podían salir mercancías y existían puertos
en las Américas que eran exclusivos para la importación de productos foráneos
que tenían que ser aprobados por la Corona. Ésta regulaba hasta cuántas veces
se podía viajar, y era dos veces al año de hecho o una vez cada dos años una
cantidad así, o sea, la oferta de mercancía en las Américas era muy reducida
con el fin de incrementar precios, eso es lo que se especulaba, incrementaba
los precios para los bienes que tenían los mercaderes españoles. Entonces, como
sabemos en economía, en el momento en que se pone una regulación existe una
forma de darle la vuelta y el contrabando era precisamente eso, una forma de
poder solventar la demanda que existía en las colonias porque tenían plata,
literalmente, pero no tenían mercancías, estaban cerrados al comercio exterior
por este entramado institucional para poder capturar las rentas
monopólicas de la Corona, pero lo que querían las élites urbanas eran sedas,
porcelana o querían todas las mercaderías que existían en Europa, pero estaban
muy restringidas debido al sistema de comercio que estaba impuesto. Ahora, qué
hacen los contrabandos. Podemos decir que hay dos, la primera es simplemente
contrabandear, que es traer mercancía ilegal, pero nosotros no somos realmente
piratas solamente somos contrabandistas y podamos proponernos en nuestro cargo
no declarar tal y cual bien, vamos a traer cosas que la Corona no aprueba y ese
es el contrabando más normal. La otra figura, la del pirata, hace de las dos,
era alguien que se dedicaba a contrabandear, pero también era considerado un
criminal y arrasaba, por ejemplo, tomaba si veía galeones o si veía flotas
españolas, las tomaba o secuestraba y para después pedir una recompensa por
oficiales que hubiera capturado y claramente el mayor botín era capturar el
galeón de manila que generalmente iba cargado de plata hacia las Filipinas; y
después regresaba cargado de mercancía, entonces cualquiera de los dos era
bastante valioso de capturar. Son dos, una sería el pirata que también
arrasaba, iba a pueblos, saqueaba y en respuesta a los piratas hubo una
directiva de Felipe II diciendo, «no vamos a crear poblaciones innecesarias en
la costa porque entonces es un peligro para ellos y puede atraer piratas a para
atacarlos, mejor las costas deben estar desérticas para no dar ninguna
oportunidad de que puedan tener agua o víveres o cualquier incentivo para
acercarse».
-Lo que tú descubres es que precisamente
los pueblos que tienen puertos son más desarrollados que los que no, o sea,
sean puertos legales o ilegales entonces esa política de Felipe II en cierta
manera no ayudaba, en el largo plazo, al desarrollo de las Américas.
-No
ayudó y creo que hay un trabajo ahí que alguien debería hacer sobre cómo
perjudicó a la distribución de la población y la economía geográfica de estos
países; pero bueno volviendo al tema, lo que pasa es que cuando existe esta
restricción de crear poblaciones, entonces, se van a crear poblaciones
clandestinas, no va a ser reconocido, pero ciertos países naturales, ciertos
puertos naturales, se van a convertir en lugares en los que los contrabandistas
van a poder desembarcar y esto va a ser sabido por todos, el puerto tal y tal
es donde se puede desembarcar, hay mercancía, no hay nadie o está muy cerca de
esto entonces, esos lugares son lo que nosotros llamamos bahías piratas o
bahías de contrabando.
-Estas bahías piratas hoy en día son más
prósperas que los pueblos que están tierra adentro. Por lo que tú has trabajado
no hay diferencias entre el puerto de Veracruz y el puerto pirata, ¿cómo
es esa evolución?
-Lo
que encontramos, es que haber sido uno de estos puertos contrabandista o pirata
de hecho fue “bueno” en el largo plazo ya que se creó un foco de comercio y un
foco de población que cuando México se vuelve independiente y el comercio se abre,
entonces se vuelve un lugar en donde ya abiertamente podemos comerciar. Ya la
habíamos hecho de todos modos, pero ahora ya podemos hacerlo legal y
abiertamente entonces estos puertos van a crecer. Unos de los más famosos
puertos de México eran piratas, después eventualmente se vuelven lugares
turísticos, como Mazatlán, Huatulco, Bahía de Banderas, todos esos fueron
puertos que eran usados para el contrabando y que después florecieron cuando el
comercio se legaliza. Ahora, estos lugares tienen mucho menos pobreza y mucho
más desarrollo que lugares que tenían las mismas características geográficas,
porque hay que recordar que las cosas de la América son muchas, o sea y hay
muchas bahías que podrían ser usadas para el comercio, pero no lo fueron y que
comparados con eso en términos geográficos no hay mucha diferencia excepto que,
esa bahía tenga una historia de contrabando y en el largo plazo eso fue
bastante beneficioso para estos lugares.
-Creo que un tema que resaltas a lo
largo de tu trabajo es que los puertos hoy son buenos en términos de cultura,
pobreza y servicios públicos. Incluso los puertos ilegales que es un mercado
ilegal también son buenos, entonces básicamente una institución que era más
inclusiva como es el comercio y la posibilidad de comerciar prevalecía en su
efecto positivo sobre la ilegalidad en el desarrollo institucional.
-Cierto
y también porque el tipo de mercado ilegal, las externalidades que creaban no
eran tan negativas digamos como otros mercados ilegales que generalmente venían
con violencia o con muchas más externalidades negativas, en este caso las
externalidades son menores, ya que están llenando una deficiencia en el
mercado, están resolviendo un problema de demanda y entonces podría haber
tenido un mayor beneficio social que otros mercados ilegales; porque en
realidad el régimen colonial mercantil era sofocante, o sea era muy limitado y
al poder tener esta alternativa se podía mejorar la eficiencia del mercado.
-Y de hecho colocaron las precondiciones
para las Reformas Borbónicas, el comercio libre, la política de abrir un poco
los mercados, y luego en la independencia del libre comercio.
-Sí,
creo que la Corona reconoció que esto era algo insostenible, en realidad vieron
que las tiendas estaban llenas de mercancías que no cuadraban con los que
supuestamente se debían haber aceptado y no podían hacer más, ya existía un
guardacostas, había mil y mil regulaciones; creo que el contrabando fue una
forma de decirle a la Corona que no hay mucho que puedas hacer más que regular,
liberalizar y tal vez ganar algo con eso que tratar de prohibir tanto o sofocar
el comercio.
-¿Cómo llegaste a todos los puertos
piratas y cómo fue ese proceso?
-Los
puertos legales eran sabidos y eran los que estaban reconocidos por la Corona,
pero los puertos piratas son historias locales regionales, por ejemplo, Peter
G. quien tiene una gran descripción de los puertos del Pacífico y los cuáles
eran usados para contrabandear y muchos de esos registros son de los piratas en
sí mismos que tenían diarios y decían, ‘podemos usar este o este puerto, pero
este no y el día tal y tal fui a esta bahía y me encontré con esto y descargué
tal’, entonces, los diarios, también los mapas de piratas, de rutas y de bahías
fueron muy útiles para historiadores y podemos ver que están todo a lo largo de
la costa del Pacífico, alrededor de la costa del Golfo de México, península de
Yucatán y península de Baja California.
-¿Los piratas en México eran españoles,
holandeses o ingleses?
-Había
de todo, lo que pasa es que habían muchos piratas en el Caribe, como vez en la
película, porque era más fácil para llegar que a la costa del Pacífico, había
franceses, ingleses, no eran tan comunes, pero sí existían los extranjeros,
pero era sobre todo obra de los mercaderes españoles que ponían carga indebida
en sus bodegas.
-Jenny, un mensaje final sobre tu
trabajo, próximos pasos y las implicaciones para América Latina.
-Creo
que esto fue apenas una descripción muy somera de lo que se puede hacer en esta
área y claro, invitarlos a todos a seguir atentos. Para mí el periodo colonial
es bastante importante para Latinoamérica, y creo que aún no se ha descubierto
todo lo que hay que descubrirse.
Tomado
de: https://lagranaldea.com/2023/07/26/los-origenes-de-la-corrupcion-en-latinoamerica/
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