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sábado, 29 de julio de 2023

Las migraciones climáticas, una cuestión de derechos humanos, por @EcoAvant


Los efectos del cambio climático representan un desafío y una grave amenaza para los derechos fundamentales y pone en riesgo la vida de las futuras generaciones. Los países menos desarrollados y las comunidades más pobres son las más afectadas por sus devastadores impactos que ajenas a las emisiones mundiales, llevan años sufriendo las consecuencias de desastres naturales y enfrentando las migraciones forzadas El cambio climático supone un desafío para los derechos humanos. Tanto es así, que con toda seguridad de manera exacerbada y grave, sus efectos, van a comprometer las garantías del derecho a la vida de las generaciones futuras, como del resto de derechos fundamentales, tal como advierten organizaciones como Amnistía Internacional.

Como siempre, la injusticia se ceba con los más pobres. Las poblaciones de los países con economías menos desarrolladas.

Las personas que poco o nada han tenido que ver con las emisiones mundiales –que llevan al Planeta a un colapso climático que aumenta las temperaturas globales desde los albores de la primera revolución industrial–, hace años que están pagando las consecuencias de catástrofes naturales en forma de olas de calor y frío, inundaciones, devastadoras tormentas y un sinfín de calamidades; que ponen en una encrucijada a toda la humanidad provocando millones de desplazamientos de personas y también de migraciones climáticas.

Mapa de las principales consecuencias del cambio climático sobre las personas en el mundo por regiones / Imagen: EA

Esta situación, preocupa especialmente a las organizaciones climáticas y ambientales, en un contexto demográfico en el que la población mundial alcanzó un nuevo récord de crecimiento de 8.000 millones de personas, a finales del año 2022.

"Si no superamos el enorme abismo entre ricos y pobres, tendremos un mundo lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflictos"

ANTONIO GUTERRES, secretario general de la ONU

El principal problema para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es que “un puñado de multimillonarios” controlan la misma riqueza que la mitad más pobre de la población mundial. “Si no superamos el enorme abismo entre ricos y pobres, tendremos un mundo lleno de tensiones y desconfianza, crisis y conflictos”, advierte Guterres.

Rusia. Siberia. La idea de vivir mejor y más suele estar asociada a la industrialización y al progreso tecnológico. Crisis climática 

Décadas de colonialismos han hecho que persistan las brechas de recursos, hundiendo en la miseria y la pobreza a millones de personas en todo el mundo –inhumano y deshumanizante– que lleva a la mayoría de los estratos más débiles y vulnerables, de la sociedad global, a la fatalidad y a la muerte. No, sin transitar mientras tanto, en un lodazal de racismo ambiental fruto de la contaminación fósil que perpetran unas pocas compañías a nivel mundial, en una modalidad de supremacía de las empresas multinacionales que disponen y destrozan la salud del Planeta y de las personas.

Colonización atmosférica

Qatar. Los países más pequeños y ricos son los que más contaminan en proporción / Foto: Alfons Rodríguez

En ese mismo sentido, también se pronuncia un reciente estudio internacional liderado por la Universidad de Leeds y en el que ha participado el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) publicado en la revista Nature Sustainability (1), en el que calculan que el Norte Global debería pagar al resto de países 170 billones de dólares por el exceso de emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmosfera, en el marco de lo que el trabajo denomina colonialismo atmosférico.

Las diferentes delegaciones que acudieron el pasado año a la COP27 en Egipto apostaron por un Fondo de Pérdidas y Daños para los países más afectados por la crisis climática. El director del estudio e investigador de la Universidad de Leeds, Andrew Fanning y su colega del ICTA-UAB, Janson Hickel, han llevado a cabo una importante investigación para explorar como podría funcionar dicho fondo de compensación climática, basándose en pruebas en cerca de 170 países.

Para ello, han desarrollado una potente herramienta online con la que se puede simular qué países tienen derecho a compensaciones por pérdidas y daños climáticas, qué cantidades se deberían pagar y quién tendría que pagarlas. Los resultados obtenidos son sumamente interesantes.

Los investigadores han valorado económicamente el exceso de emisiones de cada país en un escenario global de limitación del calentamiento a 1,5 ºC, utilizando los precios del carbono del IPCC. Según sus cálculos, el total de estas emisiones sobrepasadas asciende a 192 billones de dólares, con un rango estimado entre 141 y 298 billones. La mayoría de esta cifra, un 89% equivalente a 170 billones de dólares, corresponde a los países del Norte, mientras que el resto se atribuye a los países del Sur, especialmente a los productores de petróleo como Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

"En el caso de España debería pagar un total de 1,9 billones de dólares hasta el año 2050 por las emisiones excesivas de CO2, lo que equivale a un pago de 1.310 dólares per cápita al año"

En el caso de España, debería pagar un total de 1,9 billones de dólares hasta el año 2050 por las emisiones excesivas de CO2, lo que equivale a un pago de 1.310 dólares per cápita al año.

Por su parte, Reino Unido tendría que pagar 7,7 billones de dólares durante ese período, o aproximadamente 3.500 euros per cápita al año hasta el 2050. En cuanto a Estados Unidos, las cifras ascienden a 80 billones de dólares, lo que supondría un pago anual por cápita de más de 7.200 dólares.

Por otro lado, India, un país con bajas emisiones históricas de CO2, tendría derecho a recibir una compensación de 57 billones de dólares, o casi 1.200 dólares anuales per cápita hasta el 2050. En términos de países latinoamericanos, Brasil, Colombia y México son los que recibirían las mayores compensaciones, con 6,3 billones, 1,6 billones y 1,5 billones de dólares respectivamente.

"Janson Hickel recalca que el cambio climático refleja patrones claros de colonización atmosférica y recuerda que "los movimientos sociales y los negociadores del Sur global llevan mucho tiempo argumentándolo"

Janson Hickel, recalca que el cambio climático refleja patrones claros de colonización atmosférica y recuerda que "los movimientos sociales y los negociadores del Sur global llevan mucho tiempo argumentando que los países que han producido emisiones excesivas deben compensaciones o reparaciones por los daños relacionados con el clima, que recaen desproporcionadamente a los países más pobres que han contribuido poco o nada a la crisis”.

Andrew Fanning, explica que "para evitar los peores efectos del cambio climático, todos los países deben dejar urgentemente de quemar combustibles fósiles y realizar aquellas actividades que emiten gases de efecto invernadero en la atmósfera. Pero no todos los países han contribuido de la misma manera a este problema".

También, es menester observar atentamente las desigualdades de clase dentro de las mismas naciones, ya que la responsabilidad de los excesos de emisiones recae sobre los sectores más adinerados de las sociedades por su poder “desproporcionado” sobre los sistemas de producción y abastecimiento de la energía y políticas nacionales, remarca Hickel, que concluye: “Son ellas las que deben asumir los costes de la compensación".

Temperaturas mundiales récord: niveles sin precedentes

Namibia. La sequía azota el Etosha Pan. Las lluvias estacionales son importantes para la vida en estas regiones y cada vez son más escasas 

Un estudio de la Escuela de Geografía de Oxford (2) advierte que más del 90% de la población mundial enfrentará mayores riesgos debido a los efectos combinados del calor extremo y la sequía.

Esta situación amenaza tanto a la capacidad natural del mundo para reducir las emisiones de CO2, así como la correspondiente justicia social. Se estima que el calentamiento global, multiplicará por 10 estos riesgos en el mundo, según las conclusiones de un informe que analiza los eventos climáticos que combinan las sequías y el calor, publicado en Nature Sustainability (2).

Tras los registros de temperaturas récord en 2022, desde Londres hasta Shanghái, se prevé que éstas continúen aumentando en todo el mundo. Cuando se consideran de manera conjunta, las amenazas asociadas al calor y la sequía representan un riesgo significativamente mayor para la sociedad y los ecosistemas en comparación a cuando se analizan por separado, tal como observa el Dr. Jiabo Yin, investigador de la Universidad de Wuhan, y la profesora Louise Slater de la Universidad de Oxford.

Europa experimentó también en 2022 el segundo año más cálido en su historia, con un verano abrasador y una sequía generalizada que afecta a todo el continente, tal como reporta el informe Estado del Clima en Europa (3), publicado por el Servicio de Cambio Climático de la UE de Copernicus.

La temperatura media en Europa durante el pasado año fue 0,9ºC más alta que la media del periodo de referencia 1991-2020, mientras que la temperatura media del verano superó en 1,4ºC a la media histórica.

"Según las previsiones de la OMM, las temperaturas mundiales alcanzarán niveles sin precedentes en los próximos cinco años debido a los gases de efecto invernadero que generan el cambio climático y el fenómeno de El Niño"

Según las previsiones de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de su último informe Actualización climática mundial anual a decenal (4), las temperaturas mundiales alcanzarán niveles sin precedentes en los próximos cinco años debido a los gases de efecto invernadero que generan el cambio climático y el fenómeno de El Niño.

La OMM asevera, que existe un 66% de probabilidades de que la temperatura media anual supere en más de 1,5 °C los niveles preindustriales durante al menos un año entre 2023 y 2027. Además, hay un 98% de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años sea el más cálido jamás registrado. Por eso, la organización internacional advierte sobre las repercusiones graves para la salud, seguridad alimentaria, gestión del agua y medio ambiente.

El último IPCC: una llamada a la acción climática urgente

Manila, Filipinas.Este país asiático es el más castigado del mundo por los ciclones y tormentas tropicales / Foto: Alfons Rodríguez

El 20 de marzo de este año, se ha presentado el último balance Urgent climate action can secure a liveable future for all (5) que hace sobre el clima el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) en el que se asegura que “la incorporación de una acción climática efectiva y equitativa no solo reducirá las pérdidas y los daños para la naturaleza y las personas, sino que también brindará beneficios más amplios”.

Tras su publicación, el presidente de la organización intergubernamental IPCC, Hoesung Lee, puso en valor que se “subraya la urgencia de tomar medidas más ambiciosas y muestra que, si se actúa ahora, aún se puede asegurar un futuro sostenible y habitable para todos”. El ritmo y la escala de lo que se ha hecho hasta ahora y los planes actuales “son insuficientes para abordar el cambio climático”, asegura Lee.

"Más de un siglo de quema de combustibles fósiles, han provocado un calentamiento global de 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales. Las consecuencias se manifiestan en forma de fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos"

El IPCC recuerda que más de un siglo de quema de combustibles fósiles, desiguales e insostenibles, han provocado un calentamiento global de 1,1 °C por encima de los niveles preindustriales. Las consecuencias se manifiestan en forma de fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes e intensos que han causado impactos extremadamente peligrosos para la naturaleza y las personas en todas las regiones del mundo.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, es explícito al expresar que "la bomba de relojería climática está en marcha pero el último informe del IPCC es una guía para desactivarla, una guía de supervivencia para la humanidad", cuando ha hecho un llamamiento a los líderes de los países desarrollados a "comprometerse a alcanzar emisiones cero netas lo más cerca posible de 2040".

“Justicia social”, para los más vulnerables

Madagascar. Este país isla es uno de los más afectados del mundo por el Cambio Climático y el más damnificado de África / Foto: Alfons Rodríguez

Uno de los 93 autores del documento del IPCC, Aditi Mukherji, pone el acento en las poblaciones más vulnerables. "La justicia climática es crucial porque aquellos que menos han contribuido al cambio climático están siendo afectados de manera desproporcionada", destaca.


"Casi la mitad de la población mundial vive en regiones altamente vulnerables al cambio climático y en la última década, las muertes por inundaciones, sequías y tormentas fueron 15 veces más altas en regiones altamente vulnerables"
ADITI MUKHERJI, coautor del último informe IPCC

Mukherji denuncia que "casi la mitad de la población mundial vive en regiones altamente vulnerables al cambio climático y en la última década, las muertes por inundaciones, sequías y tormentas fueron 15 veces más altas en regiones altamente vulnerables".

Pero, en los países desarrollados y occidentales del primer mundo también se suceden las desgracias provocadas por la contaminación fósil, como es el caso de Estados Unidos.

Sus víctimas son personas vulnerables por motivos de raza, etnia, religión o lingüística, principalmente mujeres y niñas, tal como muestra el estudio Contaminación del aire y mortalidad en la población, publicado en la revista The New England Journal of Medicine (6), donde las personas afroamericanas tienen más posibilidades de morir por contaminación atmosférica que el resto de la población.

100 empresas, responsables del 71% de las emisiones

Rusia. Siberia. La idea de vivir mejor y más suele estar asociada a la industrialización y al progreso tecnológico / Foto: Alfons Ridríguez

El Carbon Disclosure Project (CDP) publicó en 2017 un informe titulado The Carbon Majors Database (7) en el que ponía de relieve la implicación de las empresas y de los inversores con el cambio climático, y cómo de las cientos de miles de compañías en todo el mundo. Tan solo un centenar de ellas son responsables de un asombroso 71% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) desde 1988, las cuales son las principales causantes del calentamiento global.

"Más de la mitad de las emisiones industriales mundiales son atribuibles a 25 compañías y entidades estatales"

En el análisis de la organización CDP, –dedicada a la evaluación y divulgación del impacto medioambiental global de administraciones, empresas e inversores– se concluye que más de la mitad de las emisiones industriales mundiales son atribuibles a 25 compañías y entidades estatales, desde que se estableció el IPCC, también en 1988.

Así, identifica a las 10 empresas más contaminantes en términos de emisiones de CO2 durante ese período: China Carbón 14,3%, Arabia Aramco 4,5%, Gazprom OAO 3,9%, Compañía Nacional de Petróleo de Irán 2,3%, ExxonMobil Corp 2,0%, Carbón India 1,9%, Petróleos Mexicanos 1,9%, Rusia Carbón 1,9%, Royal Dutch Shell PLC 1,7%, Corporación Nacional de Petróleo de China 1,6%.

También, merece una especial mención las emisiones del sector dedicado a la producción de alimentos que representa más del 30% del total de las emisiones en el mundo, tal como concluía la investigación publicada en la revista Nature Food en el año 2021.

Es notable en el sector, la compañía Cargill a la que la organización ambientalista estadounidense, Mighty Earth nombró como “la peor compañía del mundo” tras documentarlo en un informe en el que denuncia la “ineptitud e incoherencia a gran escala del gigante de los agronegocios de Estados Unidos”.

En el documento se arremete contra Cargill, un gigante agroindustrial con sede en Minnesota y oficinas en 70 países, por su deforestación y por ser “uno de los 10 principales contaminadores de la industria de alimentos en territorio estadounidense, y utiliza más de una decena de contaminantes, incluidos el formaldehído, el plomo, el asbesto, el cianuro de hidrógeno y el mercurio”.

La industria fósil ya lo sabía

Namibia. Una plataforma petrolífera preside el horizonte en un tramo de la Costa de los Esqueletos / Foto: Alfons Rodríguez

La experta en migraciones ambientales e investigadora de CEDAT, la Universitat Rovira y Virgili (URV) y CICrA Justicia Ambiental, Beatriz Felipe, explica para EcoAvant.com su punto de vista sobre las principales causas y responsables de las emisiones y el cambio climático: “La raíz de la crisis climática no es otra, más que un sistema económico global desigual e injusto liderado por las naciones y las empresas del Norte global”.

"Las grandes empresas como las principales petroleras del mundo ya sabían en 1960 las graves consecuencias del cambio climático en la Tierra. Entre ellas, se encuentran Exxon, BP, Chevron, Shell y el American Petroleum Institute (del inglés, Instituto Estadounidense del Petróleo)"

Lo grave de la cuestión es que, tal como denunció el investigador Benamin Franta, en su trabajo Conocimiento temprano de la industria petrolera sobre el CO2 y el calentamiento global (8) las grandes empresas como las principales petroleras del mundo ya sabían en 1960 las graves consecuencias del cambio climático en la Tierra. Entre ellas, se encuentran Exxon, BP, Chevron, Shell y el American Petroleum Institute (del inglés, Instituto Estadounidense del Petróleo).

Entre los más desmedidos, se encuentra el informe interno de la compañía Shell de 1986 en el que predecía que los combustibles fósiles causarían los impactos climáticos “más grandes en la historia registrada”.

Tal como se ha sabido recientemente, Exxon conocía las proyecciones del cambio climático, aunque las negaba –sistemática y públicamente– tal como publicaba la revista Science (9) el pasado mes de enero.

La Universidad de Harvard y el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático aseguran que "Exxon sabía" desde hace años que la quema de combustibles fósiles provocaría un calentamiento global de 0,20 +- 0,04 grados centígrados, aunque rehusaban “establecer un vínculo causal entre el uso de combustibles fósiles y el calentamiento climático”.

Países que a lo largo de su historia ni se han enriquecido, ni en nada han contribuido en la actual crisis climática, ahora son algunos de los más amenazados por los fenómenos meteorológicos extremos, como consecuencia del calentamiento global antropogénico (provocado por las actividades de los seres humanos, las típicamente industriales).

Para el autor principal e investigador asociado de la Universidad de Harvard, Geoffrey Supran, “este es el clavo en el ataúd de las afirmaciones de ExxonMobil de que ha sido falsamente acusada de prevaricación climática".

Beatriz Felipe denuncia que "a pesar de que los países del Sur global son los que menos gases de efecto invernadero han emitido, son los más afectados". Un claro ejemplo son los pequeños Estados insulares del Pacífico, "cuyas emisiones son realmente escasas"

La investigadora de CICrA Justicia Ambiental, Beatriz Felipe, sostiene que “los países del Norte global (y sus empresas) son los principales responsables de las emisiones históricas de gases de efecto invernadero, mientras que los países del Sur global son los que menos han contribuido a esta crisis, aunque en realidad, son las poblaciones de las periferias en ambas regiones, las que sufren sus peores consecuencias".

La experta Felipe atribuye la situación actual a la injusticia del colonialismo climático. Denuncia que, “a pesar de que los países del Sur global son los que menos gases de efecto invernadero han emitido, son los más afectados”. Un claro ejemplo son los pequeños Estados insulares del Pacífico, “cuyas emisiones son realmente escasas, pero que ya se están enfrentando a las consecuencias del aumento del nivel del mar y a las tormentas más intensas y frecuentes”, señala la investigadora.

Aumento de las migraciones en el mundo

Chad. La región del Lago Chad, en pleno corazón del Sahel / Foto: Alfons Rodríguez

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), tal como sus siglas indican, lleva dos décadas realizando trabajos de cuantificación sobre los desplazamientos de personas en todo el mundo. En su Informe sobre la migración mundial 2022 (10), la organización internacional estima que en el año 2020 se produjeron en todo el Planeta, cerca de 281 millones de migraciones internacionales (3,6% de la población mundial), lo que equivale a 128 millones más que en 1990; y hasta cuatro veces más que en 1970.

El noveno capítulo, lo dedica la migración climática (11) y los impactos “lentos” del cambio climático. En 2020 hubo 30,7 millones de desplazamientos causados por desastres en 145 países. El Centro para el Monitoreo del Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés) estima (12) que ese año se produjeron 46.000 desplazamientos nuevos que se debieron a las temperaturas extremas y 32.000 a causa de las sequías. Entre 2008 y 2020, la escasez hídrica ocasionó más de 2,4 millones de desplazamientos, y las temperaturas extremas más de 1,1. Aunque, considera que son datos muy por debajo de la realidad, por la falta de registros fiables.

"Los motivos ambientales y climáticos interactúan con otros y hacen que, a menudo, sea complicado (o imposible) diferenciar estos movimientos de otros flujos migratorios"

IRENE BAÑÓS Y BEATRIZ RUIZ, expertas en migraciones climáticas
En esa misma línea, se pronuncia el informe Migraciones climáticas: desafíos para conseguir narrativas transformadoras (13) –publicado en 2022 por ECOEDES– de la periodista, Irene Baños Ruiz, y la especialista en desplazamientos climáticos, Beatriz Felipe –citada con anterioridad–, que consideran que en la actualidad es difícil conseguir datos de los movimientos de población causados por la crisis climática. Las autoras del trabajo de investigación, reconocen la complejidad de este tipo de migraciones en que “los motivos ambientales y climáticos interactúan con otros y hacen que, a menudo, sea complicado (o imposible) diferenciar estos movimientos de otros flujos migratorios”.

Pero la realidad es que, las migraciones en todo el mundo tan solo han hecho que aumentar en las últimas décadas. Los pronósticos no son nada halagüeños en este sentido, ya que se prevé que siga incrementándose notablemente por el recrudecimiento de sus causas. Entre ellas, se encuentran la violencia, la persecución, los conflictos, guerras y las violaciones de los derechos humanos en general, los desastres naturales, las sequías, las inundaciones, y los múltiples efectos del calentamiento global.

"ACNUR calcula que ya son 27,1 millones los refugiados en todo el mundo y 53,2 millones los desplazados internos los que suma un total de 89,3 millones las personas que se vieron obligadas a desplazarse en todo el mundo hasta finales 2021, un 8% más en comparación con el año anterior. También, adelanta que en 2022 se superaron los 100 millones de desplazamientos por la fuerza"

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula en su informe Tendencias Globales de desplazamiento forzoso (14) que ya son 27,1 millones los refugiados en todo el mundo y 53,2 millones los desplazados internos los que suma un total de 89,3 millones las personas que se han visto obligadas a desplazarse en todo el mundo desde 2012 hasta finales de 2021, un 8% más en comparación con el año anterior, y más del doble en relación con la cifra de hace 10 años.

Lo más dramático y penoso de la situación es que el 42% de las personas que se han visto forzadas a desplazarse son menores, que constituyen cerca del 30% de la población mundial.

El responsable de ACNUR, Filippo Grandi, deplora que "cada año de la última década los números hayan aumentado" y augura que o se toman medidas para impedir este “sufrimiento humano” y se buscan soluciones o “seguiremos avanzando hacia cifras terribles".

A ello hay que sumarle, que los datos futuros inminentes van a recoger los millones de personas que han tenido que salir de Ucrania a causa de la guerra, y que ya adelanta que se va a situar por encima de los 100 millones de desplazamientos por la fuerza a nivel global para 2022. Se confirmará en su próximo informe.

Discursos apocalípticos de las migraciones

Groenlandia. Región polar ártica. Desde los años 90, la pérdida de hielo en esta isla americana se ha multiplicado por 7 según la revista 'Nature' / Foto: Alfons Rodríguez

Beatriz Felipe y su colega, Irene Baños, en su trabajo de investigación citado con anterioridad, han tenido como objetivo el de “participar en la creación de narrativas constructivas y transformadoras en torno a las migraciones climáticas” en la que analizan la cobertura que los medios de comunicación realizan de los desplazamientos de personas, a la vez que hacen una serie de recomendaciones para la mejora de la cobertura informativa, a cerca de estas cuestiones.

La analista Felipe, profundiza (15) en la cuestión sobre los discursos apocalípticos de las migraciones climáticas y sus consecuencias. Se pregunta por qué no se cuestionan los relatos falsos y alarmistas de “estas cifras, ni se tienen en cuenta las repercusiones negativas de tales afirmaciones”. Por lo que, hace un repaso de los “múltiples intentos de calcular cuántas personas migran por motivos climáticos”. Algunas estimaciones como las que realizaba Christian Aid (16) en 2007, predecían las proyecciones maximalistas como que se llegaría a los mil millones de personas migrantes por el clima en 2050, en un artículo que actualmente han retirado de su página web.

El “miedo a la invasión” de los migrantes climáticos es un relato que simula un marco discursivo de un mundo distópico en el que el Norte global es invadido por los bárbaros saqueadores del Sur global, una vieja receta ya explotada por el Imperio Romano del siglo III, en decadencia, apuntan Sara Nash y Carolina Zickgraf

Tales expectativas, además de irreales y falaces, corresponden o se utilizan para narrativas basadas en el “miedo a la invasión” tal como argumentan en el artículo Dejen de vender el miedo a los migrantes climáticos (17) de Sara Nash y Carolina Zickgraf de la organización Open Democracy. Tal relato, apuntan las autoras, simula un marco discursivo de un mundo distópico en el que el Norte global es invadido por los bárbaros saqueadores del Sur global, una vieja receta ya explotada por el Imperio Romano del siglo III, en decadencia.

Lo más inverosímil de la cuestión es que estos discursos casi siempre están vinculados a movimientos o iniciativas negacionistas del cambio climático en la búsqueda de un nuevo argumento para la securitización de las fronteras, negando el asilo y la protección de los derechos humanos, ante las crisis humanitarias.

Contra estas dinámicas y esfuerzos de imposición de este marco discursivo propio de los movimientos de la extrema derecha, igual de contundentes se muestran hasta 31 expertas en migraciones climáticas respecto a las narrativas engañosas en el ámbito académico y en el de la política sobre las “movilidades climáticas masivas” que recoge el artículo Mitos de la migración climática (18), publicado en la revista Nature y que denuncia la perspectiva de la securitización, en lugar de cuestionarla.

La migración como “arma política”


Matteo Salvini, Silvio Berlusconi y Giorgia Meloni durante un acto en septiembre de 2022 / Foto: Archivo - EP

La realidad, es que la migración se utiliza como “arma política”, tal como enfatiza el investigador principal del área de Migraciones del CIDOB, Francesco Pasetti, en declaraciones a EcoAvant.com, en las que argumenta que las alusiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) o de diferentes mandatarios europeos para referirse a los fenómenos migratorios como “amenazas híbridas” son preocupantes ya que “es lo habitual en los discursos de la extrema derecha”.

Francesco Pasetti considera que es el reflejo de los gobiernos occidentales y de la ausencia de “estrategias migratorias estables y protectoras de los derechos humanos y de la falta de canales de movilidades legales y seguras”

Pasetti considera que es el reflejo de los gobiernos occidentales y de la ausencia de “estrategias migratorias estables y protectoras de los derechos humanos y de la falta de canales de movilidades legales y seguras”.

El investigador del CIDOB, Pasetti, se queja de que “el principal instrumento utilizado por Bruselas frente a los procesos migratorios haya sido la externalización del control migratorio, como ha pasado con Turquía, Libia o Marruecos".

Un caso reciente en ese sentido, es la muerte de hasta 37 personas a finales de junio de 2022 en Melilla, que Francesco Pasetti considera un ejemplo que "pone en duda realmente los valores de la Unión Europea y de España como país que se declara democrático y protector de los derechos humanos”. A su vez, denuncia que la masacre es también la consecuencia de las políticas migratorias. Considera, que desde Europa se es “cómplice de los regímenes autoritarios a los que se les ha dado dinero para que controlen las migraciones”.

"La extrema derecha explota el asunto migratorio para ganar votos. Y lo consigue a base de una propaganda barata que apela a una identidad nacional simplista y reduccionista que hace de los migrantes el chivo expiatorio y el enemigo común. Ahora, en Italia gobierna Giorgia Meloni, …"

FRANCESCO PASETTI, investigador del Área de Migraciones del CIDOB

Pasetti se muestra muy pesimista respecto a las políticas migratorias de la Unión Europea y asegura que "se está produciendo un proceso de securitización", que va en aumento. "La extrema derecha explota el asunto migratorio para ganar votos. Y lo consigue a base de una propaganda barata que apela a una identidad nacional simplista y reduccionista que hace de los migrantes el chivo expiatorio y el enemigo común. Ahora, en Italia gobierna Giorgia Meloni, …", arguye.

Inacción de la UE frente al derecho internacional

Fotografía aérea de un pesquero con cientos de migrantes a bordo antes de su hundimiento frente a las costas de grecia / Foto: Guardia Costera De Grecia

Este miércoles 14 de junio se ha producido el atroz naufragio de un barco pesquero frente a las costas de Grecia en el que han muerto hasta 79 personas y se contabilizan centenares de desaparecidos más. El secretario de la ONU, Antonio Guterres, asegura estar "horrorizado".

Los testimonios de la catástrofe en aguas del Mediterráneo han revelado que en la embarcación viajaban hasta 700 personas. Desde la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) afirman que podría ser "una de las peores tragedias migratorias de la historia". Desde la ONU y otras ONG especializadas en la infancia se han manifestado profundamente "alarmadas" por la posible muerte de hasta 100 niñas y niños.

Varios testimonios han indicado que el barco no partió inicialmente de Libia –como se habría dicho en un primer momento–, sino que zarpó de Egipto, haciendo una parada en el puerto de Tobruk, en Libia, antes de emprender su travesía hacia el sur de Europa, para llegar a Italia. Los sobrevivientes, en su mayoría son de Siria, Egipto y Pakistán, tal como habría apuntado la Guardia Costera griega.

El coordinador de la respuesta a refugiados en Europa de UNICEF, Philippe Cori, ha manifestado su “profunda tristeza y conmoción” por las posibles muertes de los menores. "Se trata de niños y niñas migrantes y en búsqueda de asilo que han huido del conflicto, la violencia y la pobreza. Son niñas y niños que probablemente han soportado explotación y abuso en cada paso de su viaje", ha asegurado Cori.

Además, en su declaración denuncia la inacción de la Unión Europea y ha vuelto a pedir "rutas seguras y legales para la migración y el asilo" tal como obliga el derecho internacional. "La muerte evitable de tantos niños en el mar Mediterráneo es una atrocidad que perseguirá a estas costas en los años venideros. Ya basta", ha condenado el responsable de UNICEF.

El presidente de la ONG Proactiva Open Arms, Óscar Camps, critica duramente la actuación de Frontex y acusa a la Guardia Costera griega de llevar a cabo una "mala praxis" durante el naufragio que "remolcó el barco para sacarlo de sus aguas" y luego "volcó"

Óscar Camps, presidente de la ONG Proactiva Open Arms, critica duramente la actuación de Frontex y acusa a la Guardia Costera griega de llevar a cabo una "mala praxis" durante el naufragio del pesquero, a casi 80 quilómetros de las costas de Grecia. En una entrevista publicada por El Periódico, Camps califica de "nefasto" el papel desempeñado por estas entidades en el espeluznante suceso.

Basándose en el testimonio de los supervivientes, el presidente de Proactiva Open Arms, afirma que la Guardia Costera griega "remolcó el barco para sacarlo de sus aguas" y luego "volcó". Según los supervivientes, cada persona habría pagado entre 4.000 y 6.000 euros por embarcarse en este viaje de atrocidad y muerte.

Desde Amnistía Internacional (AI) han exigido una investigación exhaustiva e independiente sobre las causas del naufragio y ha instado a ofrecer asistencia y apoyo a los supervivientes. La ONG cuestiona la versión de la guardia costera griega de que los migrantes rechazaron la ayuda, argumentando que no se consultó a todas las personas a bordo, y que se encontraban en peligro evidente.

"Está claro que el enfoque actual del Mediterráneo es inviable. Año tras año, sigue siendo la ruta migratoria más peligrosa del mundo, con la tasa de mortalidad más alta. Estos esfuerzos colectivos deben tener los derechos humanos de los migrantes y salvar vidas en el centro de cualquier respuesta"

FEDERICO SODA, director del Departamento de Emergencias de la OIM
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también han hecho un llamado a establecer rutas seguras, ya que aproximadamente 27.000 personas han perdido la vida en aguas del Mediterráneo desde 2014 (1), incluyendo unas 2.300 en la zona oriental que conecta con Grecia

La OIM y ACNUR insisten en que la búsqueda y rescate en el mar es un imperativo legal y humanitario. “Está claro que el enfoque actual del Mediterráneo es inviable. Año tras año, sigue siendo la ruta migratoria más peligrosa del mundo, con la tasa de mortalidad más alta. Los estados deben unirse y abordar las brechas en la búsqueda y el rescate proactivos, el desembarco rápido y las vías regulares seguras. Estos esfuerzos colectivos deben tener los derechos humanos de los migrantes y salvar vidas en el centro de cualquier respuesta”, sentencia el director del Departamento de Emergencias de la OIM, Federico Soda.

Por otro lado, y como acto simbólico, el pleno del Parlamento Europeo pidió la semana pasada que el 15 de julio sea marcado en el calendario europeo como el Día europeo de las víctimas de crisis climáticas globales. La iniciativa necesita el respaldo de Bruselas y del Consejo para que se pueda celebrar desde este mismo 2023, tal como quieren los eurodiputados.

Tomado de:

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