lunes, 18 de marzo de 2024

La polémica que llega después de los incendios: ¿reforestar o restaurar? por @mongabay

  • Cuando un ecosistema es deforestado o degradado muchas veces se habla de reforestar las áreas afectadas, sin embargo, los expertos aseguran que lo primero es diseñar un plan que permita la verdadera recuperación del ecosistema.
  • La reforestación está estrechamente relacionada con la silvicultura y la productividad de los bosques. La restauración, por su parte, es un concepto ligado a la ecología, que busca regresar un ecosistema dañado, alterado o degradado a un estado cercano a como era antes de haber sufrido el daño.
Colombia comenzó el 2024 con la propagación de incendios en regiones de páramos, ecosistemas vitales por la biodiversidad que los caracteriza y, en especial, por ser generadores de agua. En el nororiente del país, por ejemplo, el páramo de Berlín, en el municipio de Tona, Santander, ardió durante 48 horas y más de 400 hectáreas quedaron calcinadas, entre ellas las correspondientes a un valle de frailejones, especie icónica del país.

Después del fuego comenzaron a tomar fuerza iniciativas de reforestación en las zonas afectadas. Incluso, las Fuerzas Armadas se unieron a esta tarea. Algunas propuestas ciudadanas plantearon el sembrar árboles en los páramos, cuando en este ecosistema predominan los arbustos y los pastos.

Estas acciones bienintencionadas alertaron a biólogos y ecólogos quienes advirtieron que la reforestación, lejos de ayudar, podría afectar la recuperación de estos ecosistemas.

El Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, autoridad en temas de biodiversidad en Colombia, tuvo que publicar un comunicado en el que aclaró que “no todo se soluciona plantando árboles. Arbustos y hierbas son claves en la retención del suelo quemado, éste queda desnudo y se puede erosionar rápido con las lluvias y vientos”.

Más de 40 hectáreas de frailejones quemadas en el páramo de Berlín. Foto: Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga.

Robert Hofstede, biólogo con doctorado en Ecología de Páramos y quien ha trabajado durante décadas con este ecosistema en Colombia y Ecuador, menciona que “en general, el páramo es un ecosistema que responde muy bien a la regeneración porque tiene un banco de semillas muy grande, con una capacidad muy rápida de colonizar áreas después de cualquier disturbio importante. Cualquier incendio afecta mucho al páramo. No es que el incendio ayude, pero después del fuego hay un buen escenario para que todo este banco de semillas que está en el suelo, e incluso en las hojas muertas, encuentre espacios abiertos en donde germinar”, asegura.

Es por ello que Hofstede considera que, en el corto plazo, no es recomendable intervenir el páramo con reforestación, sino proteger y aislar la zona para que se regenere naturalmente. Para él, hay grandes diferencias entre sembrar árboles y plantas, e intentar que un ecosistema recupere su equilibrio y funciones.

Reforestar no es restaurar

Cada vez que hay incendios, tala o cualquier actividad que afecta a bosques y otras coberturas naturales, se empieza a hablar de dos procesos que la gente tiende a asumir como sinónimos: reforestación y restauración.

Sin embargo, los expertos explican que se trata de temas muy diferentes. El primero se refiere sólo a la siembra de árboles, mientras que el segundo hace referencia a la recuperación y rehabilitación de un ecosistema dañado, alterado o degradado, tratando de llevarlo a su condición original, o por lo menos, a un estado cercano a como era antes de haber sufrido el daño.

Clara Solano, bióloga y directora de la Fundación Natura, comenta que la reforestación es un concepto que viene del siglo pasado, motivado principalmente por el auge de la industria del papel y la madera, y muy ligado a la silvicultura, disciplina que trabaja en el manejo de los bosques y su productividad.

Así quedaron más de 40 hectáreas quemadas en el páramos de Berlín, en Santander. Foto: tomada de X: @lorenzolizarazo

“La reforestación surge de todo un movimiento de ingenieros forestales que empieza en la década de los sesenta, cuando se invierte una gran cantidad de recursos para identificar protocolos de propagación de especies maderables muy finas, pues era más fácil sembrarlas en sitios controlados que extraerlas, por ejemplo, del norte de Rusia, las zonas más lejanas de Canadá o de lo profundo de la selva amazónica”, comenta Solano y agrega que, años más tarde, en países como Colombia se introdujo el concepto de reforestación protectora, “donde se empieza a hablar de sembrar árboles para proteger principalmente cuencas hidrográficas, emulando el modelo de siembra de una plantación productiva”.

Por su parte, la restauración de ecosistemas es una disciplina que empieza a desarrollarse hacia la década de los ochenta y que, para Hofstede, va más allá de la reforestación, pues no se trata sólo de ir al lugar afectado para ver qué sobrevivió y plantar la misma cantidad de plantas que se perdieron. El experto menciona que en la restauración se necesita analizar muy bien la ecología del ecosistema y de cada especie, “para recuperar de alguna forma la funcionalidad ecológica. Reconstruir es imposible, no es como una pintura que se dañó y que puedes volver a pintar exactamente igual a como era antes”, enfatiza.

Solano agrega que la restauración integra conocimientos de fauna, de atmósfera, de suelo y de recursos hídricos, para tratar de comprender cómo funciona un ecosistema y luego simular cómo se puede recuperar cuando se ha perdido. “La restauración es como la ciencia de la medicina, pero aplicada a los ecosistemas”, dice.

La directora de la Fundación Natura también menciona que la reforestación sólo considera la flora y está enfocada en sistemas forestales, mientras que la restauración es mucho más amplia, porque allí tienen cabida ecosistemas marinos, oceánicos, litorales, humedales, sabanas, bosques de todo tipo y hasta desiertos. “Además, la restauración tiene que identificar el grado de daño del ecosistema que estás intentando restaurar, recuperar o rehabilitar”, indica Solano.

Laguna del Otún, ecosistema de páramo a 4000 metros sobre el nivel del mar. Foto: Paulo Quintero

Los expertos coinciden en que el concepto de restauración es extremadamente amplio y usualmente se habla de dos modalidades: pasiva y activa. De acuerdo con Hofstede, la primera consiste en proteger el área “y que la naturaleza haga su trabajo”, mientras que en la activa se introduce material vegetal e incluso animales en la zona afectada.

“Ahora se está teniendo una visión de restauración del paisaje, donde no sólo se involucran las restauraciones pasiva y activa, sino también agroforestería y hasta la participación de la comunidad”, explica el experto.

El primer año es decisivo

Robert Hofstede ha dedicado gran parte de su vida académica a estudiar ecosistemas de páramo, y asegura que la dispersión de semillas en la mayoría de plantas de páramo se da a través del viento y que, a pesar de que muchas de ellas se queman, el pequeño porcentaje de semillas que sobreviven, “que siguen siendo miles”, encuentran espacios abiertos en los cuales germinar. Además, algunos frailejones y pajas rebrotan.

“Cuando te metes de inmediato al páramo para plantar después de un incendio, le sumas un nuevo disturbio al suelo. Puede ser que en el afán de sembrar nuevas plantas se pisoteen miles de otras plantas diminutas que ya están empezando a crecer allí”, afirma Hofstede.

Clara Solano añade que muchas veces, después del incendio, el suelo sigue ardiendo sin que los focos de calor sean visibles. Comenta que ese fue el caso de los cerros orientales de Bogotá, donde el fuego al nivel del suelo duró un mes y no estaba totalmente extinto a pesar de las lluvias. “Aunque no se vea la llamarada, hay fuego y hay calor en un sistema de bosque que ha sido quemado”.

Frailejones. Especie insignia de los páramos colombianos. Foto: cortesía Adriana Sánchez.

Entonces, ¿cómo se debe actuar? Hofstede asegura que en la restauración de páramos, lo primero que se debe hacer es analizar la capacidad de regeneración del ecosistema, luego se debe monitorear el área para comprobar qué especies se están regenerando y, finalmente, hacer una buena evaluación para determinar sí el páramo necesita ayuda con la introducción de algunas especies. Según dice, el último recurso en el que se debe pensar es en la siembra.

El experto indica que el primer año después del incendio del páramo es crucial para tomar decisiones, y comenta que a los seis meses es recomendable regresar a la zona porque mucho material vegetal, que aún permanecía en el suelo, ha sido arrastrado por las lluvias y el suelo queda más descubierto. “Es como cuando te quemas la piel con el sol. El primer día no sientes tanto ardor, pero en el segundo y tercer día ya vas sintiendo el dolor. El páramo es más sensible a los seis meses del incendio que inmediatamente después del fuego. En este primer medio año, el páramo es súper sensible, pero también es el momento en que hay una explosión de nueva vida en el área afectada”, dice.

Un año después del incendio, comenta Hofstede, se puede hacer una evaluación de cómo ha sido la regeneración del páramo y qué se puede hacer para acompañar el proceso. Sin embargo, de acuerdo con su experiencia, en cerca del 90 % de los casos la decisión final es simplemente proteger el área, asegurándose que no se haga ningún tipo de intervención a gran escala en el lugar.

Solano hace énfasis en que “no hay que ir a hacer siembras a lo loco” después de la quema, “porque eso no sirve, lo que se necesita es un diagnóstico, crear una ruta de intervención, preocuparse mucho por los suelos, esperar a que las especies nativas se regeneren un poco y entender cuáles semillas nativas e invasoras se activan con el fuego. Después de esto, la prioridad es empezar a atacar las especies invasoras”.

Miles de campesinos en el páramo de Pisba se dedican a actividades agropecuarias de las que basan su sustento. Foto: Gobernación de Boyacá.

Para los expertos, otro riesgo de las siembras sin planeación, y del que poco se habla, es la mezcla genética de las especies, porque se toman, por ejemplo, frailejones de la cordillera central para sembrarlos en la oriental, creando individuos de poca diversidad genética que son más susceptibles a enfermedades.

Hofstede concluye diciendo que a pesar de las buenas intenciones, se pueden cometer muchos errores por falta de conocimiento, por descuido o por la fascinación que genera ir a sembrar árboles. “Los ecólogos siempre estamos insistiendo: deja a la naturaleza hacer su trabajo y acompáñala dónde y cuándo sea necesario. En la mayoría de casos, la naturaleza es más sabia que uno”.

Tomado de:

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La peculiar ‘Operación Morrocoy’ de Orinoco Reptiles, por @ArmandoInfo


Detrás de la fachada conservacionista, este zoocriadero comercializa miles de morrocoyes sabaneros oriundos del Macizo Guayanés, con la autorización del Ministerio de Ecosocialismo. Desde hace más de una década, ha exportado más de 200.000 a cuatro continentes tomando rutas poco convencionales para saciar la demanda global de la fauna silvestre.

Una mujer y tres hombres con rostros ocultos detrás de gorras y tapabocas sostienen dos de un conjunto de morrocoyes sabaneros (Chelonoidis carbonaria), cada uno del tamaño de una mano, dispuestos dentro de una veintena de cajas plásticas rojas, iguales a las que se utilizan para transportar y almacenar verduras en los mercados. La imagen, captada en julio de 2020, muestra un fondo de tupido follaje tropical y acompañó el anuncio de la liberación de 950 tortugas de tierra en el sector Los Caribes del antiguo municipio Heres –hoy, Angostura del Orinoco– del estado Bolívar, muy cerca de la capital, Ciudad Bolívar.

Junto a delegados del Ministerio de Ecosocialismo (Minec), y acompañados por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) con el distintivo de la Guardia Ambiental, también se hallaban representantes de Orinoco Reptiles C.A, el zoocriadero encargado de la reproducción y conservación de los morrocoyes sabaneros reinsertados aquel día en su hábitat natural.

Aquella aparición pública de la empresa sirvió para ratificar su función de conservación y rescate de la fauna, que por ley deben cumplir los zoológicos, zoocriaderos y acuarios autorizados por el Minec en Venezuela. Sin embargo, ese mismo año, Orinoco Reptiles exportaba a cuatro continentes 14.136 morrocoyes sabaneros, según reportan las plataformas de comercio exterior Importgenius, Panjiva y 52wmb.

Aunque, después de aquella buena nueva, Orinoco Reptiles se esfumó de las noticias ambientales, las estadísticas globales muestran que la empresa continuó operando. Según los registros consultados en Internet, el zoocriadero vendió decenas de miles de tortugas de tierra a clientes extranjeros a la sombra de su misión establecida. Tan exótica es la fauna que viaja en sus cargamentos, como los mercados a los que despacha. Entre 2010 y 2023 ha exportado más de 200.000 morrocoyes sabaneros vivos a países como Estados Unidos, Panamá, China, Hong Kong, Taiwán, Italia, El Salvador y Gambia. Según 52wmb, por ejemplo, entre 2002 y 2023 habría enviado, sólo a Gambia, Costa Rica y China, unos 44,2 mil morrocoyes en 14 entregas.


¿Aprovechamiento sustentable?

Orinoco Reptiles, fundada en Ciudad Bolívar como compañía anónima en los primeros años del chavismo, forma parte de una nueva generación de zoológicos y zoocriaderos privados que han establecido alianzas con el Minec para la conservación, rescate y aprovechamiento sustentable de la fauna silvestre. A pesar de la vinculación con esa cartera, su nombre no aparece en el Registro Nacional de Contratistas (RNC).

Según bases de datos de comercio internacional, en 2021, año récord de exportación de la compañía, sacó del país casi 64.400 ejemplares. Ese mismo año participaba, simultáneamente, en el II Encuentro Nacional de Zoológicos, Zoocriaderos y Acuarios, celebrado durante la pandemia en el Zoológico de Caricuao, en Caracas, junto a otras empresas homólogas como Inversiones Alazán GAC, Criadero San Antonio Abad y Centro de Rescate y Recuperación de Fauna Silvestre Ebenezer, entre otros.

A lo largo de dos décadas, Orinoco Reptiles se ha movido dentro del circuito de comercialización internacional de morrocoyes sabaneros que surte al mercado asiático. Su operación, que debe contar con la autorización del Minec, ilustra los negocios tejidos a través de rutas imprevistas con una especie de reptil que hasta los años 80 estaba en peligro de extinción y que, en la actualidad, se maneja como mercancía transable y forma parte de los programas de aprovechamiento sustentable de la fauna silvestre.

En 2014, los propietarios de Orinoco Reptiles CA, los esposos Matías Rafael Yang Cermeño y Alejandra Uncein Salazar de Yang, abrieron en Miami la empresa Red Foot USA, que ha servido para intermediar las transacciones comerciales en el extranjero. El nombre de la empresa sugiere la importancia del morrocoy en su catálogo de mercancías, pues red foot tortoise o “tortuga terrestre de patas rojas” es la denominación coloquial de esta especie en inglés. La incorporación de la compañía y su actividad comercial coincidieron con el período en el que empezaban a estar vigentes las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra el régimen de Nicolás Maduro.


El morrocoy sabanero es una especie muy cotizada en el mercado internacional de mascotas, sobre todo en los países del sudeste asiático. China, por ejemplo, el mayor consumidor de vida silvestre en el mundo, también utiliza preparaciones de este reptil con fines medicinales, comestibles y hasta como afrodisíaco. A las amenazas que presentan la tala y la deforestación de los hábitats de estos morrocoyes, ahora se une su cacería ilegal para abastecer estos mercados.

El mercado internacional de los reptiles mueve cifras millonarias. Entre 2020 y 2022, las exportaciones de estas especies de fauna silvestre alcanzaron unos 19,4 millones de especímenes de reptiles –esto incluye desde cocodrilos e iguanas, hasta morrocoyes y serpientes– alrededor del mundo, por un valor de 184,7 millones de dólares, según la base de datos de Comtrade de Naciones Unidas.

Las transacciones de Orinoco Reptiles en el mercado internacional muestran una de las rutas de comercialización de especies silvestres de América Latina que se traza desde la Amazonía venezolana hasta Asia, donde la demanda de fauna amazónica va en aumento.

El hábitat del morrocoy sabanero se encuentra en las sabanas y bosques ribereños de América del Sur. Aunque en países como Argentina y Colombia al morrocoy se le cataloga como especie “vulnerable”, lo cierto es que en Venezuela su población silvestre se ha recuperado. Ya no figura en el Libro Rojo de la Fauna Venezolana que coordina la organización Provita. Tampoco se destaca en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUNC) ni en el Sistema Venezolano de Información sobre Diversidad Biológica (SVDB) del Minec. Los expertos consultados para este reportaje coinciden que su población no está en peligro, pese a que sigue en la lista de veda para la cacería del decreto 1485, publicado en Gaceta Oficial en agosto de 1996.

Por su parte, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) lo incluye en el Apéndice II, que identifica a especies cuyo manejo comercial descontrolado podría suponer una amenaza para su población e impacto en la biodiversidad.


Muros altos y puertas cerradas

En el sector Los Caribes, un suburbio en el sur de Ciudad Bolívar, la capital regional a orillas del río Orinoco, el inmenso muro perimetral que protege al zoocriadero Orinoco Reptiles llama la atención por su longitud, altura e impenetrabilidad. El paisaje circundante comprende caseríos, el Liceo Militar Eleazar López Contreras, un fundo familiar de pocas hectáreas, un vivero, una base de misiones con el retrato del guerrillero Ernesto Che Guevara, un abasto, una vaca y algún vecino cargando tobos de agua. De los portones, cuyas rejillas están recubiertas con mallas negras, cuelga un cartel en inglés: No trespassing. Todo el perímetro está flanqueado con una cerca eléctrica. En una visita de Armando.Info con la finalidad de tramitar una entrevista, un encargado señaló que esto sólo era posible en la oficina de la empresa. Pero no lo fue.

El perímetro de la sede de Orinoco Reptiles es llamativo por su hermetismo. Algo similar ocurre cuando se busca información sobre la empresa y sus dueños. Crédito: Armando.info.

En en la sede del Zoocriadero en Ciudad Bolívar no fue posible concertar una entrevista con los dueños. Crédito: Armando.info.

En el Zoocriadero no fue posible canalizar una entrevista con los dueños. Crèdito: Armando.info.

Orinoco Reptiles registra su oficina en las Residencias Táchira, situadas en la avenida Táchira, también en Ciudad Bolívar. Se trata de un conjunto residencial donde se encuentran muchos apartamentos vacíos de bolivarenses que han emigrado, como la familia Yang-Uncein. Aunque no se encontró ningún vigilante, el conjunto está también protegido por portones eléctricos.

La búsqueda de la información sobre el zoocriadero puso a los reporteros a completar una verdadera gymkana. En el Registro Mercantil de Ciudad Bolívar, el expediente de la empresa está bajo llave, advierten los funcionarios de turno. Solo hay acceso a tres páginas, fechadas en febrero de 2020, en las que se deja constancia de la ampliación del objeto de la compañía: “Cría, siembra, cosecha, importación, exportación, instalación de zoocriaderos y el aprovechamiento de las especies de fauna silvestre, acuática y doméstica del país”. Remata con “cualquier actividad de lícito comercio relacionado con el objeto principal”.

Tres fuentes consultadas en calidad de anonimato, tanto en el sector comercial de Ciudad Bolívar como en los alrededores del zoocriadero, coinciden en que los Yang-Uncein “se mudaron hace mucho tiempo a Estados Unidos”. Sin embargo, las mismas fuentes afirman que la pareja sigue al frente del zoocriadero. La cuenta de Linkedin de Matías Yang lo confirma: es el presidente de Orinoco Reptiles desde hace 23 años .

Red Foot USA ha cambiado unas cinco veces de dirección en Florida durante una década. La actual sede se ubica en una casa de 278 metros cuadrados de construcción dentro de una urbanización cerrada con vigilancia en Fontainebleau, un sector del occidente del condado de Miami-Dade. De acuerdo a los registros inmobiliarios municipales, el matrimonio Yang-Uncein compró la residencia en 2018 por 450.000 dólares. Armando.Info se acercó hasta este domicilio para solicitar información pero las puertas permanecieron cerradas.

Conexión Gambia

Los registros en bases de datos de comercio internacional como Importgenius, Panjiva y 52wmb, permiten dibujar los circuitos poco convencionales que ha tomado Orinoco Reptiles para vender morrocoyes guayaneses en el extranjero. Uno de los destinos inusuales es Gambia, el país más pequeño del continente africano, con una población de 2,7 millones de habitantes y que mantiene relaciones diplomáticas con Venezuela desde 1974.

Venezuela y Gambia han establecido varios convenios bilaterales bajo el chavismo en el poder. En 2010, justo el mismo año en que se registran las primeras exportaciones de Orinoco Reptiles, representantes del gobierno de Hugo Chávez se reunieron en Gambia para explorar proyectos de cooperación vinculados al comercio, turismo y la aviación.

Esta nación costera de África occidental, encapsulada dentro del territorio de Senegal, tiene la reputación de servir de puente o plataforma de tránsito para diversos ilícitos como el narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de vida silvestre, en particular, hacia mercados asiáticos.

Entre 2020 y 2023, Orinoco Reptiles exportó a Gambia unos 73,4 mil morrocoyes sabaneros a través de Red Foot USA, la empresa de los Yang-Uncein en Miami. En la base de datos aparece como importadora y suplidora de cargamentos de morrocoyes que tienen a Gambia como destino final.

Gambia reúne varias condiciones para convertirse en la caja negra del comercio ilícito de vida silvestre, de acuerdo al informe Entendiendo las amenazas contra la biodiversidad de África Occidental y vínculos con el tráfico de vida silvestre, publicado en 2020 por el programa de Biodiversidad y Cambio Climático en el Oeste Africano (West Africa Biodiversity and Climate Change) de la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid, por sus siglas en inglés).

En las aduanas de Gambia existe muy poco conocimiento sobre los delitos contra la vida silvestre. Los funcionarios no han sido capacitados sobre los protocolos de protección de fauna y flora silvestre establecidos por la Cites.

Todas las transacciones de Orinoco Reptiles se realizan por vía aérea. El experto en tráfico internacional, Fréderick Masse, codirector de la Red CORAL (Red de Monitoreo del Crimen Organizado en América Latina), explicó a Armando.Info que el comercio de fauna silvestre se realiza por avión porque es la manera más expedita y, por lo tanto, segura, para la preservación de la mercancía: “La idea es entregar rápido por el riesgo de que los animales silvestres pueden morir o malograrse en el camino”.

Tanto la Cites como las bases de datos internacionales de comercio exterior registran exportaciones de morrocoyes de Venezuela a Estados Unidos, país cuya agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) prohíbe desde 1975 la venta de tortugas con caparazón menor de 10 centímetros de diámetro.

Mientras se acumulan las facturas de exportación de Orinoco Reptiles, parecieran quedar atrás los objetivos de conservación de la diversidad biológica contemplados en el Plan de la Patria 2010-2020, que tanto anunciaban las autoridades ambientales en cada acto de liberación de chelonoidis carbonaria en el estado Bolívar.

Se enviaron consultas al Minec, con sede en Caracas, para conocer su versión, pero hasta el cierre de la edición no habían sido respondidas.

Se calculó la cantidad de unidades de morrocoyes sabaneros exportados a partir de los totales en kilos, llevados a gramos y luego divididos por el peso individual de una tortuga de tierra con talla y gramos óptimos para su transportación.

Se tomó en cuenta que el peso promedio de un morrocoy en estado aceptable para ser exportado ronda entre los 200 y 300 gramos, según los herpetólogos consultados.


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En la tensa espera / Gregorio Salazar @goyosalazar

 


Convengamos en que Nicolás Maduro Moros tiene derecho a ser candidato presidencial. Si revisamos las condiciones que establece el 227 de la Constitución para cualquier aspirante encontraremos que, en efecto, este ciudadano hasta excede algunos de los requisitos, pues duplica los treinta años y es venezolano por partida triple, de acuerdo a la documentación o versiones que antaño presentaron sus propios funcionarios.

Tres eran las parroquias que se disputaban tan alto honor. El Valle, San Pedro y La Candelaria, la que finalmente se alzó con el derecho tras una intervención televisiva de la finada Tibisay en la que dio ante las cámaras un carpetazo documental más rápido que un aletazo de colibrí.

En todo caso, ya pasaron los tiempos en que basados en la exigencia constitucional de «no poseer otra nacionalidad» –y en este caso se presumía la colombiana–, medio país clamaba por su salida de la presidencia, clamores que para ser fieles a la verdad se han centuplicado por razones de mucho más peso y entidad y muchas más urgencias que la de un escrito ornado con estampillas y papel sellado.

Ya el Partido Socialista Unido de Venezuela, anunció que la proclamación de su candidato presidencial será este fin de semana, paso al vacío que de ser el PSUV un verdadero partido político, con estructuras y funcionamiento democrático, jamás daría después de dar la más leve hojeada a la performance de Maduro durante la década y pico que lleva en el poder y lo que señala cualquier estadística, sondeo político o socieconómico. Pierde 8 a 2 en cualquier terreno. Que eso le importe es otra cosa.

Apelemos a nuestro deporte nacional, el beisbol, fuente de toda sabiduría popular, para encontrar un sencillo equivalente a la situación que nos ocupa o, mejor, preocupa y atormenta a los venezolanos. A ningún club se le ocurriría colocar en el line-up y menos de cuarto bate a un individuo con 050 de average de bateo, líder de ponches en el circuito y un verdadero colador al campo, más si este es el socioeconómico o el de los derechos humanos.

Pero todos sabemos que al igual como puede ocurrir en cualquier «caimanera» hay quien pretenda imponerse como dueño del bate, los guantes y la pelota y, peor todavía, de las reglas y los árbitros que las interpretan y sentencian. Que sea novio de la madrina y que la incorpore a las desventuras de Súperbigote, pase.

Esta es la amenaza que mantiene al país en vilo, sin saber si podrá salir de Maduro o si éste optará o podrá –son cosas distintas– pasar el cerrojo que selle la puerta del regreso a la vida en democracia, con paz, convivencia, Estado de derecho y opciones para prosperar en cualquier campo de la vida que desee hasta el más humilde hijo de Venezuela.

Carolina Acosta-Alzuru: “El desarraigo es una daga en el costado” / Hugo Prieto @prodavinci

 


El libro de Carolina Acosta-Alzuru* Robando Azules (Editorial Alfa) se cocinó lentamente en el taller de escritura autobiográfica que dicta Ricardo Ramírez Requena. El libro se compone de varios relatos que quieren ser una novela. La vida familiar, siempre en altas y bajas, para cualquiera que nazca en un hogar. Los estudios que, finalmente, se convirtieron en una especialidad en medios de comunicación, sociedad y telenovelas, hasta alcanzar el doctorado. Su mudanza a Estados Unidos. La sorpresiva irrupción de un tumor en el cerebro de su marido, la incursión en Estambul, en Turquía, nueva plaza de los culebrones globales. La autopsia de la industria en Venezuela, como una víctima del chavismo. Todo esto y más están en las páginas de su libro.

A la autora le duele el país, va y viene por distintas razones. A ella que la cautiva el azul, la llama el cielo azul de Caracas, también el brazo azul del Bósforo que separa a Estambul entre Asia y Europa. Acosta-Alzuru dice que la emocionalidad de los turcos se parece mucho a la de los venezolanos. Debe ser cierto. Recuerdo que en el barrio Taksim, en uno de sus tantos locales, escuché una versión en vivió (en español, aprendido de memoria) de Caballo Viejo la canción de Simón Díaz que le dio la vuelta al mundo. Más venezolano imposible.

Escrito con soltura, el libro toma prestado de la telenovela el diálogo y las escenas, pero también la carnada que al final de cada relato (o capítulo) despierta la curiosidad y el deseo de seguir leyendo hasta el final.

En uno de sus viajes a Venezuela, a propósito de su trabajo académico, se encuentra en los estudios de Venevisión y al ver un clip sobre un escritorio, usted advierte que las inversiones en la producción de telenovelas es cosa del pasado. ¿Esa percepción inmediata de una imagen, que también se repite en otros momentos de su vida, despertó la conciencia que la llevó a tomar decisiones radicales? 

Yo creo que probablemente siempre ha sido así, pero no lo había concientizado, quizás porque escribir también ayuda a que te entiendas a ti mismo, o que uno entienda cómo procesas las cosas. Lo que dices es totalmente cierto. Veo esa imagen (la del clic) y me hago la pregunta, no como una duda sino como una convicción: la telenovela venezolana se está muriendo. En otros momentos, yo entraba a Venevisión y eso era un gentío. Al menos tres novelas se estaban produciendo simultáneamente. Bajabas a los estudios y todos estaban ocupados. Pero en ese viaje, todo estaba vacío, en los estudios no se estaba haciendo nada. Había una sola telenovela y esa oficina estaba muy disminuida. Todos los que estaban allí me comentaban que había una reducción en todos lose sentidos.

¿Venezuela no era el país de las telenovelas?

Sí y me tocó hacerle la autopsia.

El país, además, donde se ensayaron nuevos formatos. Cabrujas, particularmente, rompió con el molde de “El derecho de nacer” y sus guiones —“Estefanía”, “La dueña”— estaban relacionados con episodios de nuestra historia. Una propuesta arriesgada que trajo una evolución. ¿Cómo es que, de El derecho de nacer, pasando por Cabrujas, llegamos a la autopsia?

La historia de la telenovela, realmente empieza en Cuba y los grandes escritores cubanos se dispersaron por el continente, aunque hubo uno que se quedó, Félix B. Caignet, justamente el creador de El derecho de nacer; hubo una que se fue a México, Inés Rodena; hubo otra que se fue a Brasil, Gloria Magadán y una que no emigró a nuestro país, pero hizo todo su trabajo para Venevisión, Delia Fiallo. No es casualidad que los tres grandes productores de telenovelas, por mucho tiempo, fueron México, Venezuela y Brasil. Pero ese modelo cubano, en cada uno de estos países, evolucionó o no. En el primer país que evolucionó fue en Brasil, por eso la telenovela brasileña siempre ha sido la más adelantada en ese de despegarse de todas las demás. Pero en Venezuela también evolucionó. Cabrujas, un dramaturgo con tendencia a la izquierda, con una conciencia histórica y social, y una inteligencia impresionante, empieza a escribir otro tipo de guiones, La dueña es una adaptación de El Conde de Montecristo, pero en un escenario como la dictadura de Juan Vicente Gómez.

Saltemos al tema de la autopsia.

Tenemos varias evoluciones, Cabrujas es una, pero en la última etapa es Leonardo Padrón, con historias de la calle. Pero una vez que se hace la telenovela Cosita rica, donde el antagonista era una metáfora del presidente Chávez, viene la ley Resorte y ahí se empieza a asfixiar una industria. El otro golpe, mortal, fue la negativa a renovarle la concesión a RCTV. La industria se reduce a la mitad. A la otra mitad le queda como única opción sobrevivir y para conseguirlo empieza a autocensurarse. Ahí empiezas a perder la conexión con esa calle, empiezas a perder esa ventaja, empiezan a llegar telenovelas de afuera. Además, la producción televisiva decae en todo el continente por un tema económico. La industria se apaga hasta el punto en que ya no se hacen telenovelas.

¿Cuándo decide emigrar a Estados Unidos?

En 1993. Yo me fui a estudiar después del caracazo y de los dos golpes de Estado. Me fui a hacer un master con tres niños y un esposo. En lo que llegué allá, los profesores me empezaron a decir que yo debía hacer un doctorado. El país está cambiando y cuando me gradúo, Venezuela ya está marcada por el chavismo. Mi esposo tenía un tumor en el cerebro y yo tenía un doctorado. Entonces, nos quedamos.

Detrás de la cara de Carlota Sosa, por ejemplo, no solo hay una industria muy poderosa, sino una reflexión intelectual, el hecho de que usted hiciera de la telenovela, llegado el caso, su objeto de Estudio. Es mucho lo que hay detrás de una cara bonita.

La telenovela estigmatiza todo. ¿Quién va a estudiar la telenovela, si ella es el peor callejón de la cultura popular? ¿Cómo un académico se va a meter en el callejón más sucio y más oscuro de la cultura popular? Pero resulta que en ese callejón hay una cantidad de claves sobre tres hilos que se entrelazan todo el tiempo. Esos hilos son: medios de comunicación, cultura y sociedad. Puedes tomar la telenovela como puedes tomar…

…el béisbol, que también está en su libro.

Exacto. Además, lo amo. Yo empecé a estudiar una sola telenovela, pero me di cuenta de que el tema era inmenso, una industria mundial, en Venezuela es (era) una industria importantísima y los académicos no la estudiaban, justamente, porque lo estigmatiza todo: al actor que trabaja en ella, al guionista que la crea y a quienes la estudiamos también. Las telenovelas y todos los melodramas seriados, son un tema de estudio muy complejo, porque es inmenso, agotador y no termina, siempre se está renovando. En estos 25 años de carrera académica he visto a colegas que la abandonan después de cinco o diez años, pero yo la sigo.

¿No fue la intuición la que la llevó a obtener un doctorado?

Había algo allí que era importante de estudiar. Yo lo sabía. En el momento en que Venezuela se polariza mucho y también se activa políticamente, yo vine al país y le dije a mucha gente de la industria: esto hay que incluirlo, una telenovela que tenga marchas, que tenga esto y me dieron respuestas totalmente diferentes. Unos me decían: ¿estás loca?, la telenovela es para evadir, para distraer. Pero Leonardo Padrón me dijo: yo estoy escribiendo una telenovela donde el antagonista es una metáfora de Chávez. Me metí de cabeza a estudiar el tema. Vine al país en cuatro ocasiones. De esa experiencia escribí mi primer libro. Yo sabía que estaba montada sobre un tesoro académico y lo que me preocupaba era que no diera la talla, porque era el país y la telenovela en paralelo, aunque a veces se tocaban. Yo sabía que era un tesoro.

Hay esa intuición de las cosas que van luego a desarrollarse, eso está en su vida personal, en su vida académica, en la percepción que tiene de la política, incluso en su condición de mujer. Pero a la vez hay miedo e inseguridad y el deseo de aferrarse al yo sé que puedo. ¿Qué puede decir de esa dualidad?

Durante mi infancia había cosas que yo presencié, cosas que mi mamá hacía y yo pensaba: ¡Qué chévere cuando pueda hacer esto! Pero así mismo, había otras cosas que yo no quería para mí. Entendí que había una desventaja inmensa entre mi papá y mi mamá. Y mi pregunta era: ¿Por qué el mundo era tan ancho para él y tan angosto para ella? Aunque era una familia feliz, un matrimonio bien avenido. Pero esa desventaja, desde muy pequeña, nunca me cuadró. Todo eso lo vine a entender, en un contexto en el que yo era una mujer con hijos, que estudiaba una maestría y tenía un esposo. Sí, ese era un tema en mi vida. Sufría de inseguridades, porque hay una pulsión natural, que me lleva a entender que una mujer debe tener igualdad de derechos, igualdad de oportunidades y un largo etcétera, pero en la realidad, y desde mi infancia, entendí que eso se me negaba en conversaciones. Yo me casé muy joven. Entonces era: ¿Tú vas a seguir estudiando? Pero si ya te casaste. Como madre he procurado que mis hijos vean un panorama abierto para todo.

El mundo de las telenovelas es cruel y despiadado. En ese mundo, usted es un ejemplo de la supervivencia del más apto. Siendo así me cuesta entender por qué abraza la causa del feminismo.

Una vez que pronuncias la palabra feminismo y cuando los lectores la lean, quizás se van a detener ahí. Es una palabra incomprendida para muchas personas. Las mujeres seguimos estando en desventaja, no sólo en Venezuela, sino en muchos países, incluso, en Estados Unidos. La percepción, por ejemplo, de las canas en un hombre y en una mujer es muy diferente. Todavía, hoy en día, cuando a una mujer la violan hay quien pregunta. ¿Qué hacía allí? ¿Cómo estaba vestida? Y cuando una mujer sobresale profesionalmente, su papel de madre se pone bajo sospecha. Seguimos en desventaja, Hugo. Esto no es un complot, es una cosa más compleja. ¿Tienes más hombres entrevistados que mujeres? A veces, no te das cuenta.

La escucho y recuerdo que, en las líneas de su libro, usted se declara contraria a cualquier ismo. Pero sigue una causa, tiene un ismo. ¿Mintió en su libro más reciente?

Si tengo un ismo, es el feminismo. Eso es verdad. Lo que ocurre es que a mí no me gustan los ismos como el racismo. No me gusta cuando veo que la gente asume la realidad a través de un solo factor. Los venezolanos, por ejemplo, tienden a ver la realidad política a través de un solo factor, que es izquierda versus derecha. Pero tú tienes otros ejes: autoritarismo versus democracia, por ejemplo. Entonces, cuando la gente tiende a mirar por un solo eje se tiende ir al ismo. Puede ser que tenga un ismo, que sería el feminismo. Estoy muy pendiente de mi rol, jugando entre hombres y mujeres, aunque mi propia perspectiva, de que las mujeres seguimos en desventaja, me puede torcer la mirada.

Más de 10 millones de venezolanos están privados de su derecho al voto, por Jesús Delgado


Jesús Delgado 17 de marzo de 2024

El pasado 5 de marzo y después de semanas de gran expectación, el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) anunció que las elecciones presidenciales se celebrarán el 28 de julio. No podemos dejar de lado el simbolismo de las fechas y es que ese día es el natalicio de Hugo Chávez. De manera que parece que el régimen de Maduro, herido de muerte por su baja popularidad (entre 15% y 20% de acuerdo con las encuestas más favorables), acude a la épica del expresidente para intentar remontar la cuesta.

En las circunstancias actuales, con los partidos opositores (incluso el Partido Comunista) intervenidos judicialmente, la candidata más popular de la oposición (con gran diferencia) ilegalmente inhabilitada, el Consejo Nacional Electoral bajo la subordinación del PSUV, sin tiempo para una campaña de inscripción y actualización del registro electoral en buenas condiciones –ni para realizar las auditorías al sistema automatizado– y sin observación electoral internacional profesional y apartidaria garantizada, las elecciones serían un simulacro para que la élite gobernante retenga el poder por un sexenio más.

Una nación nariceada, por @tulioehernandez


Tulio Hernández 17 de marzo de 2024

@tulioehernandez

Confieso que es la primera vez que acudo al verbo “naricear”. Y al adjetivo “nariceado”. Claro que los había escuchado y seguramente leído. Pero siempre me han resultado algo incómodos y chocantes por lo que designan.

Pero esta vez recurro a ellos porque ambos me parecen impresionantemente precisos para describir la manera como el régimen militarista ha anunciado, de madrugonazo, la fecha de las elecciones presidenciales, a celebrarse el próximo 28 julio, y los aberrados ­—por arbitrarios, inconstitucionales y ventajistas— procedimientos, pasos y plazos fijados para que se realice el proceso.

El texto que mejor describe la convocatoria electoral chavista es el mismo que incorpora el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) para el verbo “naricear”. Lo define así: “Pasar una cuerda por un agujero abierto en la nariz de la res para obligarla a obedecer o a caminar”.

Más de 10.000 venezolanos pidieron asilo en España entre enero y febrero, por JHOAN MELÉNDEZ


JHOAN MELÉNDEZ 17 de marzo de 2024

Unas 27.657 personas solicitaron asilo en España desde el primero de enero al 29 de febrero del año cursante, lo que se traduce en un 15% más que en el mismo periodo pero del año pasado cuando 24.025 hicieron la petición, informó la Comisión Española de Ayuda Al Refugiado (Cear) este jueves.

La ONG detalló que los venezolanos lideraron las solicitudes al representar el 37,8% de ellas, es decir, más de 10.000. Le siguieron los colombianos con 28,5%, peruanos con 7,4%, senegaleses con 5,2% y marroquíes con 2,8%.

Asimismo, tales cifras derriban la tendencia con la que cerró el 2023. En ese entonces, los cinco principales países eran de América Latina. “Senegal, afectado por una grave crisis política y social, y Marruecos, reemplazan a Honduras y Cuba”, resaltaron, reseñó Europa Press.

Más del 80% de los venezolanos asegura que el socialismo le ha generado pobreza, según Meganálisis, por @Analitica


Analítica 17 de marzo de 2024

@Analitica

A la pregunta de qué consecuencias ha generado el socialismo en Venezuela, 84,7% de los consultados respondió que «ha traído mal vivir, desesperanza, separación familiar y pobreza», aseguró Meganálisis

De acuerdo con una encuesta de Meganálisis, 90,4% de los venezolanos no pertenece a ningún partido político. Mientras, 6,1% milita en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y otro 3,5% pertenece a otras toldas.

A la pregunta de qué consecuencias ha generado el socialismo en Venezuela, 84,7% de los consultados respondió que «ha traído mal vivir, desesperanza, separación familiar y pobreza».

Otro 13,2% respondió que «el socialismo ha traído bienestar, esperanzas, unidad y riquezas a los venezolanos». El restante 2,1% no contestó.

Encuesta Meganálisis

¿Cuáles son los 34 partidos habilitados por el CNE para participar en las presidenciales?, por @monitoreamos


Monitoreamos 17 de marzo de 2024

@monitoreamos

El Consejo Nacional Electoral (CNE) habilitó 34 partidos políticos para postular candidatos a las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Sin embargo, la mayoría de estas organizaciones están controladas, de manera directa o indirecta, por el régimen de Nicolás Maduro.

De los 34 partidos habilitados por el CNE, solo uno -Un Nuevo Tiempo (UNT)- forma parte de la Plataforma Unitaria Democrática, la principal coalición opositora. Además, fue habilitada la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la tarjeta -con el logo de «la manito»- que representó a la oposición en la última década y que ha sido la más votada en la historia electoral del país.

María Corina Machado: Son días desafiantes. Avancemos con firmeza y serenidad.


Declaración María Corina Machado 17 de marzo 2024

Textual;

VETE Y NO PEQUES MÁS, por @hablarcondios


Francisco Fernández-Carvajal 17 de marzo de 2024

@hablarcondios

— Es Cristo quien perdona en el sacramento de la Penitencia.

— Gratitud por la absolución: el apostolado de la Confesión.

— Necesidad de la satisfacción que impone el confesor. Ser generosos en la reparación.

IMujer, ¿ninguno te ha condenado? —Ninguno, Señor. —Tampoco yo te condeno. Anda y en adelante no peques más1. Habían llevado a Jesús una mujer sorprendida en adulterio. La pusieron en medio, dice el Evangelio2. La han humillado y abochornado hasta el extremo, sin la menor consideración. Recuerdan al Señor que la Ley imponía para este pecado el severo castigo de la lapidación: ¿Tú qué dices?, le preguntan con mala fe, para tener de qué acusarle. Pero Jesús los sorprende a todos. No dice nada: inclinándose, escribía con el dedo en tierra.

La mujer está aterrada en medio de todos. Y los escribas y fariseos insistían con sus preguntas. Entonces, Jesús se incorporó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado que tire la primera piedra. E inclinándose de nuevo, seguía escribiendo en la tierra.

domingo, 17 de marzo de 2024

Las medidas de adaptación al cambio climático mal diseñadas exacerban las desigualdades, por @EcoAvant


Las comunidades marginadas, incluidas aquellas definidas por raza, etnia, género y estatus socioeconómico, sufren los peores impactos del clima, pero a menudo son excluidas de los procesos de toma de decisiones

La crisis climática no es solo un problema ambiental; también está profundamente entrelazada con injusticias sociales y económicas. Desde la distribución desigual de los impactos del cambio climático hasta la exclusión de comunidades marginadas de la planificación de la adaptación, la necesidad de un enfoque más equitativo para la adaptación al cambio climático es cada vez más clara.

Desafíos en los esfuerzos de adaptación actuales

La urgencia de la crisis climática se hace cada vez más evidente. El año pasado se enmarcó como el más caluroso jamás registrado y estamos experimentando cada vez más fenómenos meteorológicos extremos. A pesar ello, el mundo aún no está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y los esfuerzos de adaptación están alcanzando sus límites.

El Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) enfatiza que, si bien la planificación y la implementación de la adaptación han avanzado, siguen siendo limitadas en alcance y efectividad.

Las comunidades marginadas, incluidas aquellas definidas por raza, etnia, género y estatus socioeconómico, sufren los peores impactos del clima, pero a menudo son excluidas de los procesos de toma de decisiones.

Del mismo modo, el Informe sobre la Brecha de Adaptación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que las prácticas actuales de adaptación no cumplen con lo necesario, perpetuando las vulnerabilidades existentes y exacerbando las desigualdades.

A pesar de algunos pasos positivos, como una mayor consideración por el género y los pueblos indígenas en los instrumentos de planificación, las acciones de adaptación siguen siendo incrementales y no abordan las causas fundamentales de la vulnerabilidad climática.

En diciembre de 2023, en la COP28 en Dubái, los países acordaron un inédito objetivo mundial relativo a la adaptación (GGA), con el objetivo de mejorar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio climático.

Los objetivos incluyen abordar la escasez de agua, la seguridad alimentaria, los impactos en la salud, la resiliencia de los ecosistemas y la infraestructura, la mitigación de la pobreza y la protección del patrimonio cultural.

Sin embargo, aunque el GGA enfatice la urgencia de adoptar enfoques más representativos, incluyendo los basados en el conocimiento de los pueblos indígenas, no detalla cómo hacerlo para poner en práctica los objetivos.

Hacia la acción climática inclusiva

Un enfoque interseccional podría ser el ingrediente que falta para lograr una acción climática más inclusiva.

La interseccionalidad es un concepto que surgió del feminismo negro a finales de los años 1980 para explicar las complejas formas en que se intersecan e interactúan las identidades sociales y las estructuras de poder.

Un enfoque interseccional reconoce cómo, por ejemplo, el género, la raza y la clase social se entrelazan y exacerban las experiencias individuales y las formas en que las personas son afectadas por la discriminación y la desigualdad.

En el contexto del cambio climático, la interseccionalidad nos ayuda a comprender cómo ciertos grupos sociales enfrentan impactos únicos y desproporcionados y cómo algunos grupos se ven más beneficiados por las acciones de adaptación que otros.

Diferentes estudios muestran que la vulnerabilidad al cambio climático no está determinada únicamente por la ubicación o el estatus socioeconómico de un individuo, sino que está moldeada por la intersección de múltiples factores, incluyendo el género, la etnia, la edad, la sexualidad y la habilidad.

Por ejemplo, un estudio reciente en Barcelona ha demostrado que las comunidades de bajos ingresos y los inmigrantes de países del Sur Global enfrentan una exposición desproporcionada a riesgos climáticos y carecen de acceso a recursos necesarios para adaptarse al cambio climático.

Asimismo, varios estudios explican cómo las mujeres indígenas enfrentan una doble barrera que las deja cargando con la peor parte de los impactos del cambio climático, mientras se les niega un papel en el desarrollo de políticas y programas para mitigarlo.

A pesar del creciente conocimiento sobre la importancia de la interseccionalidad, muchos esfuerzos de adaptación continúan enfocándose en problemas o ejes de desigualdad individuales (como el género o la etnia), descuidando la interconexión de diferentes formas de discriminación y vulnerabilidad.

Este enfoque estrecho no solo fracasa en abordar las causas fundamentales de la injusticia climática, sino que también corre el riesgo de perpetuar las desigualdades existentes.

Avanzando hacia la adaptación interseccional

Para abordar la injusticia climática desde una perspectiva interseccional, es esencial adoptar un enfoque hacia la adaptación que tenga en cuenta las experiencias y necesidades de las comunidades más afectadas por el cambio climático, las llamadas comunidades de primera línea.

Eso requiere una estrategia integral que priorice sus voces, documente sus perspectivas y reconozca sus experiencias de riesgo cotidianas.

Más importante aún, un enfoque interseccional también incluye considerar las amplias desigualdades históricas y estructurales que los hicieron más vulnerables en primer lugar, como la exclusión social, la vivienda irregular, la pobreza energética y las disparidades arraigadas de género.

En suma, para integrar eficazmente los principios interseccionales en la acción climática, es necesario trabajar colaborativamente con las comunidades afectadas para desarrollar soluciones específicas para su contexto, teniendo en cuenta la naturaleza interconectada de los impactos climáticos y las desigualdades sociales.

A medida que nos acercamos al Día Internacional de la Mujer de este año, recordemos las palabras de la poetisa Audre Lorde, que se autodenominaba “negra, lesbiana, feminista, socialista, madre y guerrera”, una escritora fundamental sobre las opresiones interseccionales:

“No podemos separar nuestras luchas por la justicia racial, de género y de clase. Debemos abordar todas las formas de opresión para lograr la verdadera equidad.”

Estas lecciones también deberían aplicarse a la forma en que abordamos las mayores crisis actuales, de modo que podamos gestionarlas de una manera más integrada y transformadora.The Conversation

Tomado de:

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Qué engorda más en el pan, ¿la corteza o la miga? por @directopaladar

  • Su supresión en las dietas de adelgazamiento es habitual, pero cuál es el motivo
  • A pesar de ser un alimento muy frecuente, existen diferencias calóricas en su composición
El pan es uno de los alimentos más habituales en nuestra dieta. Su presencia en las gastronomías occidentales está arraigada desde incluso antes de que tuviéramos el atrevimiento de llamarlas gastronomías. Hoy, aunque seguramente sea radicalmente distinto a los primeros panes que amasó la humanidad, su vigor en nuestro día a día sigue presente.

Han cambiado mucho las fórmulas, las técnicas y las comercializaciones, pero en esencia no estamos hablando más que de una harina de un cereal —trigo, la mayoría de las veces—, agua, sal y levadura. También podemos hablar de la masa madre, un concepto que no es reciente pero que ha cogido mucha fuerza en los últimos años a raíz del auge del pan artesano.

Tampoco vamos a ponernos a hablar de formatos, pues también la evolución ha ido marcando las nuevas pautas. No hablamos ya de panes pretéritos como los que seguramente se comieran en el Neolítico, que posiblemente no podríamos casi ni comer –con el paladar actual-. Mucho más cerca, la realidad del pan también ha cambiado para nosotros y raro será que el pan que consumían nuestros abuelos en su niñez se parezca medianamente al pan que solemos comprar hoy la mayor parte de los españoles.

Convertido en alimento de primera necesidad y también en un alimento cargado de hidratos de carbono, el pan es además uno de los primeros 'arrestados' por nutricionistas cuando buscamos controlar el aumento de peso. Aunque esto no siempre tiene por qué ser así, lo cierto es que suele pasar a ser uno de los proscritos habituales con el sobrepeso.

Curiosamente, como es evidente, el pan tiene dos realidades nutricionales parecidas pero no idénticas: la miga y la corteza. Ambas son partes inherentes de un mismo producto. Sin embargo, nutricionalmente no son iguales y puede que nos lleven a cierto error. También es evidente que el volumen que implica una y otra dentro del pan, sea del tipo que sea, es radicalmente opuesto.

¿Qué engorda más: la miga o la corteza?

La corteza, esa parte exterior, es mucho más fina y crujiente que la miga, más abundante y más densa. No obstante, podríamos pensar que, si hablamos en términos calóricos, la miga va a engordar más que la corteza, pero nada más lejos de la realidad.

La corteza, en igualdad de cantidad, es ligeramente más calórica que la miga. Esto se debe a que la corteza, como sucede con el pan tostado, ha perdido parte de su humedad durante la cocción (en más proporción que la miga), por lo que concentra un poco más las calorías que la miga, que mantiene más humedad.

Tomado de:

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Para una agenda nacional / Ramón Guillermo Aveledo @aveledounidad

 


Los venezolanos tenemos mucho qué hacer. No es menor ni pequeña la tarea que como pueblo tenemos por delante. En esa perspectiva, el bienio electoral que empieza con la elección presidencial de 2024 tiene papel clave pero en ningún caso único, sino más bien propiciador de procesos que son complejos y complementarios, en los planos de la institucionalidad pública, sus relaciones con la institucionalidad social, así como de políticas públicas cuya estabilidad, esencial para que den resultados, requiere participación de muchos y muy diversos actores, porque las decisiones oficiales no pueden seguir ajenas al conocimiento, la experiencia y los estudios venezolanos, ni pretender una autarquía “endógena” de ecos franquistas, ignorante de los hallazgos y debates que tienen lugar en el planeta.

Lejano como soy de todo populismo, digo “como pueblo”, pudiendo decir como sociedad, por decir todos. Opto por la voz del himno “Gloria al bravo pueblo”, de pueblo como sujeto civil y político que es concepto básico de la democracia, subrayado en reciente artículo por Monseñor Pérez Morales, titular de la soberanía según nuestra Constitución y otras, como la norteamericana, cuyo Preámbulo se inicia con “Nosotros, el pueblo…” El pueblo que como ciudadanía, es convocado a las jornadas electorales, pero que cada día ha de ser el protagonista de su historia.

Si la economía creciera 4% como dice la CEPAL, medio punto más como estima el FMI e incluso ocho, como anticipa el gobierno, hay que tener presente que lo hace desde niveles muy magros, pues su tamaño es bastante más pequeño que en 2013. La capacidad nacional de producir bienes y servicios requiere crecer a otro ritmo, pues hemos caído muy bajo. Para que haya nuevas oportunidades de trabajo, para un impulso de crecimiento serio, como el que hace falta, hay que atender con urgencia la situación de servicios como agua y electricidad, pues con una economía en cierto movimiento, en su defectuosa situación actual colapsarían, como ya se nota en algunas regiones donde ha habido alguna inversión considerable en nuestro cuadro presente.

Dominar la inflación que sigue siendo muy alta. Hoy nos supera Argentina en la región pero nuestra inflación es trece veces la colombiana que es la tercera, y la de nuestros vecinos es una economía que salvo en la pandemia, tiene dos décadas creciendo. Nuestro caso es el inverso en la última década y media. Inflación e inestabilidad monetaria restringen radicalmente el crédito. Las indeseables sanciones no generaron esta situación, pero es obvio que la acentúan y complican sus posibilidades de solución.

Esa economía menguada ha mantenido a una elevada proporción de los venezolanos en niveles de pobreza o los ha empujado a la emigración. Mala alimentación y mala salud, con servicios sanitarios muy debilitados, son datos protuberantes de nuestro entorno.

En ese cuadro y de cara al futuro, preocupa especialmente la educación. El debilitamiento multicausal de la profesión docente y la pérdida de estímulo para ir a la escuela en los niños y jóvenes que además deben ayudar a sostener la casa, el deterioro de la infraestructura educativa con servicios irregulares. La situación de la universidad pública que mantiene abiertas sus puertas con heroísmo, con recursos que son una exigua proporción de sus gastos mínimos de funcionamiento. La igualdad de oportunidades y la cohesión social venezolanas quedan en entredicho, con ellos el progreso de la sociedad, inseparablemente unido al conocimiento.

Ciudadanos por el cambio / Simón García @garciasim

 


Estamos en una situación llena de posibilidades de cambio, pero contenidas por su complejidad y sus complicaciones. El cambio es viable porque el gobierno aparece como perdedor, con poco tiempo para revertir el rechazo que recibe y poco espacio para crecer.

La fórmula para asegurar el cambio de gobierno es voto y más voto. Pero lograr el traspaso del mando requiere un candidato con soluciones para superar la crisis económica, que mantenga la esperanza de triunfo y genere confianza en quienes deben entregarlo.

Entre las ideas presentes en la reflexión que originó el documento de Ciudadanos por el Cambio, destaco cuatro:

1) Los venezolanos no quieren furia sino vivir y convivir en una unión para reconstruir al país

2) La falta de acuerdos no puede regalarle al régimen seis años más de gobierno

3) Hay que postular candidatos ahora para escoger, después del 25, entre quienes logren los respaldos suficientes para ganar

4) Favorecer la participación de la gente en la decisión que tomen María Corina, la Plataforma Unitaria, partidos de oposición que no están en ella y organizaciones sociales e independientes en el interior del país.

No es momento para excluir.

El camino a la democracia tiene un costo que debemos pagar. Los acuerdos con quienes tienen concepciones diferentes sobre el cambio son indispensables para salir de la inútil confrontación crónica. Y para ganar.

En esto ha habido avances como lo muestran la modificación de viejas posiciones en la candidata escogida en las primarias de octubre, la que continúa recibiendo apoyos significativos en sus recientes eventos.

Todos los actores de oposición convienen en sostener una negociación con Maduro. Forma parte de un modelo de transición ordenada, respetuosa de las posiciones que detenta el PSUV en otras ramas de los poderes públicos y coincidente en reforzar la institucionalidad de la Fuerza Armada como garante del narco constitucional, pacífico y democrático.

La idolatría del poder, por Fernando Luis Egaña


Fernando Luis Egaña 16 de marzo de 2024

El poder debe estar al servicio del bien común, y no el bien común al servicio del poder. En el primer caso, el poder puede ser benéfico para la generalidad. En el segundo, sólo se favorecen los mandoneros del poder a costa de la destrucción política, económica y social. A costa de la destrucción del bien común.

Cuando el poder se convierte en un dios, más allá de las ideologías, entonces se le adora con la máxima expresión de la miseria humana. Cualquier medio se valida con tal de que contribuya a la continuidad del poder.