FLORANTONIA SINGER 22 de abril de 2024
Los
partidos antichavistas que quieren unirse al sustituto de María Corina Machado
no han podido ingresar a la plataforma del Consejo Nacional Electoral
El humo blanco del que resultó candidato Edmundo González Urrutia para representar a la oposición venezolana en las presidenciales del 28 de julio no ha acabado con las incertidumbres. El Consejo Nacional Electoral (CNE) extendió el viernes por 72 horas el plazo para hacer modificaciones a las postulaciones y en ese extra los partidos que apoyaban a Manuel Rosales, tras su renuncia para apoyar al diplomático electo por consenso con la Plataforma Unitaria, no han podido sumarle sus apoyos. Se trata de las tarjetas de Un Nuevo Tiempo, Movimiento Progresista por Venezuela y Fuerza Vecinal que se convertirían en una ventana adicional a la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática para que los opositores puedan votar. El plazo vence en unas horas y en la víspera todavía no se han podido concretar las adhesiones.
Con
las caídas del sistema automatizado del CNE, así
como ocurrió hace un mes con la inscripción de candidatos, el chavismo
vuelve a dificultar el camino a los competidores de Nicolás Maduro. Estas
trabas se traducen en la reducción de opciones dentro del tarjetón electoral
para apoyar a González Urrutia, que hasta el momento solo figuraría inscrito
por la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática, la llamada tarjeta de la
manito, la que ha sacado más votos en la historia electoral reciente y sobre la
cual también pesan amenazas judiciales. El diplomático fue el tercer nombre
presentado por la Plataforma Unitaria en el lapso de postulaciones, luego
de inhabilitar a María Corina Machado, la candidata electa en primarias que
concentra el mayor apoyo popular, e impedir el registro —sin ningún argumento—
de su sustituta Corina Yoris. González Urrutia entró de último, como el candidato
13 de la contienda.
Precisamente
esta es una de las vías con las que el chavismo podría desbaratar los consensos
logrados la semana pasada. La postulación de González Urrutia no recibió
impugnaciones y tampoco ha sido inhabilitado en el pasado. Pero la tarjeta del
partido MUD ya ha estado muerta antes. En 2018, el Tribunal Supremo de Justicia
la invalidó bajo un vericueto legal que le permitió alegar que como la
coalición reunía a varios partidos podría incurrirse en una doble militancia
prohibida por la ley. Fue así como la oposición se quedó sin lugar en el
tarjetón y también sin liderazgos habilitados para competir contra Maduro que,
ese año, se reeligió para un segundo mandato en unas elecciones hechas a su
medida en las que comenzó a quebrarse su legitimidad, al no ser reconocidas por
gran parte de la comunidad internacional. Pero las negociaciones de 2021
revivieron a la MUD y el CNE permitió que la organización figurara en las
elecciones a gobernadores y alcaldes de 2021, que contaron con observación
internacional y fueron organizadas por un CNE dirigido entonces por la junta de
rectores la más equilibrada en años, conformada también bajo negociación.
Los
que sí pudieron
El
excandidato presidencial Luis Ratti este lunes ha apoyado la
candidatura de Luis Eduardo Martínez, postulado por el partido intervenido
Acción Democrática. Un mes atrás acudió al máximo tribunal para introducir un
recurso de nulidad con la intención de reactivar la partida de defunción que se
le había dado a la MUD en 2018 bajo el argumento de la doble militancia. Esta
es una de las amenazas que podría tambalear la posibilidad de competir de
González Urrutia.
A
diferencia de las trabas que ha tenido la oposición, en este tiempo extra dado
por el CNE para la modificación de las postulaciones sí se han podido concretar
apoyos entre los candidatos de la Alianza Democrática que integra a factores
que se identifican como opositores, pero han actuado como operadores del
chavismo. Además de Ratti, Juan Carlos Alvarado (partido Copei intervenido
judicialmente) procesó su apoyo a la candidatura de Luis Eduardo Martínez. El
TSJ también ha producido movimientos sobre otros partidos opositores este
lunes. Después de tener durante tres años en un limbo legal al partido Primero
Justicia, la Sala Constitucional devuelve el control del partido a José Brito,
candidato presidencial del grupo de los alacranes, para que la junta directiva
que preside reestructure la organización de la que forman parte políticos como
Henrique Capriles Radonski.
Los
pasos dados por el chavismo evidencian que la dispersión del voto entre varias
propuestas de los llamados alacranes -opositores que fungen en realidad como
alfiles del chavismo- no amenaza tanto la división de la oposición, sino que
pone en peligro los votos de Maduro. El candidato del PSUV llega a estos
comicios con
el más bajo apoyo popular en una década en el Gobierno, frente al enorme
apoyo que ha capitalizado María Corina Machado y que está por verse si logra
endosar a González Urrutia, el candidato que no quería serlo, y que desde que
fue escogido solo ha actualizado su foto de perfil en redes sociales y puesto
un par de mensajes aceptando la candidatura y prometiendo que pronto va a
hablar.
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