Ramón Guillermo Aveledo 13 de mayo de 2015
@aveledounidad
Experto en temas de comunicación y
rebelde impenitente, el lingüista Noam Chomsky ha estudiado diez estrategias
usadas por el poder para el control social. Pensó en regímenes de derecha pero,
obviamente, valen para cualquier vocación autoritaria o totalitaria.Las leí y
resumí para ustedes:
(1) La estrategia de la distracción:
Mantener al público ocupado, sin tiempo para pensar, de regreso a la granja
como los otros animales.
(2) Crear problemas y después ofrecer
soluciones: Se crea una “situación” para causar en el público reacción que
exija ciertas medidas que se deseaba tomar.
(3) Gradualidad: para lograr que se
acepte una medida inaceptable, aplicarla por cuentagotas, en años consecutivos.
(4) Diferimiento: Posponer una decisión
presentada como “dolorosa pero necesaria”; da más tiempo al público para
aceptarla con resignación.
(5) Dirigirse al público como niños
pequeños: Publicidad con discurso, argumentos y tono como si la gente fueran
criaturas de poca edad o mentalmente especiales.
(6) Más emoción que reflexión: El
registro emocional abre puerta a deseos, miedos y temores, compulsiones.
(7) Mantener al público en la ignorancia
y la mediocridad: educación de la menor calidad posible para los pobres
mantiene las diferencias.
(8) Estimular al público a ser
complaciente con la mediocridad: Poner de moda ser vulgar, inculto, estúpido.
(9) Reforzar la autoculpabilidad: Para
que la persona se culpe, deprima y se inhiba de actuar.
(10) Conocer a los individuos mejor de
lo que ellos mismos se conocen: Así el sistema podrá ejercer sobre los
individuos un control mayor que el que éstos ejercen sobre sí mismos.
A Chomsky lo visité en abril en su
oficina del M.I.T. Es un hombre sencillo y jovial, vigoroso a sus 86 años. Una
inteligencia elevada cuyos puntos de vista puedes no compartir pero ciertamente
respetar. Socialista libertario, humanista, crítico del capitalismo y la
globalización, alérgico a toda dictadura. No hablamos de manipulación
mediática, sino de Venezuela, por la cual tiene un sincero interés. Me escuchó
con atención. Me preguntó por el programa social y económico de la Mesa de la
Unidad, ¿qué haríamos con las misiones? por ejemplo. Le dije: Las mantendremos
e institucionalizaremos. Para que no dependan de la voluntad presidencial, me
replicó. Está claro. Quiso saber sobre la situación de los derechos humanos y
la independencia del Poder Judicial aquí. Conocerlo fue un honor y una
experiencia.
Tomado de: http://barometropolitico.com/2015/05/13/manipular-la-comunicacion-por-ramon-guillermo-aveledo/
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