jueves, 2 de julio de 2009

Una comuna opositora

Política
Una comuna opositora
Los proyectos del consejo comunal de Santa Rosa de Lima no pueden llevarse a cabo porque no reciben dinero, según sus voceros, por razones políticas
Georgely Morín

El consejo comunal de Santa Rosa de Lima, en Caracas, tiene proyectos para ejecutar pero ni un céntimo para hacerlos realidad. "Eso es porque somos de clase media y además de oposición" expresa María Elena Arnal, miembro de este grupo, creado hace tres años. Sin embargo, Luz Aldasoro no cree que este sea el motivo principal, aunque reconoce que las organizaciones oficialistas tienen más ventajas.

En cualquier caso, Olga Rísquez, fundadora de este consejo comunal, asegura que desde un principio los miembros de la comunidad estaban claros en que no les iban a aportar "ni medio". Sin embargo, igual han conformado estos grupos no para cubrir una necesidad específica, sino para organizar a los vecinos y tomar los espacios políticos que se están abriendo.

Sin embargo, han elaborado proyectos centrados en el tema de la basura que no han visto luz porque ­según Arnal­ los recursos los ceden bajo condiciones políticas: "Nos dijeron una vez que para aprobarnos uno de los proyectos teníamos que ir a un evento del gobierno. La gente que necesita agua, por ejemplo, accede".

Ante la falta de recursos, las actividades del consejo comunal de Santa Rosa se han centrado en denunciar casos como el de la clínica que funciona en el centro comercial de la urbanización cuya infraestructura no está adecuada para ello. "Hasta hemos conocido casos en que bajan los muertos parados por el ascensor", cuenta Arnal.

Hay otra situación que el consejo comunal ha tenido que pelear en tribunales, referido a la construcción de seis edificios a los cuales se les cambió la zonificación. "A uno de los constructores se le permitió edificar quince pisos y construyó veinte", re cuerda la vecina.

Otra motivación para conformar un consejo comunal ha sido la posibilidad que estas organizaciones le dan a los vecinos de Santa Rosa de Lima para elegir a los voceros de los consejos locales de planificación pública, que administran una parte importante de los recursos municipales.

MUERTO ANTES DE NACER
Según las voceras del consejo comunal de Santa Rosa los proyectos que han desarrollado están vinculados con el tema del reciclaje y la organización de las comunidades para abordar el problema de los desechos. La razón: la basura frecuentemente se amontona en algunas calles.

Por eso, hicieron un programa para utilizar la materia orgánica de los restaurantes y supermercados y convertirlos en abono. Rísquez afirma que solicitaron financiamiento ante Fundacomunal (hace más de un año) la Gobernación de Miranda (a mediados de 2008) y la Alcaldía Mayor apenas asumió Antonio Ledezma (a quien le quitaron más del 90% de los recursos para funcionar este año) y, pero ninguno de estos entes les ha respondido.

Tampoco le han dado luz verde a la habilitación de un espacio para el debate comunitario, que tenga computadoras, videobeam y una biblioteca virtual.

Por esta razón, en Santa Rosa de Lima no tienen contraloría porque no hay dinero que supervisar.

"Sin embargo, conocemos de muchos casos en que bajan los recursos y la gente no los ejecuta sino que compra una lavadora para uno, un televisor para otro", narran.

Pese a los tropiezos, las voceras de este consejo comunal consideran que la experiencia comunitaria se ha revitalizado mediante estas formas de organización promovidas desde el gobierno. Y que seguirán en pie, tal como hace tres años cuando se convirtieron en el primer consejo comunal conformado en las zonas de clase media de Caracas.
Publicado en el Diario Tal Cual, 25/6/2009

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