Daniel Gómez 01 de septiembre de 2019
@alnaviocom
La
visita de Delcy Rodríguez a Rusia hay que considerarla “un fracaso total”, dice
al diario ALnavío el exembajador, Fernando Gerbasi. Tres días estuvo en Moscú
casi que para nada. A Maduro sólo le trajo palabras, mientras que el ministro
de la Defensa, Vladimir Padrino López, quien también en Rusia, pero hace dos
semanas, sí que consiguió un nuevo acuerdo militar.
La vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez,
llegó de Rusia con las manos vacías. La semana pasada estuvo
de lunes a miércoles en Moscú y nada. A Nicolás Maduro no le
consiguió ningún acuerdo, ningún convenio, por supuesto, ningún préstamo ni
línea de crédito. Eso sí. Cuando aterrizó en Caracas se apuró
en decir todo el apoyo que recibe del Kremlin, lo buenas que son
sus relaciones, que se reunió con el canciller, Serguéi Lavrov, y
que Rusia mandará una misión a Venezuela que estudie alianzas en las distintas
áreas productivas, como si no se diera cuenta que el problema de Venezuela es
el ahora y no el futuro.
Luego está el contraste. El general y ministro de la
Defensa, Vladimir Padrino López, sí que se vino con resultados para
Maduro de Moscú, donde estuvo hace dos semanas. Ahí está la foto con su
par, Sergei Shoigu, luciendo el nuevo convenio en materia naval
para que los rusos hagan maniobras en Venezuela, y viceversa. Delcy Rodríguez
también compartió fotos, pero estrechando la mano de Lavrov. En ningún momento
firmando acuerdos y convenios. Y es que lo poco que se anunció vino por
vía Twitter, donde se dijo que los atletas venezolanos serán
entrenados con métodos rusos.
Por todo lo anterior, “la visita de Delcy Rodríguez
hay que considerarla como un fracaso total”, declara al diario ALnavío el
diplomático venezolano Fernando Gerbasi, exembajador ante Naciones
Unidas, Alemania, Brasil, Colombia e Italia.
Para Gerbasi, los nulos resultados de Rodríguez son
sintomáticos. “Esto demuestra que los rusos están muy cautelosos con Maduro”.
Como segunda posibilidad, asoma que la visita de Rodríguez tomara por sorpresa
a los rusos, aunque esto es más difícil de sostener.
Agrega el diplomático que el gobierno de Vladímir
Putin está en un juego geopolítico donde Venezuela aparece
como “una pieza accesoria”.
“Rusia está en otro juego geopolítico. Tiene otros
problemas. Tiene lo de Ucrania. Lo de Siria. Venezuela es una pieza pequeñísima
de cambio como para jugársela. Además, está lo ideológico. Rusia no es un país
comunista. Allí se está restaurando un nuevo tipo de zarismo. Putin busca la
grandeza rusa”, apuntó.
Para reforzar su tesis, Gerbasi aludió al informe de
trabajo recientemente reseñado en ALnavío: Rusia en América Latina,
del Real Instituto Elcano y coordinado por la experta Mira
Milosevich-Juaristi. Y aludió exactamente al punto en el que se lee que
Rusia no va a intervenir militarmente para mantener al régimen de Maduro porque
no cuenta con recursos para ello y porque “los vecinos de Venezuela han optado
por una posición común, junto con EEUU y la UE”. De ahí que Gerbasi diga que
Rusia no esté dispuesto a jugársela por Maduro.
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