OIM 01 de septiembre de 2019
@OIM_Argentina
Un
nuevo estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
demuestra que la migracion venezolana está ayudando a aliviar la escasez de
profesionales de la salud que está enfrentando Argentina.
Muchos
de los 145.000 venezolanos que actualmente viven en Argentina están formados
como enfermeras y médicos. De hecho, hay 16 provincias argentinas donde los
médicos venezolanos ya están certificados para trabajar, con más de 200
profesionales médicos, solo en la provincia de Buenos Aires, y un número menor
en Jujuy, Chubut y Córdoba. Incluso hay venezolanos que trabajan en el sistema
de salud pública hasta el sur de Tierra del Fuego.
La
OIM ha publicado estos y otros hallazgos del estudio Integración laboral en el
sector de la salud de la población venezolana en Argentina, elaborado en el
marco de la respuesta a los flujos de refugiados y migrantes de Venezuela en el
país.
El
estudio fue presentado recientemente (23/08) en Buenos Aires, Argentina, con la
participación de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), autoridades de la
provincia de Catamarca y Salta, así como de organizaciones que nuclean a
profesionales de la salud de Venezuela.
La
investigación tuvo como objetivo caracterizar la migración de profesionales de
la salud venezolanos a la Argentina y analizar el número de trabajadores de la
salud en el sector público, con el fin de proveer insumos para la toma de
decisiones por parte de las autoridades migratorias, sanitarias y
educacionales, que permitan promover la integración laboral de la población
venezolana residente en el país.
Según
el estudio, de acuerdo con los estándares internacionales, la Argentina debería
triplicar la cantidad de enfermeras y enfermeros para dar respuesta
satisfactoria a los requerimientos del sistema de salud.
Otro
factor que evidencia la investigación es la desigual distribución de profesionales
de la salud a lo largo del país, con altas tasas en las ciudades capitales y
centros urbanos, lo que genera carencias en el interior del país.
El
estudio resalta que Argentina ya ha adoptado medidas tendientes a facilitar la
convalidación de los títulos de los profesionales de la salud venezolanos. En
este sentido, se ha promovido la radicación de nuevos médicos y médicas
provenientes de Venezuela, así como su relocalización dentro del país hacia
zonas con necesidades en esta temática, lo que genera enormes beneficios para
la salud pública de las provincias con menor cantidad de recursos humanos, a la
vez que permite una inserción laboral de parte de los médicos migrantes en sus
ámbitos profesionales, promoviendo el trabajo de calidad para ellos.
Yang
Álvarez, médico venezolano residente en la Argentina y Director de Relaciones
Interinstitucionales de la Asociación de Médicos Venezolanos en la Argentina
(ASOMEVENAR), explicó: “Son 16 provincias que ya cuentan con médicos
venezolanos. La provincia que cuenta con más médicos venezolanos es la
Provincia de Buenos Aires, con más de 200 profesionales; le sigue la provincia
de Jujuy con 50 médicos, Chubut con 40 médicos y Córdoba, con 15. Desde Jujuy
hasta Tierra del Fuego ya hay médicos venezolanos trabajando en el sistema de
salud público”.
Por
su parte, Gabriela Fernández, Jefa de Oficina de la OIM Argentina enumeró
diversas medidas que desde el gobierno argentino se han tomado para facilitar
los trámites migratorios de la población venezolana y destacó que “desde todas
las esferas gubernamentales se están haciendo grandes esfuerzos para que la integración
de la población venezolana sea exitosa”.
Fernández,
destacó: “El perfil de población venezolana en Argentina es eminentemente
profesional. Casi el 50% tiene título de grado y el 10% títulos de posgrado.
Estamos hablando de un capital humano que hay que aprovechar y ayudarlos en su
inclusión laboral”.
Fernández
agradeció a las provincias que están trabajando para que los profesionales de
la salud venezolanos puedan insertarse en sus hospitales, así como a las
asociaciones de venezolanos que resultan ser una enorme red de contención para
los recién llegados.
La
realización del estudio ha sido posible gracias al apoyo financiero de la
Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM por su sigla en inglés), del
Departamento de Estado de los EE.UU.
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