Corina Pons, Brian Ellsworth y Mayela Armas 02
de septiembre de 2019
Corina Pons, @brianpablo10 y @mayearmas
El
régimen de Nicolás Maduro debe estar dispuesto a discutir la posibilidad de
una convocatoria a elecciones presidenciales en Venezuela si quiere reactivar
una mesa de diálogo auspiciada por Noruega, dijo el lunes uno de los miembros
de la oposición.
Los
delegados de Maduro se retiraron de las conversaciones con la oposición en
protesta por una orden ejecutiva emitida a principios de agosto por el
presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que impidió al gobierno venezolano
transferir o negociar sus activos.
En
ese momento ambas partes discutían en Barbados la posibilidad de celebrar
nuevas elecciones presidenciales si antes se cambiaban las autoridades
electorales y judiciales, entre otras, como demandaba la oposición.
“Nosotros
dejamos una propuesta en la mesa, el régimen fue quien se paró, salió
abruptamente porque no quiso discutir los temas de fondo (...) los temas
importantes para el país que son tener una elección libre”, dijo el diputado
Stalin González, miembro del equipo negociador opositor.
El
legislador no precisó cuándo volverían a la mesa y aseguró que la pelota estaba
en terreno del oficialismo. “Esa pregunta tiene que ser para el régimen, si
están preparados o no para discutir los temas importantes”, dijo.
Un
influyente dirigente del partido de gobierno que pidió el anonimato dijo que el
oficialismo está dispuesto a viajar a Oslo para retomar las conversaciones,
aunque no precisó si buscarán cambiar los puntos en discusión.
Ni
la cancillería de Noruega ni el Ministerio de Comunicación de Venezuela
respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
González
apuntó que lo que busca la oposición en la mesa de negociaciones es “un acuerdo
integral que devuelva a la democracia, que le devuelva la fortaleza a las
instituciones, que devuelva el voto libre”.
Muchos
simpatizantes de la oposición dicen que Maduro usa la mesa de diálogo como
mecanismo para evitar cambios importantes.
Washington
tiene una visión similar del mecanismo de diálogo, según un alto funcionario
del Departamento de Estado.
“Hemos
visto este juego antes. Y el juego es: ganar tiempo, trabajar para dividir a la
oposición (...) para socavar las cosas, simplemente dándole largas”, dijo el
funcionario que pidió omitir su nombre.
“Lo
que estamos tratando aquí no es un problema de la derecha política o de la
izquierda política, sino un problema de lo que está bien y lo que está mal”,
agregó.
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