Editorial del Equipo Productor
Fuimos sorprendidos por la noticia el domingo en la noche que el ejército(la armada) israelí habían tomado por asalto la llamada “flotilla por la libertad” al abordar en aguas internacionales a un conjunto de buques de distintos tamaños que llevaban ayuda humanitaria a la franja de Gaza.
Importante comenzar declarando nuestro rechazo al abordaje violento de las naves y al desenlace que hasta ahora arroja un saldo de al menos 10 muertos y más de cien heridos, todos civiles que formaban parte de los tripulantes de los buques y la retención en territorio israelí de cientos de personas que formaban parte de este contingente humanitario.
La información que disponemos es que la flotilla llevaba unas 10,000 toneladas de materiales de construcción, alimentos y medicamentos para los habitantes de la franja de Gaza, considerando inaceptable el bloqueo indiscriminado que efectúa el Estado de Israel a Gaza.
Sin embargo como toda historia tiene dos caras y a pesar que el ataque a las naves es desde todo punto de vista repudiable, también hemos visto a lo largo de estos años como la comunidad internacional se hace de la vista gorda con la situación política dentro de los territorios palestinos.
El futuro Estado Palestino reconocido por Israel, es desde el punto de vista territorial uno de esos casos en que el sentido común es dejado de lado y se impone la política y los intereses particulares de las potencias y países involucrados. Está conformado por dos territorios separados geográficamente, por un lado Cisjordania ubicado entre Israel y Jordania, sin salida al mar, gobernado por la reconocida autoridad palestina y su Presidente Mahmud Abbas representante del movimiento Al Fatah, y por el otro la Franja de Gaza, gobernada por el movimiento Hamas de tendencia sunita, que hace tres años y mediante un golpe de estado se apodero del territorio, expulsando a las autoridades legítimas del movimiento Al Fatah.
Hamas es un grupo radical, con lazos estrechos con el gobierno iraní, con vinculaciones claras con el Hezbollah que controla buena parte del Libano (frontera norte de Israel), y reconocidos como un grupo terrorista, que ataca de manera sistemática a su vecino Israel. Sobre este asunto la comunidad internacional se hace de la vista gorda y no toma posición. Un estado palestino que no ha nacido ya se ha dividido, Israel por su parte no reconoce al Hamas como gobierno en la franja de Gaza y tiene un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo sobre Gaza.
Como siempre es la gente, los habitantes sufridos de la Palestina que nadie quiere, y que representa una piedra en el zapato para la comunidad internacional, la que sufre, diezmada y sometida a una guerra milenaria que no tiene solución política en el futuro. Los judíos y el Estado de Israel tienen el derecho a la legítima defensa, pero de acuerdos a las normas y convenios internacionales de respuesta proporcional.
No estamos de acuerdo con el bloqueo indiscriminado a la franja de Gaza obligado por Israel, no estamos de acuerdo con el gobierno de Hamas que por medio de un golpe de estado se apodero de la franja de Gaza, no estamos de acuerdo con los ataques que las fuerzas paramilitares del Hamas ejecuta contra Israel, pero tampoco estamos de acuerdo con la respuesta acostumbrada desproporcionada con que Israel responde a los ataques.
Palestina tiene derecho a un territorio geográficamente unificado, Israel tiene derecho a su territorio y a la sobrevivencia de sus ciudadanos. Hacemos un llamado a la comunidad internacional para que le busquen una solución negociada al problema palestino. Nos unimos al clamor internacional de condena al ataque a la “flotilla de la libertad”, pedimos en concordancia con el Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas, que Israel de las explicaciones del caso, que se abra una investigación internacional sobre el ataque, pero que se investigue al Hamas, sus actividades terroristas, sus continuos ataques a la población civil israelí y su responsabilidad como actor en el problema palestino.
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