lunes, 2 de mayo de 2011

El Embalse de La Mariposa

Por Dr. Ricardo Guerrero, Prof Titular UCV
Contacto: aipop@aipop.com.ve / www.aipop.com.ve

Desde hace un tiempo, la sociedad civil de los altos mirandinos, ha venido reiteradamente llamando la atención sobre el estado del Embalse de La Mariposa, ya que éste se encuentra cubierto casi en un 70 % por bora, una planta acuática que crece bajo determinadas condiciones. Pero esto es solo la parte visible de un problema mayor y más complejo.

La bora (Eichhornia crassipes), es una planta común a toda la América tropical, en donde sirve de alimento a numerosos animales, como el chigüire y las toninas, por lo que en ningún caso es venenosa o perjudicial para la salud de los seres humanos. Sin embargo, al retener pequeñas partículas de arena en sus raíces, contribuye a largo plazo, al proceso de sedimentación, colmatación y al final desaparición de los cuerpos de agua, pero además es un indicador de eutrificación, es decir de contaminación del agua.

En el caso de La Mariposa, el crecimiento desmesurado de ésta planta, se debe fundamentalmente, a la contaminación con aguas servidas en la cuenca hidrológica del embalse, al arrastre de fertilizantes utilizados en los sembradíos cercanos y a la basura que circunda el Embalse y que en buena parte cae de los camiones que trasladan la basura de Caracas al relleno de la Bonanza, en los valles del Tuy.

Junto a la contaminación, está el proceso de relleno que sufre el embalse, sobre todo, después de las numerosas invasiones en la Zona Protectora del embalse; de manera que todos esos sedimentos caen a la cuenca de La Mariposa.

Todo este proceso de sedimentación, entre otros problemas, produce una elevación del fondo, con lo cual al caer una cantidad inusual de lluvia, puede rebasarse el dique y el agua puede inundar la parte baja que constituye las cabeceras del Río El Valle y que corre paralelo a la Avenida Los Próceres.

La solución definitiva es difícil de lograr y sólo sería posible a largo plazo, controlando la escorrentía de las aguas servidas al embalse, estableciendo un sistema de canalización de aguas servidas y poniendo a funcionar las plantas de tratamiento que ya existen y otras nuevas que deberían construirse.

A corto plazo, la única solución viable es el dragado. Para esto debería construirse un sistema que permita unos días el dragado superficial, para retirar la bora, y otros días el dragado profundo, para eliminar los sedimentos.

Previo a esto, debe establecerse donde depositar los resultados del dragado. El sedimento puede ser enviado a alguna obra que necesite de relleno y la bora pudiera ser utilizada para composteros y como fertilizante orgánico.

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