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jueves, 23 de mayo de 2013

DVD, mentiras y antisemitismo


Carlos Alberto Montaner 21 May 2013

El antisemitismo sigue vivo y coleando en la Venezuela post Hugo Chávez. Veamos.

En estos días de mayo la noticia política latinoamericana más importante fue la sensacional divulgación de la presunta conversación telefónica entre el periodista venezolano Mario Silva y el teniente coronel cubano Aramís Palacios, jefe de la contrainteligencia de Cuba en Venezuela.

Para situar en contexto a los lectores de EL MEDIO:Mario Silva era el periodista favorito del desaparecido presidente Hugo Chávez. Silva se reunía con frecuencia con Chávez, quien le daba exclusivas y primicias, y cuando visitaba Cuba solía entrevistarse con Fidel y Raúl Castro.

Mario Silva ahora afirma, sin el menor asomo de vergüenza, que la conversación es un montaje sionista de la CIA norteamericana y el Mosad israelí, alegando que tomaron palabras de sus programas antiguos y armaron una conversación que nunca existió.

Silva no explica de dónde estos hábiles cuerpos de inteligencia, genios de la electrónica, tomaron las palabras del teniente coronel Palacios, y cómo hilvanaron coherentemente y sin costuras la fluida conversación entre los dos sujetos, con tacos incluidos. Una verdadera proeza en la historia de la edición digital.

En todo caso, si damos por cierta la grabación, que es lo sensato, hay varios aspectos importantes que destacar.

En primer término, es delito que un periodistaex profeso, colabore con un servicio de inteligencia extranjero dándole una visión de la corrupción oficial y de un probable golpe.

Tras oír el audio o leer la transcripción, resulta indudable la afirmación de la oposición democrática cuando denuncia que el Gobierno de Venezuela está totalmente subordinado a la dictadura de los Castro.

Pero ¿qué es lo más importante de lo que dice Silva?

Mario Silva acusa de corrupto y golpista a Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional y hombre fuerte del Gobierno de Maduro. Ésa es su bestia negra. Afirma que hay divisiones entre los militares. Él se coloca en el bando del Ministro de Defensa, almirante Molero, y dice que hay rivalidades entre distintas promociones de militares. Asegura que Maduro es una persona poco fiable emocional y políticamente y se burla de sus visiones y de las voces que escucha. Le parece una especie de médium espiritista que se comunica con Chávez. Ataca a Cilia Flores, fiscal general de Venezuela y esposa de Maduro, es decir, primera dama del país, quien le cierra el paso a su marido (obviamente, al marido de Cilia, lector, no sea mal pensado). Acusa de corrupto a José Vicente Rangel, periodista y exvicepresidente junto a Chávez, alegación que nadie se ha atrevido a refutar. Afirma que Fidel Castro se quejó ante él de que Hugo Chávez insistiera en las elecciones burguesas, que podía perder porque los pueblos no eran confiables. Habla de bandas de insaciables ladrones que medran al amparo del Gobierno. Desacredita al Centro Nacional Electoral y le dice al agente cubano que un hacker mandado por Diosdado Cabello pudo alterar el resultado para perjudicar a Maduro. Ataca al vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, nada menos que yerno de Hugo Chávez.

En fin, Silva describe un panorama de divisiones en la cúpula que presagia una crisis violenta en ese país dentro del chavismo. Es lamentable que el desenlace no sea electoral y democrático, pero parece que por ahí van los tiros, nunca mejor dicho.

Una última observación: ¿cómo se conoció la grabación? El propio Silva lo explica al final de su conversación con el jefe de la contrainteligencia cubana en Venezuela: le dice que le va a dar un video o DVD con la conversación.

Para Silva era evidente que colaboraba con un informe de inteligencia. Lo que luego sucedió es que el DVD fue a parar a manos de la oposición democrática. Ni la CIA ni el Mosad fabricaron la conversación. El propio Silva cayó en su trampa.

Tomado de: http://www.elblogdemontaner.com/dvd-mentiras-y-antisemitismo/#more-3604

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