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domingo, 26 de mayo de 2013

El Socialismo del Siglo XXI


Econ. Ángel Caracciolo Lobo Lacruz 23/05/2013

Teóricamente, es un sistema de organización que le atribuye al Estado la absoluta libertad para ordenar las condiciones de la vida civil, económica, cultural y política, extremando la acción social en forma preponderante o con superioridad de opinión sobre la vida civil del ser humano.

En cuanto a los objetivos, busca la solución de los problemas sociales y económicos sobre la base de la propiedad pública de los medios de producción.

Como podemos observar, es una etapa previa a la aplicación del sistema comunista promulgado por Carlos Marx, primero en la Rusia zarista y después en el resto del mundo donde se aplicó.

Según su inspirador y más conspicuo defensor del mismo en Venezuela, Hugo Chávez Frías, y ateniéndose a las definiciones dadas por este personaje,  el socialismo del siglo XXI es un instrumento de lucha por las reivindicaciones sociales, políticas, económicas y culturales del pueblo de Venezuela. Ese pueblo siempre olvidado por las clases  gubernamentales, que a su juicio, han pasado por el poder a través de los tiempos sin que sus carencias o necesidades se hayan satisfecho, al contrario, su tendencia es a crecer y multiplicarse, en la misma medida que la pirámide de la población lo hace.

Al respecto, basta con analizar los resultados obtenidos en su gestión gubernamental iniciada en 1990, ya conocida como la *era de Chávez*, prolongada hasta después de su muerte ocurrida hace poco, resultados estos referidos a los manejos administrativos de la nación, que al observarlos nos damos cuenta de la profunda crisis en que navegamos. Ni siquiera es necesario buscar en los cuadros estadísticos del Banco Central, para saber y palpar cuánto se han modificado los resultados y los precios de los consumos poblacionales, desde ese tiempo a esta parte, y así poder medir la crisis galopante por la cual transitamos.

Ya la gente común mide la situación por el alcance de sus bolsillos, a veces llenos de dinero, pero carente de valor a causa de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda que guardan, o simplemente, una moneda devaluada ante los precios de los productos de la cesta básica, como se la califica, cuyos productos destinados al consumo familiar, en la mayoría de las veces están ausentes de los anaqueles de presentación en los comercios, bodegas, supermercados, incluso de los PDVAL, etc.

A nivel de más allá de las fronteras, los estudiosos de este sistema socio-político, el cual, como apuntamos se basa en las ideas de Carlos Marx, y surgió como doctrina en el siglo XIX, para propugnar la abolición de la propiedad privada y el Capital, o fondo de las empresas, cuya apropiación debe estar, según dicha doctrina, en manos del Estado y no de los ciudadanos en  particular.

El socialismo y el comunismo en la Venezuela de la actualidad, sirven para justificar el orden establecido y legalizar el poder político que ejerce el gobierno - Poder Ejecutivo - sobre toda la estructura en que constitucionalmente se divide el Estado venezolano -  Legislativo, Judicial, Electoral, Moral Republicano, etc.- absolutamente confiscados, lo cual no significa otra cosa que el ejercicio de una dictadura o gobierno autoritario militarista.

Volviendo atrás, en la Venezuela de los últimos catorce años, el presidente Chávez acometió o puso en práctica en su gobierno un socialismo para llegar al comunismo, aplicado por etapas, durante las cuales, desarticuló, o mejor dicho, desmontó todo el sistema socio-económico agro - industrial existente en país, a lo cual calificó en forma despectiva como *el ejercicio de la Cuarta República* y, en contraposición, fue realizando o poniendo en práctica un programa personal, dentro del cual iba introduciendo faces o etapas que tenían algunas cualidades. Por ejemplo: Puso en práctica el Colectivismo, copiado del plan ruso, disfrazado e inició un plan de expropiaciones de empresas agropecuarias e industriales, las cuales traspasó su propiedad a los obreros de las mismas agrupados en empresas colectivas. Otras empresas o  fábricas en pleno funcionamiento de su capacidad instalada, las expropió – desconoció a sus propietarios - nacionalizó su Capital y pasaron a ser operadas por empleados públicos sin ningún plan o programa de trabajo.

En estas empresas, tanto las nacionalizadas como las colectivas, comenzaron a tener problemas de funcionamiento y, por supuesto, de baja producción. Entre otras cosas derivadas de esa locura fue que comenzó la destrucción de la capacidad instalada en la mayoría de las plantas o fábricas. A consecuencia de ello, los productos comenzaron a escasear en el mercado. Estas fallas presentadas comenzaron a ser cubiertas, primero, con productos provenientes de los *Stock* de los almacenes destinados a cubrir la demanda del mercado ordinario de consumo. Esto trajo como consecuencias que se ordenara a las fuerzas armadas a realizar visitas domiciliarias a las empresas y a decomisar dichos Stocks en forma arbitraria y violenta, remitiendo las mercancías a los mercados PDVAL, lo cual originó que pronto los almacenes fueron consumidos, y el remplazo de esas mercancías o productos comenzaron a ser surtidos  en el comercio al detalle con importaciones.

Como resultado de este desorden administrativo y de producción, las amortizaciones o pagos de repuestos, mantenimiento y conservación  de los bienes de Capital – maquinarias y equipos - no se realizaron o se abandonaron, por lo tanto se fueron deteriorando, y al no reparar lo deteriorado se aniquila el bien y desaparece; también se dejó de construir depósitos o almacenes de productos terminados que cubren el mercado mayorista.

Por otra parte, los salarios comenzaron a reducirse debido a que se estancaron y la inflación los consumió; con la escasez de los productos en el mercado los precios se alteraron en alza. A ello se agrega la mediocridad o baja en las cosechas por abandono de la siembra de productos alimenticios y la ausencia en la cría de ganado productor de carne y leche como consecuencia directa del abandono de las fincas expropiadas. A ello se agregan los elevados precios de los productos alimenticios provenientes de la importación debido a la ausencia o nula disponibilidad de divisas para el pago de mercancías en el extranjero e incremento del valor de las mismas – USD y Euros -, por consiguiente, la crisis se hizo presente en el país.

 El gobierno actual, encabezado por el señor Maduro, por su parte, se convierte en actor mudo y sordo e incapaz de tener reacciones positivas y oportunas para enfrentar la situación. Sus mismos voceros, transitoriamente ausentes en el extranjero por obligaciones con el alto gobierno, se han convertido en los más acertados críticos del desatino político y económico a que llegó el país y este gobierno recién iniciado, en particular.

Ahora bien, qué ocurre cuando el desabastecimiento ha tocado la puerta al inquilino de Miraflores. Simplemente, reunir a los ministros de la economía y producción para discutir y poner en práctica medidas de emergencia. Pues para él, lo más cómodo fue hacerle invitación a los industriales, comerciantes e importadores de la Nación, para pedirles que, con el concurso de sus empresas y con los dólares que en tiempo breve se les adjudicarán a precio a convenir con cada empresa o empresario, empresas estas a las cuales él mismo contribuyó a desbaratar avalando las políticas destructivas del difunto presidente, rogándoles que tomen participación activa para enfrentar la crisis. Sin embargo, no es tarea fácil por cuanto el tiempo juega en contra y la escasez es muy grande y diversa en cuanto a productos. Esperamos que haya sinceridad, y sobre todo, responsabilidad. Está en juego la vida de toda la población venezolana, no sólo los que, de alguna manera, apoyan al gobierno, sino los venezolanos en general. Todos necesitamos comer y beber, alimentar a los hijos e hijas aún menores y a los viejitos de la ancianidad, todos necesitamos productos para el aseo personal y tantas cosas más con los bienes ahora desaparecidos por irresponsabilidad y falta de previsión.

Amigos y paisanos, eso no es socialismo de ninguna época, eso es un crimen colectivo.

Tomado de:
http://angelcaracciololobolacruz.blogspot.com/2013/05/el-socialismo-del-siglo-xxi-econ.html

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