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lunes, 23 de abril de 2018

Enfrentar la crisis alimentaria, por @fernandocaminop




Fernando Camino Peñalver 22 de abril de 2018
@fernandocaminop

La crisis humanitaria que sacude a nuestro país, se genera por la aplicación por parte del régimen de un modelo equivocado en el manejo de la economía y a la destrucción del sector de la producción privada. A causa de esta política sufrimos de una terrible escasez y carestía de los alimentos, severos cuadros de desnutrición en la población, un crecimiento significativo de la pobreza, aumento del desempleo y pérdida del poder adquisitivo del núcleo familiar.

La caída en la producción agrícola interna el pasado año, estimada en un 75%, ha complicado la situación de abastecimiento de materia prima para la producción de alimentos y la oferta de productos de consumo directo para nuestra población. La situación de abastecimiento es tan grave debido a que lo producido en 2017 no alcanza para cerrar el primer semestre y para este año se calcula que solo se producirá un 20%  de las necesidades de materia prima para la agroindustria.

Ante esta crisis, como solución inmediata hemos venido planteando la apertura de un canal humanitario internacional, que haga posible que llegue la donación de alimentos a los sectores más vulnerables de nuestra población. Para evitar que esta noble acción no se convierta en algo similar al caótico reparto de las cajas Clap, consideramos que  estos alimentos deben ser distribuidos por organizaciones de la sociedad civil y de la iglesia católica.

Como este régimen no quiere ni puede ya  solucionar la crisis humanitaria creada por ellos, tenemos que insistir en la unificación de todos los sectores sociales y políticos para buscar y presionar una salida constitucional que derive en un gobierno democrático de unidad nacional. La principal prioridad del nuevo gobierno es resolver la grave crisis humanitaria causada por la escasez y la carestía de los alimentos.

Ante la urgencia que amerita la gravedad del problema ninguna solución es descartable. Pero consideramos que la más acertada es movilizar la capacidad ociosa de la agroindustria, inicialmente con materia prima importada mientras se recupera la producción interna. Afortunadamente los alimentos de consumo directo como las hortalizas son cultivos de ciclo corto que pueden responder de inmediato al estímulo de planes especiales de financiamiento, de suministro de insumos, de adquisición de maquinarias y de apoyo a la comercialización.

El flujo de materia prima, de insumos repuestos y maquinarias está sujeto al pago de la deuda comercial del sector privado con los proveedores internacionales. Es importante señalar, que esta deuda comercial se contrajo bajo la figura legal de un convenio cambiario firmado entre el gobierno y la industria privada, convenio que ha sido incumplido por el gobierno. Actualmente el gobierno se mantiene en cesación de pago con los proveedores internacionales de materia prima para la fabricación de alimentos y con un alto grado de ilegitimidad, que le impide acudir a las instituciones financieras internacionales en procura de los fondos necesarios para solventar esta grave situación de insolvencia.

Para solventar esta situación el nuevo gobierno de unidad nacional por su solvencia moral y política, será depositario de la confianza de gobiernos amigos y de las instituciones financieras internacionales, para obtener los recursos necesarios para rescatar a nuestro país de la insolvencia financiera que nos impide el flujo de insumos y maquinarias necesarias para aliviar la urgente necesidad de nuestra población.

La morosidad del gobierno con el pago de la deuda comercial externa, debe también ser parte de la negociación con las instituciones financieras internacionales en el nuevo contexto de los cambios económicos del nuevo gobierno. Una vez solventada la situación de morosidad del gobierno con los proveedores internacionales, los productores agrícolas, la pesca, la ganadería y la agroindustria podrá producir alimentos a plena capacidad. Si aumentamos la oferta de alimentos hechos en nuestro país, tendremos un efecto favorable para el consumidor, tanto en el abastecimiento como en los precios de los alimentos.

Fernando Camino Peñalver
@fernandocaminop

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