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martes, 14 de febrero de 2023

Escuchar, comprender y acompañar a los jóvenes / Luisa Pernalete @luisaconpaz

 



El 12 de febrero se celebra en Venezuela el Día de la Juventud, en recuerdo de la batalla de La Victoria (1814) en la cual participaron jóvenes de la época. Hoy día los jóvenes venezolanos no parecen con ánimo de celebrar nada. Los cercanos a los 20 años se les nota preocupados, con poca esperanza en su presente y en su futuro, con poca fe en los dirigentes políticos… Hay que escucharles, comprenderlos para poder acompañarles.

La UCAB socializó el año pasado los resultados de la encuesta Enjuve. Recupero algunos datos de ese estudio.

Conviene resaltar, en primer lugar, que ha aumentado la población de jóvenes con doble exclusión: ni estudia ni trabaja: 37%, en comparación con el año 2013 que era de 23% quienes estaban en esa condición. ¿Cuál será en 2023 la proporción de los afectados por doble exclusión?

En relación a cómo ven el país y los principales problemas, el 47% de los encuestados apuntó la economía como el problema principal, el 18,6% apuntó los problemas sociales, y 12,3%, los políticos -corrupción malos gobiernos, violaciones de derechos humanos-.

Algo que llama la atención es el poco interés por la participación política, en concreto por votar. Según la encuesta de 2021, los jóvenes encuestados, que se consideraban chavistas, 44,7% estarían interesados en votar, los ni-ni, 28,9% y los que se consideraban de oposición, 26,4%. Sólo el 50% afirmó que la democracia era preferible a otras opciones, 22% cree que un régimen autoritario sería preferible, y a 27,5% les da lo mismo. Cifras para preocuparnos. En el 2013 el 70% consideraba la democracia como el mejor sistema de gobierno.

Ligado a lo anterior, no hay interés por la participación política. Sólo 30% tiene esperanza en los partidos políticos y sólo 1/3 tiene interés en participar en alguna organización política.

Igualmente preocupa el dato de que el 64% tiene temor de ser reprimidos por sus creencias. Algo habrá influido la represión de las protestas masivas del 2017 y la reducción evidente de los espacios cívicos para participar.

Recomiendo la lectura de los resultados de Enjuve.

Completamos la reflexión sobre la necesidad de escucharles, comprenderles para acompañarles, con una reunión en la cual participamos en un Colegio Universitario de Barquisimeto, en mayo del año pasado, unos 60 jóvenes, de los primeros semestres de estudio. Casi ninguno estaba inscrito en el Registro Electoral Permanente. Pocos alzaron su mano cuando preguntamos quiénes estaban dispuesto a votar en las próximas elecciones. Uno dijo: “da lo mismo unos u otros”. Otro dijo que era mejor una dictadura. ¡Por poco no nos desmayamos!

Sobre los principales problemas, coincidieron con la encuesta Enjuve: la economía, y luego, la falta de oportunidades para los jóvenes, la mala calidad de vida.

Les preguntamos a quiénes admiraban, y en los grupos salieron estos nombres: Pérez Giménez, Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Renny Otolina. Preguntamos por personas que estuvieran vivas, que admiraran, y salieron nombres tales como Gustavo Dudamel, y algunos mencionaron a líderes de su comunidad, como su párroco, por ejemplo. Hay que indicar que eran jóvenes de sectores populares del oeste de Barquisimeto. Se nota falta de referentes. Nadie mencionó a algún líder político actual.

Ciertamente, la situación de los jóvenes, como la de la mayoría de los venezolanos, profesionales y no profesionales, que deben ocuparse de las urgencias diarias, como comer y dar de comer a la familia, con esos salarios tan bajos, uno comprende… pero preocupa que no se vean la democracia y la participación política como una vía, constitucional, pacífica. Como vía para lograr cambios.

Hay que difundir las cosas buenas que líderes y organizaciones comunitarias y oenegés logran. Los jóvenes tienen que conocer que los cambios, aunque sean pequeños son posibles. Organizaciones como La Gente Propone, fomentada por el Grupo Cesap, que promueve la participación ciudadana en unos cuantos municipios del país, o la posibilidad de integrar organizaciones para adolescentes y jóvenes como el Grupo Huellas, que forma líderes juveniles en centros educativos de Fe y Alegría, así como en parroquias, son vías que deben ser conocidas.

Los políticos, del bando que sea, deben escuchar a los jóvenes. También los educadores. En los centros educativos, tanto de media como de educación superior, hay que trabajar el tema de la ciudadanía como construcción del “Bien común”. Hay que explorar, hay que inventar, hay que comprender a los jóvenes y aliarnos con ellos para ayudar a su participación comunitaria y política en general. Hay maneras de hacer “buena política” como dice el papa Francisco.

https://correodelcaroni.com/opinion/escuchar-comprender-y-acompanar-a-los-jovenes/

https://aperturaven.blogspot.com/p/contactanos.html


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