domingo, 6 de febrero de 2011
Terrenos expropiados, expectativas y promesas
Editorial del Equipo Productor
Año 12 de “revolución bolivariana”, ahora nos dimos cuenta que el déficit habitacional es fenomenal, catastrófico, los barrios de Caracas literalmente se están viniendo abajo, tal como admitió Hugo Chávez en alguna alocución o cadena nacional hace pocos días. Se habla que el déficit solo en la Gran Caracas es de 800,000 unidades de vivienda, no sabemos con certeza si esa es la cifra y como obtuvieron la sumatoria, pero si sabemos que el déficit es gigantesco.
Imperdonable por decir lo menos, es que ahora en el año 2011 se haga la promesa de construir y entregar 150,000 viviendas y el próximo año, electoral, la meta sean 200,000 viviendas. Ojo pero en todo el país, no en Caracas. Imperdonable pues es evidente que no se ocuparon de este problema en los 11 años anteriores, con cifras oficiales que hablan de menos de 300,000 unidades construidas para todo el periodo, parece de verdad muy cuesta arriba que logren el objetivo prometido.
Sin perder ni un solo día dijo el Comandante: “encuentren terrenos y galpones vacios y yo los expropio”, muy bien Comandante…, pero como siempre la improvisación, el apuro, la falta de un plan de desarrollo urbano, la carencia y el colapso de los servicios, los suelos, el impacto ambiental y la escasez de recursos, atentan contra su plan de emergencia de construcción de viviendas. Sin hablar de los 167 proyectos habitacionales que está construyendo el gobierno central en todo el país, la mayoría de ellos con atrasos de 2, 3 y hasta 4 años.
Basado en las palabras del nuevo Guru de las soluciones habitacionales el Arq. Farruco Sexto que tuvo la impertinencia de afirmar que en Caracas cabe otra Caracas, sin hablar de las nuevas redes de agua necesarias, de la vialidad y el transporte público, de la energía eléctrica, de la recolección y disposición final de desechos sólidos, de la red de cloacas, de centros educativos, culturales, asistenciales, de la generación de empleos, es decir de todo el tema del equipamiento urbano, que necesariamente tiene que acompañar a la construcción de viviendas, para que sean realmente dignas, el Comandante anteponiendo lo político a lo técnico se ha embragetado en esta nueva aventura.
Tenemos muchas razones para oponernos a este plan improvisado de soluciones habitacionales, dejando bien claro y entendido que no nos oponemos al desarrollo, que no nos oponemos a que cada venezolanos tenga una vivienda digna, que reconocemos que existe una situación de verdadera emergencia nacional, pero no podemos aceptar que implanten nuevos desarrollos de miles de viviendas en zonas ó áreas en que los servicios están colapsados.
Cada desarrollo debe ser consultado con las comunidades existentes en cada zona, deben contar con el consenso necesario, no podemos aceptar que sea por orden presidencial sin dar respuestas al impacto sobre las comunidades establecidas y sin dar respuesta al colapso de los servicios, cuestión muy generalizada en amplias zonas urbanas.
Hablamos por la Gran Caracas que es nuestro ámbito geográfico, el cual conocemos en profundidad pues hemos vivido toda nuestra vida aquí. En Caracas no cabe otra Caracas en estos momentos, tal vez en 10 o 15 años, una vez realizadas las obras de infraestructura necesarias, se solucione el problema del agua en amplias zonas, se garantice un servicio eléctrico de gran confiabilidad, se desarrolle un sistema de transporte público superficial y subterráneo seguro y confiable, se garantice la recolección de desechos sólidos y su disposición final, en fin se nos provea de los servicios básicos y el equipamiento urbano indispensable, entonces a lo mejor si podremos hablar de una ciudad de 9 millones de habitantes o lo que es lo mismo de otra Caracas dentro de Caracas.
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