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sábado, 14 de diciembre de 2013

Unir al país

POMPEYO MÁRQUEZ 12 de diciembre de 2013

Venezuela está partida en dos pedazos antagonizados, sin reglas de juego claras, sin justicia a la cual acudir, con todos sus poderes confiscados por el Poder Ejecutivo. La peor herencia que se le ha dejado es precisamente la de esa división, engendradora de odios, donde una parte, conformada por el grupo militar-civil dominante que dice tener las armas, impone su voluntad al resto del país


Venezuela está partida en dos pedazos antagonizados, sin reglas de juego claras, sin justicia a la cual acudir, con todos sus poderes confiscados por el Poder Ejecutivo. La peor herencia que se le ha dejado es precisamente la de esa división, engendradora de odios, donde una parte, conformada por el grupo militar-civil dominante que dice tener las armas, impone su voluntad al resto del país. Ese es uno de los puntales de la crisis política actual.

Este régimen conculca las libertades democráticas y conduce a la economía y a la sociedad a esa relación militar-civil que se conformó durante la autocracia de Chávez, relación que debe modificarse mediante la lucha cívica de la mayoría de los ciudadanos.

Cuando -según los estudios de opinión- 87% de los encuestados dice que el país va mal, eso quiere decir que existen sectores en el seno de quienes apoyan al régimen que piensan que deben corregirse esas situaciones.

Para el más elemental analista es previsible que en el seno de las fuerzas armadas existen militares institucionalistas que observan con preocupación el rumbo que ha tomado del país. Y recuerdan otras experiencias cuando, digamos el 23 de enero de 1958, se logró hacer una transición pacífica mediante la convocatoria a unas nuevas elecciones y la cooperación cívico-militar en la reconstrucción de las instituciones democráticas, la libertad y la justicia social.

Este estado de crisis debe cambiar, ninguna sociedad soporta por siempre una situación como la que actualmente vivimos.

No entremos en debate sobre lo que sucedió en 1998. Una mayoría creyó en las promesas de cambio pero no de esta manera, liquidando la propiedad privada, la iniciativa individual, y procediendo a estatizaciones, nacionalizaciones, confiscaciones que en la práctica constituyen un robo al ni siquiera cancelar su valor a sus legítimos propietarios.

Quince años después, el fracaso es evidente, se quiere imponer una sociedad inviable, se desea mantener un Estado-partido que en épocas electorales se convierte en una autocracia electoral.

Venezuela quiere paz, democracia, libertad, justicia social y, en esa dirección, el país reclama un grupo gobernante que gobierne para todos los venezolanos y no para un partido, para una parte de la sociedad. Hay que unir al país y conquistar ese gobierno para todos lo más pronto posible, para bien de todos los que constituimos esta patria.

Tomado de: http://www.ultimasnoticias.com.ve/opinion/firmas/pompeyo-marquez/unir-al-pais.aspx#ixzz2nS6FyQJC

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