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viernes, 19 de diciembre de 2014

Tanto para tan poco, @MiguelVelarde


Por Miguel Velarde, 16/12/2014

La crisis económica es grave, pero la moral es aún peor

Está terminando un año anormal. No podía ser diferente, el deterioro en el país es cada vez más evidente. Cuando hace pocos años, algunos advertían que esta situación llegaría pronto, fueron descalificados como “alarmistas”. Sin embargo, la realidad nos pasó por encima como un camión cargado de malas noticias. Por donde uno mire, las encuentra.

Este año termina con un saldo alarmante para Venezuela: es el país con la inflación más alta del mundo, que ronda el 70% y el 2015 podría llegar incluso a 120% si no se toman las medidas adecuadas. Tiene un índice de escasez que también ocupa los primeros lugares en el planeta y que solamente se compara con países en guerra. Uno de los que más afecta a los ciudadanos, el de medicamentos, cierra el año en 60% y, en materia de alimentos, cada vez las colas son más largas frente a mercados y supermercados. Por si fuera poco, el precio del petróleo venezolano se desplomó a menos de 60 dólares por barril la semana pasada, el nivel más bajo en muchos años.

Venezuela también tiene la segunda mayor tasa de homicidios de la región, después de Honduras. 79 de cada 100.000 habitantes mueren a causa de la violencia. Para empeorar la situación, la impunidad en el país llega al 92%, es decir, de cada 100 homicidios, solo en 8 la justicia se entera.

Los derechos humanos y las libertades en el país también se han visto seriamente afectados. Las protestas ciudadanas que comenzaron en febrero dejaron un saldo de violaciones a los DDHH que hoy el mundo entero condena, tanto que incluso la semana pasada el Congreso de los Estados Unidos aprobó una Ley de Sanciones a funcionarios venezolanos que se han visto envueltos en este tipo de actos. Además, junto a los que ya existían desde hace más de una década, las decenas de personas que aún permanecen en prisión por las protestas de este año hacen de Venezuela uno de los países con más presos políticos del continente.

En términos de transparencia, según el Índice de Percepción de la Corrupción, un ranking global de 175 países elaborado por la ONG Transparencia Internacional, Venezuela es el país más corrupto de la región y uno de los más corruptos del mundo.

La crisis socioeconómica es grave, pero la moral es aún peor. Si no superamos ésta, será muy difícil salir de la primera. La realidad es una, y lo único que se puede hacer con ella es luchar para cambiarla. El motor para hacerlo es la convicción de que las cosas pueden ser diferentes y la mejor herramienta es lo aprendido a lo largo de todos estos años.

Esto último es justamente lo que debe preocuparnos. Pensar que hoy, después de haber transitado un camino tan difícil, seamos los mismos que nos equivocamos al elegirlo. Que después de todo lo que nos ha tocado vivir, no hayamos aprendido mucho.

Que hayamos pasado tanto para haber crecido tan poco.

Miguel Velarde
@MiguelVelarde


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