Por Ángel Cacique
El país tiene tiempo
deslizándose peligrosamente en caída libre hacia el abismo, todos los
indicadores en negativo así lo confirman, la mayor inflación del continente y
tal vez del mundo, posiciones cimeras en cifras de violencia, criminalidad y
homicidios, niveles de escasez y desabastecimiento en alimentos,
repuestos y productos básicos para el funcionamiento cabal de la
sociedad, niveles por encima del 50% según las cifras oficiales nos hablan del
profundo deterioro de la calidad de vida de los venezolanos y adicionalmente se
le suman los graves problemas en la prestación de los servicios públicos,
algunos debidos a fenómenos naturales como el “Niño”,
que ocasiona ya problemas
de sequía y racionamiento de agua en toda la franja urbana de la ciudad, adicional
a los recurrentes problemas de electricidad aparejados a la fuerte caída del
potencial hidroeléctrico, fenómeno anunciado y previsible, pero que para
variar nos agarra sin capacidad de respuesta.
En las pasadas elecciones del
6 de diciembre, los que venían siendo los nichos de votación más seguros para
el sector oficialista Catia y el 23 de Enero dieron un fuerte viraje en sus
preferencias electorales y lo que fue durante 16 años la Caracas Roja-rojita
sufrió un cambio drástico. Los representantes del proceso alegaban que los
sectores democráticos de oposición solo tenían vida donde vivían los ricos, los
sectores minoritarios del este de la ciudad el cual según ellos estaban plenos
de sectores plutocráticos y oligárquicos, constituyéndose el este de la ciudad,
según estos argumentos infantiles y sin fundamento económico y social real, en
la base de sustentación de sus políticas “Los Pobres Están Con Nosotros”, el
oeste es nuestro, donde vive la gente humilde y trabajadora, lo cual resulto
ser una mentira más del gobierno como bien lo demostró la paliza electoral en
Caracas del 6 de diciembre pasado, pero, incapaces de cambiar y aprender
de los errores mantienen el discurso de su fuerte arraigo popular, el
cual sirve de base al arsenal de argumentos ideológicos que repiten
una y otra vez los voceros del régimen.
Incapaces de entender las
señales inequívocas mandadas por el pueblo venezolano en las pasadas elecciones
parlamentarias, la clase política gobernante se muestra sorda y ciega a los
reclamos de los sectores populares, a los cuales dice representar, el
descontento se expresó cívicamente el 6 de diciembre, pero hoy la
multiplicación de las colas, el colapso productivo de la industria nacional y
la caída sistemática de los precios del crudo petrolero, generaran una crisis
fiscal de proyecciones inimaginables, atado el presidente Maduro y su equipo a
atávicas y erradas concepciones económicas e ideológicas, no atina a percibir
el inmenso tsunami que se le avecina.
El Hambre toca las puertas de los hogares de los Catienses. Las colas se multiplican, son el pan de cada día, pero lo peor es que es poca la comida que llega y solo logran atender al 30% si acaso de ellos, prolifera la viveza y el bachaqueo, los otrora colectivos defensores del pueblo soberano, los miembros de los concejos comunales y los compañeros trabajadores de los mercal, pdvales y bicentenarios, se transmutaron por efectos de la debilidad ideológica, la corrupción en los grandes surtidores del contrabando y del mercado negro, menos del 40% de los productos llegan a su destino final: Los consumidores de los sectores populares, el resto se los lleva la rapiña, el apoyo a los “verdaderos compañeros” que igualmente tienen que pagar su tarifa de comisión por acceder de manera privilegiada a los productos y por supuesto el pago de las coimas a guardias nacionales y policías, ellos también son pueblo.
El Hambre toca las puertas de los hogares de los Catienses. Las colas se multiplican, son el pan de cada día, pero lo peor es que es poca la comida que llega y solo logran atender al 30% si acaso de ellos, prolifera la viveza y el bachaqueo, los otrora colectivos defensores del pueblo soberano, los miembros de los concejos comunales y los compañeros trabajadores de los mercal, pdvales y bicentenarios, se transmutaron por efectos de la debilidad ideológica, la corrupción en los grandes surtidores del contrabando y del mercado negro, menos del 40% de los productos llegan a su destino final: Los consumidores de los sectores populares, el resto se los lleva la rapiña, el apoyo a los “verdaderos compañeros” que igualmente tienen que pagar su tarifa de comisión por acceder de manera privilegiada a los productos y por supuesto el pago de las coimas a guardias nacionales y policías, ellos también son pueblo.
Las colas iniciadas desde el
día anterior, llegué a las 3 am y me correspondió el #248, pero lo peor era que
al entrar al mercado comunal había que calarse la charla de los combatientes
del frente Francisco de Miranda Gracias a la revolución y al presidente Maduro
ustedes podrán compara por 800 Bs, medio cartón de huevos, 500 gr de granos
(quinchonchos) y un bolsa de a kilo de leche, hay carne a de 3era y 4ta a 700,
800 y 900 bs (hueso y pellejos para los pobres), obviamente el lomito, la falda
y el solomo es sólo para los compañeros comprometidos con el proceso.
La mecha está corta, en
cualquier momento se produce la erupción popular, 16 años de promesas
incumplidas han alimentado peligrosamente la olla de presión, empresas y
comercios cerrados, el desempleo se extiende, la arrechera se acumula y el
gobierno y la oposición ganadora el 6 de diciembre no están produciendo las
respuestas necesarias, las consecuencias serán impredecibles.
14-02-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico