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lunes, 28 de diciembre de 2020

2021: ¿el año del pragmatismo? Por @polis360

Por Piero Trepiccione

Se nos está yendo el 2020. Un año verdaderamente atípico y complejo que ha sacudido las simientes propias de la civilización. Una pandemia que ha afectado la vida de millones de personas alrededor del mundo, no solo en términos de salud sino en cuanto a las repercusiones económicas que se han generado. Al propio tiempo y como si hubiese una predestinación al respecto en la suma total, los conflictos geopolíticos globales, la exacerbación de las diferencias entre países y el deterioro de la calidad del debate político mundial, llevado incluso a límites irreconocibles, se han sumado al cocktail ad hoc que hemos vivido durante todo el año.

Y como para colocar la guinda, hemos tenido el enorme privilegio de ser testigos de excepción de un fenómeno astronómico que requiere de siglos para repetirse, como lo ha sido la conjunción de Saturno y Júpiter el pasado 21 de diciembre, y que más allá de interpretaciones esotéricas o científicas, no deja de ser una particularidad adicional de este fenecido 2020.


Para el caso venezolano en particular, ha sido extremadamente complejo multidimensionalmente: en lo económico, político y social; siendo nuevamente protagonistas de la agenda continental por las repercusiones que tiene nuestra crisis en toda la región y las grandes dificultades para encontrar una salida institucional avalada por la comunidad internacional.

En virtud de ello, se comienza a abrir paso en el horizonte, el 2021, que precisamente con el antecedente inmediato, en relación a Venezuela, con un proceso comicial para elegir diputados a la Asamblea Nacional avalado por una de las partes en disputa y una consulta virtual promovida por la oposición en el marco de una confrontación geopolítica global que coloca por un lado a Rusia y China, como actores de peso globales que respaldan a Nicolás Maduro y su base partidaria, mientras que por el otro lado, aparecen los Estados Unidos junto a la Unión Europea y la mayoría de países latinoamericanos, cuestionamiento el formato de funcionamiento de la democracia venezolana y la forma en las que se han celebrado las elecciones desde 2018.

Esta polarización internacional sobre Venezuela ha alargado demasiado la posibilidad de una vuelta al reconocimiento mutuo y a procesos donde participen ambos actores internos. La consecuencia directa del asunto ha sido la profundización de la crisis económica con graves afectaciones a la vida ciudadana del país. 

Frente a ello, del lado de Maduro estamos viendo decisiones económicas cargadas de un excesivo pragmatismo para recomponer los servicios públicos y la infraestructura general del país. Aunque “oficialmente” no se denominen  como “privatizaciones”, estas están avanzando a pasos agigantados en aras de captar “inversión privada” nacional e internacional para recuperar empresas estatizadas improductivas, a la par, se está dando un proceso de liberalización de tarifas por servicios tanto públicos como privados que están llevando a precios reales, la posibilidad del retorno del capital para la reinversión y mejoramiento de los servicios. Este tipo de decisiones económicas, en el pasado reciente, hubiesen sido calificadas como contrarias al formato ideológico asociado al socialismo que ha propugnado desde 2006, más abiertamente, la revolución bolivariana.

Por ello hablamos de año pragmático más allá de los amarres discursivos que en el pasado reciente impidieron los cambios fundamentales en materia económica. Pero en política también podemos tener un 2021 lleno de pragmatismo. Con la llegada de Joe Biden y los demócratas a la Casa Blanca, más los reacomodos internos en la Unión Europea y la necesidad creciente de los países de la región cuya situación interna se ha complejizado por la migración venezolana de los últimos años, se está creando un momento político propicio para intentar fórmulas cargadas de pragmatismo que se alejen de los extremos y contribuyan a conciliar decisiones racionales y con menos abstracciones que den paso a alternativas de solución para una población severamente afectada y cansada de tantos intentos fallidos. En todo caso, les deseo lo mejor en este 2021.

27-12-20

https://efectococuyo.com/opinion/2021-el-ano-del-pragmatismo/ 

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