Por Jesús González Briceño, 31/7/2014.
Hoy inauguro estas crónicas referidas a CIVILISTAS Y
DEMÓCRATAS VNEZOLANOS que a lo largo de más de dos siglos han adoptado los
derechos civiles y principios democráticos
contemplados en la Declaración de Los Derechos del Hombre y del
Ciudadano de 1789 de los cuales derivaron el pensamiento humanista y el
contrato social de los sistemas políticos implantados en Estados Unidos de
América y de la Francia republicana, difundidos por toda la civilización
occidental y el resto de América, en
contraposición de los regímenes colonialistas, dictatoriales y comunistas que
han azotado las naciones y sus gentes, sobre todo después de la Revolución
Bolchevique de 1917, desatada como ideología y praxis gubernamental de LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS, convertida
en el más oprobioso paradigma contra el libre albedrío y las libertades esenciales
del hombre y de la sociedad moderna y contemporánea, que está tratando de
revivir en los países latinoamericanos
su irrefutable fracaso del sistema marxista, leninista y castrista, como en el
nuestro desde 1999.
Gual y España fueron nuestros precursores independentistas,
junto con Francisco de Miranda, con un grupo de liberales españoles que
intentaron, en vano, 1797, plantar el ideario republicano, la unidad de las
provincias, la libertad , propiedad, seguridad, resistencia a la opresión,
igualitarismo sin discriminación, y tantas otras conquistas de la Declaración
del Hombre y del Ciudadano, inspirados en la gesta libertaria y constitucional
de Los Estados Unidos de Norteamérica que, una vez lograda su independencia del
reino inglés en 1777, tuvo el acierto y responsabilidad de buscar el consenso
para constituir la unión federal de las provincias y aprobar la Carta de los
Derechos dos años después, perpetuando las bases fundamentales de la libertad
individual,expresión y petición, propiedad, abolición de la esclavitud y
establecía expresamente lo que hoy
denominamos el debido proceso para garantizarlos, en el continente americano.
El Código
Libertario Norteamericano se divulgó por toda Europa y en particular en Francia,
donde tuvo lugar su Revolución República y Democrática del 14 de julio de 1789,
y su primera constitución de 1791. Ya se habían regado como pólvora estas gestas e ideales
libertarios y republicanos repercutiendo en toda Europa y en las colonias españolas de América,
inicialmente con el fracaso de Gual y España ,pero en algo más de una década ya
había prosperado la emancipación nacional con una característica irreversible
de sus gestores: LA ADOPCIÓN DE LOS
DERECHOS HUMANOS ESENCIALES, EL CIVILISMO Y CAUDILLISMO QUE ARROPARON NUESTROS PUEBLOS
PARA REFORMULAR LA DEMOCRÁCIA Y EDIFICAR NUESTRA REPÚBLICA.
La Constitución aprobada el 21 de diciembre de 1811,
se identifica palmariamente con la Declaración de la Independencia el 5 de
julio de 1811 que so pretexto de la
invasión y dominación napoleónica de España, nos impulsa a buscar nuestro propio destino: “ … CREMOS
QUE NO PODEMOS NI DEBEMOS CONSERVAR LOS LAZOS QUE NOS LIGABAN AL GOBIERNO DE ESPAÑA Y QUE, COMO TODOS LOS
PUEBLOES DEL MUNDO, ESTAMOS LIBRES Y
AUTORIZADOS PARA NO DEPENDER DE OTRA
AUTORIDAD QUE LA NUESTRA…”.
La aprobación de la Constitución Federal de los
Estados Unidos de Venezuela el 21 de diciembre de 1811 es el acto fundacional
de nuestro Estado Nacional Independiente con las provincias de la Capitanía General española,
nos permite adoptar el pacto
federalista con el ideario constitucional de las experiencia
norteamericana y francesa , plasmando en ella
los derechos de elección
indirecta través de la soberanía popular, los derechos de libertad,
igualdad, propiedad y seguridad ,
legalidad, con sujeción a la ley escrita, inviolabilidad de hogar y de los
bienes, protección a la vida, prohibición de la tortura, la libertad de
pensamiento y por la imprenta, y
entre otras conquistas, la división de los poderes del estado y la alternancia del las autoridades ejecutivas
y lo que hoy denominamos las garantías
constitucionales al debido proceso. En fin,
la instauración fundamental del Sistema
Democrático, actualmente ampliado y perfeccionado.
Los civiles
convertidos en su mayoría en militantes para lograr la independencia y
soberanía, y los militares que asumieron el mando de las batallas en esta
grandiosa empresa libertadora, fueron hombres y mujeres, clérigos, abogados,
maestros, médicos, literatos, periodistas y comerciantes de nuestras y otras
latitudes que iniciaron la edificación de nuestro PAÍS SOBERANO E
INDEPENDIENTE, con la determinación de que el ideario republicano y los
derechos y deberes de nuestro pueblo nunca serían vulnerados ni pisoteados y
que en el futuro se conservarían para nuestra felicidad y provecho, con base al
principio Uty Possidetis Luris de nuestra territorialidad colonial y que nunca
sería violado nuestra suelo, como señaló más tarde en 1902, el presidente
Cipriano Castro, ante la invasión de potencias extranjeras expresó: LA PLANTA INSOLENTE DEL EXTRANJERO HA
PROFANADO EL SUELO DE LA PATRIA. Pero hoy en día hemos regresado a ver nuestro territorio
soberano violado desde 1960 por las
invasiones de guerrilleros, con la
logística de armas extranjeras, con el adoctrinamiento y seducción
doctrinaria de connacionales apátridas, con la ocupación de miles o
posiblemente por docenas de miles de
soldados y jefes de seguridad castristas y con la erosión de nuestras riquezas
nacionales con la imposición de un régimen comunista disfrazado de Revolución
Bolivariana del Siglo XXl, contrariamente al ideario de nuestros civilistas y
militares fundadores de nuestra
República.
¿ Qué dirán esa plétora de hombres como José Félix
Ribas, Vicente Sálias, Antonio Muñoz
Tevar, entre otros que crearon la
SOCIEDAD PATRIÓTICA en 1810, LOS FIRMANTES DEL ACTA DE INDEPENDENCIA Y LA PRIMERA CONSTITUCION de VENEZUELA en 1811 y muchos otros patriotas venezolanos y extranjeros , como los
Francisco de Miranda, Juan Germán Roscio, Cristóbal Mendoza, Juan
Escalona, Andrés Bello, Miguel José Sanz,
Simón Rodríguez, Francisco Yanes, Francisco Javier Ustáriz, Francisco Isnardi, Fernando Peñalver, Antonio
Nicolás Briceño y tantos más que
entregaron toda su vida y familia, tranquilidad y ,no pocas veces, su fortuna ,perseguidos,
exiliados, muertos en batallas y traiciones, desposeídos de sus bienes o en situación de penurias; y nuestros máximos libertadores
Antonio José de Sucre, y Simón
Bolivar, y muchos tantos asesinados
y muertos en el destierro, con la
penuria y tristeza , al ver que
sus sacrificios, después de conseguida la edificación de un ESTADO LIBRE Y SOBERANO
, lo estemos perdiendo junto con nuestros ideales sagrados de
libertad, igualdad y confraternidad, y nuestra idiosincrasia venezolana.
Como ellos, cientos y miles de patriotas y venezolanos
genuinos , imbuidos y estudiosos de las
doctrinas políticas, de la ideología de la democracia y del ejercicio de la función pública , desde
la gesta emancipadora de 1810 hasta nuestros días, han luchado sin
descanso y padecido las vicisitudes de
sus vidas para construir un país
digno de los venezolanos y extranjeros que han hecho y hacen vida entre nosotros, para ver el
lamentable y hodierno espectáculo
de perder la democracia y los
Derechos Humanos consagrados en nuestro estatuto constitucional de 1999, de manos de una clase dirigente
forajida y sin escrúpulos. En las próximas crónicas daremos cuenta de galería numerosa de CIVILÍSTAS Y DEMÓCRATAS QUE HAN LUCHADO
CONTRA EL COLONIALISMO COMUNISTA,
para recordarles a los venezolanos que
los tiempos pasados de la DEMOCRÁCIA
CIVILISTA FUERON MUCHO MEJOR QUE LA
DICTADURA CASTRISTA QUE INTENTAN IMPLANTAR HOY.
Jesús González Briceño
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