Edgar Rivero
Días atrás se celebró en la ciudad de
caracas el Ier Congreso Federal de nuestra organización política Un Nuevo
Tiempo. El mismo permitió entre los presentes poder ratificar nuestro
compromiso venezolanista con el cambio democrático y social al servicio del
pueblo. Seguimos en la lucha por el cambio político que nos conduzca a la
restitución plena de la democracia y por la transformación profunda de la
sociedad para colocarla nuevamente en la senda de la modernidad.
La Democracia Social, ideología sobre la
que se sostiene nuestra acción política y social, como expresión de nuestro
compromiso con Venezuela, descansa sobre los valores fundamentales compartidos
con el pueblo venezolano: (libertad, igualdad, solidaridad, progreso y
corresponsabilidad), que forman parte de nuestra historia republicana y
democrática, que son legado vivo para construir un futuro común.
A partir de estos valores, nuestro
compromiso se expresa en una visión de país compartida con el pueblo.
Venezuela, con la democracia social y el buen gobierno, será una nación libre,
justa y solidaria, con una economía diversificada y productiva, que genere
empleo decente, con una sociedad abierta, sana e igualitaria, con una
democracia plena y descentralizada, integrada en la comunidad mundial.
A lo largo del año 2014 el pueblo
venezolano ha sufrido una de las crisis más profundas de nuestra historia
contemporánea. La destrucción institucional del Estado, el alto costo de la
vida, la escasez recurrente de productos básicos y vitales, la violencia cotidiana
y la inseguridad generalizada se han extendido afectando a todos los
venezolanos.
Con el descenso de los precios no es
posible mantener el despilfarro irresponsable, los indicadores señalan que
durante el año 2015, la crisis económica y social se agudizará, la inflación
seguirá subiendo y los productos seguirán escaseando. Ante esto el gobierno
nacional parece insistir en el error histórico de seguir imponiendo un modelo
económico y político que, no solo es rechazado por la mayoría de los ciudadanos,
sino que ha significado un fracaso absoluto en términos de bienestar y
desarrollo para los venezolanos.
Esta pretensión conduce a la
profundización de la crisis y a una pronunciada caída del apoyo al gobierno,
por lo que podemos esperar un incremento de la represión y la persecución
contra la protesta popular y la disidencia política y social. ¡Contra eso
lucharemos! Y el pueblo venezolano tendrá a los dirigentes y militantes de Un
Nuevo Tiempo comprometidos para enfrentar este reto. Claro está, no aceptaremos
ni patrón ni Mesías en la unidad, todo debe partir de un liderazgo colectivo y
real.
Un Nuevo Tiempo está comprometido con
una verdadera política de diálogo permanente con las instituciones que forman
el entramado social y que tienen presencia activa en la vida nacional, tales
como las iglesias; los organismos gremiales laborales, empresarios,
profesionales, técnicos, educadores; las academias, universidades,
organizaciones culturales; periodistas, intelectuales, otros. Hemos de
reconstruir la comunidad nacional destruida a lo largo de estos quince años.
Ante los retos del presente estamos
obligados a construir esperanza, solo así podremos construir un futuro común
juntos. Se está gestando una nueva y sólida mayoría social, cuya conformación
supera los tradicionales bloques que otrora dividían a la población entre
chavistas y opositores, nuestra tarea es reconstruir la unidad de la comunidad
nacional, plural y diversa, embarcándonos juntos en un proyecto común de país:
con la Democracia Social y con el Buen Gobierno haremos esto posible.
¡La Venezuela del futuro está en nuestras manos! Un Nuevo Tiempo se despliega en la lucha por la democracia social; ratificamos nuestro compromiso vital, venezolanista, con el cambio social y popular que le abra camino a la Democracia en Venezuela para completar la República…
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