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martes, 31 de marzo de 2015

La verdadera amenaza, por @EdgarRiveroUNT

Edgar Rivero marzo 2015

La real academia española señala que AMENAZA significa: “Dar a entender con actos o palabras que se quiere hacer algún mal a alguien o en su defecto dar indicios de estar inminente algo malo o desagradable”. Probablemente con esta aclaratoria esté lloviendo sobre mojado, al querer dejar plasmado algo que muchos sabemos y peor aún, hemos padecido de forma aguda, en estos últimos años de la “Venezuela socialista”.

Diría el filosofo Montesquieu: “Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”. Afirmación que corrobora lo que realmente es una amenaza cuando un país es “gobernado” por un grupo de forajidos, que ahora pretenden darse golpes de pecho y erguirse como los salvadores del universo solicitando la derogatoria del Decreto emitido por la Casa Blanca de EUA. Pendeja burla!

Ahora bien, resulta infantil pretender hacer creer a estas alturas y con el país colapsado, por los escandalosos casos de corrupción, que son vox populi y los que todavía no sabemos, que la culpa de todo la tiene la oposición aliada con el “imperio”. La verdadera amenaza son ellos mismos, quienes han abusado del poder durante más de una década y se han transformado en la amenaza más peligrosa, para los derechos de los ciudadanos venezolanos. La verdadera amenaza es no contar con un Estado de Derecho, unas instituciones imparciales e independientes, unas verdaderas FAN venezolanas y no cubanas. En fin, el uso “legal” de la fuerza pública en contra del pueblo, que se ve afectado física, psíquica, socialmente, cada vez que arremeten sistemáticamente contra la vida, la integridad y dignidad de un pueblo, que creyó en el cuento del socialismo del siglo XXI.

En efecto, la verdadera amenaza para Venezuela, la representan quienes hoy por desgracia ostentan ilegítimamente el poder, ya que nunca podrán comprobar que realmente el presidente es venezolano y que los resultados de últimos procesos electorales hayan sido los verdaderos.

En definitiva, se han burlado hasta la saciedad del pueblo, persisten sin justificación alguna en confundir y distraer a punta de mentiras la atención. De ese modo, evitan enfrentar con responsabilidad la necesidad de rectificar y buscar soluciones. Se han dedicado, con el mayor caradurismo del mundo, a gastar un dineral, invirtiendo en tiempo récord en maniobras distraccionistas de la opinión nacional e internacional, para evitar la discusión sobre los verdaderos problemas del país.

En este sentido, amenaza endógena, se traduce a sostener durante meses una mentira. Puras evasivas. Inventan supuestas guerras o golpes de Estado y con ello, se victimizan, cuando la verdadera víctima es la gran mayoría de los venezolanos. Han aprovechado los errores de terceros, para utilizarlos como justificación de su estrategia irresponsable, que propicia el mantenimiento de la escasez, el alto costo de la vida, la inseguridad personal, al lado del crecimiento sin límites de la corrupción con la cual corroen con impunidad todo lo que tocan y otras tantas calamidades. Por desgracia, todo esto desmejora y destruye áreas tan importantes como la educación, la salud y empleo.

Sin dudas, queda de mi parte claro que la verdadera amenaza, para el país, la conforma el mismo gobierno de turno. No es necesario ser un gran experto en el área económica ni política, para darse cuenta que los únicos responsables de este desastre que vivimos en la actualidad son Nicolás Maduro y sus acólitos. Es inaudito aceptar a estas alturas del juego un engaño más. Nadie absolutamente se cree el cuento de una supuesta “guerra económica”, dirigida por la oposición y por el imperialismo del Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

Todo lo contrario, las improvisaciones, los errores y la corrupción se han convertido en un monstruo llamado “amenaza endógena”. Todo el país sabe que han gobernado en un tiempo, cuyos ingresos petroleros le otorgaron una gran fortuna, nunca vista en la historia nacional. Ahora, cuando los precios bajan, resulta que han sido tan incapaces y corruptos que no sólo no ahorraron en la época de bonanza, sino que más bien endeudaron, vendieron y regalaron al país, para tratar de satisfacer su voracidad, para despilfarrar y permitir la corrupción con el dinero de todos los venezolanos.

Finalmente, no hay amenaza más cruel que la que se perpetra bajo el escudo de la ley y en nombre de la justicia. Es tiempo de reaccionar, Es tiempo de motivarse, participar y acabar con esta zozobra e incertidumbre permanente. Venezuela reclama tu concurso. Es ahora, sin miedo y sin prejuicios. Venezuela despierta!

Edgar Rivero

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