Por Marino J. González R.
Los días pasan y no hay
cambios en la política económica. Existen fundadas evidencias de que el retraso
del gobierno en esta materia rompe todos los récords. Podríamos convenir que el
rezago alcanzará tres años en el próximo abril. Mientras tanto, es conveniente
mirar las perspectivas que tiene el país de mantener este rumbo equivocado.
Podemos examinar las cifras
que el FMI pronostica para Venezuela hasta 2020 de continuar esta desastrosa
política económica. De acuerdo con esas cifras, la tasa de inflación será
cercana a 200% en todos los años entre 2015 y 2020. Es decir, seis años
seguidos con cifras de inflación de esa magnitud, sumados a los diez años con
la inflación más alta de América, y a los tres últimos con la inflación más
alta del mundo. Se puede decir que la economía venezolana es ya la más
inflacionaria en el siglo XXI. De lejos.
Alta inflación no es otra cosa
que destrucción económica. Porque la inflación genera inestabilidad para todos
actores, pero especialmente aquellos que son más sensibles a los ingresos, esto
es, los sectores con mayor pobreza. En la medida que avanza la inflación, la
capacidad de adaptación de los sectores asalariados disminuye, hasta el punto
que aquellos que no pueden compensar sus ingresos, son progresivamente
desplazados a la pobreza. Como es el caso actual de Venezuela, con 76% de la
población en pobreza, según Encovi (UCV-Ucab-USB).
Ya lo anterior es preocupante.
Ahora veamos el escenario cuando se combina una alta tasa de inflación con una
caída en la actividad productiva de un país. Esto es, la economía decrece y al
mismo tiempo existe una espiral inflacionaria. Si tomamos como referencia una
tasa de inflación superior a 100%, y una tasa de crecimiento económico
negativo, encontraremos varios procesos de estancamiento e inflación de acuerdo
con las cifras del FMI.
El más largo ha sido el de
Nicaragua, ocho años, entre 1984 y 1991. En todos esos años, la inflación fue
superior a 100%, llegando a un máximo de 13.000% en 1987. En el período la
economía nicaragüense se contrajo 2,7% en promedio. El siguiente período de
mayor duración de alta inflación con estancamiento fue en Bolivia, entre 1982 y
1986 (cinco años). La tasa de inflación fue cercana a 12.000% en 1985. En el
período la economía boliviana decreció 2,4% en promedio.
El siguiente proceso fue el de
Perú entre 1988 y 1990. La tasa de inflación llegó a 7.400% en 1990. La
contracción de la actividad económica fue inmensa: 9,3% promedio en el período.
Y luego viene Venezuela, aunque no se crea. Si asumimos que la tasa de
inflación de Venezuela en 2015 fue superior a 100% y la de este año seguro lo
será, y que la caída del PIB fue 10% el año pasado y que este año puede ser 8%
(según estimados del FMI), nuestra economía ha sufrido la mayor debacle desde
Perú a finales de los ochenta, la cual había sido la mayor en la Región. Más
aún, si no hay correctivos en la política económica, y la caída del PIB es
cercana a 9% en este año, el desastre económico de Venezuela será el mayor en
América y Latina desde 1980 (primer año en que están disponibles las cifras del
FMI).
No hay mucho más que agregar.
Venezuela tiene la peor situación económica del mundo en la actualidad, y a
este ritmo puede ser la peor en la Región en los últimos cuarenta años. Ante
todo eso, el gobierno se encuentra en shock, inmovilizado. En el peor
escenario.
03-02-16
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