Por Shaylim Castro
Caracas. Sentados en las
escaleras de uno de los tantos negocios que quedan en la avenida princial de
los Jardines de El Valle, Aníbal y Víctor (nombres ficticios por
protección) con periódico en mano, se olvidan por un momento del caos y el
gentío que recorre las calles.
Juntos dan la imagen de ser
compadres de toda la vida, porque se criaron y crecieron en la zona, hace casi
más de 50 años. Aníbal, con su camisa amarilla que contrasta fuertemente
con su piel oscura le dejó la batuta a su amigo Víctor para que contara las
historias cotidianas en el sector.
“Los tiroteos son frecuentes,
cuando no suena nada nos parece extraño. Hace como una semana atracaron en la
calle 4 a una camioneta, los malandros se escaparon hacia uno de los barrios y
le dispararon al hijo de un conocido”.
Con tantos años de vida en los
Jardines ven que las cosas han cambiado “de mal a peor”, dado a que los
tiroteos se han convertido en el pan de cada día en las calles que dan la
entrada a los barrios. Opinaron que los policías solo aparecen para
matraquear y pocas veces suben a los barrios al menos que haya algún muerto.
La avenida se divide por
calles, que van de la 1 a la 18, cada una representa la entrada a los
barrios del sector y cercanas a ellas quedan dos edificios de la Gran Misión
Vivienda Venezuela, que los residentes bautizaron como “Yare I” y “Yare II”,
según Víctor y Aníbal, quienes añadieron que por esos lados solo pasan las
personas que viven ahí por el peligro que representa,
Protección en los negocios
Los comerciantes también se
las ven negras con los tiroteos, pues cuando se registran los transeúntes
desesperados comienzan a correr y se resguardan en los negocios.
Con su amabilidad por delante
Maribel Rodríguez recibe a quienes entran a su local, que en ocasiones ha
tenido que cerrar antes de las 6:00 pm, dependiendo del movimiento de los
motorizados, pues a veces pueden atracar si ven a algún comercio vacío.
“Si hay muchos motorizados
cerramos. Los tiroteos son casi todos los días y algunos de los negocios los
han atracado, supongo que no se han metido aquí porque contamos con cámaras de
seguridad”, detalló.
Con todos estos hechos son
pocas las veces que Maribel ha visto a un policía, al menos que pongan una
alcabala en plena avenida y matraqueen a conductores o motorizados. O como
ocurrió hace tres meses, según recordó, aparecieron para detener el intento de
linchamiento a un delincuente.
“En uno de los semáforos un
malandro le robó el celular a un estudiante de bachillerato cuando subió a una
camioneta. La gente lo persiguió y entre varios intentaron lincharlo. En eso
intervino la GNB, lo agarraron y lo soltaron como a tres cuadras después, ahí
se volvió a formar un alboroto”.
Transeúntes se resguardan en
los negocios cuando ocurren los tiroteos, según comerciantes
Fotos: Angeliana Escalona
04-02-16
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